Venezuela. ¿Es posible de una vez por todas una República Autogobernante? Vida y Lucha: Frente a la conspiración histórica

Formar instancias políticas autogobernantes que permitan organizar la experiencia de poder dual necesaria y absolutamente imprescindible en los actuales momentos.
Cuatro elementos urgentes de trabajo; cuatro elementos claves de la vida:
1. El control directo sobre la alimentación.
2. El control directo sobre las medicinas.
3. La restitución del valor del salario.
4. La defensa social



¿Es posible de una vez por todas una República Autogobernante?
Vida y Lucha: Frente a la conspiración histórica

Por: Roland Denis | Martes, 01/03/2016
Aporrea

Un Titanic en el Siglo XXI, dijo Luis Brito

Los pasajeros murieron en su mayoría no solo por falta de botes de salvamento en el transcurso del hundimiento, sino la ausencia de una voluntad colectiva que se dispusiera a arrancarle al bote las partes posibles para hacer de ellas pequeñas y urgentes versiones de embarcaciones que salven al resto. Para ello se necesitaba una autentica actitud obrera, dispuesta con sus manos a construir a toda prisa el piso básico de la salvación, con pequeñas embarcaciones improvisadas, y en adelante, abrir el camino de la liberación de ese gran barco del lujo y la lujuria, símbolo del capitalismo triunfante y la fiesta de una sociedad de inútiles consumistas viajeros, que ilusoriamente contenía a toda la humanidad.

Y aparentemente como ya auguran las voces de advertencia, el Titanic venezolano de comienzos del siglo XXI ha chocado con la masa de hielo y el hundimiento es inevitable. Desesperados compradores de dólares cuando se tienen los recursos para ello, bandas criminales de todo orden, hormigas bachaqueras o meandros de la corrupción privada y pública generalizada, se preparan para apropiarse de las pocas embarcaciones de urgencia existentes (son estos seres el retrato perfecto del desvanecimiento del ser-para-el-consumo cuando su ordenamiento social se hunde para siempre), mientras su Estado o los restos destrozados que le quedan de él, los protegen para que esta apropiación se haga “sin violencia” y de manera “socialista”.

Las resultantes y las razones de una conspiración histórica

En la medida en que avanzan los planes “productivos”, destinados a salvar el presupuesto fiscal de un país en quiebra, se van aclarando los grandes conglomerados de una conspiración histórica y sus motivos. En un plano muy general, ubiquémonos como punto de partida en el año 2003; empieza la jugada acabando con la Orimulsión como sustituto mundial a la producción y utilización con fines de producción energética, del carbón. Compuesto descubierto por INTEVEP-PDVSA que pondría en jaque la hegemonía mundial de la General Electric en la conversión de viejas plantas de carbón a gas o gasolina. Se comienza a desmoronar a lo interno la posibilidad de la sustentabilidad energética a largo plazo para nosotros, el 70% de la energía eléctrica sigue dependiendo del Guri. Prosigue con el destrozo de todo el plan aguas abajo de las industrias básicas de Guayana, luego del plan “Guayana Socialista” del 2009, hasta llegar a la calamidad en que hoy se encuentra la industria de hierro y aluminio. Mientras PDVSA se convierte en la mata de todas las corporaciones pero a su vez ya no es capaz de producir ni un taladro para la industria petrolera, a la vez que queda completamente estancada la industria petroquímica. Igual se estanca hasta hoy el plan gasífero simbolizado en el hundimiento de la plataforma marina y los bestiales juegos de corrupción que hay en ello. Todo el plan minero-comunal al sur del Orinoco, sustentable, reconstructivo del ambiente, participativo y de pluridesarrollo endógeno queda escondido en las oficinas de Minerven, Banco Central, PDVSA, convirtiendo a esa zona en una “tierra de nadie”, en manos de gobernadores, generales y bandas armadas. Nuestros grandes economistas “marxistas” sucesivamente construyen un modelo macroeconómico de sobrevaluación monetaria destinado al quiebre de la mediana y pequeña industria, la imposibilidad de una industria socializada en manos de la clase obrera, desarrollo de múltiples proyectos enfilados a avanzar sobre el terreno de la soberanía tecnológica, preparando el juego del desfalco y fuga de divisas dentro de una economía rentista y completamente importadora, convertida hoy en un desastre. A continuación desde el Ministerio de Tierras, el INTI, AgroPatria, etc, los sucesivos ministros y directores de empresas, desde mediados de los años 2000 acaban con la posibilidad de llevar adelante el plan agrícola socialista, destinado a la soberanía alimentaria y el cambio de patrón productivo y de calidad del alimento, convirtiendo el campo en un cementerio de galpones, tierras y fábricas alimentarias abandonadas. Las misiones se burocratizan y “vuelvan caras”, destinada al desarrollo de múltiples nichos de economía cooperativa y autogestionaria, se vuelve nada. La prometida industria farmacéutica jamás arranca y llegamos al punto en que estamos con las medicinas y el sistema de salud. Y así esta conspiración se extiende en un etc, etc, que se desparrama por todo el país hasta hoy.

