Rocha: policía desalojó otra vez ayer la sede municipal
El jerarca permaneció dentro del edificio municipal durante todo el tiempo que duró la ocupación del gremio
A pedido del intendente Irineu Riet Correa ayer fue nuevamente desalojada la sede municipal local, gracias a un operativo policial puesto en marcha a las 10 y 30 de la mañana y llevado adelante por cien efectivos de todo el departamento.
Posteriormente, a las 15 y 30, se procedió al desalojo de la denominada “carpa del pueblo”, que se encontraba ubicada sobre la plaza principal de la ciudad. Sin embargo, una vez desalojados los manifestantes, la carpa fue nuevamente instalada, pero en la vereda perteneciente a la Parroquia Nuestra Señora de los Remedios.
Ambas acciones fueron solicitadas por el intendente Riet Correa, quien permaneció en el edificio municipal durante todo el tiempo que se desarrolló la ocupación.
Durante toda la noche circularon rumores que partidarios del intendente, procedentes de Castillos, podrían llegar hasta la sede municipal para darle su apoyo. Riet declaró a El País que llamó para que no vinieran “porque temí por un enfrentamiento. Cuando estaba ocupada la Junta local de La Paloma tuve ofrecimientos para sacar a los ocupantes y contuve a quienes querían actuar de esa manera”.
DESALOJO. A pesar de ser esperado por los ocupantes, el espectacular operativo los tomó por sorpresa. Varias camionetas policiales rodearon la manzana de la Intendencia y de ellas descendieron efectivos provenientes de las comisarías de La Paloma, Castillos, Lascano, Chuy y Velásquez.
En medio de cánticos, la puerta principal del palacio municipal se abrió y por ella salieron uno a uno los ocupantes del sindicato.
Luego, una manifestación de aproximadamente una cuadra y media de extensión se dirigió hasta la carpa del pueblo.
Allí se desarrolló una asamblea en la que se reiteró el pedido de renuncia del intendente.
Posteriormente, a la hora 15, tal cual lo previsto, treinta policías y una decena de efectivos particulares, acompañaban al titular de la jefatura, inspector Alberto Martínez Toledo, para desalojar la carpa que se había instalado a los pies del monumento al prócer José Gervasio Artigas. Pero los trabajadores y la multitud que los vitoreaba la instalaron al lado de la parroqui.
Por su parte, el gremio explicó ayer por la tarde las pautas ofrecidas por el jefe comunal a la asamblea y las mismas fueron rechazadas de plano.
Además, los sindicalistas reiteraron su pedido de renuncia del intendente. El dirigente Bernardino Barreiro, dijo que el jefe comunal no es un interlocutor válido porque “ha firmado documentos donde estableció el compromiso de pagarnos, y al no cumplir, nos ha dicho que era una aspiración o promesa que no pudo satisfacer”.