Las cuerdas y las sinfonías del multiverso

¿Qué son las cuerdas? Sabemos que es la hipótesis matemática, que busca resolver la interpretación de la gravedad y su vinculación con la física relativista, además de lograr la conformación de la teoría unificada, que integre la explicación de los campos de fuerzas fundamentales[1]. Esto lo hemos comentado y expuestos en anteriores ensayos[2]. Empero, las cuerdas siguen siendo tomadas como algo exterior a la física, como ciencia, así como lo fueron las partículas infinitesimales cuánticas, los átomos y las moléculas.



Las cuerdas y las sinfonías del multiverso

Raúl Prada Alcoreza

¿Qué son las cuerdas? Sabemos que es la hipótesis matemática, que busca resolver la interpretación de la gravedad y su vinculación con la física relativista, además de lograr la conformación de la teoría unificada, que integre la explicación de los campos de fuerzas fundamentales[1]. Esto lo hemos comentado y expuestos en anteriores ensayos[2]. Empero, las cuerdas siguen siendo tomadas como algo exterior a la física, como ciencia, así como lo fueron las partículas infinitesimales cuánticas, los átomos y las moléculas. A pesar del sisma de la física, con la teoría general de la relatividad, después, con la revolución de la física cuántica; a pesar de convertirse la física relativista y cuántica en el nuevo zócalo de la episteme compleja; este zócalo epistemológico y su revolución científica, contando con sus desplazamientos epistemológicos y sus rupturas epistemológicas, todavía considera, incluso a las cuerdas, como algo externo; como si no nos pasara lo mismo a nosotros, que estamos constituidos por cuerdas, por partículas infinitesimales, cohesionadas por fuerzas fundamentales, conformando moléculas; las macro-moléculas creando la vida, en sentido biológico, además de las masas molares, en océanos inmensos de materia y energía oscura[3].

En otras palabras, la física contemporánea, a pesar de sus maravillosas y revolucionarias teorías, apoyadas por investigaciones, además de simulaciones en computadoras, sigue manteniendo la herencia objetivista de la episteme moderna. Proponemos, en atrevida audacia, hasta especulativa y poco solventada, que es indispensable dejar esta herencia objetivista a un lado. Considerar a las cuerdas, las partículas infinitesimales, los átomos, las moléculas; así como los campos de fuerzas fundamentales; también las masas molares, la materia y la energía luminosa y oscura, las formas de vida, en sentido biológico; como acontecimientos, que también nos pasa a nosotros. Nada ajenos, ni exteriores, sino propios.

Desde esta perspectiva, que hemos llamado compleja e integral, las cuerdas, las partículas infinitesimales, los átomos, las moléculas, las fuerzas fundamentales, también tienen que considerarse como propias, como acontecimientos que nos pasan. En este sentido, la metodología de investigación cambia, pues no trata con objetos, sino con experiencias – usando el término metafóricamente - de la materia y de la energía, que también constituyen nuestros cuerpos. Como hemos dicho varias veces, en locuciones de hipótesis interpretativas, también de hipótesis prospectivas, que de lo que se trata, más que de conocer, es de comunicarse con los seres del multiverso[4].

La interpretación de las cuerdas, aunque sean una metáfora y una hipótesis matemática, requiere de comunicaciones con estos acontecimientos cuánticos, que conforman con los acontecimientos molares, en la integralidad de la simultaneidad dinámica del tejido espacio-tiempo. La interpretación requiere preguntar a las cuerdas sobre sus dinámicas; en otras palabras, preguntar a la experiencia no-evocativa de los cuerpos, en las dimensiones cuánticas, sobre la complejidad del funcionamiento de las cuerdas. Esto no descarta, de ninguna manera, las investigaciones físicas, las investigaciones teóricas y las investigaciones matemáticas; todo lo contrario. Sencillamente, es otra metodología complementaria, si se quiere, otra hermenéutica, de apoyo. Que no sabemos qué utilidad tendrá. Pero, requerimos, por lo menos, abandonar el dualismo, preservado todavía, de esa frontera ficticia de interior/exterior. Es posible, que lo que decimos sea una propuesta inconsistente; sin embargo, es indispensable probarla. Sobre todo, cuando la episteme compleja parece reclamarla[5].

