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Buen Vivir: Una opción para cambiar el modo de vida y avanzar hacia la república de consejos en Venezuela

06.05.12

Nota del Profesor J:
Carlos Lanz, director del Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad de Venezuela y uno de los principales teóricos marxistas venezolanos, ha ocupado diversos cargos en el gobierno bolivariano y fue el jefe militar de la guerrilla de las Faln, dirigidas por el legendario Douglas Bravo. Escribió este texto hace alrededor de medio año atrás, por lo que tiene una gran actualidad. Disfrute el artículo:

“BUEN VIVIR”: UNA OPCION PARA CAMBIAR EL MODO DE VIDA
Octubre de 2011
INDICE
A manera de presentación.
I.- Emergencia del buen vivir, como superación del
paradigma tecnocrático y desarrollista.
II.- El Buen Vivir y la necesidad de construir de una teoría y una práctica global frente a la crisis orgánica del capitalismo.
III.- El Buen Vivir y la construcción de una nueva subjetividad
revolucionaria que confronte globalmente al régimen capitalista.
3.1. El buen Vivir y la revolución cultural.
3.2. El Buen Vivir y el desarrollo integral.
* Transformación en el proceso inmediato de producción
* Premisas del Consejo de Fábrica y del Control Obrero
* Cambios en la distribución y el consumo
* Consumo alternativo y gastronomía popular
3.3.El Buen Vivir y la depredación de la naturaleza.
* Crisis orgánica del capital y degradación ambiental
* Socialismo agrario y agricultura sustentable
* La agroecología como opción en la producción de una
alimentación sana, segura, soberana y sabrosa.
* Ciencia con conciencia, tecnología con pertinencia
3.4.El Buen Vivir, aprender investigando y la cultura del
debate
* Teoría crítica y educación liberadora
*.- Nueva racionalidad comunicativa como cultura del debate.
3.5.El Buen Vivir y las nuevas formas de intervención y
organización
* Reivindicar otra manera de decir y hacer la política.
* La organización revolucionaria como vanguardia colectiva,
síntesis de la unidad en la diversidad.
3.6.El Buen Vivir y los movimientos sociales .
* La Emancipación de la mujer
*.- Medicina y terapias alternativas
*.- Hábitat y vivienda productiva
* - Deporte y recreación no enajenada
* Tiempo libre y ocio creador
IV.- A manera de conclusión
A manera de presentación.
Hoy en día, cualquier lector consigue en la prensa diaria múltiples indicadores de la crisis
global que vive el sistema capitalista:
– Por un lado, está el déficit fiscal y la deuda norteamericana, acompañada de recesión y
desempleo, pasando por el colapso financiero de países europeos como Grecia, España,
Italia, Francia donde al mismo tiempo que sube el desempleo y bajan los salarios, los
respectivos gobiernos aplican medidas de austeridad que han eliminados los seguros de
desempleo, han afectado las jubilaciones, en fin, vienen aprobando paquetes para
recortar el gasto público y eliminar la seguridad social.
– Por el otro, abundan informaciones sobre la conflictividad social en ascenso: huelgas,
paros, emergencia de los “indignados”, protestas de los explotados y oprimidos
defendiendo sus condiciones de vida y de trabajo. Esta onda expansiva de la lucha social
llegó a los EEUU y se extendió a nivel planetario: en 82 países hacen suya la protesta
de los ‘indignados’ , manifestándose contra la crisis.
– Tampoco están ausente las graves manifestaciones de la hambruna planetaria, la crisis
energética y el impacto del cambio climático.
– No podían faltar los síntomas de la anomia social: pérdida de identidad, drogadicción,
criminalidad, clima de violencia y neurosis colectiva.
– No se deja de reseñar, por supuesto, las guerras de rapiña impulsada por el imperio en
diversos países, incluida la última aventura militar en el caso de Libia.
En su conjunto estos son señales fragmentadas del colapso histórico del régimen de
producción capitalista, donde han fracasado las formulaciones y justificaciones
ideológicas neo-liberales o neo-keynessianas que comúnmente presentan versiones
atomizadas y dispersas de tal realidad. Para los apologistas burgueses hoy le resulta
embarazoso explicar este proceso de deterioro creciente del sistema, montada sobre la
lógica del mercado y la especulación financiera.
