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El poeta Javier Sicilia y decenas de simpatizantes recorrieron casi 4.000 kilómetros durante 10 días para denunciar la violencia instalada en México y que va más allá del narcotráfico. En el Zócalo dieron a conocer los datos recabados durante la marcha de 221 casos de violación a los derechos humanos, entre desapariciones, asesinatos y encarcelamientos injustos.
El movimiento recorrió varios estados del sur, donde “seguimos encontrando voces de víctimas desatendidas, ignoradas; el patrón común es la impunidad demoledora”, explicó Emilio Álvarez Icaza, uno de los organizadores. Sicilia denunció que los sureños Estados de Guerrero y Veracruz son “réplicas” de los del norte, como Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas.
“Somos juntos mucho más fuertes que los señores de la muerte del crimen organizado ilegal y del crimen organizado legal”, dijo Sicilia ante cientos de personas. Esta segunda caravana llevó a unas 600 personas en 14 autobuses hasta la frontera de Chiapas con Guatemala, aunque no pudo cruzarla por razones de seguridad.
Allí fueron recibidos por varias comunidades y escucharon el testimonio de decenas de familiares víctimas de la violencia. En un mitin en Tabasco el poeta advirtió a los políticos que “si no enderezan el camino del país, si no se ponen a construir seguridad con los ciudadanos, este, por desgracia, será el último movimiento pacifista”.
Este movimiento por la paz fue organizado por Sicilia en abril de 2011, tras el asesinato de su hijo Juan Francisco y comenzó a reunir a los familiares de las víctimas de la ola de violencia entre los narcotraficantes y las fuerzas armadas. “¿Qué felicidad pretenden construir para ustedes si sus cimientos se basan en la muerte, el sufrimiento y la tortura?”, preguntó entonces el escritor a los criminales.
En los últimos cinco años murieron más de 40.000 personas en la guerra contra el narcotráfico. Los sicarios ejercen una crueldad extrema sobre sus víctimas y es habitual encontrar los cadáveres decapitados, mutilados o colgados de sus rivales o de aquellos que denuncian sus actividades. En agosto, el asalto a un casino se saldó con 52 muertos civiles.
El MPJD solicitó al presidente Felipe Calderón un cambió en su estrategia, aunque el mandatario aseguró que no va a dejar de perseguir a los criminales. Está prevista una reunión entre el Movimiento y el mandatario mexicano a finales de septiembre. Las dos giras del movimiento llevan recorridos 11.000 kilómetros y lograron destapar más de 500 casos de personas desaparecidas y resolver alguno.
No obstante, algunas personas critican el supuesto caudillismo de Javier Sicilia, que se enfrenta ahora junto a sus partidarios a la tarea de dar entidad al movimiento. Según su colaborador más estrecho, Emilio Álvarez Icaza, la Caravana por la Paz tiene por delante tres rutas de acción inmediata: la exigencia de justicia, la colaboración para instrumentar políticas públicas y la movilización social por la paz.
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Caravana, indicó que violencia del norte se propaga al sur: Sicilia.
20 de Septiembre, 2011
El escritor y activista, Javier Sicilia, detalló que la Caravana por la Paz, que recorrió el sur del país, arrojó como saldo una visión completa de las víctimas de la guerra del gobierno federal al crimen organizado, “muy parecido al fenómeno del norte, sobre todo en estados como Guerrero, Veracruz.”
El escritor y activista, Javier Sicilia, detalló que la Caravana por la Paz, que recorrió el sur del país, arrojó como saldo una visión completa de las víctimas de la guerra del gobierno federal al crimen organizado, “muy parecido al fenómeno del norte, sobre todo en estados como Guerrero, Veracruz”, además de esto, los agravios ancestrales estructurales provenientes del caciquismo en contra de los pueblos indios y las organizaciones civiles.
Entrevistado en el espacio informativo de Carlos Loret de Mola, el activista destacó que la realidad que se vive en el norte del país, se ha estado propagando hacia el sur del país, “con los daños, con las víctimas estructurales y ancestrales e históricas, de las que ya conocemos y tenemos noticias.”
Expresó que, a su parecer, el modelo económico “que está en crisis, no sólo en México sino en el mundo entero y que ve al ser humano como recurso y la naturaleza como recurso y la búsqueda de maximización de ganancias en contra de todo lo humano de todo lo de la naturaleza”, ha generado la lógica del crimen, buscando la maximización de una forma “tremendamente perversa” de sus recursos.
Al ser cuestionado sobre el sentido de sus declaraciones en las que afirmó, “creo que éste es el último movimiento pacífico que se puede dar”, aclaró que esto fue en el sentido de que el movimiento está en pro del diálogo y no significa que busquen elevar sus acciones hacia un movimiento de “violencia”.
Además, comentó que el presidente Calderón, no es el único responsable de este brote de violencia, pues si así fuera “sería un asunto bien sencillo, se va y se acabó el problema”, pero puntualizó que sí tiene una buena responsabilidad en esto.
Detalló que el movimiento aún tiene por delante en segundo diálogo con el presidente Calderón, nuevamente en el Castillo de Chapultepec, “terminar las mesas de trabajo que salieron del primer diálogo en el Castillo, ver qué cosas se lograron, qué no”, además continuar los diálogos con el Poder Judicial, que calificó como difíciles, pues son muy “opacos”, así como con la Conferencia Nacional de Gobernadores.