Venezuela: El despliegue estratégico de las comunas

La economía comunal, la clave del desarrollo del Poder Popular



Urgencia revolucionaria en el contexto actual
El despliegue estratégico de las Comunas
Por: Ricardo Adrián | Jueves, 24/10/2013 06:09 PM | Versión para imprimir

En estos últimos años, desde el impulso de la revolución bolivariana, sus continuos saltos en la organización popular y su audaz conducción por el presidente Hugo Chávez y ahora por Nicolás Maduro, ha venido configurándose cada vez con mayor claridad la aspiración por romper con el modelo depredador capitalista y construir la sociedad socialista, productiva, solidaria, culta y amante de la paz.

De la famosa frase de José Carlos Mariátegui se pueden extraer dos de los grandes dilemas de este proceso de transformaciones sociales: 1) que “el socialismo es creación heroica de las masas”, del pueblo trabajador organizado y en lucha y no por decretos desde comandos gubernamentales, estatales o partidistas, en todo caso, desde estos últimos se pueden y se han venido preparando condiciones importantes (legales, de formación, de transferencia de competencias etc.), pero el sujeto insustituible, portador de los cambios, es el pueblo trabajador, 2) que “el socialismo no es ni calco, ni copia”, sino que su impulso y desarrollo parte por caracterizar muy bien las condiciones del problema Nuestro-americano y más concretamente de la sociedad venezolana y en consecuencia construir una audaz teoría de la economía política de la transición al socialismo. Podríamos decir, que esta misión fue el gran anhelo de tres grandes quijotes de la revolución: Vladimir Lenin, Ernesto Guevara de la Serna y Hugo Chávez.

Comuna o Nada, es el gran llamado que hace el presidente Chávez para señalar el nuevo rumbo de la revolución (discurso del 20 de Octubre de 2012), él mismo citando a István Mészáros exhortó a que: “el patrón de medición de los logros socialistas es, hasta qué punto las medidas adoptadas contribuyen a la consolidación de un modo sustancialmente democrático de control social y autogestión general”, de esta forma, las Comunas son concebidas por Chávez como el embrión, las células fundamentales para desarrollar un nuevo espíritu colectivo que actúa transformando las relaciones sociales que atan al pueblo a la cultura del capital y sustituirlo por la cultura socialista, mediada por la relación de control entre los productores y la satisfacción de necesidades, la relación armoniosa entre el humano y la naturaleza, entre el hombre y la mujer, entre la ciudad y el campo, en síntesis en una profunda cultura del ser que supera la cultura del tener.

Contrario a las apologías de cierta derecha y cierto reformismo fatalista, este llamado a las comunas, cuenta con una gran disposición por parte de las masas revolucionarias, más concretamente, en el reciente censo realizado en todo el país se registraron 1401 comunas, 28.791 movimientos sociales y 40.035 consejos comunales, he aquí un importante fermento, tendiente a la organización de un nuevo poder, de nuevas relaciones sociales de producción y de una nueva cultura socialista.
De la articulación revolucionaria de estas vanguardias populares se encuentra el gran salto revolucionario señalado por Chávez: superar las trabas del capitalismo rentístico, pulverizar el estado burgués y construir el estado comunal y consejista y la economía productiva socialista.

Antecedentes históricos de la Comuna en Venezuela

La comuna no debe ser para los venezolanos una construcción extraña, Un calco o una copia traída de los vientos comuneros parisinos de 1871 o de las experiencias en China como pudiera pensarse; a pesar de lo universal de tales experiencias, en nuestro país se han desarrollado experiencias comuneras muy importantes, y no solo invocamos la cita de las relaciones solidarias que se desarrollaron en las comunidades aborígenes atacadas y asediadas por la barbarie, también podemos citar la experiencia de 1781 cuando en la región andina y como consecuencia del dominio de las políticas económica impuestas por la corona española, se desarrolló un movimiento de comuneros que organizó un gobierno paralelo, popular y en una nueva administración a labradores y campesinos.
Entre las medidas más importantes de esta nueva forma de gobierno: estuvo dejar sin efecto los aumentos de impuestos y demás órdenes impuestas por España, la Libertad para la destilación del aguardiente y la supresión del derecho dulces que gravaba la panela, en corto tiempo este movimiento creció en los andes, pero fue derrotado a sangre y fuego por los españoles.

