Servindi, 2 de junio, 2011.- El mes pasado indígenas yanomami de la amazonía de Brasil retuvieron una avioneta usada por el personal sanitario en señal de protesta por la forma corrupta e ineficiente como se maneja el servicio de salud.
La indignación fue provocada por la designación arbitraria e inconsulta de un nuevo coordinador de salud indígena que no goza de la confianza de los indígenas y cuyo nombramiento atribuyen a favores políticos.
La organización británica Survival señaló en un reporte que en 2007 varios funcionarios de la oficina regional de salud fueron arrestados “en una importante operación policial que descubrió que 19 millones de dólares destinados a salud indígena habían sido robados”.
La protesta iniciada por los yanomami -y a los que se han sumado indígenas yekuana- se apoya además en que la situación de salud de estas población aborigen se ha visto agravada en los últimos años por la transmisión de enfermedades y la contaminación de los ríos.
Miles de buscadores de oro han incrementado su presencia en los territorios ancestrales de los pueblos indígenas y operan de manera ilegal causando serios impactos en los ríos donde los indígenas beben y se bañan.
En una carta suscrita por la organización yanomami Hutukara al ministro de Salud señalan que los indígenas están muy enfadados porque los políticos no consultan a las autoridades tradicionales y desconocen “qué hacen las autoridades a puerta cerrada en cuestiones de salud”.
Stephen Corry, director de Survival International, afirmó que “la salud de los indígenas es un asunto serio que no puede estar sujeto a cuestiones políticas. La sustitución de un coordinador sanitario en contra del deseo de las tribus es, sin duda, una receta para el desastre”.
Los yanomami son uno de los mayores pueblos indígenas relativamente aislados que existen en Latinoamérica y son extremadamente vulnerables a las enfermedades. Están conformados por aproximadamente 32 mil personas que viven en Brasil y Venezuela.