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La constituyente: ¿Un acto de fe?
Por: Las Comadres Púrpuras | Jueves, 27/07/2017
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En diversas ocasiones y a distintas personas les he preguntado ¿por qué es importante votar por la constituyente? ¿Cuáles son los argumentos que pueden llevarme a votar el domingo 30 de julio? Qué es lo que garantiza esta nueva Constitución, o esta constitución reformada o esta constituyente que al final estas tres nociones conllevan a las mismas consecuencias: alterar la Constitución de 1999.
Con mucho pesar y tristeza quiero comentar que no he tenido respuestas satisfactorias, ni argumentadas lógicamente. Nada que me lleve a cambiar de opinión, solo he recibido respuestas panfletarias y consignas gobierneras que no asoman ni una pizca del pensamiento crítico ése que te hacer dudar, comparar, reflexionar, dilucidar.
Se ha perdido esa posibilidad de argumentar críticamente sin aislarse del gobierno
La respuesta que obtuve hace tres días me dejó perpleja:
-Una gran amiga, me comenta que la constituyente viene a darnos una estructura legal que no tenemos. ¿En serio? ¡Siii! Ya que en Venezuela no contamos con una estructura legal que permita meter presa a la gente que hay que meter presa, como por ejemplo: los que han manifestado violentamente en las calles, entonces la Constituyente viene a dar una arquitectura legal y eso a su vez garantiza la Paz.
Sigo con la interrogante de como garantiza la paz, pero nadie puede darme una respuesta coherente. Ante esto, me pregunto: ¿Y nuestro código penal? y el TSJ? ¿y el Ministerio Público? (que por cierto cuyas atribuciones están constitucionalizadas) ¿No tenemos estructura legal? ¿y por eso debo ir a votar? Respuesta desechada.
Anoche tuve otra respuesta que terminó de evidenciar la postura clara y segura que tengo ante este parapeto de la Constituyente. Un teniente coronel (un pana) me quiso persuadir de la necesidad para votar este 30 de julio y también le pedí los argumentos que me hicieran cambiar mi humilde decisión. Su respuesta nefasta fue:
La constituyente es importante para garantizar la paz, y además va a blindar y a constitucionalizar todas las misiones.
¿Queeeeee? ¿Hasta cuando estos panfletos? Pensé que me daría una respuesta táctica y estratégica haciendo honor a su investidura y a su alto rango. Pero ¡qué va! No tiene claro la importancia de este episodio equivocado en nuestra reciente historia venezolana.
En este sentido, ¿no se supone que debemos revisar las misiones? Tal y como se preguntó en otro de nuestros artículos: ¿es necesaria la misión Robinson? ¿y la Ribas? Más bien no deberíamos supervisar y mejorar nuestro sistema educativo. ¿La Misión Vivienda hay que constitucionalizarla o hay que continuar garantizando el derecho constitucional a la vivienda y meter preso a la corrupción que existe entre las constructoras y los ministros de vivienda?
¡Ah! cierto no tenemos arquitectura legal no se puede meter preso, aunque el código penal habla de 6 años – como mínimo- de privación de libertad por corrupción. Pero ¿es necesario constitucionalizarla para darle legalidad. No será mejor aplicar las leyes que ya existen?
Claro, es que hemos vivido en un universo paralelo y nos dimos cuenta que desde el 99 en adelante no sirve nada y que en este periodo breve de fe absoluta se va a enmendar toda la porquería burocrática.
es la puesta en marcha de una economía socioproductiva que salga al paso de nuestra economía rentista petrolera: la economía post-rentista. Hmmm ¿y esto no está contemplado en nuestra carta magna, en el titulo VI del Sistema socio económico y además en el Plan de la Patria 2013-2019 que luego fue promulgada en ley? Me imagino que todos esos nuevos convenios que se están firmando con los chinos se van a disolver luego del 30 de julio… ¡Claro! Del post-rentismo al neo-extractivismo. Otra de los argumentos vacíos como cáscaras de huevo que se evidencian en el imaginario colectivo,
Otros argumentos se orientan a traer al presente la Constituyente del 99, pues como antecedente histórico reciente es imperdonable no tomarlo en cuenta. Ahora bien el error más bien se encuentra en intentar pegar con pega loca dos momentos históricos muy específicos, aunque mucha gente cree que esta es la vuelta a la miseria de la década de los 80, sabemos que ningún periodo es igual a otro y quieren dar peso argumentativo a este proceso constituyente con el anterior. Lo que sí es imperdonable es que nadie, ningún medio de incomunicación traiga al presente el proceso de la reforma constitucional del 2007 – en la que una vez más se le consultó al pueblo su decisión de votar SI o NO a favor o en contra de esta reforma y ganó el NO-. Sin embargo, los líderes del gobierno y el afecto a este liderazgo ni nombran ese proceso que fue devastador para muchxs pero que dejó un saldo positivo en la organización popular para empoderarse y ejercer su poder en una estructura estatal burguesa y paternalista. Nadie habla de la reforma y esto es grave pensar que nosotros como pueblo tenemos amnesia a corto plazo. No quiero darle fuerza a esta idea que asomo, no creo que tengamos mala memoria, creo que los lideres crean coyunturas que hacen a la masa activarse plenamente en la urgencia de lo coyuntural que termina matando lo importante. He aquí una de nuestras grandes barrabasadas.
