El sistema de recogida selectiva de residuos puerta a puerta aumenta el reciclaje y reduce la necesidad de vertederos e incineradoras
¿Le molestan los contenedores de basura en las calles? ¿Le gustaría sustituirlos por un sistema que aumente el reciclaje y reduzca los vertederos e incineradoras? Si la respuesta es afirmativa, la recogida selectiva de basuras puerta a puerta es una opción interesante. Varios municipios en España han asumido esta práctica, cuyo éxito depende de la participación activa de los consumidores.
Con el sistema de recogida puerta a puerta, los contenedores de la vía pública ya no son necesarios: el servicio municipal pasa por cada hogar en un día y horario concreto y retira las diversas fracciones de residuos (orgánicos, envases, papel, vidrio y resto) que los ciudadanos han generado.
La concienciación ecológica de los consumidores es la clave. Cambiar de hábitos siempre es difícil: tirar la basura mezclada en una sola bolsa a cualquier hora es más cómodo, pero también más perjudicial para el medio ambiente. El sistema puerta a puerta obliga a los usuarios a separar los residuos en diversas fracciones y guardarlos en casa hasta el día de recogida correspondiente. Si los residuos no están bien seleccionados, no se recogen.
La implantación correcta del sistema incrementa las tasas de reciclaje y su calidad porque los consumidores se responsabilizan de la separación adecuada de los residuos. La recogida selectiva bruta oscila entre un 65% y un 85%. Los impropios (residuos clasificados de forma incorrecta) en el sistema puerta a puerta son inferiores al 10%.
Cuando se establece el uso obligatorio de bolsas compostables para los residuos orgánicos, los impropios pueden reducirse hasta por debajo del 1%. En algunos casos se puede complementar con compostadores (contenedores que transforman los residuos orgánicos en abono). Algunos municipios también recogen de forma periódica y puerta a puerta residuos voluminosos y restos de poda. Al aumentar el correcto reciclaje, la necesitad de utilizar vertederos o incineradoras disminuye. Así lo aseguran los responsables de la Asociación de Municipios Catalanes para la Recogida Selectiva Puerta a Puerta.
Estos datos han convencido a gran cantidad de municipios de toda Europa. En Italia, uno de los países pioneros en implantarlo, hay más de 1.800 que lo utilizan. Ciudades como Aarhus (Dinamarca), Niort (Francia) o Tralee (Irlanda) son otros ejemplos destacados.
En España, la iniciativa tiene cada vez más seguidores. Los primeros municipios en poner en marcha este sistema se encuentran en Cataluña. Durante el año 2000, Tiana, Tona y Riudecanyes fueron las localidades pioneras; en la actualidad ya hay 90 municipios que lo han implantado en esta comunidad, y varios están en proceso.
Pero no son los únicos: Candás en Asturias, María de la Salut y Puigpunyent i Esporles en Mallorca, o Usurbil en Guipúzcoa llevan varios meses de experiencia. También Oiartzun y Hernani, otras dos localidades guipuzcoanas, planean sumarse en breve. En los barrios valencianos de Pla del Remei, Sant Francesc y Ruzafa, las personas discapacitadas y los ancianos que lo soliciten a los centros de Servicios Sociales pueden hacer uso de la modalidad puerta a puerta para reciclar sin moverse de casa.
El sistema se ha implantado en su gran mayoría en municipios pequeños. Pero no significa que sólo funcione a esta escala. La ciudad de Monza, en Italia, con 100.000 habitantes, lo implantó en 1993 y sigue en marcha hoy día. Bruselas, Munich o Viena son otras ciudades grandes que lo utilizan. Cómo poner en marcha un sistema de recogida selectiva puerta a puerta
La decisión de implantar este sistema de recogida en un municipio recae sobre el ayuntamiento. La voluntad ecológica de los responsables institucionales es importante, pero si los ciudadanos no se convencen de sus ventajas y no lo practican de manera correcta, el sistema está condenado al fracaso. El municipio catalán de Vilassar de Mar lo implantó en 2006 pero lo suprimió dos años después, tras cambios en el gobierno municipal.
Los consumidores pueden transmitir su interés al ayuntamiento, para que los responsables institucionales no tengan miedo al rechazo ciudadano. Las campañas de información y educación ambiental entre la población son fundamentales. Si los consumidores conocen cómo va a funcionar y las ventajas para su entorno, estarán más convencidos y lo asumirán de manera adecuada.
El sistema se puede poner en práctica de manera progresiva y parcial. En teoría, se puede utilizar para recoger todas las fracciones de los residuos municipales o sólo unos determinados tipos de residuos. Su distribución también puede variar. Se realiza en todo el municipio o en combinación con la recogida mediante contenedores en determinadas zonas (urbanizaciones, viviendas diseminadas, etc.).
El factor económico es otro elemento esencial. El coste parcial de recogida tiende a ser similar o, en todo caso, algo superior. Pero según la Asociación de Municipios Catalanes para la Recogida Selectiva Puerta a Puerta, el balance entre gastos e ingresos es favorable para este sistema “de forma clara” si se compara con la recogida con contenedores. En Italia, una de las razones de su éxito ha sido que a los municipios les resultaba muy cara la fórmula de trasladar las basuras a los vertederos.
El reciclaje puerta a puerta utiliza camiones mucho más sencillos y no supone costes elevados de inversión. El mantenimiento, limpieza y reposición de los contenedores de la calle desaparecen. Tampoco se necesitan obras ni la instalación de maquinaria, como en la recogida neumática de residuos. El principal gasto es la mano de obra, pero el sistema es mucho más simple y efectivo, según los responsables de la citada asociación. Ventajas e inconvenientes del sistema
Ventajas:
La concienciación de los consumidores y el seguimiento de entrega de las basuras se traduce en niveles más altos de recogida selectiva y bajo nivel de residuos impropios.
Reducción de la cantidad de la fracción resto (residuos destinados a vertedero o incineradora).
La desaparición de los contenedores de la calle permite más espacio en la vía pública y se eliminan los desbordamientos de basuras o los malos olores.
El coste de reciclaje es menor y los ingresos por sistemas integrados de gestión, venta de materiales y retorno del canon de residuos (donde haya) son superiores.
Los sistemas complementarios de recogida selectiva (fracción vegetal, voluminosos, etc.) acostumbran a funcionar mejor.
Inconvenientes:
Se necesita una campaña muy importante de sensibilización entre la población.
Supone un cambio de hábitos importante para muchos hogares.
Está sujeto a un horario de entrega bastante estricto.
Es necesario guardar cada fracción de los residuos en casa hasta el momento de la recogida.
El coste parcial de recogida tiende a ser similar o, en todo caso, algo superior.