Por ello no puede resultar paradójico que después de algunas décadas donde se decretó
la MUERTE DEL MARXISMO Y LA DESAPARICIÓN DE LUCHA DE CLASES, hoy
estemos en presencia del resurgimiento de ambos:
* Las formulaciones realizadas por Marx en su crítica a la economía política y
particularmente sus distintas lecturas de las crisis capitalistas y su carácter orgánico,
poseen hoy una extraordinaria vigencia.
* La confrontación entre el capital-trabajo en todo el globo terráqueo se ha acentuado, lo
que hace pronosticar el ascenso de lucha social y una nueva oleada de conflictos de
diversas magnitudes, apareciendo lo que Engels denominó “GUERRA CIVIL
ENCUBIERTA”: miles de muertes diarias por hambre y desnutrición, por exclusión social y
enfermedades, por drogadicción y violencia criminal. En el marco de la lógica del capital
no aparece en el horizonte otra cosa que muerte y destrucción si no logramos su derrota
a tiempo, teniendo vigencia la consigna “SOCIALISMO O BARBARIE”.
Ahora bien, la alternativa socialista, requiere de precisiones en cuanto de que socialismo
estamos hablando, ya que en cuanto a su definición está abierto un debate históricamente
inconcluso.
En tal sentido, sostenemos que nuestro socialismo tiene que poseer las raíces históricas de
nuestra América, tal como lo demandó José Carlos Mariátegui, cuando dijo:
“ No queremos ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser
creación heroica. Tenemos que dar vida con nuestra propia realidad, en nuestro propio
lenguaje al socialismo indo americano.
Para nosotros estas raíces indoafroamericanas, se articula con otras vertientes de la
corriente histórico - social: bolivarianismo revolucionario, marxismo crítico
inspirado en el propio Mariátegui, teología de la liberación camilista,
resistencia indígena, cimarronismo afrodescendiente.
Esta diversidad étnica y su interculturalidad que se expresa de mil manera en
nuestra América, adopta la forma de “uno y múltiples”, “encrucijada planetaria”,
“unidad en la diversidad”. La heterogeneidad productiva y territorial ( enclaves
capitalistas con avanzadas formas de la división del trabajo, combinada con
formas pre-capitalistas de producción, el complejo étnico-cultural Costa-Sierra, el
nexo ciudad-campo ) demanda que lo clasista se articule a lo étnico y a la cuestión
de género, valorizando el nexo entre lo local-regional y lo nacional-continental.
Esta búsqueda de nuestra raíces y acervos culturales establecen puentes con el
planteamiento que se viene haciendo sobre el Buen Vivir, tal como lo vamos a
examinar a lo largo de este trabajo.

Carlos Lanz Rodríguez
15 de Octubre de 2011

I.- Emergencia del buen vivir, como superación del
paradigma tecnocrático y desarrollista.
Con los cambios en la correlación de fuerza en la región andina y con la presencia
de gobiernos progresistas en Bolivia y en Ecuador, se ha venido formulando los
rasgos del
“Buen Vivir” como planteamiento alternativo al régimen burgués, que en estos
momentos tiene rango constitucional.
El Buen Vivir es un vocablo traducido en quichua como sumak kawsay y se
encuentra recogido en numerosos artículos de la actual constitución ecuatoriana:
– Derechos del buen vivir, Titulo II, Capitulo II,
– Régimen del Buen Vivir, Título VII.
A manera de ejemplo, podemos reseñar algunos de esos derechos: el Art 14 que se
refiere a vivir en un ambiente sano y ecológicamente sostenible, el Art 13 sobre
soberanía alimentaria donde se garantiza el derecho a alimentos sanos y nutritivos, el
Art 375 consagra el derecho al hábitat y a la vivienda.
En Ecuador el proceso de cambio posee algunos rasgos progresistas, pero no apunta a
cambiar las relaciones de producción capitalista construyendo el socialismo. Tal como
se plantea en la “AGENDA DE LA POLÍTICA ECONÓMICA PARA EL BUEN VIVIR”.
2011- 2013, este planteamiento posee las siguientes aristas democratizadoras, de
redistribución del excedente:
“La nueva visión de la economía para el Buen Vivir tiene, entonces, objetivos
claros: a) mejorar la calidad y esperanza de vida, así como aumentar las
capacidades y potencialidades de la población, b) construir un sistema
económico, justo, democrático, productivo, solidario y sostenible, basado en
la distribución igualitaria de los beneficios del desarrollo, de los medios de
producción y en la generación de trabajo digno y estable, y, c) garantizar la
soberanía nacional, promover la integración latinoamericana e impulsar
nuestra inserción estratégica e inteligente en el mundo.”
