Política hoy día es jugar a adornar, poner crema y guindas a la caca del chancho.

Las tres cuartas partes de los electores de la comuna de Las Condes votaron Lavín alcalde. Ahí vive gente de elevados ingresos y una enorme cantidad de ladrones y corruptos del sistema, ya que los fraudes y coimas que se han destapado este último tiempo no han tenido protagonistas que habiten en La Legua. Por ejemplo los oficiales de carabineros que se han fundido con millones y millones como buenos amigos en su camino, varios de ellos deben vivir por esos lados y levantan la mano como fascistas cada vez que pasa un dron con la imagen de Lavín, igual como levantaban la mano al paso de los camiones con prisioneros que irían a parar al mar con un pedazo de riel atado al tobillo



Política hoy día es jugar a adornar, poner crema y guindas a la caca del chancho.

Las tres cuartas partes de los electores de la comuna de Las Condes votaron Lavín alcalde. Ahí vive gente de elevados ingresos y una enorme cantidad de ladrones y corruptos del sistema, ya que los fraudes y coimas que se han destapado este último tiempo no han tenido protagonistas que habiten en La Legua. Por ejemplo los oficiales de carabineros que se han fundido con millones y millones como buenos amigos en su camino, varios de ellos deben vivir por esos lados y levantan la mano como fascistas cada vez que pasa un dron con la imagen de Lavín, igual como levantaban la mano al paso de los camiones con prisioneros que irían a parar al mar con un pedazo de riel atado al tobillo. Felices los pelotudos por tener drones, ya que la privacidad y la democracia se la pasan por donde quieren y cuando quieren, por algo son poderosos frustrados por la maldita democracia negociada que no los deja salir de negro de noche con la pistola en la mano o alguna parte del cuerpo en la mano para demostrar lo poderosos que son.

Los habitantes de La Legua y demás que ya sabemos, donde vive la gente humilde y que aún tiene corazón para ver la existencia del vecino, observan los acomodos de los jetones y giles recién graduados universitarios con títulos profesionales rimbombantes de categoría, ubícate, que dicen hablar por los pobres, pero desde su posición, obviamente: pobrecitos los pobres, estamos con ellos (voten por nosotros, pedazo de carne de cañón). Como Sharp, que se quedó con los crespos hechos, pues la gente de los cerros no bajó a votar por nadie y se pasó la elección por el aro, de modo que sabe que con cuatro votos tiene piso de gelatina y debe caminar como entre huevos, por más que sus socios se manden la parte de que “ganamos”.

La gente ha pasado de prueba en prueba, primero les quitaron a sangre y fuego un gobierno que sentían de ellos, de los barrios, de los trabajadores, aunque nada hacía por los sectores marginados que se levantaban por su cuenta, por fin el protagonismo social llegaba desde abajo rescatando la esencia de las mancomunales. Después de la disminución forzosa de la población, Mandrake el mago transformó a los milicos en democráticos y pasaron la administración de la hacienda a los partidos políticos, de donde esa mafia partidaria levanta nuevas ilusiones que también se fueron al tacho y ahora viene el relevo de los profesionales buenitos y bondadosos que levantan las banderas de la ética y la estética: un capitalismo limpio y honrado. Ahora con las presidenciales y parlamentarias todos se reparten la torta de antemano: este barrio para ti, este otro para mi.

Después cuando se caigan estos cabros o terminen de negociar con los pasmados de la Nueva Mayoría, vendrán otros más y así per sécula seculorum, ya que somos tan caidos del catre que vamos cayendo en promesa y esperanza tras promesa y esperanza, hasta que cachamos el mote, nos cae la ficha y nos pegamos el alcachofazo: la política ya no puede ser como antes. No es sólo que ya no es como antes y hay que actualizarla, sino que las condiciones hacen innecesaria la política, quedando sólo para jugar entre todos a adornar, poner crema y guindas a la caca del chancho.

