A diferencia de los chilenos, estudiantes mexicanos rechazan a los partidos y candidatos, no van a las elecciones y apoyan sólo movimientos autónomos

29.May.12    Análisis y Noticias

“No sólo el voto puede ayudar a que México crezca, podemos hacer muchas cosas más”

Posted By marchela On mayo 27, 2012 @ 12:59 In Geografía,México,Reportajes,Reportajes México | No Comments

México, DF. Esto apenas se está cocinando y es parte de algo mucho más grande, coinciden estudiantes de las más de 15 universidades públicas y privadas que han protagonizado las protestas contra el sistema mediático del país, realizadas durante los últimos días en distintos puntos de la Ciudad de México y otras ciudades del país como Toluca, Guanajuato, Oaxaca, Monterrey, Querétaro, Pachuca, Guadalajara y Puebla, entre otras.

Aunque el detonante de las manifestaciones se inscribió en un contexto preelectoral “esto va a ir más allá del 1 de julio. Debemos estar unidos y no dividimos por universidades, somos jóvenes, somos estudiantes y vamos a ir juntos para exigir que se cumplan nuestras demandas”, dice a Desinformémonos, Omar Velasco, estudiante de Ciencia Política en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Las marchas de lo que algunos ya llaman “la primavera 132” han transcurrido pacíficamente, con un derroche de creatividad y sentido del humor. Sería ingenuo decir que no hay jóvenes de los partidos, tanto del PRD (Partido de la Revolución Democrática) como del PAN (Partido Acción Nacional), pero es un hecho que no tienen posibilidad de sacar sus banderas partidistas. Paco Ignacio Taibo, escritor y militante del movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador, intentó apoderarse del micrófono durante una de las marchas y fue conminado, contra su voluntad, a callarse.

Entre las exigencias de los jóvenes se encuentra la democratización de los medios de comunicación y el fin de un monopolio informativo que “es ya insostenible en una era donde las redes sociales están siendo muy utilizados por los jóvenes. Tenemos que seguir politizando a toda la gente, a la juventud”.

“Lo curioso es cómo empezó todo”, observa una estudiante de Ciencias Políticas del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Fue a partir de la iniciativa de un grupo de alumnos de la Ibero (Universidad Iberoamericana) que literalmente corrió al candidato priista a la presidencia, Enrique Peña Nieto, con pancartas en su contra y gritos de “fuera” y “asesino” luego de su presentación en un recinto de la universidad.

La historia se hubiera podido acabar allí, pero al día siguiente varios periódicos y Televisa, la televisora más grande del país, celebraron el “éxito” de Peña Nieto en la Ibero a pesar del “boicot” orquestado en su contra por “acarreados”. Los alumnos acusados decidieron entonces salir del anonimato y 131 de ellos publicaron un video en el que aparecen mostrando el rostro y enseñando su credencial de estudiantes. De aquí el nombre que ha tomado el movimiento: “Yo Soy 132”.

A partir de entonces, lo que era una protesta en contra de un candidato se convirtió en un movimiento de indignación contra el duopolio televisivo y el sistema del país, principalmente el aparato mediático. Después de su primera marcha, el 16 de mayo, los alumnos de la Ibero convocaron a movilizaciones en las que la exigencia de la democratización de los medios de comunicación se hizo cada vez más imperante.

Itzel, estudiante de Diseño Gráfico de la Universidad Iberoamericana señala: “No queremos que esto se quede sólo aquí, sino que debemos buscar hacer algo más. Ya comenzó en la Ibero, pero ahora ¿qué pasa, qué sigue? Sabemos que podemos hacer muchísimo más como informarnos y darnos cuenta de que la política y los políticos no son la única solución, el cambio está en que nosotros mismos hagamos algo trascendente, no solamente con un voto, sino con acciones que vayan más allá.

“Desde ya tenemos que empezar a ver qué vamos a hacer. No sólo el voto puede ayudar a que México crezca, podemos hacer muchas cosas más. Esto es un pedacito de algo más grande. Se están juntando todas las escuelas para darnos cuenta de que México es todos, no unos solos”.

