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Se acerca el fin del populismo kirchnerista? Estalla crisis de la vivienda en Argentina. Fuertes choques dejan varios muertos.

12.12.10

Luego de cuatro jornadas de violencia que dejaron por lo menos tres muertos y varios heridos, el Gobierno decidió ayer rodear el parque Indoamericano con la Gendarmería y la Prefectura, en un intento de pacificar la zona.

La medida fue tomada tras dos reuniones en la Casa Rosada, de las que participaron funcionarios nacionales, del gobierno porteño y delegados de organizaciones sociales que representan a los ocupantes del predio en Villa Soldati. En esos encuentros no se logró acuerdo sobre la resolución del tema central de la ocupación del predio, pero con la presencia de las fuerzas de seguridad se vivió la primera jornada de calma en el lugar desde que comenzaron los incidentes.

La orden recibida por la Gendarmería y la Prefectura fue que controlaran el predio, pero sin desalojar a los ocupantes ilegales. Aunque la tensión no desapareció, con el perímetro de seguridad armado por unos 1200 efectivos disminuyó el riesgo de enfrentamientos entre vecinos y los que tomaron posesión del parque. Los gendarmes armaban anoche un listado de los ocupantes del lugar y sólo esas personas eran autorizadas a pasar por la barrera de seguridad, previo chequeo de sus pertenencias, en busca de evitar el ingreso de armas al parque. Tampoco se permitía la entrada con materiales de construcción o maderas.

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, anticipó a media tarde la decisión oficial de enviar fuerzas federales al parque Indoamericano. Hizo el anuncio acompañado por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y por Sergio Berni, secretario de Gestión del Ministerio de Desarrollo Social y uno de los funcionarios con mejores contactos con las organizaciones sociales y piqueteras. La presidenta Cristina Kirchner no participó de los encuentros en la Casa Rosada, a los que sí asistió el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri. “Este conflicto no se resuelve expulsando a palos a la gente”, dijo Fernández, tras sostener dos reuniones con Macri, y sus principales colaboradores. Luego, defendió la determinación de enviar un importante contigente de fuerzas federales a custodiar la zona: “Esta medida se toma para que no exista posibilidad de nuevas entradas y para poner orden a esta situación y garantizarnos un funcionamiento ordenado y sin conflictos”.

Macri había reclamado que la Policía Federal o la Gendarmería tuvieran intervención frente a la caótica situación social. También pidió asistencia policial para desalojar el parque Indoamericano. La Casa Rosada se negó a dar esa ayuda, con el argumento de que los incidentes mayores comenzaron el martes último, tras una acción combinada de la Policía Federal y la Metropolitana. Tres personas murieron desde los primeros choques, mientras que el SAME informó anteanoche de otro fallecimiento, puesto en duda ayer por la Policía Federal.

De todas maneras, los funcionarios nacionales ordenaron, finalmente, la presencia de fuerzas federales para evitar nuevos combates callejeros. Pero lo hicieron a solicitud de los propios ocupantes ilegales del predio, que exigieron contar con la protección física del Estado tras los fuertes incidentes de anteanoche, cuando incendiaron carpas del precario campamento.

Entre los representantes de las personas que hoy habitan el parque de Villa Soldati estuvieron en la Casa Rosada Diosnel Pérez, de la villa 20; Rosa Morales, de la Asociación Madres por la Vivienda; Alejandro Salvatierra, delegado de Villa Soldati; Berta Revilla, del comedor Los Piletones, y Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa.

Quejas de Macri

Concluida la reunión con funcionarios nacionales y delegados de los ocupantes del parque Indoamericano, y luego de que Aníbal Fernández calificara al gobierno nacional de “convidado de piedra” en la crisis, Macri habló de la “mezquindad y pequeñez” del discurso de la Casa Rosada porque estuvo “cargado de datos falsos, con comparaciones absurdas y oportunismo político”.

Dijo el jefe de gobierno: “Lo más falso y perverso fue decir que ellos son convidados de piedra en este tema”, e insistió: “Quiero recordarles que la responsabilidad del orden público y la seguridad de la ciudad de Buenos Aires es del gobierno nacional porque no ha querido transferir la Policía Federal [a la tutela porteña]”.

