Como apoyar al pueblo mapuche

Hay gente que llama a apoyar a “nuestro” pueblo mapuche como si fuesen de nosotros, pero nunca dijeron apoyar a nuestro pueblo kurdo o nuestro pueblo palestino, ya que son considerados “otros” pueblos.



Como apoyar al pueblo mapuche

Por Jaime Yovanovic Prieto

Hay gente que llama a apoyar a “nuestro” pueblo mapuche como si fuesen de nosotros, pero nunca dijeron apoyar a nuestro pueblo kurdo o nuestro pueblo palestino, ya que son considerados “otros” pueblos.

El pueblo mapuche es otro pueblo, por lo que lo pertinente sería apoyar “al” pueblo mapuche. Si bien es cierto que en Chile, fuera del Wallmapu, habitan miles de mapuche y muchos más miles de hijos y nietos mapuche, hay que tener mente colonialista para tratarlos de “nuestros”.

Los partidos y corrientes ideológicas son persistentes en el asunto y poco contribuyen al apoyo, como fue el caso de los estudiantes de medicina en Cuba del Partido Comunista que dijeron “nosotros los chilenos” envolviendo a los estudiantes mapuche que allí estaban y que habían viajado por intermedio de una organización de ese pueblo hermano, quienes pidieron la palabra y dijo uno en su representación: “Ustedes los chilenos y nosotros los mapuche”.

Así podemos ver que las dinámicas de ese pueblo-nación son las propias y no pueden corresponder a las dinámicas de los demás pueblos, aunque hayan miles de lazos de fraternidad, lo que nos aproxima, o nos enemista, lo que generalmente obedece a motivos políticos y económicos, la fraternidad nos hermana con todos los pueblos del mundo actualmente sometidos a esos dos sistemas de la economía y de la política, incluyendo a los diaguitas, atacameños, rapanui-maories, aymaras, quechuas y otros de los cuales quedan algunos sobrevivientes del exterminio colonial y republicano.

Así que no no corresponde llenar el Wallmapu de luchadores occidentales o chilenos que introducen sus ideologías traidas de Europa, que se refieren a una fase del desarrollo de las fuerzas productivas, fase que se está agotando en su dinámica interna y está pasando a una fase de mero exterminio del planeta de donde están sacando millones de toneladas para elaborar mercancías con poco trabajo y muchísima tecnología cibernética, robótica, química y biológica, todo ello subordinado por la economía y la política.

Los mapuche no han resistido porque son “luchadores”, que lo han sido, levantándose como un solo hombre a la llegada de la cruz y la espada, sino por el común, la comunidad, las formas de vida comunitaria, que han quebrado los grupos huincas que se han metido unos a ocupar sus tierras y otros “a hacer la revolución”, tal como hizo Sendero Luminoso en Perú o las guerrillas de Guatemala, y han dividido ese pueblo en múltiples organizaciones, con lo que les han quitado el piso, haciendo exactamente lo que ha estado haciendo la colonización hasta el día de hoy. Si en Santiago, Valparaíso y otras ciudades hay decenas y decenas de partidos y grupos de izquierda, derecha, centro, extremos, abstencionistas y electoralistas, todos ellos se han metido como virus dentro del cuerpo social-comunitario del Wallmapu.

Por eso la Alianza Territorial Mapuche ha preferido concentrarse en el rescate primero del ser mapuche, del pueblo, de las comunidades y sus formas de vida, el Az (derecho mapuche), el lof (el común), las autoridades tradicionales (su autonomía organizativa), el pulof mapuxawun (coordinación o encuentro de los lofs como se hacía siempre) y la cosmovisión, esto es, la interpretación del mundo y los saberes construidos a través de la experiencia milenaria de vivir en común con la mapu, como cualquiera puede conocerlos en: http://alianzaterritorialmapuche.blogspot.cl

Para nosotros el mejor apoyo es reconocerlos como pueblo y aprender de ellos para multiplicar las formas de vida comunitaria en los barrios de las ciudades, de otro modo les estamos diciendo “me gusta como luchas, viva la lucha!, pero me niego a reconocerte como pueblo y menos como ejemplo civilizatorio de vivir en comunidades y construir el propio saber, prefiero colgarme de los saberes europeos”, lo que en definitiva nos puede convertir en instrumentos de apoyo a la colonización permanente.

Como conclusión nos queda la reflexión existencial de si asumimos los saberes europeos o si aprendemos de los modos de construcción de saber mapuche para construir nuestros propios saberes. .

Personalmente nos negamos a aceptar que el saber, el arte, la ciencia y la cultura, sea continuación de la civilización occidental que vino a posesionarse de nuestro continente Abya Yala. La conocemos y la manejamos, que es otra cosa, como deberíamos también conocer y manejar la cultura oriental, ya que la cultura en si es universal, y especialmente las culturas continentales. Así dejaremos de ser meros reproductores sistémicos y podremos ser construtores del mundo de la vida compartida, desde donde ir generando nuevos saberes, arte, ciencia y culturas.

En definitiva, la política y la economía, que controlan y dirigen nuestro modo de vivir, nos colocan en la disyuntiva de si somos o seremos reproductores o creadores.

Abrazos
Jaime Yovanovic Prieto
profesor_j@yahoo.com
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