Las reflexiones del Che sobre el socialismo

27.Feb.06    Análisis y Noticias

Nota de Clajadep:
Muy interesante este artículo, pues pone en cuestión el problema de fondo del socialismo, la economía de transición hacia la sociedad sin clases, en especial la forma de abordar en Venezuela las tareas económicas para poder hablar de socialismo del s.XXI. Creemos que presenta líneas de investigación y discusión que deben ser profundizadas. Por ejemplo: si el Che estaba en contra del cálculo económico y de la NEP, cómo es posible que la casi totalidad de los economistas y funcionarios de los países socialistas hayan optado por esa manera y no por la centralización que acabaría progresivamente con la propiedad?
También es posible preguntarse en qué medida la centralización económica debe ser entendida también como la centralización política.
Es decir, si todas las propiedades productivas pasan a manos del estado, y si éste fuese descentralizado, no era o no es la oportunidad de entregar los medios de producción a la democracia directa de las comunas, o consejos o soviets? No era eso lo que en el fondo debía haber hecho Gorbachov?

Y que conste que éstas son solamente algunas de las preguntas que podrían derivarse de la lectura de este artículo.
Con la información que aporta el articulista se entiende el odio de la URSS hacia el Che.

Veamos pues el texto y pensamos que es bueno copiarlo para discutirlo más a fondo en grupos, colectivos y barrios, en especial donde se discute la autogestión y la necesidad de contar o no con el estado para las tareas de transformación, donde nosotros podemos aportar que no se necesita ese estado para desarrollar la economía local, pues si vamos a ello, cuál es el problema de empezar por ahí? La respuesta de los burócratas de la izquierda será de espanto, obviamente, pues se extingue su rol. La tarea entonces de la autoorganización social y el autogobierno local es la de asumir plenamente todas las tierras, las fábricas y demás medios de producción, así como las funciones llamadas económicas (producción, distribución y consumo) revirtiéndolas en beneficio de los mismos protagonistas locales. Eso sería autonomía. De allí a pasar al intercambio horizontal entre comunas hay un solo paso. Y así como la descentralización inmediata de la economía y del estado, lo mismo debe entenderse de la defensa.

El artículo:

Las reflexiones del Che sobre el socialismo: se publica Apuntes Críticos a la Economía Política

x Jesús Arboleya Cervera
La Haine

El cuestionamiento del “centralismo democrático” y el papel de los sindicatos en el socialismo; la participación de las masas en la dirección y control de la actividad económica, así como la transformación de la “propiedad colectiva individualizada” en propiedad social, son algunos de los problemas que aborda el Che y que mantienen toda su actualidad, toda vez que se trata de asuntos aún pendientes en la agenda política y económica del socialismo
Mediante un esfuerzo conjunto del Centro de Estudios Che Guevara y la editorial australiana Ocean Press acaba de ser publicado el libro largamente esperado Apuntes Críticos a la Economía Política de Ernesto Che Guevara. Esta obra recoge reflexiones inéditas del Che respecto a la economía socialista, así como sus valoraciones del vínculo de esta economía con los aspectos subjetivos que exige la construcción de una nueva sociedad.

Se trata solo de eso, “reflexiones”, en su mayoría escritas entre 1965 y 1966, cuando aprovechó un breve período de obligado reposo, entre el fin de la campaña en el Congo y la preparación de la lucha guerrillera en Bolivia. No obstante, la rigurosidad del método y su brillante exposición, editados con cuidadosa coherencia, permiten distinguir con claridad sus criterios sobre problemas centrales en la construcción del socialismo, sus estudios al respecto, y resumir buena parte de las conclusiones a las que arribó en el debate que, alentado por él, tuvo lugar en Cuba –con ramificaciones internacionales– durante el período previo, en que fungió como ministro de Industrias.

En ese debate, el Che defendió la implantación del Sistema de Financiamiento Presupuestario (planificación y dirección centralizada de la economía), frente a los que abogaban por el Sistema de Cálculo Económico (autogestión empresarial) establecido en la URSS y el resto del campo socialista europeo. Publicados en Cuba en 1963 y 1964, los principales trabajos referidos a este debate están recopilados en otro libro, El gran debate sobre la economía en Cuba, también publicado por Ocean Press en el 2003, por lo que Apuntes permite profundizar en estas ideas y avanzar en lo que Fidel Castro consideró la esencia de la posición del Che, a saber, su oposición a concebir el desarrollo del socialismo partiendo de las mismas leyes y categorías económicas del capitalismo 1 .

A modo de prólogo, Apuntes críticos a la Economía Política, reproduce fragmentos de una carta del Che a Fidel antes de su salida para el Congo. En ella critica el sistema soviético y cuestiona las tesis que dieron origen a la Nueva Política Económica promovida por Lenin; considera el modelo de Cálculo Económico como “heredero de un capitalismo que ya está superado” –refiriéndose a que responde al sistema capitalista premonopolista– y define al Sistema de Financiamiento Presupuestario a partir de una serie de ingredientes donde se destacan la planificación y dirección centralizadas –“centralizar tanto como lo permitan las circunstancias”–; la eliminación en lo posible de las categorías económicas capitalistas para el desarrollo de una conciencia socialista y la apropiación de los últimos adelantos administrativos y tecnológicos del capitalismo, con el fin de organizar la economía del país a partir del modelo de los grandes consorcios monopólicos.