No obstante, rodeado de todos los ministros de su gabinete, de los diputados nacionales Gabriela Michetti y Federico Pinedo (Pro), y el vicepresidente 1° de la Legislatura, el macrista Oscar Moscariello, el jefe de gobierno celebró que, luego de tres días sin comunicación con el gobierno nacional, la Casa Rosada hubiera aceptado “por primera vez sentarse a una mesa para trabajar juntos en la resolución de una crisis tan importante”.

Macri, que estuvo acompañado también por referentes de la comunidad boliviana y paraguaya, anticipó que, una vez que la Gendarmería y la Prefectura acordonaran el predio, el gobierno de la ciudad iba a constituir “un cordón humanitario, con la presencia del SAME, de las distintas oficinas sociales y la logística de la ciudad para preservar la convivencia de todos”.

Poco después, la ministra de Desarrollo Social porteña, María Eugenia Vidal, detalló que se brindará a las familias asentadas en el parque agua, alimentos y más baños químicos para atender la emergencia.

Consultados tanto Vidal como otros funcionarios del gobierno porteño, que desde el comienzo de la crisis negaron la posibilidad de otorgar subsidios a los usurpadores, se negaron a avanzar acerca de qué solución habitacional se les dará a los protagonistas de la ocupación, si es que se les dará alguna. Todos cerraron su discurso diciendo que, “por el momento, el objetivo es la seguridad” y que en los días próximos habrá nuevas reuniones para encauzar la situación.

A las 16.30, el jefe de gobierno solicitó a los vecinos de Villa Lugano y Villa Soldati, que organizaban una marcha para las 18.30 en contra del asentamiento en un parque que usan para recreación, que no se movilizaran ni dieran lugar a nuevos hechos de violencia.

Esa marcha se produjo, de todos modos, pero el grupo de no más de 300 vecinos no se acercó al cordón de seguridad. Minutos antes, del otro lado del parque, se había realizado sin incidentes el velatorio de Juan Castañeda Quispe, una de las víctimas de los enfrentamientos.

En cambio, un grupo de manifestantes de partidos políticos de izquierda que apoyan la toma del predio chocó con hombres de infantería de la Policía Federal, el único incidente de la jornada.

CRONOLOGIA LUNES 6
Denuncia

El apoderado de las Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schoklender, denunció que “grupos de narcos” quisieron usurpar por la fuerza las viviendas que la asociación construye en un predio frente al parque Indoamericano y pidió la intervención policial.

MARTES 7
Desalojo y dos muertes

La jueza penal y contravencional porteña María Cristina Nazar emitió una orden de desalojo a la Policía Federal. En un operativo conjunto con la Policía Metropolitana, las fuerzas de seguridad procedieron al desalojo del parque Indoamericano.

Al finalizar el operativo hubo un recrudecimiento de la violencia. Por estos incidentes hubo dos muertos.

MIERCOLES 8
Más ocupantes
Tras las muertes, el Gobierno pasó a disponibilidad a dos oficiales jefes y a tres suboficiales de la Policía Federal que participaron de la represión. Un millar de familias volvieron a instalarse en el parque. El Juez Roberto Gallardo ordenó frenar otro intento de desalojo y que la Gendarmería realizara un cerco perimetral, pero el gobierno nacional desoyó este pedido.

JUEVES 9
Nueva muerte
El conflicto se agravó con un violento cruce entre vecinos y ocupantes del predio. Un barrabrava realizó varios disparos y se reportó la muerte de un hombre. Mauricio Macri atribuyó el conflicto a la inmigración descontrolada y reclamó la intervención de la Policía Federal.

VIERNES 10
Caos y confusión
En medio del descontrol, un joven de 19 años que era trasladado en ambulancia por una golpiza fue sacado por la fuerza de la ambulancia. Según denunció el SAME, fue asesinado, pero el cuerpo no apareció.

AYER
Llega Gendermería
Funcionarios del gobierno nacional acordaron con Mauricio Macri dar intervención a la Gendermería y a la Prefectura para que custodien la zona.

LOS NUMEROS 900
Efectivos de Gendarmería
El destacamento móvil de Buenos Aires, reforzado por otras unidades preparadas para el operativo en el conurbano, se desplegó por turnos en el parque Indoamericano, con varios vehículos de asalto.

250
Efectivos de la Prefectura
El cuerpo especial antitumultos Albatros fue designado para patrullar los complejos habitacionales cercanos al parque tomado y dar apoyo a la Policía Federal.

