Varios miles de personas han vuelto a manifestarse pacíficamente el domingo en Casablanca, Rabat y Tánger, en el llamamiento del Movimiento del 20 de Febrero, que reivindica cambios políticos y una mayor justicia social en Marruecos, según ha constatado a periodistas de la AFP.
Las manifestaciones han sido consideradas por los jóvenes militantes del movimiento como las del “retorno político y social”, pero el llamamiento a manifestarse parece en el conjunto haberles movilizado relativamente poco.
En Casablanca, los manifestantes han elegido por primera vez el barrio de Sidi Moumenpara manifestarse ante los ciudadanos, visiblemente curiosos por los eslóganes reivindicando “la justicia social, democracia y la mejora de las condiciones de vida.”
“Conozco este movimiento, pero es la primera vez que veo estos manifestantes (…) Estoy de acuerdo con sus reivindicaciones porque hay muchos jóvenes sin trabajo en Marruecos”, ha afirmado a la AFP Mâati, empleado en la construcción.
“No a la acumulación de poder y riqueza”, “¡Viva el pueblo!”, “Queremos vivir con dignidad e igualdad”, corearon los miles de manifestantes, unos 2.000 según la policía.
Los autores de los atentados de Casablanca el 16 de mayo de 2003 -45 muertos de los cuales doce eran kamikazes - eran todos del popular barrio de de Sidi Moumen.
En la capital, Rabat, la movilización fue baja, con un millar de jóvenes del Movimiento que clamaba: “Dignidad, libertad, justicia social” y “el pueblo quiere la caída del majzen” (el poder).
En Tánger, la manifestación comenzó en el popular barrio de Beni Makada. “Los jóvenes fueron rodeados por la policía, pero la manifestación se desarrolló en calma”, ha indicado a la AFP Mounaïm, de la sección local del Movimiento.
Nacido a raíz de las revueltas árabes a principios de año, este Movimiento incluye, además de a al grupo islámico la Justicia y la Caridad, a una importante asociación ilegal pero tolerada, los “ciber-militantes” independientes y los militantes de extrema izquierda.
Las autoridades acusan a menudo a Justicia y Caridad, que moviliza a los barrios populares a través de su acción social, de “infiltrarse” y “manipular” este movimiento.