21-04-2012
El fenómeno Mélenchon
¿Segunda revolución francesa?
Colectivo Prometeo
Rebelión
En los últimos meses se está produciendo en Francia un fenómeno electoral sin precedentes. Durante la precampaña y la campaña de las elecciones presidenciales del 22 de Abril se está desarrollando lo que muchos observadores califican como una gran “revolución social”, articulada fundamentalmente alrededor del “Front de gauche”, coalición de Izquierdas compuesta por el Partido de Izquierdas, Izquierda Unitaria, Federación por una Alternativa Social y Ecológica, Movimiento 35 Rojo y Verde, y el Partido Comunista, con el apoyo de colectivos como el sindicato CGT y ATTAC. En todas las grandes ciudades y cientos de pueblos se han creado espontáneamente “comités ciudadanos ” de apoyo a dicha candidatura y se están consiguiendo movilizaciones nunca vistas: 120.000 personas en un mitin en la Bastilla en París, 70.000 en Toulouse, 40.000 en Lille, 120.000 en Marseille y se espera un gran desbordamiento en el mitin final del 20 en Paris. Se están vendiendo cientos de miles de ejemplares del Programa Electoral y a pesar de la poca cobertura de los medios de “información” (en España apenas se ha citado de refilón en algún periódico), el fenómeno “Mélenchon” (candidato a la presidencia) está atrayendo la mayor parte del debate electoral entre la población, y todas las encuestas oficiales lo sitúan en 3ª posición.
Jean-Luc Mélenchon fue ministro en el gobierno del Socialista Jospin, del que dimitió por desacuerdos con las políticas neoliberales que estaba aplicando, creando un “Partido de la Izquierda ”. Desde entonces ha planteado con claridad un programa claramente anticapitalista y la necesidad de una revolución ciudadana que mediante una asamblea constituyente traiga a Francia la VI República , que tenga como eje el Ser Humano. Tesis y pro puestas claramente expuestas en el libro que escribió a finales de 2010 y del que se han multiplicado las ediciones y vendido varios cientos de miles de ejemplares: “Qu’ils s’en aillent tous” (Que se vayan todos), con el su btítulo “Vite, la Révolution cit oyenne” (Rápido, la revolución ciudadana). Los mensajes objetivos son claros, transparentes y fácilmente entendibles: - Prioridad al empleo y no a las ganancias ( plan nacional de reintroducción de las producciones deslocalizadas, 35 horas semanales ) ; - contra el cambio climático planificación ecológica ( nuevos campos de trabajo en transportes en común y energía renovable) ; - aumentar los salarios no los accionistas ( Salario Míni mo 1.700€, salario máximo en cada empresa, ingresos máximos nacionales) ; - poder para el pueblo y no para las finanzas (verdadera tasa sobre las transacciones financi eras, polo financiero público) ; - contra los privilegios de la ol igarquía la VI República ( Asamblea Constituyente, g eneralización y defensa de la laicidad, derecho de veto de los trabajadores sobre los despidos) ; - servic ios públicos en todas partes y para todos (restablecimiento de todos los puestos públicos suprimidos, escuela obligatoria de 3 a 18 años, polo público de energía) ; - no a la Europa liberal ( romper los acuerdos de Lisboa, poner fin a la independencia del Banco Central Europeo, desobedecer las directivas de liberalización de los servicios públicos, rechazar la libre circulación de mercancías y capitales) …
Todo esto explicado didácticamente en los mítines multitudinarios, desvelando las causas y los culpables de la situación y proponiendo con medidas y cifras las soluciones, perfectamente posibles en el 5º país más rico del mundo, cuando algunas de ellas se están aplicando en países latinoamericanos, como Ecuador, Bolivia o Venezuela, con muchos menos recursos. Todo depende de la ciudadanía, a la que lanza una advertencia clara: “Si vous faites les moutons , vous serez tondus” (si os hacéis los borregos, seréis esquilados).
¿Podrá esta ola social tener la suficiente fuerza para conseguir esa revolución ciudadana que arrebate el poder al “monarca presidencial” o al “rey dinero”? ¿Se producirá ese asalto al antiguo régimen de los “patronos supercaros” y de los “hechiceros de la pasta” que convierten lo humano en mercancía y vampirizan las empresas? ¿Acabarán con los “barones de los media” que han borrado al pueblo y sus voces de las pantallas? Para que esto se produzca, toda esa gente, la inmensa mayoría de la población, tiene que saber “qué hacer y porqué”. Por eso se presenta el “croquis”, el programa que lo explica.
Seguramente no se podrá conseguir este vuelco social tan espectacular en los dos meses previos a unas elecciones presidenciales, teniendo en frente a todos los poderes reales, pero esta campaña puede conseguir unos buenos resultados electorales que obliguen a L’Hollande a girar a su izquierda. Y lo más importante, la organización ciudadana alrededor de este Plan debe seguir funcionando en red en toda Francia , concienciando progresivamente a su alrededor, lo que permitirá unos aún mejores resultados en las elecciones legislativas del otoño. Y desde luego, puede y debería ser un buen ejemplo a adaptar en el resto de países europeos.