Embriones de una nueva economía


PASOS HACIA UNA RESPUESTA INTEGRAL A NUESTRAS NECESIDADES

Desde hace años se han ido gestando en diferentes puntos del Estado alternativas al sistema capitalista. Se trata, por lo general, de proyectos con una fuerte dimensión comunitaria, en los que el apoyo mutuo y los lazos de confianza son fundamentales.

Especial “Semillas de otra economía”

VARIOS AUTORES
LUNES 24 DE OCTUBRE DE 2011. NÚMERO 159

ALTERNATIVAS A LA ESCOLARIZACIÓN SISTÉMICA

Educación libre

TOMAS GONZÁLEZ DEL OLMO (COLECTIVO AGITACIÓN RURAL)

Las alternativas en el plano de la crianza respetuosa y la educación en libertad son muchas y muy variadas. A menudo son las propias familias quienes se encargan, pero, además, existen grupos de apoyo a la crianza, opciones de desescolarización o los proyectos de escuelas libres, no directivas. Cuando las criaturas se encuentran en edad escolar existen dos posibilidades: el homeschooling y la participación en algún proyecto de educación no directiva. El homeschooling o movimiento desescolarizador tuvo un gran impulso a raíz de la red “Crecer Sin Escuela”. Posteriormente, ha sido la Asociación Libre de Enseñanza, constituida expresamente para regularizar la opción de educación en casa, la organización más representativa.

La otra alternativa son las “escuelas libres”, centros generalmente no reconocidos por el sistema oficial de enseñanza y con una metodología abierta de inspiración libertaria. En cuanto a proyectos más allá del ámbito familiar, nos encontramos con bastantes iniciativas de educación en el Estado español. La Escuelita en Valladolid, o Alavida en Madrid, son algunos ejemplos de proyectos educativos, siendo la Escuela Libre de Paideia (Badajoz) el más veterano y representativo.

La mayoría de las iniciativas están centradas en las edades más tempranas, aunque hay algunas experiencias interesantes como el proyecto de educación para personas adultas de La Prospe (Madrid) o la Xarxa d’Universitats Lliures (Catalunya).

Todos estos proyectos se apoyan en las teorías y experiencias de numerosos autores como Alexander Sutherland Neill, Paulo Freire, Iván Illich, Rudolf Steiner, Montesori, Arno Stern, los Wild… así como en el conocimiento de experiencias anteriores como las escuelas racionalistas o los ateneos libertarios de principios del siglo pasado.

Foto: Almusati.
NUEVAS FORMAS DE ACCESO A LA VIVIENDA

Vivienda digna

RAÚL ROBERT (SOSTRE CÍVIC)

El acceso a la vivienda está en crisis, en gran parte por ser un sector en el que se ha innovado muy poco en nuestro país a diferencia de otros países europeos, con políticas más avanzadas, flexibles y adaptadas a las situaciones reales de la población a la que se deben. No sería temerario decir que en los últimos años, aparte del alquiler y la compra, la única alternativa visible y práctica en el ámbito urbano ha sido la okupación, aunque no ha alcanzado una regulación o conversión para hacerla estable y replicable como ha ocurrido en otros países.

En zonas rurales sí que ha existido y en los últimos tiempos ha renacido con fuerza el concepto de ecoaldea, un camino para recuperar edificios y entornos en peligro de degradación. Si bien la mayor demanda de vivienda está en zonas urbanas, es una opción con gran potencial de transformación local y a considerar por muchos sectores en el futuro, debido a la crisis energética y de trabajo, aunque todavía cuentan con poco apoyo y reconocimiento institucional en el Estado español. En los últimos años están empezando a aparecer alternativas en el sector urbano. Una de ellas es el cohousing: vivienda colaborativa con espacios y tareas comunes y ayuda mutua en su promoción.