El movimiento estudiantil iniciado el 11 de mayo crece todos los días. Pasaron de ser centenares de jóvenes indignados, a decenas de miles en todo el país reclamando a una sola voz el fin de la manipulación. En las cuatro manifestaciones que desde entonces han convocado – y a las que se han sumado alrededor de 15 universidades públicas y privadas – la advertencia de los jóvenes ha sido clara: “Si hay imposición, habrá revolución”.

Con frases como “Queremos escuelas, no telenovelas” y “Yo si leo, no veo Televisa”, y “Yo soy el 132”, los jóvenes se han manifestado en contra de quienes quieren minimizar o criminalizar su presencia.

La idea de que “lo que pasan en los medios es sólo para distraernos y alejarnos de la realidad del país”, llevó también a las calles a alumnos de la Universidad del Claustro de Sor Juana, quienes el 22 de mayo organizaron una marcha sin colores ni partidos para apoyar el movimiento. Nancy Navarro, estudiante de esta casa universitaria, señala: “Lo que busco no es que gane o no gane cierto candidato o candidata, sino que podamos mejorar el país”.

Como parte de las movilizaciones impulsadas a través de redes sociales, decenas de miles de estudiantes de diversas universidades se congregaron en la Estela de Luz –un monumento construido en el marco de las celebraciones del 200 aniversario de la Independencia de México y considerado considerado símbolo de la corrupción de la clase política del país. Allí, los jóvenes leyeron un pliego petitorio, en el que destacaron que “los jóvenes de México creemos que el sistema político y económico no responde a las demandas de todos los mexicanos”.

“Queremos que la situación actual de miseria, desigualdad, pobreza y violencia sea resuelta.

“Las y los estudiantes unidos de este país creemos que una condición necesaria para corregir esta situación consiste en estar informados ya que esto nos permite tomar mejores decisiones políticas, económicas y sociales. La información hace posible que los ciudadanos puedan exigir y criticar de manera fundamentada a su gobierno, a los actores políticos, a los empresarios y a la sociedad misma. Por eso, “Yo Soy 132″ hace del derecho a la información y del derecho a la libertad de expresión sus principales demandas”.

Más tarde, ante la nutrida presencia de estudiantes en la Estela de Luz, la concentración devino en una marcha espontánea que se dirigió primero al Ángel de la Independencia, luego a las instalaciones de Televisa y finalmente llegó al zócalo capitalino.

Al pie del Monumento a la Independencia, los estudiantes hacen un alto antes de continuar con la marcha y allí, también de manera espontánea, surge el diálogo entre jóvenes de unas y otras universidades sobre el futuro del movimiento.

Canek, de Relaciones Internacionales en la UNAM, conversa con Alejandro de la Ibero. Ambos coinciden en que a los universitarios les corresponde impulsar un proyecto de nación y no sólo dejar que los políticos lo hagan, sino involucrarse. “Es algo que nos compete, se trata de nuestro futuro. Somos nosotros quienes nos vamos a quedar en este barco y lo que se encuentra en la víspera, las elecciones, es tan sólo la punta del iceberg de lo que serán los próximos años”, apunta Canek.

La alegría de los jóvenes –quienes además de sus demandas corearon al unísono porras de sus diferentes escuelas– y la creatividad y colorido de los carteles con los que se manifiestan ha caracterizado las movilizaciones. Incluso algunos se han disfrazado con curiosos trajes creados con periódico o portando televisiones de cartón en la cabeza.

Congregados frente a Televisa Chapultepec, decenas de miles atiborraron con cartulinas las paredes y puertas de la televisora, cantaron el himno nacional y gritaron –al unísono– que “los mexicanos y las mexicanas estamos hartos de la manipulación”.

Sentada sobre una banqueta frente a la empresa de televisión más importante del país, y rodeada por miles de estudiantes indignados, se encuentra Samantha de la Escuela Nacional de Antropología Historia, quien asegura que “el proceso electoral es sólo el pretexto, tenemos que demostrar que los jóvenes no sólo nos unimos como borregos, sino que tenemos ideales, que creemos en algo. Esto es sólo un pedacito de algo más grande”.

Muchos de los jóvenes que participan en el incipiente movimiento, coinciden que hace falta una mejor organización y definir propuestas para abrir el horizonte. “Se siente mucho el ambiente espontáneo, pero debemos organizarnos para hacer desplegados, difusión y que esto trascienda más allá de una protesta contra una televisora”.

