Carabineros crea equipo especial para detener a encapuchados en protestas
Grupo Cazadores incluirá a 30 efectivos de FF. EE., Dipolcar, el OS-9 y el Labocar.
La Tercera
El 11 de septiembre pasado, un efectivo de Fuerzas Especiales (FF. EE.) de Carabineros persiguió por un largo trayecto a un encapuchado que destruía letreros, hasta que lo detuvo. Según la institución, se trata de una de las primeras muestras de la implementación del grupo “Cazadores”, un equipo especial creado por la policía para neutralizar a los violentistas.
El equipo está compuesto por unos 30 efectivos y se enmarca en el diseño de una estrategia mayor de la policía para mejorar la efectividad en tres aspectos relevantes: detener a encapuchados; identificarlos en caso de que hayan escapado, y recoger pruebas contundentes en su contra para que los jueces no los dejen en libertad.
Lo anterior debido a que sin evidencias directas los fiscales no logran convencer a los jueces de garantía de dejar a los delincuentes presos. Lo otro que se intenta evitar es que las detenciones sean declaradas ilegales, algo habitual este año.
La medida se adoptó en medio de las críticas de autoridades de gobierno a los jueces y de la revelación de las estadísticas que demuestran que sólo seis personas de las 1.781 arrestadas en siete meses de protestas han quedado en prisión preventiva. De hecho, en los desmanes del miércoles en el centro de Santiago fueron detenidos 178 manifestantes. Todos ellos quedaron en libertad.
Cazadores estará compuesto por efectivos de FF. EE., agentes OS-9, de la Dirección de Inteligencia de Carabineros (Dipolcar) y peritos del Labocar.
De acuerdo con lo informado por la policía, “Cazadores” debutó en la marcha del miércoles, cuando 30 encapuchados fueron detenidos en las inmediaciones de calle Blanco Encalada.
Ello, además, habría sido un factor en reducir el tiempo que duraron los incidentes, respecto de los de semanas anteriores.
Para conformar el grupo se eligieron efectivos de condiciones físicas aptas para perseguir a los encapuchados durante trechos largos.
La estrategia también dice relación con alivianar el trabajo de los funcionarios de FF. EE. que se preocupan del control general de los disturbios.
El diseño del grupo y de la estrategia es responsabilidad del general José Luis Ortega, jefe de la Zona Metropolitana de Carabineros, responsable último de los dispositivos de orden público en todo Santiago.
Errores policiales
En los últimos días ha quedado en evidencia una serie de falencias en la planificación de los operativos. El más severo se registró la mañana del martes, cuando un grupo de encapuchados incendió un bus del Transantiago en las inmediaciones de Macul con Grecia.
El sector es frecuente escenario de disturbios violentos, por lo que permanece permanentemente vigilado por la policía. Aún así, los efectivos no pudieron evitar el ataque, así como tampoco detener a los responsables.
A esto se han sumado los cuestionamientos del Ejecutivo, respecto a la facilidad con la que los violentistas detenidos recuperan la libertad.
Ayer, el vocero de Gobierno, Andrés Chadwick, dijo en declaraciones a Chilevisión que “hoy día esos detenidos están en los juzgados de garantía para el control de su detención. Vamos a ver qué ocurre en los tribunales, porque hasta el momento salen y salen en libertad”.
En esa línea, el ministro de Justicia, Teodoro Ribera, dijo que “hay que intensificar las labores de coordinación entre las policías y los fiscales y mejorar los procedimientos de pruebas. Hay que revisar las figuras legales, pero también hay que revisar los criterios jurídicos”.
Ribera agregó que “cuando quienes participan en el sistema procesal penal tienen una visión completamente garantista y sólo tienen presentes los derechos de los imputados, lo que están haciendo es que están socavando el estado de derecho, porque no consideran los derechos de quienes viven en sociedad y requieren seguridad”.
De hecho, la Corte de Apelaciones otorgó ayer la libertad a uno de los detenidos el 24 de agosto pasado, durante el paro convocado por la CUT. El hombre estaba acusado de lanzar una bomba molotov a un policía (ver nota página 11).
En este sentido, el titular de Justicia sostuvo ayer que “queda la sensación de una abierta impunidad, lo que no es bueno para una sociedad donde, en definitiva, quien comete violencia no tiene sanción. Es una mala señal para quienes observan este escenario… nos causa una profunda preocupación el que finalmente no se termine haciendo justicia, a través de un adecuado equilibrio de los valores”.
El diputado PPD y ex subsecretario del Interior, Felipe Harboe, sostuvo ayer que “estamos viendo que se hacen detenciones masivas de mala calidad; sin acompañar los antecedentes suficientes a los fiscales para que puedan perseguir eficazmente la responsabilidad penal”.