Otra opción es la masovería urbana, contrato por el cual se cede el uso de la vivienda a cambio de trabajos y/o de su cuidado. Por último, las Cooperativas de Modelos de Cesión de Uso poseen viviendas que pertenecen a la cooperativa y por las que se paga un derecho de uso de la vivienda bajo. No se pueden vender pero sí pueden ser heredadas por los hijos. Estas dos últimas opciones han conseguido presencia en la ley de vivienda y normativas en algunas comunidades autónomas gracias al trabajo de cooperativas como SostreCívic.

Foto: Almusati
GASTAR MENOS, ASOCIARSE, PRODUCIR TU ENERGÍA

Energía sustentable

PABLO RUIZ RAMOS (EL HUERTO DE LOS LOCOS)

En el campo de la energía lo primero es reducir el consumo. Pasar a la acción contra el consumismo energético supone, ante todo, esforzarte en vivir consumiendo menos. Calentar con electricidad es el mayor derroche. Comprar cosas nuevas, cada individuo una, y utilizarlas en solitario es lo que más consume. Es el punto más simple y más importante a la vez. Fuera de la red energética habitual puedes producir tu propia energía eléctrica para no tener que pagar la factura. Energía renovable práctica, de Iñaki Urkía, te servirá de guía. En la página web futuros renovables se articula una pequeña red de apoyo.

Pagar la factura de la luz y producir unos vatios sale muy caro. Si te decides, date de baja y con lo que ahorras en un par de años de facturas puedes autoabastecerte. En cuanto a combustible, puedes fabricar una estación de filtrado de aceite en el garaje y ahorrar un 30% en gasoil. O fabricar biodiesel. También puedes transformar tu coche y usar 100% aceite vegetal. La red Pétales ha hecho dos giras por el norte y el sur del Estado español. Muchos colectivos ya funcionan así y te pueden ayudar. Busca en internet el “Manual para rodar con aceite vegetal”. Además existen las cooperativas de Energías Renovables: si quieres producir energía y no tienes dónde, formar una cooperativa o entrar en una que ya funcione puede ser la solución.

Si se calcula todo bien, en seis u ocho años se recupera lo invertido, y en otros trece o quince producirás unos beneficios que la cooperativa repartirá, reinvertirá en más renovables o en su objeto social. La mitad de los molinos de Dinamarca, una de las mayores potencias eólicas, es de propiedad cooperativa. Si todos recibimos los impactos, todos deberíamos poder beneficiarnos. En somenergia.cat conocerás una iniciativa pionera.

Foto: Olmo Calvo.
EMPRENDIMIENTO Y ORGANIZACIÓN COLECTIVA

Trabajar… y vivir

NURIA DEL RÍO (PROEMPLEO) FERNANDO SABIN (COOPERATIVA ANDAIRA )

Nos movemos en el binomio derecho- obligación. Reivindicamos el derecho a trabajar porque es la manera en la que está establecido socialmente que podemos hacernos con renta, renta que necesitamos para pagar las cosas que, también por convención social, cuestan dinero. Y sentimos la obligación de trabajar para recibir un salario, para contribuir con impuestos y para sentirnos socialmente útiles.

La peor obligación es, en realidad, la de hacer un trabajo que no nos interesa en absoluto para poder “entrar en el juego”. Muchas personas desesperan por tener un trabajo y otras tantas desesperan por tener que ir a un trabajo en el que no se sienten bien. Aparentemente no tenemos mucha elección y, sin embargo, hay opciones. Se impone un doble esfuerzo en la búsqueda de alternativas. De un lado, resolver la ecuación personal a través de fórmulas de emprendimiento colectivo, buscando hacer equipo con aquellos y aquellas que creen en el mismo modelo organizativo que nosotros y que tienen talentos y momentos similares a los nuestros.

El segundo esfuerzo, que también pasa por lo colectivo, tiene que ver con construir redes y contribuir a crear un imaginario diferente en torno al trabajo, y la reciprocidad. En webs como emprender.coop se pueden encontrar pistas acerca de cómo llevar a cabo una idea que pueda proporcionarte un trabajo más acorde con tus necesidades y las de las demás. “Radio-Logías de Economía Social y Solidaria” es un proyecto de REAS que pretende utilizar el potencial de los materiales de audio y, de forma concreta, la radio como medio para la difusión y la formación sobre auto empleo, economía social y solidaria, y cooperativismo. Hay alternativas y, a la hora de buscar trabajo, el primer trabajo es buscarlas.