50
Efectivos de Policía Federal
Una unidad de Infantería, apoyada por vehículos hidrantes, intentó contener a una manifestación de partidos de izquierda. Hubo enfrentamientos entre los policías y esos grupos que apoyaban a los ocupantes del parque.

3
Helicópteros
Las fuerzas federales desplegaron helicópteros para vigilar la amplia zona en conflicto. Las unidades áreas cuentan con sistemas de transmisión de imágenes en directo a un centro de mando, que puede mover los cordones de seguridad de acuerdo con las necesidades tácticas.

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Testimonio de un profesor

Con infinita rabia y profundo dolor quiero compartir algunas palabras sobre lo que está pasando a pocas cuadras de la escuela donde trabajo.
No puedo hacer análisis macroestructurales ni quiero despotricar contra el fascista infradotado, simplemente contar que allí están, bajo toldos deshilachados y tapados por los mosquitos y el fango, las familias de tres alumnas mías.
Melanie reaparece hoy en la escuela, después de una semana, y me cuenta que su mamá y su papá, costureros de 20 horas por día, decidieron ir por un pedazo de tierra porque ya no aguantan más pagar el alquiler de $800 por las dos míseras piezas del hacinamiento donde viven con sus 5 hijas en la Villa Cildáñez. Dice que el dueño les cobra además $10 por cada día que se atrasan en la renta. “Y encima dice que es cristiano”, sentencia.
Mónica me cuenta que su madre resistió todas las tinieblas de la noche desde el viernes en la precaria carpa que se armó con sus manos de obrera. Ayer no durmió bajo la lona: se la prestó a otra madre que aguantaba el viento con su niña aferrada al pecho. Y hoy en la clase Mónica nos pregunta a todos, juro que textual: “yo no entiendo porqué la policía en vez de estar defendiendo a la gente se dedica a perseguir y matar a sus hermanos”.
Aylén ya no tiene miedo. Está acostumbrada porque los domingos recibe el amanecer en La Salada, contando las monedas que le dejó el fin de semana. Siempre callada, hoy se desviste las vergüenzas para explicarnos que no hay robo y sí necesidad.
Melisa cuenta que en esos terrenos del Parque hace años que hay olor a muerto. Suele ella encontrar algunos huesos y más de una vez tuvo que escapar del horror de los cadáveres. Varios dicen que sí: todos saben que allí descartan los fiambres chorros y yutas. Ese baldío, cementerio del fin del mundo, es el “espacio público” que los hipócritas dicen defender.
Kevin nos cuenta, casi entre lágrimas, que desde su terraza de la villa 20 quiso ver, pero no pudo: lo cegó el humo de la furia y la represión.
Los demás escuchan, preguntan, comprenden porque viven igual. En medio de la intensa charla, Nicole se hace una pregunta sincera: “Yo no sé si esa es la manera de conseguir una casa”. Y Ariana impecable, vocera de muchos, comparte: “Yo tampoco sé si es la manera, pero lo que es seguro es que no lo hacen porque les gusta si no porque no les queda otra. ¿Qué harían ustedes si no tienen lugar donde vivir con sus familias?”. Y vuelvo a jurar que el parlamento es casi textual.
Esto es algo de lo que pasó en el aula de quinto de la escuela 15 hoy por la mañana.
Y esto es también algo de lo que no pasó: ninguno le echó la culpa a los bolivianos, ninguno se quejó porque sí paga sus impuestos, ninguno temió porque le vayan a ocupar también el Parque Avellaneda, ninguno pensó que hay “vecinos” por un lado y “usurpadores” por el otro, ninguno pidió la policía para sentirse más tranquilo.

Eso es todo. Gracias por dejarme compartirlo.

Horacio

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Autoridades: “No hay viviendas”.

Luego de que los ocupantes del Parque Indoamericano reclamaran viviendas para retirarse del lugar, desde el Gobierno porteño afirmaron que no tienen “casas en stock” para entregar.

“Todos en la Ciudad tienen derecho a una vivienda, pero no tenemos viviendas en stock para entregar y además no es la situación en la que se debe dar un otorgamiento de viviendas”, señaló el titular del Instituto para la Vivienda porteño (IVC), Omar Abboud.

“La realidad requiere de planes de viviendas que tengan proyección a 9 o 10 años. Hay construcción de viviendas sociales en la ciudad, pero nunca van a ser suficientes”, agregó el funcionario.

