Manifiesto de la anti-política

La crisis sistémica, de las instituciones, de los gobiernos, de los partidos, de la política, de las ideologías, no es nuestra crisis, es la de ellos, nosotros somos su crisis.



Manifiesto de la anti-política

La política muere destruyendo todo a su paso en los estertores de la crisis de aniquilamiento de la madre tierra debido al desmedido afán de lucro de las empresas que arrojan sus maquinarias y tecnología contra la pacha mama acabando con la vida, así como en los laboratorios industriales donde transforman los alimentos y nos meten medicinas químicas que van deterioriorando la salud humana, así como la tecnología elimina puestos laborales instalando la precariedad del trabajo.

La política entendida como la administración de los asuntos públicos, es decir de todos, ya no lo es más, ya que el capitalismo y el socialismo, izquierdas, centros y derechas nos hacen dividirnos y agredirnos y en cuanto están en el poder se transforman en agentes de las grandes empresas extractivas, producción agraria de monocultivo, empresas forestales, pesqueras, etc. con el pretexto de que hay que acumular para repartir, lo que en nuestro continente Abya Yala ha resultado una burla y los llamados gobiernos progresistas se sostienen aumentando la militarización, al igual que los gobiernos derechistas, como México, Colombia y Perú.

La democracia se ha transformado en pantalla de ocultamiento de los verdaderos intereses que mueven y corrompen los asuntos de todos. La lucha por el poder ya nos tiene hartos.

Pinochet no fue anti-político, ya que se dedicó a gobernar a su manera y se utilizaba del concepto solamente para evitar que otros le disputaran el poder, como que la política y la democracia fuese solamente un asunto paralamentario y de derechos humanos, ya que al agotarse el interés del bien común y prevalecer descarnadamente el interés empresarial se ha hecho tabla rasa de los principios que se han señalado para la representación a los cargos públicos. Velasco, el candidato “crítico” de la política no hace ascos de representar al empresariado que nos destruye.

Nicanor Parra no fue anti-político, ya que el “anti” lo utilizaba como recurso. Los que se abstienen en las elecciones no son anti-política. Bertold Brecht se refería como analfabeto político al que no luchaba por sus derechos, al que no entendía donde estaba parado y que con su actitud pasiva le hacía el favor a los dominantes de turno y lo trataba de burro, sin embargo todos los partidos y corrientes que hoy día van detrás del poder (que es para ellos la política), saben que deben administrar la máquina de moler carne.

Los que se dicen a sí mismo pomposamente de “políticos”, no cuestionan el poder, sino solamente que el mango de la sartén esté en manos de “los otros”. Ellos son hoy día los burros analfabetos.

La anti-política no aspira a esa democracia, la democracia del poder, sino a la democracia real, la democracia vivida por la gente en la cotidianeidad de sus vidas junto a la comunidad de sus vecinos, y que algunos digan que es una política más profunda para salvar sus propios conceptos a los que se aferran, no nos va ni nos viene, es asunto de ellos. Al igual que el derecho, que se afirma en el estado para hacernos creer que es la norma que orienta y sanciona las conductas, el campo jurídico también ha sido devorado por la vorágine de la política cerrándose en el más rígido legalismo dejando de lado la gran variedad de fuentes de interpretación de los jueces, cuando en la realidad no son las normas las que establecen conductas y relaciones jurídicas sino al revés, estos últimos años han surgido normas de derecho ambiental, género, familia, mariguana, matrimonio gay, en fin, pero que no han sido inventos de los legisladores de la política, sino hechos y prácticas sociales que la gente viene haciendo con autonomía y que los polítcos “ordenan” poniendo límites y condiciones acordes con sus intereses. Y pensar que algunos ven esas medidas como “progresistas”, no siendo más que el devaneo político en la bolsa de gatos de los partidos e “independientes” que temen que la democracia real pueda seguir desarrollando otros modos de relaciones humanas, económicas y aún jurídicas, como el derecho indígena, que no depende de ningún político, sino de la experiencia vivida en usos y costumbres, que los partidos pueden reconocer o no según la necesidad empresarial, por ejemplo las forestales en el Wallmapu. El derecho provierne del mundo de la vida y de la democracia real de los vecinos y comunidades, son los usos y costumbres que van cristalizando en formas habituales de comportamiento y resoluciones de conflictos. Y eso lo saben los jueces, pues tienen muy claro que para emitir un fallo judicial, tienen la discresión de apelar a los usos y costumbres locales. Al parecer muchos jueces se sienten más apegados a la política y habrá que enseñarles desde la experiencia de los comunes a descubrir la justicia en los hechos democráticos de la población más que en el entramado de leyes que defienden la propiedad antes que la vida.

