“El movimiento mundial de los indignados de la Tierra comenzó en la Lacandona”:
Pablo González Casanova
San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. Dos de los intelectuales más reconocidos de México, Luis Villoro y Pablo González Casanova, fieles a su convicción zapatista, saludaron la lucha del EZLN en su 18 aniversario y, aunque ambos no pudieron estar físicamente por motivos de salud, enviaron su participación al II Seminario internacional de reflexión y análisis: “Planeta tierra: movimientos antisistémicos”.
El filósofo Luis Villoro, con quien el subcomandante Marcos ha sostenido recientemente un intercambio epistolar sobre Ética y Política, felicitó a “los compañeros zapatistas” por el aniversario de su insurrección, “esperando que las profecías mayas nos sorprendan de forma positiva”.
Por su parte, Pablo González, sociólogo y ex rector de la UNAM, señaló, en una ponencia enviada ex profeso para el encuentro: “Pensemos en la inmensa movilización de los indignados y los ocupas que luchan por otro mundo posible. Hoy -escriben admirados dos profesores ingleses-, la movilización es gigantesca. Nunca se había dado una de esta magnitud, y toda la movilización empezó (añaden) en las junglas de Chiapas con principios de inclusión y diálogo’”.
González Casanova agregó que “cada vez más y serán cada vez más quienes en el mundo entero luchen por lo que en 1994 sólo parecía una ‘rebelión indígena postmoderna’”.
“Después de 18 años, el EZLN sigue siendo el movimiento más inspirador”: trabajadores agrícolas de Texas
“La influencia zapatista se extiende cada vez más entre nosotros, sobre todo, en lo que se refiere a la necesidad de organizarse desde abajo con otros movimientos y en la importancia de empujar una alternativa a la agricultura industrial que amenaza a nuestro planeta”, sostuvo Carlos Marentes, de la organización Unión de Trabajadores Agrícolas Fronterizos de El Paso, Texas, durante el cuarto y último día del Seminario Internacional de reflexión y análisis: “Planeta tierra: movimientos antisistémicos”.
Marentos destacó las condiciones en las que se ha desarrollado la lucha de Trabajadores Agrícolas Fronterizos – organización que se ha convertido en un espacio fundamental para la defensa de los entre 5 y 12 mil campesinos que año con año llegan al sur de los Estados Unidos a sembrar las tierras de las grandes empresas agroalimentarias – contra una industria que, solamente en Nuevo México, genera ganancias de 600 millones de dólares al año.
“Que ‘otro mundo es posible´ no es sólo un lema”: Fernanda Navarro
Fernanda Navarro, doctora en Filosofía y acompañante del zapatismo desde 1994, habló durante la sesión vespertina de la última jornada del seminario y en entrevista con Desinformémonos consideró que los desafíos del zapatismo “son poder seguir construyendo en la autonomía, fortaleciéndose y probar que ni los malos gobiernos ni la corrupción, ni toda esta violencia va a ser capaz de aplastar las semillas ya sembradas y el verde que impera en las montañas chiapanecas”.
Los zapatistas, señaló la investigadora, “han dado un respiro de esperanza y una luz y, a pesar de todas las dificultades y agresiones contra ellos, han demostrado que otro mundo sí es posible, y esto no sólo es un lema, pues en las comunidades zapatistas se puede ver lo diferente que es ahí la interrelación humana, entre compañeros y hermanos, algo que no tiene nada que ver con la intención de aplastar al otro”.
“Admirable que durante 18 años los zapatistas hayan resistido a las diarias agresiones”: Sylvia Marcos
Una de las primeras ponentes de la jornada, Sylvia Marcos, profesora e investigadora sobre cuestiones de género, dijo a Desinformémonos que hace 18 años el zapatismo “fue una emergencia política totalmente nueva, que rompía todos los esquemas y por ello se ha vuelto referencia de muchas luchas por la justicia social de mujeres, de campesinos, de obreros, de gente que vive en los márgenes por sus modos innovadores de existir que rompen con los esquemas del marxismo clásico”.
Marcos señaló que para los movimientos sociales del mundo entero, el zapatismo representa un modelo a seguir y una propuesta acabada que se está viviendo en los municipios autónomos y demuestra que sí se puede, cosa que tiene aterrorizado al gobierno y que ha provocado que el territorio zapatista esté totalmente militarizado y paramilitarizado. Por ello “lo más admirable de la lucha zapatista es que siga construyendo autonomía y resistiendo a pesar de las agresiones que diariamente padecen”.
“En el zapatismo queda un polo de esperanza política”: Jean Robert
Otro de los ponentes de la última jornada del encuentro, Jean Robert, filósofo y arquitecto suizo nacionalizado mexicano, afirmó en entrevista que el zapatismo lleva 18 años demostrando que no son sólo una lucha armada, pues hay en su discurso y quehacer cotidiano “una reflexión que se va profundizando” y “aunque es difícil hablar del efecto político de esa reflexión, seguramente hay influencias de los zapatistas en Ostula, Cherán y las policías comunitarios de Guerrero”.
“Sin embargo”, continuó Jean Robert “hay ciertas experiencias, como la de los kurdos, que han sido influenciadas directamente por el zapatismo. Yo estuve en Kurdistán en un congreso cuyo lema era ‘otro mundo es posible’ enunciado en turco y en kurdo, y sé que algunos kurdos han estudiado aquí en el CIDESI”.
Las mujeres y el feminismo comunitario
Por su parte Julieta Paredes, de la organización boliviana Mujeres Creando Comunidad, condenó la manera en que los movimientos sociales suelen ubicar a las mujeres “como un sector más” y que los temas tratados por las mujeres “sean considerados como otros que se encuentran entre los muchos temas que se tratan desde la izquierda”.
“Pero la mujer” afirmó Julieta “es la mitad de los sectores y es la mitad de los temas, y el feminismo comunitario –categoría de análisis que enarbola el movimiento del que forma parte– ubica al patriarcado como el sistema que articula todas las opresiones que padece el ser humano, construido históricamente sobre la opresión de las mujeres”. En ese sentido, a través de la derrota del patriarcado, “la comunidad podrá servirse de todo el cuerpo social para poder construir sus relaciones en libertad”.