En este sentido, vamos a sugerir nuevas hipótesis especulativas, para definir interpretaciones prospectivas.

Nuevas hipótesis especulativas preguntasLas cuerdas, independientemente si se cambia de nombre, por lo tanto, de concepto, que, según la teoría de las cuerdas, son la última composición infinitesimal – no hablamos de unidad -; si fuese así, son la base no-material de la materia del pluriverso. No mencionamos la energía, no dijimos que las cuerdas son la base no-energética de la energía, pues este enunciado no estaría claro. ¿Cómo vibran las cuerdas?; ¿sin energía? Cuando hablamos de energía; ¿es anterior o posterior a la composición y combinación de las fuerzas fundamentales? Si las cuerdas crearan energía, como se supone que crean materia; ¿con que fuerza o potencia crean energía? Si bien se puede suponer que hay distintas formas de energía, en distintos niveles de complejidad, esta conjetura no resuelve el problema planteado por las preguntas. ¿Habría que suponer, en todo caso, una potencia “anterior” a la energía? ¿Esta potencia inicial o “anterior” a todo inicio, tiene que ver con la tesis de la equivalencia relativista, con la simetría y la super-simetría cuánticas, con la hipótesis de la teoría de las cuerdas de la inevitabilidad[6]? Una potencia “anterior” a la energía, como atributo de las cuerdas, es difícil imaginar y sostener. ¿Qué clase de potencia podría ser? Retomando la hipótesis interpretativa que presentamos en un ensayo anterior, de que la materia es vida, tanto la materia luminosa como la materia oscura; materias que no pueden comprenderse sino como formas compuestas de energía[7]; podemos decir que, además de las asociaciones infinitesimales, que conforman los átomos; composiciones de núcleo y órbitas de electrones, para decirlo esquemáticamente; además de las moléculas y de las masas molares; además de la materia oscura; las cuerdas también son vida, en sentido amplio, pues se asocian, se acoplan, componen y se combinan. La vida, no solo en sentido restringido, biológico, sino como existencia, supone un tipo de sensibilidad, de memoria sensible, además de cálculo, conmensurabilidad e interpretación; así como es definida la vida por la biología molecular. Fuera, claro está, de la sincronía integral del pluriverso[8]. Al ser las cuerdas, el acoplamiento de cuerdas, vida, en sentido amplio, de existencia, las cuerdas suponen, también, una forma de memoria sensible. Que ciertamente, como en los demás casos, no- biológicos, no han sido estudiados desde la perspectiva vital, como estudia la biología las formas de vida orgánicas. ¿Cómo son estas otras memorias sensibles? Aunque suene a extravagante explicación, nos basamos, en un ensayo anterior, en la hipótesis teórica física del holograma[9]. Donde se conjetura que cada punto de la totalidad contiene la información de la totalidad. En aquél ensayo conjeturamos que se trata de formas virtuales; formas donde la información se almacena, en distintas modalidades virtuales, de acuerdo a las formas de existencia. También en el ensayo comentado, dijimos que la pregunta pertinente no es: ¿por qué hay algo en vez de nada?, sino ¿por qué no hay nada en vez de algo? Pues la hipótesis especulativa en la que nos basamos es: la nada solo podría explicarse como una infinita gravedad. Por eso sugerimos la hipótesis prospectiva e interpretativa de que la nada crea todo, cuando disminuye la infinita gravedad. Nos preguntamos: ¿Por qué disminuye la gravedad infinita? ¿Qué acontecimiento hace que pase esto? Ahora, basándonos en estas conjeturas especulativas, podemos sugerir, hipotéticamente, que cuando ocurre esto, la disminución de la infinita gravedad, emergen las cuerdas. La conjetura subsecuente es la siguiente: La disminución de la gravedad infinita da como lugar a la posibilidad de que se fuguen de la nada ciertas no-nadas, como, en este caso, serían las cuerdas. ¿Qué son entonces las cuerdas? ¿Formas primordiales de la disminución de la gravedad infinita? ¿Expulsiones de esta gravedad no-infinita? ¿Otras formas de gravedad – usando el concepto como metáfora para ilustrar aproximaciones -, las que rigen el pluriverso, en sus distintas escalas? ¿O son definitivamente primordiales formas de energía – también aquí usando el concepto como metáfora -? ¿La disminución de la gravedad infinita, la no-nada, genera las primeras formas de energía? Siguiendo el razonamiento especulativo, proponemos, como consecuencia, de que las cuerdas no pueden vibrar, por lo tanto, ser cuerdas, que generan ondas, como notas, que crean las distintas tonalidades de la materia, si no son alguna forma de energía inaugural. Las cuerdas, son, entonces, energía; o, si se quiere potencia. La teoría de las cuerdas propone el acoplamiento de las cuerdas; aunque las probabilidades del acoplamiento sean más contingentes, si se quiere, más improbables, cuando el valor del acoplamiento se encuentra debajo de uno. Las probabilidades de acoplamiento aumentan cuando el valor del acoplamiento es de uno; aumentan mucho más cuando el valor del acoplamiento es mayor a uno. En todo caso, las cuerdas tienden a acoplarse, con distintos grados de probabilidad. ¿Por qué lo hacen[10]? ¿La energía los empuja a hacerlo o usan la energía para hacerlo? En el primer caso, de alguna manera, estaríamos todavía o cerca de la perspectiva objetivista. En el segundo caso, no es que se ingresa a la perspectiva subjetiva, pues estriamos en el esquematismo dualista, criticado, de objetivismo/subjetivismo, que reproduce el esquematismo positivista objeto/sujeto. Sino, mas bien, estaríamos considerando las cuerdas desde la perspectiva de la vida, en sentido amplio. Desde la hipótesis interpretativa y prospectiva propuesta, ¿solo la disminución de la gravedad infinita explica la emergencia de la no-nada o hay otra potencia o energía atrapada en la nada? ¿Cuál es esta potencia o energía, que escapa, al disminuir la gravedad infinita? Llegado a este punto, parece imposible seguir especulando; empero, vamos a forzar un poco más con esta prospección especulativa. No podríamos hablar de algo, pues algo es materia, o asociación de partículas infinitesimales, o composición de fuerzas fundamentales o cuerdas. Tendría que ser un no-algo, una nada, una forma de nada. Una forma de nada atrapada en la nada ocasionada por la gravedad infinita. Siguiendo con la especulación, usando un lenguaje no adecuado, esta forma de nada es como posibilidad de energía; energía contenida en esa nada. Por lo tanto, la nada no es una, ni pura, sino plural y compuesta. Estamos hablando de no-algo, de nada compuesta, que no es multiverso, no es pluriverso, no es universo, en ninguna escala. Sino es de lo completamente, lo radicalmente distinto, a lo imaginable, incluso, de manera especulativa. En consecuencia, como ya no podemos seguir especulando, porque ya no podemos imaginar nada. Nos quedamos aquí.