Pero esto no es todo, mientras tanto, no solo se tenía que conspirar contra todo un modelo alternativo de fuerzas productivas, había que conspirar sobre el sujeto social entusiasmado con la esperanza revolucionaria. Dos planos operan en este sentido, el primero sobre la dirección media del movimiento popular que se burocratiza, pierde independencia de voz, hasta se corrompe en buena parte, quedando anulada como fuerza autónoma revolucionaria. Y el segundo mucho más masivo e importante, a través de la corrupción e infiltración de fuerzas militares y de seguridad, se va generando un cerco de violencia impresionante sobre las grandes ciudades y territorios a través del bandolerismo armado, hasta producir gérmenes de una psicosis paranoica socializada. Un plano económico llevado al desastre, la pérdida del valor del salario, el desarme de la vanguardia y un cerco generalizado de violencia social, crean las condiciones producir el “pathos” de la desesperanza y la rabia impotente, condiciones necesarias para desarmar por completo la “masa alzada”, poniendo a la población contra la pared, dispuesta a aceptar cualquier miseria, con tal de recibir aunque sea un espejismo de luz.

El enemigo no es solo una agencia particular de guerra y saboteo, condensada entre Washinton y la MUD, la CIA y el club de Bildemberg. Es una inteligencia colectiva (no toda totalmente consciente de lo que hace, simplemente actúa por interés individualizado y reaccionario) de miles de gentes que se va filtrando sobre las realidades, absorbiendo sujetos, corrompiendo, inclinando balanzas de poder, bloqueado una a una todas las esferas de liberación material y cultural que van construyendo los pueblos hasta desahuciarlos. Y eso es lo que nos ha ocurrido, solo que ahora es que empieza a develarse completo dicho plan conspirativo que sucede al fracaso de la conspiración fascista abierta del 2002.

Hoy Estado y sociedad contra la pared, se utiliza su gobierno para desbloquear a través un “plan productivo” completamente favorable al rico, lamiéndole los pies al gran capital nacional y transnacional, ese era uno de sus objetivos fundamentales; retomar la tierra, el subsuelo y la renta de ella. En definitiva vivimos un mundo que vive en guerra por la acumulación en pocas manos de la riqueza humana. Toda la política reproductora de órdenes gira alrededor de esto, y a cada segmento del mundo le aplica se receta particular. No era nada fácil Venezuela dado el contexto revolucionario que nace desde los años ochenta, acrecentándose sin paro hasta principios de los 2000. Pero ya están a punto de lograrlo. Han arrimado a la sociedad trabajadora al punto de la ruina y el temor generalizado, claves fundamentales de una estrategia contrarevolucionaria silenciosa, sagrienta entre los campos, ejecutada fundamentalmente desde dentro del Estado y la autoproclamada dirigencia chavista.

Vida y Lucha: La constitución de una república autogobernante

No hay tiempo para arremeter con armas que no se tienen y hacer la guerra abierta a los apropiadores. Y en último término tampoco tendría mucho sentido hacerla ya que de todas formas sea quien sea quien gane la batalla, no hay suficientes embarcaciones para la salvación ni siquiera de los justos. Entonces hay que producirlas, hay que reventar los restos del barco que se hunde y tomar de sus pedazos lo necesario en primer término para garantizar la vida, bajo un rápido orden colectivo completamente contrario a estos seres-del-consumo y su Estado, antes de que sea demasiado tarde.

Del Titanic serían minutos los que hubiesen de tiempo, dentro del tiempo social y económico que vivimos, semanas, pero no mucho más. Independientemente de los destinos de un gobierno arruinado gracias a su agentes defalcadores, necesitamos juntar en las próximas semanas todos los órdenes de voluntad colectiva e individual posible, para generar instancias políticas de decisión sobre los asuntos más prácticos y vitales a nuestros intereses comunes en los actuales momentos catastróficos. Esto es lo que hemos venido llamando los “Consejos Federativos de Gobierno Popular” (CFGP’s), (o cual sea el nombre que quieran ponerles), pero que en todo caso constituyan instancias paralelas y en equivalencia de poderes frente al Estado al menos en su horizonte estratégico. Es decir avanzar de una vez por todas en la fabricación desde la base de una República Autogobernante, mucho mas allá de las limitadas y dependientes Asambleas Comunales, juntando todos los canales de organización y autogobierno de clase; territoriales, obreros, campesinos, indígenas, sociales, incluidas por supuesto Comunas y los restos de los Consejos de Trabajadores y sindicatos en lucha.

En los actuales momentos, sería demasiado ambicioso que esto no sea más que un ensamblaje urgente y múltiple que rápidamente empiece a dar sus primeros resultados, torciéndole parte del pescuezo al bodrio inútil y tramposo de la junta gobierno-capital. Una vía para restablecer hasta por razones de sobrevivencia del pueblo pobre, de la vocación de poder del movimiento popular, totalmente aplastada en los actuales momentos. Esto es lo que proponemos como una Estrategia de Vida y Lucha, rompiendo las lógicas burocráticas y de acumulación capitalista, en función de lograr a como dé lugar responder con nuestras propias fuerzas, creación y capacidades, a la necesidad social que se vuelve todos los días más desesperante. “Vida” porque no es una política para el orden constituido sino a la vida concreta que se nos va de las manos. “Lucha” porque ella está metida en el medio de una lucha histórica donde una descomunal conspiración está a punto de acabar con la historia rebelde que nosotrxs mismos hicimos irrumpir.

