¿Por qué nos cuesta trabajar con los vecinos? La experiencia de la Unidad Vecinal 68 de Valparaíso

En los sindicatos y centros laborales está la mano de obra esclava que ejecuta la economía y los servicios públicos, y en los centros de estudio están los que van a ser reclutados para dirigir esa mano de obra en una dirección u otra.



¿Por qué nos cuesta trabajar con los vecinos? La experiencia de la Unidad Vecinal 68 de Valparaíso

Por Jaime Yovanovic Prieto
Ex presidente de la Junta de Vecinos 68

Normalmente se considera que el trabajo sindical se relaciona con la lucha de clases, el trabajo estudiantil con la discusión política y el reclutamiento, por lo que los activistas de la política dedican esfuerzos en esas direcciones orientados por sus dirigentes que planifican las estrategias en los planos del cuartel general o del comité central, así como muchos independientes o autónomos influidos por las tácticas y estrategias de los partidos y corrientes de izquierda, centro, derecha, extremos y alternativos, siguen esos mismos senderos, en tanto el sistema invierte potentes esfuerzos en mantener y acrecentar las divisiones entre vecinos, tanto por parte de la prensa, de las instituciones, como de las prácticas académicas que miran al vecino como un individuo casi como un Robinson Crusoe, como que estuviera solo en el mundo, luego juntan los resultados de encuestas y entrevistas para extraer indicadores y promedios que se definen como tendencias, pero sin estudiar ni considerar para nada el sistema de relaciones vecinales, especialmente para evitar que desde el mundo de la vida cotidiana pueda surgir el sujeto del cambio local, ya que todos los anteriores operan en niveles macro: la macro-política, la macro-economía y los macro-análisis, salvo los sicólogos y algunos antropólogos, que invierten esfuerzos en el estudio micro de la individualidad, dejando también de lado el sistema y flujos de las relaciones vecinales.
Los activistas son buenos para disputar sindicatos y centros de estudiantes, pero son archi-enemigos de las juntas de vecinos, que según ellos están llenas de oportunistas y burócratas, como que no hubiera de eso en sindicatos y centros estudiantiles, pero como de todo hay en la viña del señor, debemos inferir que los motivos son otros: en los sindicatos y centros laborales está la mano de obra esclava que ejecuta la economía y los servicios públicos, y en los centros de estudio están los que van a ser reclutados para dirigir esa mano de obra en una dirección u otra, o sea la famosa “lucha política” o “ideológica” no es más que la disputa de quienes dirigen a los esclavos del funcionamiento y administración del sistema. Como los vecinos no influyen en el trabajo manual o intelectual sistémico ni salen de allí los inteligentes iluminados que van a conducir a las masas, son irrelevantes.
Sin embargo a nivel mundial los partidos y “dirigentes” están de capa caída y surge potente en todas partes el protagonismo de la población, que pone en entredicho la confianza que antes colocaban en las vanguardias y en los administradores de la cosa pública, lo que ha llevado a partidos, corrientes, centros culturales, centros “comunitarios” y muchos más, a penetrar fuertemente los barrios y la lucha de “pobladores” para subordinarla a los objetivos de organizar y dirigir a los esclavos del status quo, ya que todos esos grupos “dirigentes” están por disputar el poder central o “destruirlo”, así todos ellos llegan a erigirse como focos de irradiación y concientización de ideologías y formas “de lucha”, con la que esperan atraer a “las masas”.
A pesar de ello, crece potente la autonomía vecinal, que no se deja arrastrar detrás de los cantos de sirena de electoralistas y abstencionistas, que más dividen a la gente en los barrios. El protagonismo de los vecinos que confluyen en el pro-común, es decir, las formas de vida compartida, es un fenómeno fácilmente observable en todos los países y se acrecienta en la misma medida que aumentan los indicadores de la crisis económica y política, así como la crisis de destrucción de la madre tierra, por lo que los activistas sinceros, que no esconden ases en la manga ni el puñal de la estrategia bajo el poncho, poco a poco van descubriendo la importancia de apoyar esos procesos de aproximaciones entre vecinos y, en vez de concentrar esfuerzos entre trabajadores y estudiantes, lo hacen en los barrios. Así la lucha por controlar sindicatos y centros de estudios baja su perfil y aumenta la necesidad de subordinar a las juntas de vecinos a los requerimientos de la población, por lo que incentivamos a ganarlas para los vecinos y constituirlas donde no las haya, aún haciendo otra donde esté paralizada o subordinada, ya que el cambio no es más posible desde las superestructuras, sino que ahora es posible hacerlo desde los corazones, desde el compartir en la confluencia vecinal sin discursos ni convencimientos, sino mediante el ejemplo de nuevas relaciones horizontales de fraternización, amistad, cooperación y apoyo mutuo.

Como ejemplo, no para seguirlo, sino para aprender de nuestros errores y aciertos, mostramos la experiencia que hacemos en la unidad vecinal 68 de Valparaíso, que abarca el cerro Yungay y adyacencias desde la plazuela Ecuador hacia la Avenida Alemania:

Vecinos y vecinas de Av. Ecuador, Yerbas Buenas, Guillermo Rivera, Dinamarca, cerro Yungay y adyacencias.