Algunas conclusiones de la teoría de las cuerdas

Brian Greene, en El universo elegante, al concluir el libro, escribe:

El gravitón, el paquete más pequeño de fuerza gravitatoria, es un patrón particular de vibración de cuerdas. Y del mismo modo que un campo electromagnético tal como la luz visible está compuesto por un número enorme de fotones, un campo gravitatorio está formado por un número enorme de gravitones, es decir, un número enorme de cuerdas que ejecutan el patrón vibratorio del gravitón. Los campos gravitatorios, a su vez, están codificados en la curvatura de la estructura del espacio-tiempo, lo que nos lleva a identificar la misma estructura del espacio-tiempo con una cantidad colosal de cuerdas que experimentan todas ellas el mismo, metódico, patrón de vibración del gravitón. En el lenguaje técnico, esta colección enorme y organizada de cuerdas que vibran de un modo similar se conoce como un estado coherente de las cuerdas. Se trata de una imagen bastante poética -las cuerdas de la teoría de cuerdas como los hilos de la estructura del espacio-tiempo - pero hemos de observar que su significado riguroso tiene todavía que desarrollarse completamente[11].

Se puede observar que la teoría de las cuerdas supone la existencia de la gravedad a partir de las cuerdas, no “antes”, por así decirlo, como nosotros hemos conjeturado especulativamente, al hablar de la nada como gravedad infinita. Aunque hayamos usado especulativamente la metáfora de la gravedad, de todas maneras, requiere la interpretación hipotética de una corrección. No habría que hablar de gravedad sino de una especie de archi-gravedad o super-gravedad – forzando el lenguaje -, que son otras metáforas; empero, que son figuras diferentes a lo que conceptualmente de denomina gravedad.

A pesar de que esta hipótesis interpretativa especulativa pueda ser errada e incorrecta, en este caso, su utilidad provisional radica en que nos obliga a pensar la nada. No como lo han hecho la filosofía moderna y la filosofía antigua, a sus maneras, las distintas versiones de nihilismo; sino desde la perspectiva de la complejidad.

¿Por qué es indispensable pensar la nada? Pues, parece, que no se pueden resolver los problemas que nos plantea la física cuántica, aunque interpretemos este planteamiento de una manera especulativa, si no pensamos la nada, si no la concebimos desde la perspectiva de la complejidad.

Nuestro propósito no era llegar tan lejos en la especulación, sino, tan solo, queríamos, reflexionar sobre qué son las cuerdas, fuera de ser metáfora melódica de la hipótesis matemática cuántica. Sin embargo, como estamos en dimensiones tan inconmensurablemente, por decir algo, infinitesimales, a pesar de la medida de Planck, tan cerca de la nada, parece obligado pensar en la nada, desde otra perspectiva.

Para terminar, en esta parte del ensayo, recordaremos una de nuestras sugerencias, en la perspectiva del pensamiento complejo, de que no hay nada, en contraposición del todo; que esto corresponde al pensamiento dualista, al esquematismo nada/todo. Desde la perspectiva paradójica habría como una integración compleja y simultanea de nada y todo, a la vez. Ciertamente, esta paradoja requiere cambiar de nombres y de conceptos. Para adelantar alguna sugerencia, proponemos hablar de la paradoja de la creación, de la paradoja de la existencia, de la paradoja de la vida. Siguiendo, hablaremos de la paradoja de la transición de la inexistencia a la existencia.

NOTAS

[1] Ver de Brian Greene El universo elegante. Drakontos. Crítica; Planeta. Barcelona 2006. https://violetadedios.files.wordpress.com/2011/01/el-universo-elegante-de-brian-greene.pdf.

[2] Ver Dimensiones enrolladas del pluriverso. Pensamiento complejo. La Paz 2016.

[3] Ver La explosión de la vida. Dinámicas moleculares. La Paz 2013-15.

[4] Ver Más acá y más allá de la mirada humana. Dinámicas moleculares. La Paz 2013-15.

[5] Ver Episteme compleja. Dinámicas moleculares. La Paz 2015.

[6] Ver de Brian Greene: El universo elegante. Ob. Cit.

[7] Ver Más acá y más allá de la mirada humana. Ob. Cit.

[8] Ver Sincronización integral. Dinámicas moleculares. La Paz 2016.

[9] Ver La explosión de la vida. Dinámicas moleculares. La Paz 2013-15.

[10] Ver de Brian Greene: El universo elegante. Ob. Cit.

[11] Ob. Cit.