Marina Silva, el afluente que se convirtió en amazonas

Ante las protestas multitudinarias de 2013 y 2014 contra el gobierno de Dilma y el PT, Marina apoyó las movilizaciones y declaró que éstas ayudaban a despertar al país



Elecciones presidenciales en Brasil
Marina Silva, el afluente que se convirtió en un amazonas

Infolatam

(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. Marina Silva ha sido la candidata oportuna en el momento, el contexto y las circunstancias adecuadas en Brasil. Se ha convertido en un gran fenómeno político hundiendo candidaturas (la de Aécio Neves) y complicando la reelección de la, hasta hace poco, gran favorita (Dilma Rousseff).

Marina ha sido como un pequeño afluente (de Eduardo Campos) que acaba transformándose en un potente río, casi en un nuevo “Amazonas” gracias a los aportes fluviales que ha ido recibiendo y, sobre todo, que ha sabido encauzar.

Pero, ¿cuáles son esos aportes que ha canalizado?

En realidad se trata de cuatro grandes fenómenos que ella ha agrupado en torno a su figura: partiendo de su propio carisma, Marina ha sido la aglutinadora del sentimiento de frustración que mostraron las protestas de 2013-14, del voto anti-PT y de la emergencia de los neopentecostales:

1-. El primero de los afluentes que la han hecho grande es su propio carisma y su historia de vida sin las cuales el río no habría tenido suficiente agua. Una vida llena de esfuerzos y calamidades (enfermedades y analfabetismo) es la viva imagen de una mujer hecha a sí misma que ha sabido sobreponerse a las dificultades.
Marina Silva

Marina Silva, candidata del PSB a las elecciones del 5 de octubre

De padre cauchero, Maria Osmarina “Marina Silva” Vaz de Lima nació en 1958 en el estado de Acre. A los seis años se intoxicó con mercurio, que los mineros arrojan a los ríos cuando buscan oro. Las secuelas orgánicas produjeron que Silva no pueda maquillarse, perfumarse, beber alcohol, ni siquiera gaseosas, y tampoco comer carne o mariscos por el peligro de padecer crisis alérgicas. A los 16 años, sin embargo, Silva ya estaba alfabetizada y a los 26 tenía un diploma en la carrera de Historia.

Su vida le ha dado una capacidad de llegada sobre un electorado que la percibe, como ocurriera en los 90 con Lula da Silva, como diferente al resto de la clase política. en torno a ella se ha creado un mito, el de una mujer luchadora, incorruptible y ajena a la politiquería.

“Si la eligen, tiene una historia personal tan admirable que llegaría a la presidencia con mucha legitimidad, con tremendo entusiasmo y grandes expectativas”, comenta Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano.

Estas virtudes le valieron en 2010 conseguir más de 19 millones de votos y dejar construida la base de su actual liderazgo. El año 2010 fue como el nacimiento del río y aquellos votos las fuentes que engendraron un caudal que ahora se ha transformado en torrencial.

2-. En segundo afluente que ha transformado a Marina en lo que ahora es, son las protestas de 2013 y 2014 que se abatieron sobre Brasil.

Ese malestar latente contra la alta presión fiscal, los malos servicios públicos, la inseguridad y la corrupción salieron a la superficie con motivo de la celebración de la Copa Confederaciones de 2013 y el Mundial de fútbol de 2014.

Nadie en ese contexto canalizó aquel estallido. Las promesas de reformas de Dilma no fueron creídas y el PSDB, principal fuerza opositora, no fue capaz de construir sobre eso una alternativa.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, perdió 28 puntos a raíz de las protestas sociales de 2013 y como apunta el politólogo David Fleischer “el PT no ha sido capaz de tener una buena comunicación con los votantes. Dilma es muy enfática e incluso presumida. Es ‘la presidenta’. Además, no puede prometer los grandes cambios que los votantes quieren porque eso implicaría admitir fallas en su gobierno”.

Ni siquiera el candidato del PSB, el fallecido Eduardo Campos, lo había Logrado como demuestra que tuviera solo el 8% de la intención de voto.

Quien sí ha canalizado ese voto protesta ha sido Marina Silva. Muchos de aquellos que salieron a protestar y a demandar cambios han visto en la líder del PSB-Rede a una figura creíble, que puede llevar a cabo los cambios anhelados.

En 2013 la propia Marina no ocultaba su apoyo a esos movimientos que consideraba que ayudaban a “despertar” del país: “Lidiar con lo imprevisible es parte de la condición humana y las protestas estaban latentes y la explosión de voces, de banderas, de propuestas, evidencia que no hay satisfacción con la forma de representación política”.

3-. Además, Marina Silva que llegó a la política dentro del PT y de la mano de Lula da Silva encarna hoy en día el voto anti-PT y antilulista.
Marina Silva nació a la política de la mano de Lula

Marina Silva nació a la política de la mano de Lula

Sin embargo, Marina empezó a militar en sus años de educación superior junto al mítico líder cauchero Chico Mendes (asesinado en 1988), y después junto a Luiz Inácio Lula da Silva quien hizo que Silva se afiliara al PT.

En 1994, a los 36 años, se convirtió en la persona más joven en llegar al Senado nacional. En 2002 Lula se convirtió en presidente y nombró a Marina Silva como su ministra de Medio Ambiente.

Ahora, el electorado urbano y de clase media parece estar cansado del predominio petista que se iniciara allá por 2002-2003, partido del que Marina acabó alejándose tras abandonar el gobierno (2008) y encabezar la candidatura de los verdes (2009-2010).

Por ahora ese voto anti-PT luce desunido pues se agrupa en torno a Marina Silva y Aécio Neves, pero en la segunda vuelta se unificará en gran medida y será más fuerte que en 2002, 2006 y 2010 porque se ha renovado con las nuevas generaciones ahora movilizadas.

4-. Y por último, no hay que olvidar que Marina Silva pertenece a una iglesia evangélica, neopentecostal en concreto y que eso tiene una incidencia electoral pues hay millones de electores (en torno a 42 millones de personas se declaran evangélicos en Brasil) que nunca hasta ahora habían tenido a uno de los suyos con tantas opciones de ganar.

Aliado de un partido laico como el PSB y con asesores claramente laicistas suprimió en su programa de gobierno una frase que expresaba respaldo al matrimonio igualitario, y la reemplazó por otra, de apoyo a la unión civil entre personas del mismo sexo.

También declaró que consulta la Biblia antes de tomar decisiones importantes en búsqueda de “inspiración” divina, pero aseveró que sus decisiones “son tomadas en base racional”, después de la consulta de las páginas bíblicas.

Todos estos son los ingredientes que han transformado a Marina Silva en un poderoso río. Ahora, y sobre todo en caso de ser elegida presidenta, le toca a ella evitar que ese caudal de agua se desborde o que en vez de desembocar unido acabe dividido en múltiples brazos en una especia de delta caótico.