Foto: Jaiula de Ardilla.
ALIMENTACIÓN LOCAL Y RESPONSABLE

Soberanía alimentaria

ESTHER VIVAS (COOPERATIVA EL CARRETÓ)

Volver a tener la capacidad de decidir sobre nuestra agricultura y alimentación. Esto es lo que reivindican los centenares de grupos y cooperativas de consumo agroecológico que hoy se extienden por todo el Estado español. Se trata de experiencias que ponen en contacto a consumidores con campesinos y campesinas que trabajan en el territorio, estableciendo unas relaciones de confianza, directas, de intercambio y de solidaridad entre el campo y la ciudad.

Desde la mitad de la década pasada, estas experiencias se multiplicaron, mostrando una creciente preocupación por el actual modelo agroalimentario y la voluntad de llevar a cabo un consumo que cumpla con criterios sociales y agroecológicos.

A pesar de compartir unos criterios comunes, existe una gran variedad de modelos organizativos, de relación con el campesino, de formato de compra, etc. Algunos integran en su seno a consumidores y a productores, y otros sólo están formados por consumidores. Hay algunos modelos donde el consumidor puede escoger aquellos productos de temporada que desee, y otros que perciben cada semana una cesta cerrada con frutas y verduras de la huerta.

La mayor parte de estas experiencias funcionan a partir del trabajo voluntario de sus miembros, aunque hay algunos casos de iniciativas profesionalizadas que incluyen también venta en tienda.

El gran reto es en realidad cómo llegar a más gente, hacer estas experiencias más viables, mantener unos principios de ruptura con el actual modelo agroindustrial, y no quedarse sólo en el discurso de la alternativa concreta, en la pequeña escala, sino insertarse dentro de una estrategia general de transformación de la sociedad.

PROYECTOS JUSTOS DONDE DEJAR EL DINERO

Finanzas éticas

IÑIGO BANDRÉS (COOPERATIVA ALTEKIO)

Aunque hay mucho que hacer, hemos recorrido mucho camino. Son muchas las experiencias de las finanzas solidarias ciudadanas que ya están funcionando y en las que podemos participar. Desde su nacimiento en 1992, Ideas->http://www.ideas.coop/, una cooperativa dedicada a la comercialización de productos de Comercio Justo, creó una sección de crédito a través de la cual los socios consumidores podían apoyar con su ahorro a los productores del Sur, mediante lo que se llama “prefinanciación”.

Coop57 nace en Barcelona en 1995 fruto de la lucha sindical ante un cierre patronal. Ofrece crédito a entidades de la economía solidaria que cumplan con unos compromisos sociales y ambientales. Los socios colaboradores, además de aportar ahorro, participan en la estructura con voz y voto. En tercer lugar, el GAP nace en 1999. Es una asociación de ahorro de proximidad, que pone en contacto a ahorradores “responsables” con proyectos que cumplan con los principios de la Economía Solidaria. Está en red con iniciativas similares en Aragón, Valencia,Granada, Sevilla o Jerez.

Por último, el Proyecto Fiare arranca en 2004 en Euskadi con el objetivo de crear una Banca Ética Ciudadana; es decir, una Cooperativa de Crédito, que pretende que la intermediación financiera sirva como un instrumento de transformación social. Es construida de abajo a arriba sobre redes ciudadanas y en 2012 se espera que pueda prestar servicios de banca universal gracias a su hermanamiento con Banca Ética Italiana.

¿Qué puedo hacer yo? Como decían en Italia, pon tus ahorros donde están tus ideas; cuéntaselo a tus familiares y amigos; difúndelo en tu colectivo; enrédate en alguno de estos proyectos… Tenemos un apasionante camino por recorrer.