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Papá Doc Piñera

09.11.10

Papá Doc Piñera

El gobierno de la alianza empresarial-militar se ha caracterizado por instalar progresivamente una imagen patriarcal de un presidente que está en todas, se preocupa y propone soluciones inmediatas. Su ministro de minería aparece como el “salvador” de los mineros atrapados, de quienes se escondió que habán enviado un saludo a los mapuche en huelga de hambre, en tanto el ministro de salud visita los hospitales destruidos por el terremoto mostrando en la TV a hombres trabajando en la reparación y anunciando que a mediados del siguiente año estarán en pleno funcionamiento. O sea, se trabaja y se resuelve. Sin embargo Papá Piñera, al igual que Mamá Bachelet en su época mandaba a sus ministros a conversar con los mapuche por temor a manifestaciones, no se atreve a acompañar el secretario de Salud, enviando en su lugar a la primera dama para que apague fuegos con su sonrisa, sin conseguir alcanzar la imagen “pepsodent” de virgen María o de Gioconda que conseguía Mamá Bachelet,

Como a Papá Piñera le gusta estar en todas, llamaron en su nombre al presidente de un club de fútbol para que fuese de candidato sacando al anterior que había colocado a Bielsa, quien cometió el pecado mortal de desairar a la máxima figura de la patria denhonrada por el argentino, sólo que el presidente del club escogido es un español, que habla con acento español, viste como español y camina como español y ahora se encuentra con una sorpresiva oposición de hinchas de diversos clubes que convocan a protestar por la intervención de las altas esferas en un terreno que ya está sumamente intervenido por los intereses comerciales, las altas sumas de ganancias y las grandes empresas.

Eso llevo a Papá Doc Piñera a mandar a la dirección de la TV Chile Visión que el programa Tolerancia Cero de ayer invitase a su persona para presentar descargos y evitar que el caso pase a mayores. Ahí los periodistas lo bombardearon, pero Papá Doc volvía una y otra vez a lo mismo, que ahora toca el turno a la salud y la educación, como una lección aprendida, le preguntaban de los ovnis y respondía que la salud y la educación verán su auge, le preguntaban sobre dinosaurios y nuevamente la salud y educación.

Tan bajo ha caido el show de los mineros, que ahora han aprovechado la oportunidad más de mil trabajadores de la mina Coyahuasi ocupando la histórica Escuela Santa María, donde las huestes militares habian asesinado más de 3 mil mineros con sus familias. Los mineros esta vez se han encerrado de muto propio y ni con cohete-bala los van a sacar de ahí.

Este gobierno ha ido perfilando, tal como el de Duvalier en Haití, una relación directa de poder patriarcal sobre la población, soslayando la intermediación de los partidos e implementando una práctica social autoritaria benefactora, en la forma de dádivas o prebendas generosas que se hacen llegar a los necesitados, como el premio en becas de estudio que se ha entregado a algunos de los hijos de damnificados del terremoto.

La entrega de esos regalos se hace con un enorme despliegue de autoridades y la corte palaciega, policías por todas partes y decenas de reporteros y camarógrafos de los medios que participan activamente en la construcción de esa nueva imagen del sucesor del sillón de O’Higgins, el “padre” de la patria. Dirigentes sociales de la UDI, Renovación Nacional e independientes son capacitados desde los municipios para dar latigazos a los miembros de las agrupaciones, tales como comités de vivienda, salud, cesantía, tercera edad, mujeres, jóvenes y otros, promoviendo el soplonaje, el amiguismo, oportunismo, uso y rapiña de los fondos para “prestar” a los asociados, quienes tienen así a la mano un “banco” sin intereses, en una modalidad sutil acompañada de cerca por concejales y activistas que muy luego serán beneficiados con cargos institucionales. Una de las características de esas formas de organización es ir dando gritos cuando hay ruidos en las reuniones, aplicando gestos, voces y actitudes enérgicas sobre los asistentes, traer líderes que aportan con noticias positivas respecto a la problemática que les convoca, sin dejar pasar ningún avance o información a menos que se haga sobre la base de un ritual donde se reafirma la justeza del camino escogido y la importancia de que continúe el líder a cargo de los trabajos. Otra argucia es nombrer padrinos y madrinas para la “organización”, con lo cual se ha llegado al extremo de que organizaciones de 100 personas tienen como madrina a la primera dama y como padrino al concejal UDI del municipio. No hay horizontalidad ni asambleísmo, sino verticalidad y autoritarismo, se abre democráticamente el diálogo para ver si existen preguntas, o sea, debate e intercambio de arriba-abajo, para descansar el eje de las decisiones en la respuesta que dará el dirigente. No hay ninguna posibilidad de cuestionar, proponer o criticar, pues las reuniones son mera agrupación del ganado que debe escuchar en silencio las decisiones del poder.