José Antonio Sánchez Gallardo, ex estudiante de la UNAM, participó activamente en el movimiento estudiantil de 1968, y ahora, frente a las instalaciones de Televisa, asegura “veo ahora esa misma energía, por eso estoy contento, y les agradezco a los estudiantes. Me están llenando de vitalidad. Hace muchos años que no veía tanta participación de los jóvenes”.

Las movilizaciones responden a una necesidad imperante de construir otra forma de hacer política desde la sociedad. “Queremos que forme parte de la cultura del mexicano enterarse de lo que realmente sucede”, dice Oli Veraba González, de la Escuela Libre de Música.

“En un principio este mitin estaba pensado para reclamar y exigir a los medios de comunicación, pero evidentemente esto ya fue más allá. Me parece muy importante salir y exigir, alzar la voz. Creo que es un gran logro que los jóvenes se hayan salidos de su burbuja de confort, sobre todo aquellos que se pensaba que no les importaba la política por su posición económica afortunada. Hay que apostarle a la información y a la educación” apunta Mauricio, estudiante de Psicología.

Ante el inesperado éxito de la movilización, los alumnos de la Ibero plantearon en su primera asamblea general, el viernes 25 de mayo, la necesidad de reflexionar sobre lo ocurrido y gestionar propuestas para hacer crecer el movimiento.

Los asistentes, la gran mayoría sin experiencia política previa, reflexionaron sobre las prioridades del movimiento, y cada uno de los ocho comités (voceros, diseño, arte, planeación, monitoreo de medios, investigación, jurídico e interuniversitario) planteó en la asamblea diversas problemáticas a las que deberán enfrentarse.

Los estudiantes subrayaron la responsabilidad que sienten ante las decenas de miles de personas que contestaron a sus convocatorias, y la dificultad de crear un movimiento político apartidista, con organización propia y horizontal. Ellos lo saben “los medios sólo están esperando a que nos cansemos” pero comparten la certeza de que el movimiento irá más allá de las elecciones. “Las elecciones son una etapa, pero el movimiento seguirá luchando por la verdad para crear una opinión pública ante la cual tendrán que dar cuentas quienes están en el poder”, concluyeron los jóvenes de la Ibero.

El sábado 26 de mayo, después de dos asambleas, una en la plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco y la otra en Ciudad Universitaria, representantes de las 17 universidades públicas y privadas que hasta ahora se han sumado al movimiento estudiantil llegaron a un primer acuerdo: “Yo soy 132” se mantendrá como un movimiento apartidista y plural, pero no apolítico.

Para hacer crecer el movimiento, será necesario salir de las redes sociales e iniciar contacto con la gente en mercados públicos, estaciones del metro, escuelas y parques para informar sobre los objetivos del movimiento, coincidieron representantes de las universidades Nacional Autónoma de México, Autónoma Metropolitana, Pedagógica Nacional y Autónoma de la Ciudad de México, así como de El Colegio de México, el Instituto Politécnico Nacional y el Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados, escuelas de artes y las universidades Iberoamericana, La Salle, Anáhuac, del Valle de México y Panamericana, Instituto Tecnológico Autónomo de México, Escuela de Periodismo Carlos Septién y el Instituto Tecnológico de Monterrey.

Luego de las dos asambleas, los estudiantes se declararon en contra de la clase político-empresarial y de su intento de imponer en la presidencia al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto. Así mismo, aclararon que no están a favor de ningún partido “no le haremos la chamba al PRD, PAN o Panal”.

En un comunicado, los integrantes de “Yo soy 132” se adhirieron a diversas luchas: la de los familiares de las víctimas del feminicidio en Ciudad Juárez, Chihuahua, el Estado de México y otras entidades; la del pueblo de San Salvador Atenco y al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. También manifestaron su apoyo a los pueblos indígenas en resistencia, a los periodistas asediados por la violencia y a los obreros y campesinos explotados.

Los estudiantes coincidieron en que ahora el reto de los estudiantes es mantenerse unidos y “pasar del discurso a los actos”, por lo que el consenso general fue realizar la próxima reunión interuniversitaria el miércoles 30 de mayo en Ciudad Universitaria.

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