Aumenta presencia indígena en periferia de ciudades mexicanas

20.May.05    Análisis y Noticias

Jueves 19 de mayo de 2005

Diario La Jornada

El 95% de las comunidades, en alta o muy alta marginación, destaca el organismo

En las grandes ciudades, 36% de los indígenas, reporta el Conapo
Sin acceso a la educación, uno de cada seis menores Persisten actos de discriminación de gobiernos y sociedad: Gálvez Convoca Creel a combatir la intolerancia hacia esos pueblos

Al dar a conocer un estudio sobre la situación de los indígenas en México, la secretaria general del Consejo Nacional de Población (Conapo), Elena Zúñiga, destacó el incremento de la migración de los habitantes de zonas indígenas hacia las grandes ciudades, donde actualmente residen ya 36 por ciento de ellos. En la actualidad, hay seis ciudades donde existen más de 100 mil indígenas cuyas condiciones de vida, si bien son menos precarias, no dejan de ser foco de profunda preocupación, por el escaso acceso a los servicios públicos, el cual es de por lo menos la mitad frente a los que tiene la población no indígena.

En su oportunidad, la directora de la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas, Xóchitl Gálvez, reconoció la existencia de prácticas de discriminación en los tres niveles de gobierno para abordar el tema indígena y sus necesidades. Durante mucho tiempo, las instituciones no ubicaron que la problemática de estos pueblos era “seria y grave”.

A su vez, el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, mencionó que sólo pugnando por una mejor condición de los pueblos indígenas se puede pensar en el desarrollo del país. Sólo trabajando en su sustentabilidad, combatiendo la desigualdad, marginación y pobreza, puede entenderse que el país avance en su democracia, pues ésta implica igualdad de derechos.

‘’Como observamos, el porcentaje de la población indígena en México no es pequeño ni tampoco decrece significativamente. Por ello es que estamos obligados a redoblar esfuerzos para atender integralmente sus demandas de educación, vivienda y salud. Es preciso trabajar el doble para erradicar toda práctica discriminatoria en su contra y, sobre todo, para que la intolerancia no sea factor que impida su desarrollo.

En este contexto, al término del evento, Gálvez intentó justificar al presidente Vicente Fox en su polémica declaración sobre los negros: “a todos se nos llega a chispotear. Yo conozco al presidente Fox , he tenido cercanía con él, y no es un hombre racista. Nunca lo he visto en ninguna actitud racista. Si fuera un hombre racista me dijera que para este tema no hay y sus actitudes fueran de menosprecio; yo creo que vale la pena que le perdonen, no exageren'’.

En el salón Juárez de la dependencia, Zúñiga presentó el libro Clasificación de localidades de México según grado de presencia indígena, el cual, dijo, será fundamental para detectar la distribución y carencias de esta población, y definir así las políticas públicas para revertir esos rezagos.

Destacó que hay 38 mil 712 localidades indígenas -con más de 70 por ciento de población residente-, con menos de 2 mil 500 habitantes, donde 35 por ciento reportan niveles de alta marginación y 60.7 de muy alta marginación. Solamente en 4.3 por ciento de ellas existen niveles medios de este indicador.

Añadió que a pesar de la elevada dispersión de los pueblos indios, 90 por ciento se concentra en 12 entidades federativas: Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Yucatán, Puebla, Hidalgo, Guerrero, estado de México, San Luis Potosí, Quintana Roo, Michoacán y Campeche.

Por ello, la funcionaria destacó la necesidad de que los gobiernos de esos estados y el federal coordinen esfuerzos para impulsar medios de desarrollo incluyentes y no discriminatorios basados en una relación de corresponsabilidad en la que los integrantes de los pueblos indígenas participen no sólo como objetos de atención, sino también sujetos de derechos y promotores de su propio derecho.

Zúñiga insistió sobre la marginación de los pueblos indígenas en zonas urbanas. Tras destacar que existe marginación manifiesta en la dotación de servicios frente a la población no indígena, citó que alrededor de 175 mil niños y niñas indígenas de 6 a 17 años no asisten a la escuela. Esto es, uno de cada seis menores de edad.

Igualmente dio cifras sobre avances en otros indicadores: mientras la esperanza de vida de los no indígenas aumentó de 68.6 años a 75.6, en los indígenas pasó de 68.8 a 73.7, y la mortalidad infantil se redujo de 437 a 279 por cada diez mil nacimientos. “Sin embargo, los rezagos son de tal magnitud que reclaman redoblar las acciones para abatir desigualdades.'’

Gálvez subrayó por su parte la persistencia de actos discriminatorios, tanto entre las instituciones de los tres niveles de gobierno como entre la población misma. Citó el caso de 50 familias otomíes que se enfrentaron tras ser excluidas de un programa de vivienda en la colonia Roma de la ciudad de México.

Destacó también que los números que contiene el libro sólo ratifican los niveles de marginación y desigualdad que prevalecen en nuestro país en los más diversos indicadores de salud, educación y vivienda. En tal sentido, destacó la importancia de tener información desagregada de los pueblos indígenas para tener mayores elementos para la discusión con las instituciones, a fin de impulsar políticas públicas.