Este horizonte del Buen Vivir en Ecuador, hace inexcusable profundizar el análisis de
sus contenidos programático, ya que podemos encontrar múltiples interpretaciones y
enfoques.
En tal sentido, Eduardo Gudynas escribe en América Latina en
Movimiento . No 462 ( febrero 2011 .año xxxv, II época) un articulo con el título
“Buen vivir: Germinando alternativas al desarrollo”, donde nos plantea:
“…testimonios de personas claves en el debate sobre el Buen Vivir en los
países andinos.
Alberto Acosta, quien como presidente de la Asamblea Constituyente
ecuatoriana fue
uno de los más activos promotores de la idea, lo entiende como una
“oportunidad” y una opción a “construir”. A su juicio, el Buen Vivir no puede
ser reducido al “bienestar occidental”, y se debe apoyar en la cosmovisión
de los pueblos indígenas, donde lo que podría llamarse como mejoramiento
social es “una categoría en permanente construcción y reproducción”.
Siguiendo una postura holística, Acosta agrega que los bienes materiales no
son los únicos determinantes, sino que hay “otros valores en juego: el
conocimiento, el reconocimiento social y cultural, los códigos de conductas
éticas e incluso espirituales en la relación con la sociedad y la Naturaleza,
los valores humanos, la visión del futuro, entre otros”.
El intelectual aymara David Choquehuanca, actual ministro de relaciones
exteriores de Bolivia, sostiene que el Vivir Bien es “recuperar la vivencia de
nuestros pueblos, recuperar la Cultura de la Vida y recuperar nuestra vida en
completa armonía y respeto mutuo con la madre naturaleza, con la
Pachamama,..”
Ambos entienden que el Buen Vivir implica un cuestionamiento sustancial a
las ideas contemporáneas de desarrollo, y en especial su apego al
crecimiento económico y su incapacidad para resolver los problemas de la
pobreza, sin olvidar que sus prácticas desembocan en severos impactos
sociales y ambientales.
También señalan que esta idea le debe mucho a la mirada de los pueblos
indígenas, y un
repaso por otras definiciones muestra que en ella convergen tanto
intelectuales o militantes, criollos o indígenas.”
En esta primera aproximación al Buen Vivir encontramos:
– El Buen Vivir se apoya en la cosmovisión indígena.
– No sólo se trata de satisfacer necesidades con bienes materiales, sino que
están implicados los valores, la vida espiritual
–Comporta una crítica del denominado “Desarrollo” y su apego al crecimiento
económico.
– Plantea una relación armónica con la naturaleza, con la Pachamama.
Tales puntos de partida, son reafirmados por dicho autor, cuando define los
planos del Buen Vivir:
“Existen al menos tres planos para abordar la construcción del concepto de
Buen Vivir: las ideas, los discursos y las prácticas.
En el primero se encuentran los cuestionamientos radicales a las bases
conceptuales del desarrollo, especialmente su apego a la ideología del
progreso….
Un segundo plano se refiere a los discursos y las legitimaciones de esas
ideas. El Buen Vivirse aparta de los discursos que celebran el crecimiento
económico o el consumo material
como indicadores de bienestar, ni alaba la obsesión con la rentablidad o el
consumo. Sus
apelaciones a la calidad de vida discurren por otros caminos, y además
incluyen tanto a las personas como a la Naturaleza. Se abren las puertas a
otras formas de hablar, escribir o pensar nuestro mundo.
En el tercer campo se encuentran las acciones concretas, tales como
pueden ser proyectos políticos de cambio, los planes gubernamentales, los
marcos normativos y las formas de elaboración de alternativas al desarrollo
convencional.
Aquí reside uno de los grandes desafíos de las ideas del Buen Vivir, en el
sentido de
convertirse en estrategias y acciones concretas, que no repitan las posturas
convencionales que se critica…”
Como la idea tradicional de vivir bien se asocia a la posesión de riqueza, Eduardo
Gudynas realizando la crítica a este enfoque de sentido común, nos dice:
“ Se cuestiona duramente el énfasis convencional de entender el bienestar
únicamente como un asunto de ingresos económicos o posesión material, o
que sólo se puede resolver en el mercado. El Buen Vivir pone el acento en la
calidad de vida, pero no la reduce al consumo o la propiedad. También se ha
cuestionado intensamente el reduccionismo de presentar el desarrollo como
crecimiento económico, y se ha alertado que ello es un imposible, en tanto
los recursos naturales son limitados y las capacidades de los ecosistemas
de lidiar con los impactos ambientales también son acotados.