Igual mención podría recibir el movimiento independentista liderado por Bolívar y posteriormente por Zamora, la huelga petrolera desarrollada en Venezuela también desarrolló experiencias de cooperación y luchas contra la hegemonía capitalista.

La economía comunal, la clave del desarrollo del Poder Popular

El capitalismo ha basado su dominación en la explotación del trabajo, separa por la ideología al humano de la naturaleza, a los dioses de sus creadores, a los obreros de los técnicos, y de esa forma al productor del producto, a los roles del hombre de los de la mujer, a la ciudad del campo, a la sociedad civil de la política, y la sociedad política misma. Esta separación va produciendo una cultura de fragmentación, alienación y aceptación de la opresión, al punto en que se buscan las pequeñas soluciones en este orden de cosas (ideología liberal), y surgen los pequeños relatos, la pequeña política y las distancias entre el proyecto emancipador y el sujeto de la emancipación. Es importante que el Poder Popular deba romper estas divisiones, las comunas deben constituirse en el movimiento de un nuevo orden que empieza a componer actuales distorsiones, es ante todo una nueva identidad que une al obrero, al campesino, al hombre y la mujer, al intelectual con una nueva cultura, al productor con su producto, la producción con las necesidades, por ende organiza y desarrolla nuevas fuerzas basadas en la cooperación, la solidaridad y la conciencia.

Las comunas es también, el movimiento ascendente del desarrollo productivo y de la propiedad social de los medios de producción, en las comunas deben desarrollarse al máximo las Empresas de Propiedad Social-Comunal (EPS-C), tal desarrollo debe ser planificado, considerando: 1) las capacidades productivas de los habitantes de la comuna (que oficios se dominan), a través de un censo económico comunal, 2) las potencialidades económicas de la zona, a través de un inventario de tierras disponibles, tipos de tierras, practicas económicas predominantes y el porqué de las mismas, 3) el despliegue de una visión de desarrollo de la nueva economía a futuro acordada por la asociación de comuneros, de revolucionarios y de productores. 4) Eslabonarse coherentemente a un nuevo sistema económico comunal (o estatal en transición a lo comunal) planificado por la asociación de los productores y comuneros.

El Parlamento Comunal
Un ejercicio muy importante en el ánimo de conformar las comunas es la carta fundacional, en ella debe quedar explicito el espíritu, las características y la visión de los comuneros frente a la organización de un nuevo tipo de poder que desarrollará una revolución para asumir las competencias de los organismos caducos del estado burgués.
Esta carta fundacional es el proyecto que junto al plan de la patria, ejecutarán los comuneros y especialmente el parlamento comunal, esta última instancia debe trascender los límites del liberalismo y el formalismo, deben integrarse los voceros de todas las expresiones organizativas presentes en el ámbito territorial de la comuna, pudiendo ser revocados en cualquier momento (estos últimos datos, no están planteados por la ley, pero nos parece que en la medida que el vocero sea permanentemente controlado por su organización, se podrá desarrollar más la cultura colectiva liberadora y no el individualismo posesivo liberal.

El parlamento debe seguir el principio de la comuna de Paris, constituirse como una corporación del trabajo ejecutiva y legislativa a la vez, es decir que las decisiones acordadas son ejecutadas por los comuneros mismos. Debe ser un autentico centro político, donde todos los órganos que surjan de su dinámica deberán rendirles cuentas, de manera que no se reproduzca la división del trabajo y por ende las ausencias de control, las fallas de unidad de criterios entre otros males.

De esta forma la construcción del estado comunal será una construcción heroica y legítima del pueblo venezolano, en plena lucha con la derecha reaccionaria y con una arraigada cultura liberal y consumista herencia del desarrollo del capitalismo rentista, en los próximos meses libraremos batallas cruciales por la independencia y la revolución y su desenlace debe ser en la vía de las comunas, ¡Comuna o Nada!