“Lo más cabrón es cuando el mal gobierno no nos deja vivir tranquilos, así es más difícil construir el vivir digno”: Juan Vázquez, prozapatista asesinado en Chiapas

Juan Vásquez fue asesinado cobardemente con seis impactos de bala



A Juan no le resultó imposible que lo asesinaran, lo que sí le resultará imposible a los malos gobiernos es detener el compromiso colectivo de hacer posibles los sueños de Juan. Hoy, ese compromiso es nuestro, Juan es una semilla más que brotará con dignidad por la defensa del Territorio digno.

Desinformémonos

Comenzaba a sentirse el fin de la tarde del 24 de abril cuando Juan Vásquez fue asesinado cobardemente con seis impactos de bala. Actualmente Juan es una semilla más en la lucha por la defensa del territorio en el sureste mexicano.

Entre el 2006 y el 2013, Juan fue un representante incansable en la defensa de la madre tierra que abraza el ejido San Sebastian Bachajón. Coexistiendo en dicha región las Cascadas de Agua Azul, consideradas desde hace décadas un objeto turístico de especulación financiera. Siendo el núcleo de ocho circuitos turísticos que conforman a su vez uno de los tres corredores estratégicos del Proyecto Mesoamericano.

Las siguientes palabras son la síntesis de una charla recogida con pluma, papel y corazón con Juan Vásquez durante el trayecto al centro Alan Sacjun, dos de los tres centros regionales que conforman el ejido ubicado en la zona Selva Centro Tzeltal. El motivo fue hacer una aproximación al “trabajo de investigación militante” que busca explicar el impacto de la territorialización capitalista en territorio indígena-campesino. En el galpón donde se compartió la experiencia estaban presentes otros y otras compañeras del ejido San Sebastián Bachajón. Participaron más de 60 ejidatarios (hombres, mujeres, jóvenes y ancianos), con él como puente entre la lengua tzeltal y el castilla.

En aquel momento, cuando íbamos rumbo a la cabecera del centro regional Alan Sacjun, le pregunté qué pensaba del Lekil Kuxlejal, palabra que comenzaba a ponerse de moda en la academia. Juan mencionó que el mayor problema era creer que eso significaba “buen vivir así nomás, el tener lo que se antoje, y no tanto entender la vida digna…”

Después preguntamos ¿qué es lo más importante de la vida digna? Y, enérgicamente respondió: “No venderse, no traicionar al pueblo”. Conforme íbamos llegando al lugar mencionaba que él no tenía miedo al mal gobierno y confiaba en la gente adherente a La Otra Campaña, pero no en todos, pues el clientelismo y las políticas asistenciales llevaban años funcionado como mecanismos de cooptación en la región. “Aquí hay quienes hasta podrían vender su alma por unas monedas…”

En ese momento comenzó a contar porqué le gustaba vivir en Chiapas: “ahí tengo tierra, trabajo y a mi familia tranquila. Es bonito, uno como que respira diferente y come bien”. En los últimos años había vivenciado la experiencia de trabajar en Tijuana – ciudad fronteriza con Estados Unidos, a más de 4 mil kilómetros- se arrepentía porqué supo qué era vivir en la ciudad y lejos de su gente. A su regreso comenzó a involucrarse en los asuntos de su comunidad.

La activa y apasionada personalidad de Juan llevó a que lo nombrarán autoridad en el ejido San Sebastián Bachajón; el 18 de abril de 2012, fue nombrado secretario general de los tres centros. Juan estaba orgulloso de tener un cargo político, sobre todo desde La Otra Campaña. Mientras el auto avanzaba él movía su rostro y señalaba con la mirada el paisaje artificial de propaganda electoral, y decía convencido “aquí todo el que ha sido dirigente enfila siempre la lucha hacia los partidos políticos, y cuando están arriba, ya sea indígena o no, se olvidan de la gente y dicen que es difícil poder hacer algo…se hacen re pendejos”.

