Servindi, 13 de mayo, 2011.- Trece comunidades purérechas del estado de Michoacán se encuentran en constante tensión por la defensa de sus recursos naturales, informó la Secretaría de Pueblos Indígenas.
Los poblados Tingambato, Nahuatzen, Paracho y La Cañada de los Once Pueblos figuran entre los “focos rojos” de tensión.
Alfonso Vargas Romero, titular de la Secretaría, informó que en la zona núcleo de la cultura purépecha existe tensión debido a la defensa de los recursos naturales ante la incursión de talamontes coludidos con organizaciones criminales.
Vargas Romero recalcó que su dependencia alertó con anticipación sobre la situación que vivía Cherán, “pero se dejó crecer el problema”.
El funcionario se refiere al estado de sitio en que permanece hace 27 días la comunidad de Cherán, en el noroeste de Michoacán, para evitar el ingreso de talamontes quienes presuntamente son protegidos por sicarios del tráfico de drogas.
Informaron además que del 2008 a la fecha han sido asesinados nueve pobladores de la comunidad y se encuentran desaparecidos cinco comuneros más.
Vargas Romero planteó como solución dotar a las comunidades indígena de autonomía, por lo que instó al Congreso local a aprobar el proyecto de Ley de Derechos Indígenas propuesto por su dependencia.
Sugirió también crear una policía rural, construir un sistema organizacional bajo los patrones de seguridad internos de cada comunidad, así como de los sistemas de impartición de justicia.
En Cherán arribaron al menos 100 miembros del ejército y policías federales, ministeriales y de la Estatal Preventiva, a través del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), para aplicar la estrategia en el combate a la tala clandestina y el crimen organizado.
Mientras, los comuneros mantienen sitiado el pueblo con las barricadas que instalaron desde hace casi un mes -15 de febrero-, fecha en que los indígenas se enfrentaron con un grupo de talamontes que ha depredado más de 20 mil hectáreas de los cerros El Pilón y San Miguel.
“José”, un líder comunero, dijo que para la defensa de los árboles requieren del apoyo militar, porque no pueden solos contra las armas de los delincuentes que apoyan a los talamontes.
El pasado domingo, la Convención de la Nacionalidad P’urhépecha, informó en un comunicado que en la Tenencia de Acachuén, del municipio de Chilchota, se reunieron autoridades y dirigentes indígenas para acordar un llamado de unidad en la región purépecha.
La exhortación se extendió a las comunidades nahuas, mazahuas y otomís, quienes como los purépechas son culturas indígenas asentadas en Michoacán. El organismo propuso la realización de una marcha para el próximo 19 de mayo.
Sitios en tensión
“No quisiera alarmar a las comunidades ni ubicarlos ante la opinión pública por circunstancias de seguridad, pero tenemos cerca de 13 puntos rojos igual que Cherán, y sin duda gradualmente lo mismo estará sucediendo”, advirtió el titular de la Secretaría de Pueblos Indígenas.
Asimismo manifestó haber participado en mesas de negociación, pero que ha faltado a varias de ellas por indicación del gobernador. “Hemos pasado informes al secretario de Gobierno, al mismo (gobernador) Leonel Godoy, de lo que puede ocurrir no sólo en Cherán”, señaló.
Así pues aceptó que la vinculación del crimen organizado con los talamontes es un problema que empezó aproximadamente tres años atrás: “empezamos a observar cómo pasaba el libre tránsito de camionetas apoyador por vehículos con individuos armados”.
“Ocurre esto porque no se entiende el asunto indígena y no se atiende conforme a la diversidad cultural. No puede aplicarse un sistema de justicia homogéneo porque son diversas las formas en que se rigen estas comunidades”, manifestó Vargas Romero.
El diputado federal Martín García Avilés, representante del distrito 7 de Zacapu, al que pertenece Cherán, indicó que la meseta purépecha “se gobierna aparte”.