Evo Morales y el espejismo del proceso de cambio

El modelo neoliberal sigue imperando en el país



Evo Morales y el espejismo del proceso de cambio
David Ali Condori*
Periódico Pukara

1. Introducción
Los movimientos sociales en
septiembre y octubre de 2003
hicieron tambalear al viejo Estado
colonial que era administrado por
una élite conservadora y racista
que heredó el poder político y económico desde la Colonia y durante
la República (tanto en las dictaduras como en la democracia), sin
embargo la guerra del gas les dejaba en una profunda crisis política,
pues su dominación legítima
(Weber, 1979) que reproducían ha
sido cuestionado por la acción
colectiva del bloque social de los
oprimidos (Dussel, 2006).
En ese contexto las elecciones
generales de diciembre de 2005
dieron el triunfo al candidato Evo
Morales, con 53,74% (CNE, 2006)
de apoyo electoral a nivel nacional.
La llegada del primer presidente
de origen indígena al gobierno
generó mucha expectativa en el
pueblo boliviano, muchas organizaciones sociales, sobre todo los
pueblos indígenas creían que estaban en el poder, por eso decían
que éste será “el gobierno de los
movimientos sociales”. Mientras
tanto, la elite blanca mestiza que
es el bloque histórico en el poder
estaba muy temerosa porque sus
privilegios al parecer se estaban
terminando juntamente con el
Estado colonial monocultural,
excluyente y discriminatorio que
estaba herido de muerte.
El 22 de enero de 2006 el nuevo
presidente pedía por primera vez
en el Congreso Nacional un minuto
de silencio para los líderes indígenas que murieron por la liberación
india: Manco Inca, Tupaj Katari,
Tupaj Amaru, Bartolina Sisa, Zá-
rate Willca y otros (Valenvar,
2006).Además era el único presidente que no portaba la corbata
que es símbolo de la colonialidad.
El nuevo panorama político fue
planteada desde el gobierno bajo
el eslogan de “Revolución Democrática y Cultural” que más tarde
se denominó “Proceso de Cambio”.
Se antecedía la realización de la
Asamblea Constituyente para refundar la nueva Bolivia Plurinacional donde los indígenas por primera
vez participarían en su redacción.
Asimismo estaba en puertas la
nacionalización de los hidrocarburos, el cambio del sistema
neoliberal y otros.
En esa perspectiva se realizó la
Asamblea Constituyente, presidida
por una mujer indígena (Silvia Lazarte). Pero en esta instancia sólo
hizo algunas reformas al Estado
colonial, en algunos casos simplemente se cambió de nombre. Por
ejemplo, antes se decía poderes
del Estado, ahora se dice órganos
del Estado, pero en el fondo se
conservan las mismas estructuras
coloniales de los gobiernos neoliberales, razón por la cual algunos
autores, el año 2008, se atrevieron a calificar al proyecto de Constitución como “la gran mamada”
1
.
En esa lógica el MAS desperdició
esa gran oportunidad que el pueblo
le dio para hacer grandes transformaciones en el país, aunque el
gobierno sostiene que hay una
“revolución política-cultural y
económica. Política, al haber revolucionado la naturaleza social del
Estado consagrando los derechos
de los pueblos indígenas y la
conducción de esos derechos desde la propia ocupación de la administración estatal por ellos (los
indígenas)” (García, 2012: 8). Si
esto fuera verdad ¿Por qué los indí-
genas en este gobierno siguen
excluídos de los espacios de decisión política? En la conformación
de los ministros, en su mayoría son
de la elite criolla-mestiza, a título
de “clase media intelectual”, lo que
abordaremos más adelante.
Esta elite criolla-mestiza encaramada en el gobierno, incluyendo
el presidente Evo Morales, casi
todos los días repiten el discurso
del “Proceso de Cambio”, en esa
lógica hasta los representantes de
las organizaciones sociales dicen
“hay que defender el proceso”. En
tal sentido nos parece importante
hacer una reflexión sobre este
tema; en estos seis años
2
del
gobierno de Evo Morales, ¿qué ha
cambiado en Bolivia?, o, ¿estamos
siguiendo las herencias coloniales
de los gobiernos neoliberales?
2. La fachada3
del “proceso
de cambio”
Betty Jordan señala: “Hay siempre algo que está en proceso de
cambio aquí y en todas partes,
en los pequeños y grandes fenó-
menos universales. En tal sentido
se puede definir el cambio social
como una variación de estado precedente a otro consecuente”
(Jordan, 1977: 220). Por tanto,
el proceso de cambio se puede
presentar como evolución, progreso y transformación de un estado
anterior a otro nuevo, en algunos
casos en forma lineal como planteaba Auguste Comte en sus tres
estadios: teológico, metafísico y
positivo (Ritzer, 2001). En otros
casos los cambios se pueden
producir en un sentido cíclico como
los modos de producción que proponía Marx: comunidad primitiva,
esclavista, feudal, capitalista y
socialista (Portocarrero, 1974).