A esta carta sigue el “plan tentativo” del libro que nunca tuvo tiempo de escribir, pero que pudiera servir de base temática para el estudio del socialismo contemporáneo e induce sus ideas al respecto. De este libro solo completó el prólogo, donde explica la “necesidad” de tal obra, y concluye con un premonición que resultó de pasmosa certeza: “Muchos sobresaltos esperan a la humanidad antes de su liberación definitiva pero –nos guía el absoluto convencimiento de ello– ésta no podrá llegar sino a través de un radical cambio de estrategia de las principales potencias socialistas”.

El libro continúa con una breve “síntesis biográfica de Marx y Engels”, que más bien constituye un resumen bibliográfico, donde resalta los aspectos fundamentales de cada obra y analiza la evolución del pensamiento de los fundadores del marxismo. A ello sigue lo que pudiera ser considerado el “plato fuerte” del compendio desde el punto de vista teórico: la crítica pormenorizada del Che a la doctrina del sistema socialista soviético, a partir del análisis del Manual de Economía Política, editado por la Academia de Ciencias de la URSS en 1963.

El intercambio desigual entre los países industrializados y los dependientes, incluso en el caso de los países socialistas desarrollados; el impacto de la explotación imperialista en la conciencia de la clase obrera de esos países y en sectores obreros de los países subdesarrollados privilegiados por las inversiones extranjeras; la cohesión internacional que adquiere la burguesía internacional; el tránsito del sistema colonial al neocolonial; la conceptualización del período de transición entre el capitalismo y el comunismo; la dictadura del proletariado y la posibilidad del socialismo en países subdesarrollados; la planificación como ley fundamental del socialismo; la supervivencia de las categorías económicas capitalistas en el proceso de tránsito y las políticas al respecto; el cuestionamiento del “centralismo democrático” y el papel de los sindicatos en el socialismo; la participación de las masas en la dirección y control de la actividad económica y el papel del Estado como gestor especializado de esta actividad, así como la transformación de la “propiedad colectiva individualizada” en propiedad social y la adecuada combinación de estímulos materiales y morales, son algunos de los problemas que aborda el Che con extraordinaria originalidad en estas notas, de por sí polémicas, pero que mantienen toda su actualidad, toda vez que se trata de asuntos aún pendientes en la agenda política y económica del socialismo.

El libro continúa con reflexiones del Che respecto a obras de Carlos Marx y Federico Engels; algunos documentos soviéticos y, especialmente, Lenin. Aunque el Che expresa su admiración por el líder revolucionario soviético, en estas notas desarrolla sus críticas a la NEP. En tal sentido, culpa a esta política de los problemas posteriores del modelo soviético, pero, en contradicción con los teóricos soviéticos del momento, que la asumían a partir de una proyección estratégica, el Che le achacaba un origen táctico, que la muerte de Lenin impidió rectificar. “Lo malo de la retirada es la desbandada”, decía el Che, “los ‘guerreros’ soviéticos vivieron en permanente retirada sin darse cuenta de ello y después enderezaron hacia un objetivo falso. Resultado: un callejón sin salida”.

Estas notas también incluyen un comentario respecto al folleto de Mao Tse Tung, Sobre la contradicción, publicado en Cuba en 1963, donde al parecer el Che coincide con el dirigente chino en que la contradicción fundamental del momento no es entre el imperialismo y el campo socialista, sino entre el imperialismo y los pueblos oprimidos, porque estos son la base de la existencia del imperialismo. En relación con esto concluye: “Sin socialismo puede haber imperialismo, pero no sin explotación de los pueblos, de donde la lucha principal será la de la liberación de los pueblos”.

El libro finaliza con fragmentos de las actas de algunas reuniones presididas por el Che en el Ministerio de Industrias, donde se analizan problemas específicos de la teoría económica del socialismo y la manera de aplicarla en Cuba. En la espontaneidad de estas discusiones con los cuadros administrativos encargados de dirigir la política industrial del país, es donde salta a la vista el “método” de dirección del Che. En un clima de absoluta democracia se llevan a cabo las discusiones más acaloradas, el Che estimula el debate, prefiere a los oponentes honestos que a los seguidores incondicionales. No se cansa de tratar de hacer comprensible los problemas teóricos más complejos a compañeros escasamente preparados. Pretende que actúen de manera consciente, convencidos de lo que están haciendo, lo que convierte la dirección administrativa en un ejercicio político.

Al mismo tiempo, se trasluce la urgencia de un dirigente que enfrenta los inmensos problemas cotidianos de la construcción socialista. El Che organiza con rigor la actividad de su ministerio e impone una férrea disciplina administrativa; su ejemplo sirve de base a un estilo de trabajo que insta a los demás a ser también ejemplares; no obstante, también castiga a los incumplidores, los obliga a superarse constantemente, a cumplir con sus obligaciones como un deber moral, en la esperanza de que ello también se convierta en una satisfacción personal, lo cual logró en la mayoría de los casos, para establecer la diferencia entre el dirigente estatal revolucionario y el burócrata.

Estas actas constituyen un modelo de combinación de la teoría con la práctica; de un pensamiento extraordinariamente abarcador y de la frenética acción cotidiana, aplicada con el tino de una adecuada proyección intelectual. Evidentemente, para el Che ambas cosas marchaban paralelas y resultaban indispensables para la construcción del socialismo, especialmente en un país constantemente agredido, en lucha por su supervivencia. Los Apuntes, en definitiva, nos permiten conocer mejor al hombre y, al conocerlo, se supera a su propio mito.

Nota

1 Fidel Castro: “Discurso por el vigésimo aniversario de la muerte de Ernesto Che Guevara”, en Ernesto Che Guevara: El gran debate sobre la economía en Cuba, Ocean Press, Australia, 2003, p. 403.