Cuando llegamos al lugar, la dinámica comenzó por repasar los momentos de desprecio por parte del mal gobierno y, compartir experiencias en torno a tres preguntas: “¿Quiénes somos? ¿Qué queremos? Y ¿Cómo le vamos a hacer?”. Las interrogantes están dentro de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona (SDSL), iniciativa del EZLN dada a conocer el 29 de junio del 2005. Las preguntas se platicaron en torno al proyecto político de autogestión de la caseta de cobro del centro turístico “Cascadas de Agua Azul”, además en un contexto de reactivación de grupos paramilitares.

Se comenzó a analizar el despojo, pero también los proceso electorales de clientelismo en la región y lo que representaban los programas de asistencia social. El ¿quiénes somos? permitió que los comuneros se identificaran como tales y comenzaran a imaginar con base en ¿qué queremos?. Es decir, se comenzó a sospechar en la capacidad de que algo es posible y, cuando los anhelos son comunes se posibilita el ¿cómo le vamos a hacer? Esto orientó a fines comunes de acción colectiva. Las tres interrogantes confluyeron en “construir un sueño en donde mañana queremos ver otra realidad”. Así, la caseta de cobro fue sólo parte de un proyecto político que va más allá de la autogestión de un espacio, sino de la construcción de un proyecto político conjunto con la Sexta.

Se comenzó aceptando desde ellos mismos que la experiencia zapatista desde los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas y las Juntas de Buen Gobierno son una “experiencia posible”. Cuando salimos del galpón nos percatamos de qué estaba roto el cristal delantero de la redila –auto común donde viajan los comuneros- dónde viajaría y comentó: “lo más cabrón es cuando el mal gobierno no nos deja vivir tranquilos, así es más difícil construir el vivir digno”.

Juan Vásquez sabía que sin proyecto político común no se puede avanzar. Solía decir: “¿cómo vamos a caminar de la nada?” Estaba convencido que la vida digna está relacionada con “hacer pueblo desde una actitud distinta”.

El Lekil Kuxlejal (vida y espíritu bueno) representaba ser consecuente con el ejemplo de las bases de apoyo zapatistas y sus siete principios del mandar obedeciendo: Lo que significada “dejar de ser oportunista mentirosa, partidista, electorero”. Estaba convencido de que era un reto, pero no era imposible desde los siete principios ético-políticos zapatistas: Obedecer y no mandar, servir y no servirse, representar y no suplantar, construir y no destruir, bajar y no subir, proponer y no imponer, convencer y no vencer. Principios que instituyen las Juntas de Buen Gobierno en los municipios autónomos desde el “Otro Gobierno”.

A pesar de que Juan no era base de apoyo zapatista. luchaba por “caminar preguntando”, y asumía que La Otra Campaña “buscaba construir otras formas de hacer política desde la Sexta”.

Luego del percance de la redila nos encaminamos junto con otros compañeros hacía otro auto, y después de una horas de trayecto le pregunté cuál sería su conclusión de la vivencia en el galpón. Respondió: “un sueño no llevado a la dormidera”. Minutos después expresaba asombrado mientras manejaba “Nuestro mayor ejemplo son las bases de apoyo zapatistas, son como nuestros abuelos, ahí se dialoga cuando hay problema, y esos sí no se dejan engañar por el mal gobierno, son unos chingones”.

Juan Vázquez nunca se vendió, ni aceptó los cargos oficiales que le ofreció el gobierno perredista de Juan Sabines. Hoy fue asesinado en un contexto de continua violencia directa y asistencial, como lo representan las “Cruzadas contra el hambre” de Enrique Peña Nieto y Manuel Velasco. Dispositivos de control y manipulación que forman parte del mismo proyecto de acaparamiento y control territorial del Proyecto Mesoamericano, y en materia de políticas públicas implementadas en la mayoría de los países de América Latina y el Caribe, como parte de la “Declaración del Milenio” para el Siglo XXI. Declaración de guerra desde el Culturicidio para los pueblos indígenas que también se implementó en Brasil con Lula de Silva.
Participación de Juan Vázquez en foro por la libertad de Patishtán

Publicado el 29 de abril de 2013