Obras son amores

Después de varios años de inmobilidad, la junta de vecinos 68 de la UV del mismo número del cerro Yungay y adyacencias, recuperó su gestión el año 2007, con Jaime Yovanovic Prieto, vecino nacido y criado en el cerro colindante San Juan de Dios y morador en la Unidad Vecinal 68, quien hizo los trámites y trabajó con los vecinos tras ese objetivo. Durante casi un año de administración barrial con Jaime presidente, habiendo alcanzado el 90% de los votos, en tanto la segunda persona electa alcanzó alrededor de 12% y el tercero 3%, se realizaron las siguientes obras y actividades:

Recuperación de la Junta de vecinos.
Remodelación del pasaje Edén.
Rescate de la tradición del roto chileno en la plaza Yungay.
Fin del tránsito y estacionamiento de camiones en calle Vicuña Mackenna.
Propuesta de saneamiento de la plazoleta punta de diamante en plazuela Ecuador.
Primeras gestiones para instalación de contenedores de basura.
Conversaciones con los pubs para bajar decibeles.
Formación de 20 comités autónomos de escaleras y pasajes para diagnosticar problemas, necesidades y propuestas de los propios vecinos.
Inicio de gestiones para contar con una sede vecinal.
Selección de espacios para la propuesta de construcción masiva de huertas comunitarias así como asientos para los ancianos y ancianas.
Actividades y juegos para niños y las familias.
Creación del grupo juvenil del barrio.

El resto de la directiva, con escasa experiencia social, barrial y comunitaria, no consiguió acompañar el ritmo de las necesidades barriales, se dejó llevar por diferencias político-partidarias, se unieron militantes de varios partidos y optaron por convocar una asamblea para retirar a Jaime, que se había declarado distante de los partidos para la confluencia vecinal y más bien defensor de la anti-política, sacándolo del cargo de presidente mediante una carta donde lo acusaban de “criminal” porque había sido parte activa de la resistencia contra la dictadura militar, con lo que avivaron las diferencias políticas que se habían evitado para mantener y desarrollar la interacción entre vecinos, la amistad, el fin de las barreras ideológicas, el buen vivir y convivir comunitario y los resultados en torno a los intereses del barrio. Estamos en el presente, ya no estamos en el pasado, necesitamos superar de una vez las pugnas que nos dividen como vecinos.

Una vez sacado Jaime de la directiva, la Junta de Vecinos entró en una paralización que dura hasta el día de hoy. Jaime habló con la nueva directiva, que no tiene vinculación con la anterior, y le informaron que están paralizados por falta de firmas, a lo que Jaime ofreció ayudar para reunir el faltante, pero se negaron. Luego dicen que no pueden funcionar porque la presidenta no ha hecho el acta de la última elección de hace 3 años atrás, por lo que Jaime fue a la Secretaría Municipal y allí le informan que efectivamente la Junta de Vecinos está inactiva desde el año 2011, con lo que ante la ausencia del acta y de las firmas, técnicamente los actos de esa directiva son nulos por derecho y ni tan siquiera podrían legalmente convocar una asamblea. Ante esta situación, la junta de vecinos colindante del cerro Panteón, ofrece a diferentes vecinos la oportunidad de vincularse con ellos, lo que algunos hacen, creyendo sinceramente que había cambiado la jurisdicción y ahora aparecen formando parte de una unidad vecinal que está fuera de los límites oficiales, siendo según la municipalidad, la plazuela Ecuador, Yerbas Buenas, Av. Alemania, Guillermo Rivera, Av. Ecuador y Dinamarca.

Con este panorama, no es de extrañar que los vecinos no quieran participar y se encierran en lo suyo dando las espaldas al barrio, ya que con toda razón acusan a los dirigentes de burócratas, aunque sean de izquierda, centro, derecha, extremos o alternativos, por lo que es necesario despegarse de las etiquetas políticas, cada uno conservando la suya en el plano personal, pero en el plano del barrio la tarea es rescatar el espíritu de la gran familia que existía antes, no bastando con una fiesta anual donde se reparten juguetes. Eso no es convivencia ni contribuye al marco comunitario pedagógico que necesitan los niños y la juventud, ya que nuestros discursos entran por un oído y salen por el otro, pues los ejemplos sociales y las relaciones individualistas y competitivas no están favoreciendo una práctica relacional compartida que abra caminos y muestre de hecho los valores de respeto, afecto, comunicación, cooperación y apoyo mutuo, que todos vemos que hoy día no pasan de buenas intenciones.

Pasando del plano descriptivo al plano de los hechos, hemos consultado en la Unión Comunal de Juntas de Vecinos y en la Secretaría Municipal, para hacer una Junta de vecinos nueva, la JV 68-A, que supere las limitaciones de la 68, incorpore cientos de vecinos insatisfechos y recupere a los que se han asociado a otras unidades vecinales, con el objetivo de que nuestro hábitat y medio circundante no quede a merced de las dinámicas callejeras donde muchos utilizan nuestro espacio como urinal y depósito de latas y botellas, por poner solamente un ejemplo.

Para eso estamos instalando mesas para que vecinos y transeuntes se informen y puedan anotar los problemas principales que afectan el barrio y con ello haremos el programa de la Unidad Vecinal. El día sábado 17 de octubre, viene una Ministro de Fe del Municipio a recoger las firmas necesarias para la nueva Junta de Vecinos 68A en el período horario de 16:00 a 19:00h. La cita será en la plazuela Ecuador No. 623. Participe, ayude a recuperar la gran familia del barrio y sentirá que los cambios no provienen de las pugnas partidarias, sino de los corazones, de las relaciones humanas y con la madre tierra.

Informaciones y contacto: yungayvalpo@gmail.com

Seguiremos anotando en esta página los avatares de esta experiencia.