Aquí surge una interrogante: ¿El
proceso de cambio en Bolivia en
qué sentido está transitando? El
ideólogo del MAS Álvaro García
Linera sostiene que el proceso de
cambio transita por cinco fases
revolucionarias: la primera fase, el
develamiento de la crisis del Estado; la segunda, el empate catastrófico; la tercera, la capacidad
de movilización convertida en presencia estatal gubernamental; la
cuarta, el punto de bifurcaciónmomento jacobino de la revolución
y la quinta, la emergencia de las
contradicciones creativas (García,
2011). Según García el proceso de
cambio se encuentra ahoras en la
quinta fase: la de tensiones entre
los propios sectores que protagonizan el proceso de cambio.
Por su parte, el investigador de
la Fundación Tierra Wilfredo Plata
afirma que el MAS llegó al gobierno
con el objetivo de hacer una revolución en democracia (Plata, 2008)
para transformar las viejas estructuras económicas, políticas y
sociales a favor del bloque social
de los oprimidos. Sin embargo tales
cambios no se visibilizan en el
Estado Plurinacional ya que “…el
gobierno quedó nuevamente en
manos de esa minoría étnica de la
casta criolla/mestiza, en tanto que
la gran mayoría de la población
boliviana compuesta por indígenas
y sectores populares fue despojada de los escenarios de decisión
política” (Conde, 2012: 116). Basta ver la vitrina política de la composición de los 20 ministros posesionados en enero del año 2012,
donde de los 20 ministros sólo
aparecen algunos indígenas: David
Choquehuanca de Relaciones
Exteriores, Nemecia Achacollo de
Desarrollo Rural y Felipe Quispe de
Medio Ambiente y Agua (este último destituido por acusaciones de
mentir al presidente sobre la provisión de agua potable en el aeropuerto de Uyuni). Estamos seguros que este año 2013 esta figura
no cambiará, puesto que el presidente tiene una mentalidad colonial, como dice Félix Patzi (2010),
por eso quienes realmente lucharon por los cambios en el país son
relegados al trasero de la silla presidencial y en algunos casos expulsados del MAS como Filemón Escobar, Román Loayza, Lino Villca,
Oscar Chirinos, Félix Patzi y otros.
Entonces, en el campo político, el
Estado Plurinacional y el Proceso
de Cambio son simples fachadas
y discurso para legitimar a un
gobierno que sigue heredando los
cánones del colonialismo.
En el ámbito económico el gobierno se jacta que su mayor logro
es la Nacionalización de los Hidrocarburos que era la principal demanda de octubre de 2003. Pero,
otros señalan que con el Decreto
Supremo 28701 del 1 de mayo de
2006 “…no hubo ninguna reversión
de áreas petrolera como en 1936,
ni expropiación de activos como
en 1969” (Orgáz, 2011), por ello,
las empresas que operaban en los
tiempos de Gonzalo Sánchez de
Lozada hoy siguen operando bajo
el eslogan de “socios y no patrones”, aunque en algunos campos
el Estado percibe el 82% de
ingresos entre regalías, Impuesto
Directo a los Hidrocarburos (IDH)
y a través de una participación
adicional para YPFB
4
.
Lo curioso es que después de la
nacionalización de los hidrocarburos, el año 2010 cuando el pueblo
festejaba las Navidades vino el
Decreto Supremo 748 de “Nivelación de Precios de Carburantes”
un “gasolinazo” en los hechos por
el que se incrementó los precios
de los productos de la canasta
familiar y el pasaje del servicio de
autotransporte, afectando a la
mayoría de los bolivianos que viven
en situación de pobreza, los que
mostraron su desencanto con el
gobierno de Evo Morales, mientras
algunos dirigentes prebendales de
las organizaciones sociales controladas políticamente por el
gobierno (la Confederación Sindical
Única Trabajadores Campesinos de
Bolivia y la Confederación Nacional
de Mujeres Campesinas Indígenas
Originarias de Bolivia “Bartolina
Sisa”) aplaudían esta medida.
Entonces muchos se desencantaron del presidente Evo Morales
y del vicepresidente Álvaro García
Linera, calificándolos de “traidores
al pueblo”. Por ello la noche del
31 de diciembre de 2010 el presidente se vio obligado a abrogar
el Decreto Supremo 748 con el
argumento de “gobernar obedeciendo al pueblo”. Pero los precios
ya no volvieron a bajar, afectando
a la población que tiene menores
ingresos.