Es muy común sostener que un país se desarrolla si crece su economía, y
en particular si
aumentan las exportaciones o las inversiones.
En muchos casos, los PBI se han incrementado y las exportaciones se han
disparado, pero poco o nada se ha mejorado en cuanto a las condiciones
sociales y ambientales.”
“ …el Buen Vivir implica cambios profundos en las ideas sobre el desarrollo
que están más allá de correcciones o ajustes. No es suficiente intentar
“desarrollos alternativos”, ya que estos se mantienen dentro de la misma
racionalidad de entender el progreso, el uso de la Naturaleza y las relaciones
entre los humanos. Lo alternativo sin duda tiene su importancia, pero son
necesarios cambios más profundos. En lugar de insistir con los “desarrollos
alternativos” se deberían construir “alternativas al desarrollo” (siguiendo las
palabras del antropólogo colombiano Arturo Escobar). El Buen Vivir aparece
como la más importante corriente de reflexión que ha brindado América
Latina en los últimos años.
Aquí hay que destacar que en esta perspectiva el Buen Vivir, la calidad de vida no
se remite al consumismo o la posesión de mercancías como confort. Como
apunta el filósofo aymara Simón Yampara (2001), “Es una postura que tiene un
toque de austeridad, ya que la meta es vivir bien, y ello no debe significar
vivir mejor a costa de otros o del ambiente (Albó, 2009).
En tal sentido, el sumak kawsay (buen vivir) puede involucrar una subjetividad y
una dimensión cultural distinta a la lógica capitalista y su código civilizatorio
consumista, lo que puede ser articulado al programa revolucionario en
construcción que tiene como base la critica a la explotación del
trabajo, a la opresión política y el dominio cultural .
De esta manera el Buen Vivir deja de ser una alegoría que no rebasa el
metabolismo del capital o un cliché propagandístico.
De allí nuestra apuesta de asociarlo sectorialmente a diversos proyectos
transformadores, como los que reseñaremos a lo largo de este material:
revolución cultural, nuevo modelo productivo y control obrero, educación
liberadora, tecnología apropiada, nueva racionalidad comunicativa, nuevas
formas de organización, agricultura sustentable ,medicina alternativa,
vivienda productiva, ocio creador
En Venezuela el Buen Vivir está emergiendo de las reflexiones y prácticas
concretas de los movimientos sociales, de los planes y programas del gobierno
revolucionario, alcanzando en algunos casos una clara lógica anti-capitalista. Es
por ello que para nosotros el Buen Vivir queda incluido en la tensión
SOCIALISMO O BARBARIE, acompañando el proceso de cambio rumbo al
socialismo.
II.- El Buen Vivir y la necesidad de construir de una teoría
y una práctica global frente a la crisis orgánica del
capitalismo.
Como ya observamos, en diversos territorios del globo terráqueo, la crisis orgánica
que confronta el régimen capitalista afecta de diversas maneras a una importante
franja de explotados y oprimidos, agudizando las contradicciones político-sociales
y incrementándose los conflictos, movilizaciones y protestas. Estas luchas se
expresan en diversas dinámicas cotidianas:
– Dinámicas de sobrevivencias, como es el caso de las movilizaciones ante la
hambruna y otros padecimientos crónicos.
– Dinámica de resistencia, frente a la ofensiva del capital para desvalorizar el
salario y precarizar el empleo. Por ejemplo, en Grecia, España e Italia, las políticas
anti-crisis afectan la seguridad social y detonan procesos de movilización con
huelgas y paros. Igualmente se manifiestan en luchas de liberación nacional frente
a las agresiones imperialista que buscan apoderarse de los recursos naturales.
– Dinámicas alternativas, con expresiones anti-capitalista, las cuales abarcan
desde la esfera de la producción y distribución de bienes alimenticios proponiendo
el “consumo responsable” hasta la esfera política donde se reivindica la
democracia directa, tal como surgió en España con los “indignados”.
