Comunidades indígenas de Ecuador frente a la militarización de Nankints

Levantar un proceso de movilización nacional en legítima defensa de los derechos atropellados a la comunidad de Nankints, Tundayme, la nacionalidad Shuar y el resto de los pueblos y nacionalidades del país.



RESOLUCIONES DE LA ASAMBLEA EXTRAORDINARIA DE LA CONAIE FRENTE A LA EMERGENCIA EN NANKINTS
http://conaie.org/2016/11/30/la-lucha-del-pueblo-de-nankints-es-la-lucha-de-todos-los-pueblos-y-nacionalidades-indigenas-del-ecuador/

Los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador reunidos en la asamblea de emergencia de CONAIE, realizada en la sede de la FICSH, el 29 de noviembre de 2016 considerando que:

• La lucha del pueblo de Nankints es la lucha de todos los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador por construir el estado plurinacional.

• Su acción es legítima, al haberse usurpado sus tierras ancestrales por parte de la empresa china, las demás empresas transnacionales y en complicidad del estado colonial presidido por el gobierno de Rafael Correa y tiene el respaldo unitario de la Conaie, sus organizaciones regionales y locales.

• Gran parte del territorio ecuatoriano se encuentra afectada por el inicio de proyectos mineros ilegales, y la entrega a dedo de nuevas concesiones, en lo que constituye un verdadero festín minero.

RESOLVEMOS:

Levantar un proceso de movilización nacional en legítima defensa de los derechos atropellados a la comunidad de Nankints, Tundayme, la nacionalidad Shuar y el resto de los pueblos y nacionalidades del país.
De manera inmediata, se realizará una asamblea del Comité Interfederacional y una marcha a la ciudad de San Juan Bosco, el día sábado 10 de diciembre con el objetivo de concretar las estrategias de respaldo a Nankints y que permita iniciar la movilización nacional, con respaldo de la Confeniae, Ecuarunari, Conaice y Conaie en su conjunto.
Socializar en las bases de la nacionalidad shuar, así como en las bases de la CONFENIAE, ECUARUNARI y CONAICE la situación que vive la población shuar y la población campesina e indígena de todo el país por la arremetida minera en todo el Ecuador.
Exigimos y nos comprometemos lograr a través de nuestra movilización:
a. el retiro de las fuerzas armadas y policía del territorio de Nankints y de la Cordillera del Cóndor.
b. el retiro de la empresa china Corrientes Resources de San Juan Bosco, Limón Indanza, Gualaquiza y Tundayme
c. la restitución del territorio indígena de la comunidad de Nankints y Tundayme y todas las zonas donde está las comunidades en resistencia y están concesionadas e interponer el recurso jurídico de la acción de protección considerando que los territorios indígenas son indivisibles, imprescriptibles e inalienables
d. Parar el festín minero que está comprometiendo gran parte del territorio nacional.
Alertamos a la comunidad internacional y a los organismos de derechos humanos, y advertimos al gobierno nacional que en caso de que el ejército o la policía nacional continúe la incursión militar y siga disparan contra la población shuar o los campesinos e indígenas en resistencia al extractivismo se activará una espiral de violencia cuya responsabilidad será exclusivamente del gobierno de Rafael Correa.
Pedimos a la bancada de Pachakutik y partidos afines que inicien un Juicio político al estado ecuatoriano, Ministerio de Energía y Minas y el Ministerio del Interior y de Defensa por la militarización y despojo de los territorios indígenas.
Nos comprometemos a:

a. fortalecer logísticamente, a través de todas las comunidades y nacionalidades a la lucha de Nankints y Tundayme, a quienes respaldamos en su acción de hecho y quienes se mantendrán en el territorio en defensa de su comunidad.
b. fortalecer el frente jurídico, y el equipo de comunicación para enfrentar la arremetida judicial que interpondrá el gobierno nacional contra quienes han llevado a cabo esta acción y difunda nacional e internacionalmente a través de una vía oficial lo que ocurra en territorio.
c. la conformación de una comisión de alto nivel, con la participación de representantes de las Naciones Unidas y organismos de derechos humanos, para viabilizar nuestras demandas históricas de los pueblos originarios.