Lo mejor y más productivo hoy día en todos los países es salirse de esa fiesta y hacer otra a nuestra pinta, a la pinta de la pobla, ya que decimos que la gente necesita conducción, pero no nos damos cuenta que somos nosotros los que queremos ser conductores y metemos la cuchufleta en la cabeza de la gente haciéndonos creer entre nosotros mismos y haciendo creer a los demás, que estamos en lo cierto, que tenemos las ideas claras y la gente no. Por eso no es difícil arrastrar universitarios y profesionales a salvar la patria, ya que son superiores, ven mejor y más lejos. El manso ego, pero bueno, así los educa el sistema, pues no puede funcionar sin un grupo de arrogantes que se hagan cargo de las cosas y se peleen entre ellos con todas las posturas posibles para ir acomodando según las necesidades: el dron en Las Condes y la bala en La Legua.

Para ello hay que comenzar de abajo, es decir, dejar la idea del globo para que cada persona no se encuentre con la otra a través de la idea del globo, sino cuerpo a cuerpo, cara a cara, lo que pasa a segundo plano si llego con la idea general. Llegar con el globo o la teoría permite despersonalizar la conversación y la relación, o transformar esa relación en instrumental. Eso hay que aprenderlo, pero primero hay que desprenderse del globo, sacarse la teoría y la metodología de interpretación, mire directamente a su vecino, vea hacia adentro, vaya hacia él a mirarlo y sentirlo, ver lo que realmente quiere decir, y se encontrará que está a la defensiva por culpa suya. Si por culpa suya, pues siempre lo ha mirado como número, cifra, cantidad, masa. Conozca a Pepe, que trae una enorme historia de vivencias, ideas y sensaciones, no lo mida, no lo clasifique. Haga conexión humana, personal, cuente lo suyo, no venga sólo con el análisis de coyuntura.
Así se empieza, luego la familia y el barrio, persona a persona. Sin discurso ni planes, sólo tejer la circulación de los afectos y los espacios para que se haga la ronda de Gabriela Mistral.

Usted dirá: pero yo quiero cambiar el mundo.
Le pregunto ¿y qué es lo que quiere el vecino?
Si no le importa, hasta aquí llegamos, pues no va a cambiar el mundo pasando por encima del vecino o seleccionando sólo a quienes también quieren cambiarlo: la elite intelectual de la vanguardia.

Ese es el primer paso para desprenderse de los viejos modos de mirar teóricamente al mundo y a las personas. Verá que por ahí pueden circular intensas corrientes de afectos y comunicación, a la que podrá venir o ustedes ir hacia otro vecino. Hagan actividades de compartir, jueguen naipes, hagan baile, ocupen la calle, que los niños vean que algo está cambiando. Reconstruir la proximidad de los cuerpos sin darle sentido de afinidades conceptuales o ideológicas. Deje de buscar al rojo o al facho, deje de calificar a los vecinos, que los fachos y los rojos vengan también a compartir, haga nuevos lenguajes, rompa las barreras que usted mismo está colocando.

Una vez que sienta que fluye el newen, recién allí vea si es posible hacer una huerta compartida y el reciclaje que aproveche la basura del barrio o un sistema de salud vecinal y barrial. Si lo desea nos avisa y vamos a llevar capacitación gratuita y voluntaria, al estilo mancomunal, en esas y otras áreas, pero advertimos de antemano que estaremos un tiempo necesario y luego nos vamos, pues es su tarea y no queremos hacer como los que andan amarrando redes y coordinadoras. Ya verán ustedes si desde su barrio intercambian con otro barrio. Recuerde que no avanzamos hacia arriba, como quien dice de la familia al barrio, del barrio a la comuna, de allí a la región, etc. No somos trepadores y no caeremos en la misma vieja política con nuevas caras. No gracias. Aprendamos de los mapuche como siempre se han organizado en Pulof Mapu Xawun. Horizontales y no verticales.

Que se queden los poderosos con sus drones y los no tan poderosos con sus votos. Que no nos distraigan más con sus huevadas.

Abrazos para ti y patadas para los ya tú sabes.

Jaime Yovanovic (Profesor J)
unlibre@gmail.com