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El Carnaval de La Legua
La palabra legua hace alusión a una medida de distancia, una legua tiene una x cantidad de metros. En Chile hace alusión a un barrio santiaguino de fuerte tradición de lucha social y de resistencia contra la dictadura. Ese barrio no es pequeño, está inmerso en la comuna San Joaquín y contiene algunas de las fábricas más grandes de la historia del país, entre otras, Sumar, poderoso conglomerado textil de épocas pretéritas localizado en la intersección de las calles Las Industrias con Primero de Mayo, cuyos miles de trabajadores jugaron un rol importante en el proceso de la Unidad Popular, luego en el distanciamiento de la clase obrera respecto de los partidos burocráticos y de resistencia armada contra el golpe militar de septiembre de 1973. Allí llegaron Carlos Altamirano y Miguel Enríquez, líderes del Partido Socialista y del MIR respectivamente para intentar aunar esfuerzos en la lucha contra la ofensiva militar. Allí los trabajadores realizaron unas de las más heroicas batallas de enfrentamiento contra el potente ejército pinochetista, siendo bombardeadas las instalaciones fabriles y posteriormente las casas de las adyacencias por donde se retiraban las columnas de obreros aguerridos y dispuestos a poner el cuerpo por delante de las bayonetas. Hoy día esa fábrica no existe y sus viejos galpones están a la espera de que la población más temprano que tarde los recupere para levantar un merecido monumento a los aguerridos trabajadores textiles que rompían con las capas dirigentes y anunciaban una conciencia de protagonismo desde abajo.
Esas jornadas están vivas en la piel ardiente de la población de La Legua, aunque el miedo haya sido la tónica posterior por las constantes incursiones militares y la bota permanente durante años y años en represalia por la valentía y audacia demostrada por los obreros y vecinos del sector. Poco a poco la gente ha comenzado a salir del letargo. Durante la dictadura allí salieron por centenares a las calles los combatientes a levantar barricadas que se erigían como una gigantesca cadena de fuego por todos los barrios periféricos de la capital y de otras ciudades. Tanto fue así que los militares y partidos políticos de oposición corrieron a establecer acuerdos de una “democratización” para una dictadura civil que cerrara el paso como cortafuegos a la notable multiplicación por abajo de la resistencia antidictatorial.
El establecimiento de un gobierno civil no logró engañar a la población de La Legua y de muchos otros lugares, ni amarrarla a las nuevas autoridades demagógicas portadoras de la gran aspirina social, sin embargo es perceptible que la población inclina su apoyo hacia los partidos de la Concertación de la Democracia, en tanto una enorme y notoria proporción decide abstenerse y no inscribirse en los registros electorales. El Partido Comunista, vapuleado ante la población por su comportamiento burocrático durante el gobierno de Allende y sus vacilaciones en las filas de la resistencia activa, ve crecer corrientes de jóvenes y pobladores con espíritu crítico que luego van a irse para engrosar las filas de la resistencia armada mientras otros descascaran al PC como una cebolla organizando una corriente crítica tras la otra. Posteriormente en el gobierno civil, para atraer votos de los vecinos de este barrio, el PC levanta como candidato local al vocalista del grupo Legua York, que se ha hecho famoso y muy querido por su imagen popular, con la sorpresa generalizada de que no alcanza a reunir los sufragios necesarios. La memoria histórica es persistente, pertinente y pertinaz.
Hoy día el PC de La Legua, asi como otros partidos de “izquierda”, no participan de la dirección de los asuntos sociales, barriales y comunitarios, sino que están integrados como uno más dentro de las modalidades de coordinación horizontal que han alcanzado los vecinos del sector, más aún cuando en la actualidad se han aliado a los partidos que dirigieron el modelo neoliberal concertacionista, por ejemplo, en la organización del Carnaval de La Legua, donde alrededor de casi 20 organizaciones culturales y barriales preparan activamente la jornada del 18 de diciembre desde las pequeñas cosas y lugares donde cada persona cumple su rol.
Esta actividad popular barrial va a cumplir su 6o. aniversario, reuniendo tinkus, grupos de baile, colectivos de tambores, grupos folclóricos, niños, centros culturales y una variedad de formas de agrupamiento y acción barrial, que se han caracterizado por definirse como autónomos y distantes de los partidos políticos, uno de los pocos lugares donde el hegemonismo ha sido puesto en cintura, aunque ya ello es perceptible en diferentes barrios de la capital donde poco a poco la autonomía va sustituyendo el papel dirigente de los partidos y orgánicas políticas de todo tipo.