En los actuales momentos, globalmente se estructura un mapa de conflictos,
donde se involucran una diversidad de actores sociales: clases, etnias, nuevos
movimientos sociales, naciones.
En su conjunto, cada sector responde a su manera ante la crisis capitalista, en
muchos casos de manera fragmentada y aislada, sin poder ubicar su origen
estructural y sus responsables:
* Para los apologistas del capital o sus agentes tarifados, la actual crisis es
pasajera y se resuelve con algunos ajustes de corte monetarios o fiscales,
eliminando capitales ineficientes, igualmente racionalizando el gasto y aplicando
políticas de austeridad al estilo FMI - BM.
* Para los reformistas de todo cuño, también conciben la crisis como fenómeno
temporal, la cual puede solucionarse preservando el “Estado de bienestar”, es
decir, una especie de capitalismo con rostros humano.
* Para los revolucionarios, la crisis orgánica del capital, está asociada a un
conjunto de contradicciones estructurales cada vez más agudas, articuladas a las
relaciones de producción: formas privada de apropiación del trabajo ajeno o
excedente, mercantilización y anarquía en la producción, división social del trabajo
cimentada en un sistema de contradicciones: proceso de valorización y proceso
de trabajo, valor de uso y valor de cambio, trabajo intelectual y trabajo
manual. Sin superar estas dicotomías que están en la génesis y estructura de la
crisis del capital, históricamente no hay salida para el capitalismo, por esto dijimos
al comienzo: SOCIALISMO O BARBARIE.
Por supuesto el derrumbe del capitalismo no es automático, ya que su liquidación
global demanda un creciente nivel de conciencia y organización de los explotados,
la construcción de una nueva subjetividad que hace inexcusable la batalla de
ideas.
En esta última perspectiva, nuestro punto de partida es el reconocimiento del
régimen de producción capitalista, como un sistema que se sostiene sobre la
EXPLOTACION DEL TRABAJO, pero que también integra otros aspectos en la
estrategia de subordinación: LA OPRESION POLITICA Y EL DOMINIO
CULTURAL. Por esto, cualquier proyecto liberador anti-capitalista necesariamente
tiene que destruir la sustentación o base del capitalismo desde una perspectiva
global:
* Emancipar el trabajo de las relaciones de sumisión (subsunción formal y real):
producción de plusvalía, búsqueda de máxima ganancia, mercantilización y
cosificación de las relaciones humanas, enajenación del trabajo.
* Superar la enajenación política a través del ejercicio de la democracia directa y
desarrollo de nuevas formas de participación. Reabsorber la sociedad política en
la sociedad civil, construyendo un nuevo nexo entre el Estado y el ciudadano por
la vía de la democracia directa. Estas premisas se concretan en EL ESTADO
COMUNAL Y LA REPUBLICA DE CONSEJOS.
* Construcción de una nueva hegemonía socio-cultural que permita superar la
alienación consumista, el monopolio del saber, la estética de la mercancía,
implicando una REVOLUCION CULTURAL, LA CONSTRUCCION DE LA
SUBJETIVIDAD REVOLUCIONARIA .
En tal sentido, es indispensable construir una plataforma programática donde se
articulen las finalidades emancipatorias de largo aliento con las demandas y
necesidades de los explotados y oprimidos en la coyuntura.
En esa perspectiva, el programa transformador debe incorporar las
reivindicaciones democráticas, anti-imperialista y anti-monopolistas sin
abandonar los objetivos del socialismo revolucionario y de igual manera, integrar
el conjunto de propuestas y proyectos alternativos que han surgido de las luchas y
las resistencia cultural, tales como: la reivindicación de la diversidad étnica, el
enfoque de género, la agroecología, la pedagogía y comunicación alternativa,
entre otros. Esta plataforma programática es un componente básico del Buen
Vivir, que articula en su seno la múltiple expresión de lo nacional, lo clasista, lo
étnico y la diversidad de movimientos sociales.
Aquí es necesario establecer puentes entre las dinámicas cotidianas de los
explotados y oprimidos ( dinámicas de sobrevivencia, de resistencia y alternativas
como ya señalamos ) estando conscientes que muchas veces estas luchas no
rebasan el nivel de lo reivindicativo o se focalizan en las dinámicas de
sobrevivencia como son los casos de los reclamos por mejores servicios, empleo,
salario, etc.