De esa manera se aseguran de que la forma de autoridad paternal de Papá Doc sea reproducida en cada escalafón inferior, repitiéndose hacia abajo como una bola de nieve, lo que contribuye a la concentración de la atención en la mera reivindicación y formas de subordinarse a las reglas del juego. Está claro que esta modalidad iniciada por los militares, fue debidamente aprovechada y ampliada por los partidos de la Concertación, ya que trae réditos en la forma de votos hacia aquellos líderes destacados, por lo que el embate político es ahora quien ocupa los cargos públicos locales desde donde manejar estos modos de agrupar gente para distribuirles algunos reducidos fondos públicos y gritonearla mientras hacen la fila de meses. No es posible cambiar a los dirigentes, pues se les entrena para formar camarillas y lanzar la idea de que tienen muy buenos contactos, que son sus virtudes personales las que están ayudando a la obtención de resultados y se les muestra como miembros de una elite local codeándose con los concejales, presidentes de juntas de vecinos y utilizando insistentemente la infraestructura vecinal para sus fines, haciendo un bingo y una rifa cada vez para amenizar el rato y sembrar la esperanza de que alguna vez serán ganadores. Todo ello va esparciendo la sensación de pasividad, compás de espera y adoración a los dirigentes, los que por su vez se encargan boca a boca de desprestigiar a aquellos que podrían levantar formas alternativas de entender y operar las reuniones y las organizaciones.

Sin embargo a Papá Doc le ha salido gente al camino, que ya no son las mismas prácticas de control de las herramientas administrativas para acarrear gente, sino procesos de autoorganización barrial que por fuera de las instituciones generan instrumentos propios para buscar soluciones con sus propias manos, generando así la autoconciencia de que el empoderamiento, protagonismo y autonomía son las modalidades de encuentro de vecinos que despliegan su potencia desde abajo mediante asambleas horizontales y una nueva escuela de participación creadora que va dejando a los líderes y la dependencia de los papacitos autoritarios, en la forma de huertas comunitarias, comités de salud autónomos, centros culturales alternativos, escuelas barriales independientes, comités de comprando juntos, producción de alimentos y productos domésticos de forma autosustentable, grupos de defensa del medio ambiente.

La participación en las instituciones y procesos electorales locales desde estas nuevas formas de autoorganización autónoma aseguran que los funcionarios escogidos sean dependientes de la asamblea y no al revés. El discurso progresista que sólo reproduce esas mismas modalidades de control institucional de la población basado en la identificación ideológica, está cada vez más arrinconado, por lo que son estas experiencias prácticas las únicas formas posibles de revertir la situación, y así lo han entendido muchos que multiplican las organizaciones, acciones y movilizaciones por abajo, en el cuerpo a cuerpo de los vecinos y asegurando progresivamente alcanzar niveles de cotidianeidad que vayan transformando esos espacios en verdaderas escuelas de formación democrática del progagonismo social y comunitario, así como para los hijos que podrán escapar a la permanente ofensiva de aquellos que quieren que vivan compitiendo unos contra los otros para resultar ”vencedores”.

Abrazos

Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)
profesor_j@yahoo.com


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