México, la Parota: De la resistencia a la construcción desde abajo

Segunda etapa de su movimiento, el desarrollo de los bienes comunales



Anuncia el Cecop nueva etapa de su movimiento, en la que buscará desarrollo de la región
Diez años de lucha contra la presa La Parota

Más de 300 personas conmemoraron ayer los 10 años del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota, con una caminata en Acapulco. El contingente fue encabezado por grupos artísticos de Amatillo y Chilpancingo

La Jornada
Lunes 29 de julio de 2013, p. 30
Acapulco, Gro., 28 de julio.

El Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (Cecop) conmemoró este domingo 10 años de lucha contra el proyecto hidroeléctrico que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pretende edificar en el río Papagayo, en la zona rural de Acapulco.

Los activistas marcharon aproximadamente cinco kilómetros en el camino principal de los bienes comunales de Cacahuatepec, de la vereda de Amatillo hasta la cancha de baloncesto de Aguacaliente.

En el acto participaron aproximadamente 300 personas, integrantes de diversas organizaciones sociales como el Colectivo contra la Tortura y la Impunidad, el Sindicato de Trabajadores de Organismos Operadores de Agua del Estado de Guerrero, el Movimiento de Regeneración Nacional.

El contingente iba encabezado por grupos artísticos de Amatillo y Chilpancingo, que interpretaron las danzas de los diablos melenudos y los tlacololeros. Al llegar a Aguacaliente se efectuó un encuentro y mitin cultural y artístico.

El vocero del Cecop, Marco Suástegui Muñoz, afirmó que cumplir una década de lucha en la defensa de su tierra representa el triunfo del bien contra el mal, y ahora el Cecop debe pensar en una segunda etapa de su movimiento, el desarrollo de los bienes comunales de Cacahuatepec, pero sin permitir la presa.

Otro de los voceros del movimiento, Felipe Flores Hernández, consideró que el Cecop está preparado para enfrentar de manera pacífica nuevos embates e intentos del gobierno federal por construir la presa, gracias al aprendizaje adquirido en 10 años.

El dirigente del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, dijo a los integrantes del Cecop: Ustedes nos enseñaron cómo se ejerce la defensa de la tierra con el físico enfrente, con la rabia contenida y el machete, pero ante todo con la dignidad de un pueblo que tiene sus mejores recursos en este Acapulco rural. Es un gusto estar en este territorio de la resistencia.

Sostuvo que el gobierno tiene que sentir cuál es la fuerza, el poder de hombres y mujeres que nacen en el campo, que vienen de Zapata, de esa estirpe grande por la tierra. Nos sentimos honrados con hombres y mujeres que luchan, que luchan desde abajo. Destacó que el Cecop es el ejemplo de cómo se defienden la tierra y los derechos.

Enfatizó: Gobiernos van y vienen, y para nada han servido. Malhaya la hora en que han llegado al poder; malhaya la hora en que han tomado decisiones, y puntualizó: Nadie va a parar este movimiento. No los pararon en las asambleas; no los van a parar en este momento en que están bien plantados, como las parotas (árboles característicos de la región). Son un movimiento de parotas que no se rajan, que están bien enraizadas, de parotas que tienen las mejores riquezas de Acapulco, por eso los ricos se han unido contra los pobres y los trabajadores. Agregó: Los instrumentos jurídicos siempre los vamos a poner al servicio del pueblo. Estamos para servir y defender al Cecop.

Posteriormente, en la parroquia de Aguacaliente, el sacerdote Jesús Mendoza Zaragoza, quien ofició una misa por el aniversario del Cecop, observó que las pretensiones de la CFE dieron a los habitantes de Cacahuatepec la oportunidad del reconocimiento de la propia dignidad .