Pues sí, lo urgente mata lo importante y esta es una de mis verdades que coloco sobre la mesa para discutirla, no es absoluta. Pero con esta verdad me permito argumentar que es uno de los factores que han dado rienda suelta a la actual crisis alimentaria, en salud y medicinas, en lo social, de inseguridad, etc, que vivimos en la actualidad.
Una crisis generalizada en todas las esferas, y que peor se siente y se padece cuanto más pobre eres.
Esta crisis alimentaria que evidencia la ineptitud del Estado para garantizar la alimentación de su pueblo obediente, revolucionario, inclusive opositor, pero para no caer en las categorías que son más bien etiquetas haré referencia al pueblo en general que nada tiene que ver con los empresarios, y lxs líderes de lado y lado que tiene muchísima plata y pueden traer container de comida para ellxs solitxs y cuyxs hijxs ni siquiera están en el país mamando esta hambruna colectiva. Pues bien, siguiendo con el tema alimentario y la escasez, contrabando hacia Colombia y acaparamiento de algunos, han hecho que el pueblo esté muerto de hambre, nada más y nada menos que su condición material de existencia básica ésa que le permite vivir, pensar etc, no está garantizada. La hambruna del 2016 y la ausencia de medicinas no se justifican en el territorio de la primera reserva de petróleo. Esta crisis no se justifica bajo ningún concepto, ni siquiera la supuesta guerra económica puede justificar tal atrocidad.
Nadie habla de las multimillonarias estafas y actos de corrupción hicieron –y hacen- nuestrxs camaradas que incidieron en el desfalco de nuestro país y por ende en la crisis. A partir de 2006 entró más dinero que nunca, más que Arabia Saudita dice por ahí un economista. ¿Que pasó con las inversiones? ¿el fondo chino? Los acuerdos internacionales Unasur Mercosur, Bielorrusia, por solo citar algunos? ¿A dónde fueron a parar estas sumas multimillonarias? ¿en la Gran Misión Vivienda Venezuela? Eso es de revisarse, como hay que revisar que seguimos teniendo damnificados viviendo en refugios esperando por una luz al final del túnel y lo que abundan son estafas intra misión.
Quiero poner sobre el tapete y agradecerle a viva voz a nuestrxs compatriotas lxs gochxs. Si, lxs gochxs. Gracias a ellxs estamos vivxs. Ellxs salvaron nuestras vidas. Gracias a la siembra y cosecha hecha por mujeres y hombres de Los Andes y el Edo. Lara logramos sobrevivir a la hambruna, ya que el Estado venezolano no sembró ni una semilla que garantizara la alimentación en momentos difíciles tal y como lo había avizorado Chávez después del 2002. El Estado no se preocupó por sembrar en las hectáreas expropiadas, no se crearon laboratorios para crear aquí los medicamentos más básicos, al menos los de mayor consumo. Se desapareció gracias a la corrupción los alimentos CASA y con ellos MERCAL, en lugar de mejorar nuestra economía socioproductiva, esa que ya está constitucionalizada desde 1999, nos fuimos a menos. Esto da tanta tristeza que ni siquiera puedo seguir escribiendo.
Otra pregunta que hago y no he obtenido respuesta satisfactoria alguna, al menos lógica, es si la constituyente es tan pacifica como la plantean, ¿por qué desde el gobierno, ministrxs, directores de organismos del Estado se obliga a lxs trabajadorxs a salir a votar? Es decir ¿por qué se ha generado un acoso y persecución laboral para ir a votar? ¿Por qué se generó una constituyente sin consulta previa al pueblo como en 199 o en 2007? ¿Por qué a algunxs trabajadorxs ya les dijeron que si no votan les botan?
Lo que sí está claramente expuesto en este error histórico es la pacificación de Venezuela a partir de la militarización, y la presencia activa de los órganos represores del Estado que pasean por nuestras calles con fusil en mano y encapuchados como para que nos sintamos protegidxs y agradecidxs de su grata presencia y amabilidad.
Finalmente, la Constituyente es entonces un acto de fe: para unxs es el milagro que resolverá la crisis económica y meterá presos a los opositores, para otrxs es el milagro que esperamos ocurra antes del domingo 30 de julio del año en curso, que se rectifique a tiempo y se terminen de hacer los pactos y negociaciones que nos permita ver un horizonte más certero, salidas justas a esta crisis que nos lleve a un mejor vivir y convivir.
Lo que verdaderamente es tenebroso es la sucia realidad que se construye detrás de cada fe manipulada desde arriba. La constituyente es la conformación de un gobierno con poderes absolutos, partidizado y sin ningún límite, hasta ahora más que una propuesta de nueva constitución, se está ofreciendo es la posibilidad de que el gobierno del PSUV termine de barrer los límites constitucionales para ofrecer una salida autoritaria y corporativa a la crisis. Así sólo nos queda una última pregunta, ¿qué hacemos los que vivimos diariamente la crisis frente a este nuevo Estado-gobierno re-estructurado que se nos viene encima?, parece que volveremos a esa frase que abre el libro del Hombre Rebelde de Albert Camus: