Salvadoreños recuerdan a las 30.000 víctimas del levantamiento indígena de 1932
Por Agencia EFE – 22/01/2011
San Salvador, 22 ene (EFE).- Con una mezcla de rituales maya y celebraciones católicas, las agrupaciones indígenas salvadoreñas recordaron hoy a las 30.000 víctimas de un levantamiento ocurrido en 1932, en contra de la dictadura del general Maximiliano Hernández Martínez (1931-1944) y exigieron al Gobierno “resarcir daños”.
El representante de la Coordinadora Nacional Indígena, Amado Ramos, explicó hoy a Efe que este fin de semana los descendientes de los pueblos originarios, en diferentes localidades del occidente del país, rendirán un tributo a sus “antepasados caídos” en el levantamiento de 1932.
Las actividades programadas para recordar a las 30.000 víctimas incluyen misas, rituales maya, conferencias históricas y presentación de agrupaciones musicales.
Aseguró que en el marco de la conmemoración del 79 aniversario de la matanza exigen al presidente Mauricio Funes que se inicie un proceso de diálogo con los representantes de los pueblos originarios para resarcir los daños morales y materiales de este hecho con acciones que incluyan la redistribución de tierras entre los indígenas.
Por su parte, el encargado de Promoción Social de la Alcaldía de Izalco, Will Pinto, localidad bastión del levantamiento indígena, explicó a Efe que el temor entre los pueblos originarios, a raíz de estos sucesos, provocó la pérdida acelerada de “costumbres, tradiciones y la lengua Náhuat”.
“Nuestros abuelos se organizaron contra el sistema que existía de explotación y de expropiación de tierras comunales, su principal lucha fue recuperar las tierras, demandar mejores salarios, mejor salud, mejor educación”, destacó el organizador de algunas actividades conmemorativas en la localidad de Izalco (occidente).
El pasado 12 de octubre Funes pidió perdón a los pueblos originarios por el “exterminio” y “la persecución” a las que han sido sometidos, un reconocimiento que a juicio de Pinto es insuficiente porque “hace falta más compromiso” del Gobierno con estas agrupaciones.
“Así como se han hecho otros pronunciamientos en el caso de los jesuitas (asesinados en 1999), monseñor Óscar Arnulfo Romero (asesinado en 1980) que el Gobierno ha pedido perdón, quisiéramos escuchar del presidente que pida perdón a las familias, a los descendientes de los asesinados hace 79 años”, sostuvo.
Durante ese levantamiento, miles de campesinos y obreros armados con machetes tomaron el control de varias poblaciones, sin embargo, fueron repelidos a fuego de metralletas por orden de Hernández Martínez.
Según diversas fuentes, el levantamiento -convertido en la más sangrienta matanza que registra la historia nacional- dejó unos 30.000 muertos, aunque otras fuentes afirman que el número de asesinados pudo haber sido menor.