Como en la educación, donde los jóvenes pingüinos de la primera mitad del año 2006, los universitarios del primer semestre del 2011 y los profesores el primer semestre del presente año 2015 se distanciaron momentáneamente de los partidos y de la política desplegando formas autónomas de efectuar sus encuentros corporales, sus movilizaciones, aunque pocos desplegaron iniciativas autogestionarias más de aprendizaje conjunto cambiando el mundo desde abajo mediante una formación y construcción de saberes derivados del mundo de la vida compartido y menos aún una simbiosos con los padres, apoderados, profesores y vecinos de las escuelas, salvo la farsa del “control comunitario” que sólo apuntaba al “poder popular comunitario”, inventos conceptuales para ponerle un collar diferente al mismo perro de la política.

Que se disputen entre ellos los “políticos” con sus “formas de lucha”, los cargos estatales, ya hemos visto que no da en nada y estamos peor, mucho peor que antes, ellos con o sin partidos, van detrás de lo mismo, por lo que pensamos que es mejor volcar nuestros esfuerzos a construir formas comunitarias de vida en los barrios y localidades que asuman en sus manos la democracia local, sin entrar en actos de violencia ni de ilegalidad, pues la “guerra de clases” ya ha caducado desde que sus representantes han optado por el capitalismo de estado, reproduciendo todos los males del capitalismo tradicional, por lo que al caer, no queda nada, absolutamente nada, pues han hecho lo mismo acentuando la revolución cultural, la concientización y el lavado de cerebro, exactamente un calco de los que llaman sus “enemigos”

No somos anti-capitalistas, ni anti-socialistas, ni anti-estado sino simplemente a favor de construir otro mundo desde abajo, desprendiéndonos de los partidos y de la economía del consumismo, estimulamos todos las formas económicas que contribuyan a la autogestión o auto-sostenibilidad local y no estimularemos la división entre quienes llaman a votar y quienes llaman a la abstención. Ni enfermos para meternos en nuevas divisiones y peleas, y menos de permitir que ese tipo de divisiones electores y abstencionistas llegue a la población, sino que invitamos a que en cada comuna del país se junten vecinos, familias, experiencias comunitarias, escuelas libres, huertas comunes, grupos artísticos autónomos, pequeños comerciantes, feriantes, coleros, vendedores ambulantes, defensa de bosques, ambientalistas, etc. y lleven a uno de los suyos como candidato a concejal independiente sin partidos ni bloques, uno solo, para no atizar más el fuego del divisionismo que nos hacen los pregoneros de las “verdades”, pero eso tienen que hacerlo ahora, ya, antes de fin de año, pues la danza electoral ha comenzado y los acomodos, acuerdos, candidatos “independientes que no son tales porque aspiran al cargo, a diferencia nuestra que haremos campaña visitando barrios haciendo huertas con los vecinos con nuestras propias manos y todas las actividades posibles para el acercamiento vecinal y el desarrollo de emprendimientos de todo tipo, de esa manera no sólo aguantamos la avancha de los candidatos al micro poder municipal, sino que nos movemos en su propia salsa sin pedir el voto, convocando a los vecinos a que participen electoralistas y abstencionistas, izquierdistas, derechistas y centristas. No importa si votan o no votan, lo que importa es la realidad de barrio y si gana uno de nosotros un cargo, ese concejal sigue haciendo lo mismo, la anti-política. Y nuestro concejal o concejala no vota en las sesiones del concejo municipal, sino que un par de días antes consulta a los vecinos cual debe ser el voto, mostrando así de facto y de manera pedagógica la diferencia entre la democracoa formal y la democracia real.

Vamos a ello. Avise desde su comuna para preparar una presentación nacional de los pre-candidatos de la anti-política, que resultará un impacto noticioso que no se va a repetir, pues todos estarán interesados en acallarnos, en invisibilizarnos. Ahí lanzamos el segundo manifiesto, con lo cual invitamos a más comunas. Si usted tiene amigos en su comuna, comiencen a pensar en ellos y avise a gente de otras comunas. Circule este manifiesto.

Comunicaciones en el correo electrónico antipolitica16@gmail.com
No sea analbabeto político, no vote a la política.
No sea burro, no acepte los partidos políticos.
No sea indiferente, no se abstenga o si se abstiene, venga a la anti-política a golpear la mesa.

Jaime Yovanovic Prieto
Movimiento de la Anti-política
Valparaíso
antipolitica16@gmail.com
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