Esa autonomía va acompañada de criterios organizativos y metodológicos que han nacido de las propias experiencias en tanto algunos se han nutrido de ejemplos provenientes de otros lugares, como los municipios autónomos zapatistas, las asambleas vecinales argentinas y, en especial, la autonomía de la comunidad mapuche, observándose muchas alusiones a la lucha de ese pueblo como afiches, artesanías, banderas y otras modalidades, en tanto es posible verificar la presencia de representantes de esa comunidad en los apellidos y en la cara de muchos pobladores, donde además la cultura andina de los tinkus es sumamente decidora, con lo que se constata que las raíces de Abya Yala están muy claramente expresadas.
Con esa tradición de lucha y ese trasfondo cultural, no es de extrañar que La Legua sea un espacio extremadamente controlado y acosado por la represión estatal mediante constantes patrullajes, controles de identidad, acoso y amedrentamiento que han sido asumidos con mucha conciencia y serenidad por la población, que ya no se deja avasallar. Prueba de ello es que los afiches alusivos al Carnaval contienen la frase “Se hace a mano y sin permiso” y una de las maneras de integrar diferentes actores a la actividad es colocando carteles en los comercios que dicen “Este almacén se pone con el Carnaval” donde pequeños comerciantes colaboran de buen grado con alimentos, materiales y algún dinero.
Varios de los presos muertos en el incendio de la cárcel de San Miguel son provenientes de La Legua, por lo que las familias y el barrio están de luto y la organización del Carnaval ha decidido suspender el pregón y destinar varias iniciativas, entre ellas guardar momentos de silencio, en memoria y homenaje a esos hijos del barrio consumidos por el fuego del sistema, el mismo que bombardeó a sus padres y abuelos. Nadie necesitó hacer una exposición de motivos, nadie necesitó explicar o argumentar la situación, dando por sentado que hay un consenso irredargüible de que se trata de víctimas del estado, una expresión más de la acción represiva contra la población de los barrios populares. Los más de 25 representantes de organizaciones y dinámicas barriales que se encontraban en la última reunión de planificación de este potente Carnaval, jóvenes, señoras, adolescentes y hombres mayores, entre los cuales se encontraba quien escribe estas notas, mostraban en sus rostros el dolor y la ira provocados por el execrable crimen institucional.
Otra actividad bastante imbricada con el Carnaval, pues muchos de sus participantes se encuentran activamente colaborando y participando, es la Primera Feria Navideña, ya que aspira a la continuidad, donde decenas y decenas de vecinos traen sus productos y alimentos para efectuar una dinámica de fiesta donde pueden verse banderas mapuches y la wiphala andina y funcionará hasta el 24 de diciembre, por lo que es posible que gente de otros barrios pueda venir a contribuir con su presencia para hacer amistades y aprender de la experiencia. Para el día 18 de diciembre pueden venir a encontrarse y seguir las alternativas del Carnaval en la plaza de la Feria Navideña, al comienzo de la calle Artes y Oficios, desde las 19:00h. aunque desde antes puede verse el hormiguero de decenas y decenas de jóvenes y familias yendo para acá y para allá en torno a la Feria y los preparativos del Carnaval, muchachos y muchachas pintando carteles y lienzos, gente transportando trajes e instrumentos, en fin, como decimos, un hormiguero.
Aún no sabemos cuantos grupos y cuantas personas por grupo podrán participar en el TraVol, Trabajo Voluntario Autónomo y Comunitario del 10 de enero al 20 de febrero 2011 en el poblado de Polpaiko, comuna de Tiltil, pero lo que si podemos estar seguros, por las conversaciones ya sostenidas, es que contamos con el apoyo de gente del Carnaval de La Legua para el Carnaval de Polpaiko, así como ya contamos con el apoyo de organizaciones barriales de la Villa Francia y otros barrios.
Participe usted también con su familia y colegas en el TraVol2011, reciba todas las informaciones a través de unlibre@gmail.com
Abrazos
Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)
Universidad Libre
http://www.ulibre.org
http://clajadep.lahaine.org