Dos pasos para su configuración y cuatro los elementos a trabajar de inmediato:

Constitución de los CFGP:

.Un primer paso en función de la generación de consensos y objetivos en asamblea abierta de movimientos, organizaciones y espacios del poder popular

.Un segundo paso dirigido a emprender la convocatoria para las primeras asambleas constitutivas (en sus versiones nacionales, regionales y territoriales)

(Tanto uno como el primer paso estemos claros que se trata de experiencia que van abriéndose en un horizonte indefinido y no acción concluyentes. De hecho ya son iniciativas que bajo otro nombre pero el mismo concepto autogobernante –limitadas eso sí a las militancias de vanguardia- se están promoviendo. De lo que se trata es de formar instancias políticas autogobernantes que permitan organizar la experiencia de poder dual necesaria y absolutamente imprescindible en los actuales momentos).

Cuatro elementos urgentes de trabajo; cuatro elementos claves de la vida.

El control directo sobre la alimentación:

Estamos al borde de comenzar un proceso creciente de hambruna social debido a la escases y la inflación. Los dos fenómenos condensados, además del quiebre del Estado a nivel de divisas, nos obligan a actuar directamente sobre el asunto, tomando de todas las formas posibles control directo sobre la producción y distribución alimentaria. La inspección de establecimientos, la toma de espacios de acaparamiento, el freno y ataque a los grandes mercados de contrabando y bachaqueo, el forzamiento a las instituciones de Estado para devolución al pueblo del poder sobre los canales de distribución, la constitución de redes de abastecimiento comunal, la fabricación de planes urgentes de producción donde se force al Estado a dotar de recursos, la entrega y toma directa y urgente de tierras y tecnologías, son parte del asunto.

Los CFGP, debe facilitar la formación de una gran articulación de factores y formación de instancias asociativas nacionales para que esto sea posible al menos para garantizar si fuese posible un 10% de la alimentación a la población más pobre, dentro de un cronograma evolutivo trimestral, integrado a través de una red de comunicación de radio punto a punto que es absolutamente urgente empezar a construir.

El control directo sobre las medicinas:

Este aspecto vital a la sociedad y donde la corrupción toma su cara más asesina, ya que se trata de la sobrevivencia inmediata de millones de compatriotas. El acaparamiento y desaparición de ellas en puertos y grandes distribuidoras (incluida la del Seguro Social donde se han cometido los grandes “farmacosidios”), en una abierta complicidad entre públicos y privados ha sido más que visible e imposible hasta los momentos de desmontar. Dentro de la asociación que los CFGP dedicados al control de la medicina debe contemplarse de inmediato la auditoria inmediata de todos los centros de importación, producción y distribución de medicinas, forzando la intervención directa del poder popular en su futura producción y distribución, para lo cual debemos contar con la integración de todos los consejos de salud, médicos y farmaceutas posibles a nivel nacional.

La restitución del valor del salario

Entre los grandes crímenes sucedidos en proceso de integración de intereses desfalcadores y saqueadores de la riqueza nacional, esta la pulverización completa del salario como base material de intercambio de la clase trabajadora. Situado en dólares lo que era un salario que llego cercano a 400 dólares hoy no llega a cincuenta en el mejor de los casos. Se ha disminuido a la décima parte. La restitución del valor del salario es un paso fundamental para recrear las condiciones mínimas vitales de nuestra sociedad. El movimiento sindical fragmentado y en gran parte burocratizado impiden la reactualización de la lucha de la clase trabajadora a este derecho básico. Los CFGP, en su relación directa y no mediada o representativa con la clase trabajadora, debe patrocinar la formación de una Coordinadora Nacional para la Restitución del Salario, y la movilización inmediata de la clase trabajadora sobre este fin estableciendo metas por sectores de producción, ramas industriales y comerciales, espacios de administración pública donde se obligue al patrón a negociar el salario, o de lo contrario ir preparando las condiciones de una huelga nacional.

La defensa social

Ninguna alternativa revolucionaria a esta catástrofe será viable si no atacamos el problema de la defensa de nuestras comunidades cercadas cada vez más por un red violenta militar, policial, paramilitar y parapolicial que a pesar de las grandes propagandas no deja de extenderse y causar la sangre que causa, impidiendo además toda forma de rebeldía y organización efectiva de la base comunitaria, cual es el objetivo real estratégico de todas estas aberraciones violentas. La defensa trasversal, coordinada y efectiva de nuestras comunidades es una tarea larga de emprender por lo peligroso y complejo del asunto pero imprescindible. Cada actividad, cada centro de iniciativa atinente a los CFGP debe para comenzar la experiencia de la defensa coordinada, garantizar su defensa, e ir avanzando territorialmente en una disputa de fuerzas el control militar y de defensa sobre nuestros propios territorios. La vida se defiende con la vida, y nadie sino nosotros mismos sabremos garantizarla.