Por lo menos 30 militares filipinos se mantienen amotinados después de varias horas en un centro comercial del distrito financiero de Manila. Se autodenominan “Grupo Magdalo”, han sembrado de bombas trampa las tiendas de la zona, y permitido salir del recinto a la embajadora de Australia, Ruth Pearce, a dos ciudadanos estadunidenses, entre otros extranjeros que permanecían retenidos hasta el momento.
Junto a la jefa de la diplomática se encuentran cuatro policías australianos, según informó el secretario de Defensa, Angelo Reyes.
Los sublevados exigieron a través de un comunicado la dimisión del Gobierno de la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, e indicaron que su acción va encaminada a acabar con la corrupción que rodea al Ejecutivo y al Ejército filipino.
Se identificaron como “el grupo Magdalo”, nombre utilizado por una banda de revolucionarios filipinos que luchó contra los colonizadores españoles durante el siglo XIX.
ALERTA. La presidenta, Gloria Arroyo, anunció ayer que su Gobierno había descubierto una conspiración fomentada por oficiales subalternos. Las fuerzas armadas lanzaron una operación para detener a “un pequeño grupo de oficiales subalternos y soldados que desertaron de sus puestos y se llevaron armas en forma ilegal”, según informó la presidenta.