Por otro lado el vicepresidente
manifiesta: “Se ha derrotado al
neoliberalismo recuperando el control social y estatal de la riqueza
pública, anteriormente enajenada
a manos privadas extranjeras”
(García, 2011: 8). Si bien se han
nacionalizado algunas empresas
estatales, se olvidaron abrogar
en su totalidad
5
el Decreto
Supremo 21060 promulgado por el
ex presidente Víctor Paz Estensoro, por lo que la economía del
libre mercado
6
aun está vigente,
señal de que el neoliberalismo no
ha sido derrotado.
Finalmente, en estos seis años
del gobierno dos hechos empa-
ñaron la imagen de Evo Morales y
del proceso de cambio: la represión
de los indígenas de la octava
marcha del TIPNIS y la corrupción
de la red de extorsionadores. En
el primer caso Evo Morales, antes
de la represión de Chaparina era
el principal promotor de la defensa
de la “Madre Tierra” organizando
el 20 de abril de 2010 la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre
el Cambio Climático en TiquipayaCochabamba. En los foros internacionales siempre hacía énfasis
en la defensa del medio ambiente
y su lucha incansable contra el
capitalismo, no obstante el 25 de
septiembre de 2011 se llegó a
reprimir a la octava marcha de
los pueblos indígenas de las tierras
bajas, que reclamaban los derechos de la “Madre Tierra”. Los responsables de esta represión hasta
la actualidad están impunes, y el
segundo tramo de la carretera por
el TIPNIS sigue siendo el talón
Aquiles del actual gobierno, quien
para justificar su política efectuó
una consulta manipulada desde el
Ministerio de Obras Púbicas, recurriendo a las mismas mañas de los
gobiernos tradicionales, incluso se
dividió la organización matriz de
los pueblos indígenas, la Confederación Pueblos Indígenas de
Bolivia (CIDOB).
La red de extorsionadores que
se develó gracias a las denuncias
del empresario norteamericano
Jacob Ostreicher que ha sido
víctima de la extorción. Paradó-
jicamente esta red operaba desde
el seno mismo de los ministerios
de Gobierno, Presidencia y Transparencia. Entonces, ¿dónde quedó
el discurso de la lucha contra la
corrupción? La diferencia es que
antes la corrupción era más encubierto, en el actual gobierno es
mas visible, pero en el fondo se
reproduce los mismos comportamientos coloniales, con la complicidad de los representantes de las
organizaciones sociales que no se
pronuncian nada al respecto.
3. Conclusión
A manera de concluir podemos
sostener que el proceso de cambio
es una simple fachada de un
gobierno reformista que hipnotiza
al pueblo y Evo Morales se convierte en el opio de las organizaciones sociales, entre tanto la
casta criolla-mestiza hábilmente
se apropia de los espacios de
decisión política en el gobierno y
en lo económico. El modelo neoliberal sigue imperando en el país.
En consecuencia, no hay cambios
profundos en las estructuras del
viejo Estado colonial que sigue
excluyente y discriminatorio hacia
los pueblos indígenas; “el proceso
de cambio” y el “Estado Plurinacional” son discursos que sirven
de legitimidad, porque bajo las
paraguas del capital étnico, el
presidente Evo Morales es engatusado por los sequitos de la
izquierda y los neoliberales reformistas que hoy se creen dueños
del proceso de cambio. Por tanto,
el gobierno no es “el gobierno de
los movimientos sociales” como lo
quieren hacer creer, más bien es
un gobierno de la élite blancamestiza.
1
El periodista cochabambino Ismael
Mérida Martínez en el año 2008
publicó un texto referido al proyecto
de la Constitución con el título de
“La Gran Mamada”, en el cual hace
un análisis del proyecto de la
Constitución aprobada en Oruro
que posteriormente fue revisada por
el Congreso Nacional.
2 Desde que Evo Morales asumió la
presidencia de Bolivia el 22 de enero
de 2006 al 22 de enero de 2013 se
cumplen seis años exactamente.
3
El sociólogo canadiense Erving
Goffman señala que “La fachada…
es la dotación expresiva de tipo
corriente empleada intencional o
inconscientemente por el individuo
durante su actuación” (Goffman,
2006).
4 Ver el Artículo 4, numeral I y II del
Decreto Supremo 28701 del 1 de
mayo de 2006.
5
El 1º de mayo de 2006 se abrogó
el Artículo 55 Decreto Supremo
21060 referido a la libre contratación
del personal en las empresas y
entidades del sector público y
privado
6
Para mayores referencias ver los
Artículos 72 y 74 del Decreto
Supremo 21

* David Ali Condori es estudiante de la
Carrera de Sociología de la Universidad
Pública de El Alto: d.aly42@hotmail.com