En declaraciones a Radio Mitre, Abboud aclaró que igualmente se van a realizar “algunos censos” en el lugar tomado desde hace más de una semana “para identificar en términos cuantitativos” a los ocupantes.

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Silencio en la noche, ya todo está calma, el músculo duerme, la ambición descansa … un clarín se oye … La letra del viejo tango tal vez corresponda con la situación

Calma en parque ocupado por sin techo cercado por policía militar argentina
12 de diciembre de 2010 • 13:05
Centenares de familias ’sin techo’ siguen ocupando el domingo por sexto día un parque de la capital argentina, donde se impuso la calma tras la llegada de la policía militarizada el sábado, luego de violentos incidentes que dejaron al menos tres muertos y decenas de heridos.

“Está todo en calma. Todo normal”, dijo a la prensa la jueza Elena Liberatori, luego de una recorrida por el parque para verificar si se estaba proporcionando la ayuda humanitaria ordenada, como la instalación de baños químicos y de agua potable.

Unos 1.200 federales de la Gendarmería (policía militarizada de frontera) y la Prefectura (guardacostas) rodean el Parque Indoamericano, un predio de 230 hectáreas ubicado en el barrio de Villa Soldati y cercano a una villa miseria de 25.000 habitantes, en su mayoría bolivianos y paraguayos.

Ocupantes del parque que viven en esa villa, entre los que también hay argentinos y peruanos, explicaron que habían tomado la decisión porque no podían hacer frente a sus alquileres.

“Me cobran 400 pesos (100 dólares) por una piecita y apenas gano 1.000 por mes”, dijo Juan a la televisión, mientras las imágenes lo mostraban junto a su mujer y dos niñitas sentados en el barro que sucedió a una fuerte lluvia la noche del sábado.

La Gendarmería adelantó que se quedará el tiempo que sea necesario y explicó que la orden que tienen de la justicia es garantizar la seguridad en el perímetro del lugar y preservar la integridad de las personas.

Desde el martes, cuando comenzó la ‘toma’, el Indoamericano se asemeja a un campo de refugiados donde centenares de personas — muchas de ellas mujeres, niños y bebés — defienden pequeños ‘lotes’ de tierra cobijados en pequeñas carpas o precarias casillas de plástico, maderas y retazos de tela.

“Entendemos que la toma del parque no es lo correcto para reclamar una vivienda, pero nosotros venimos año tras año anotados en distintos listados de los gobiernos, que no nos han dado respuesta”, dijo Alejandro Salvatierra, un delegado de la Villa 15 que la prensa identifica como cercano al gobierno.

Desde el inicio del conflicto, los gobiernos nacional y comunal se responsabilizaron mutuamente por los hechos.

El alcalde Mauricio Macri (derecha) insiste en que la solución es desalojar el lugar con el envío de fuerzas federales, pero la presidenta Cristina Kirchner defiende su política de no reprimir las protestas.

“Macri se equivoca, no se puede usar a las fuerzas armadas frente al conflicto social”, dijo el domingo Nilda Garré, ministra de Defensa y futura responsable de ministerio de Seguridad, cuya creación fue anunciada por Kirchner el viernes, en medio de la crisis.

El llamado operativo de pacificación comenzó luego de una reunión convocada por el Ejecutivo con representantes de la alcaldía, delegados de los sin techo y líderes sociales.

En el encuentro se consensuó la participación de fuerzas militarizadas para custodiar el lugar y el gobierno nacional se mostró dispuesto a facilitar terrenos públicos para que la comuna construya viviendas sociales.

La ‘batalla de Soldati’ estalló la noche del martes, pero el pico de tensión se produjo la noche del viernes, cuando un grupo de vecinos, apoyados por grupos de choque, intentaron desalojar por la fuerza a los intrusos voceando insultos contra los inmigrantes bolivianos.

El día anterior, el alcalde porteño, Mauricio Macri (derecha), había atribuido la toma a una “inmigración descontrolada” y a “organizaciones delictivas”.

La embajada de Bolivia advirtió que esas declaraciones habían generado “un clima de xenofobia en contra de la comunidad boliviana” y exigió disculpas públicas del alcalde, probable candidato presidencial para 2011.

En la capital argentina unas 300.000 personas viven en condiciones de extrema precariedad, según cifras de la comuna.


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