Los diversos aspectos programáticos que reseñaremos a continuación, forman
parte de las reflexiones y prácticas que se vienen desarrollando en muchos
países por parte de un movimiento social diverso:
* En algunos casos, la teoría crítica que anima algunos proyectos alternativos,
viene siendo formulada por intelectuales y colectivos de investigación agrupados
en partidos, sindicatos, movimientos, asociaciones, instituciones, revistas.
* En otros casos, algunos cambios son impulsados como proyectos alternativos
( en educación, salud, alimentación ), como prácticas concretas, como
experiencias sociales de base, sea estos de trabajadores, etnias o sectores
comunitarios.
* También se concretan en los planes y proyectos de gobiernos revolucionarios y
progresistas, tanto a nivel local-regional como nacional.
Se trata de una corriente ideológica presente en cualquier latitud del planeta, la
cual en su conjunto de expresiones ( individualidades, colectivos, movimientos )
emerge en el marco de la UNIDAD EN LA DIVERSIDAD, posibilitando la
construcción de un BLOQUE SOCIAL REVOLUCIONARIO compuesto por
trabajadores, campesinos, indígenas, ecologistas, intelectuales y cultores
populares, movimiento de mujeres, comunicadores y redes de medios
comunitarios, movimiento pedagógico, los cuales pueden dar un salto en la
coordinación y enlace de las luchas, siguiendo la siguiente metódica de
construcción:
1.- Hacer visible y empujar el poder de confrontación de la teoría crítica y las
experiencias anti-capitalistas en todo el mundo. Profundizar la investigación y el
debate en torno a las actuales tendencias del capital y la activación de las políticas
anti-crisis. Este programa investigativo contempla la caracterización del patrón de
acumulación y de reproducción del capital: modalidad de obtención de plusvalía,
su impacto en el empleo y en el salario, exigencias técnico-científicas, las nuevas
tendencias en la distribución y consumo de mercancía.
2.- Constituir redes de redes, que no sólo sean vasos comunicantes y enlaces en
la acción cotidiana solidaria, si no que pueda elaborar y coordinar planes de
trabajo de mediano y largo alcance, que respete y valore adecuadamente los
tiempos y ritmos de las diversas experiencias organizativas locales y nacionales,
pero al mismo tiempo, desarrolle una estrategia y un proceso de articulación que
permita la unidad de acción, canalizando la solidaridad internacional y el apoyo
mutuo.
3.- En la actual coyuntura del proceso revolucionario en Venezuela, la
construcción de estas redes de redes o movimiento de movimiento se concreta en
el Gran Polo Patriótico ( GPP) en el cual se puede organizar las múltiples lecturas
programáticas del Buen Vivir, trascendiendo el electoralismo y el cortoplacismo.
Esta estrategia metodológica esta mediada por la batalla de ideas, que demanda
procesos investigativos, de debate y confrontación, siendo este el objetivo
esencial que nos hemos propuesta al intentar conectar el Buen Vivir con los
diversos aportes de la teoría crítica, con los acervos de la corriente
histórico-social y con los diversos proyectos alternativos impulsados por
los movimientos sociales.
III.- El buen vivir y la construcción de una nueva
subjetividad revolucionaria que confronte globalmente al
régimen capitalista.
En la batalla de ideas o lucha ideológica, no se está partiendo de cero, ya que
existen elaboraciones teóricas, experiencias y procesos organizativos de diversos
tipos que son referentes en la construcción programática.
Veamos sumariamente algunos ejes que son puntos de partida en la construcción
de una nueva subjetividad revolucionaria.
3.1. El buen Vivir y revolución cultural
En el Ensayo “La revolución es cultural o reproducirá la dominación” ,
publicado en año 2007, evaluamos los déficits de los procesos de cambio donde
se subestimó históricamente las transformaciones culturales ( la lucha en el
terreno de los valores ) teniendo como resultado una reproducción global de la
dominación burguesa y el fracaso de los intentos de revolución.
En tal sentido, el proceso bolivariano demanda tomar muy en cuenta las razones que han
conducido al fracaso de otros esfuerzos transformadores.
.
Una primera lección que se desprende de las experiencias conocidas a lo largo de la
historia, particularmente en la revolución soviética, es concebir el poder como una cosa
que se puede “tomar” en un rápido asalto al Palacio de Invierno Moscovita. El Estado es
reducido a la maquinaria policial-militar, subestimando las trincheras y casamatas de la
sociedad civil (grupos económicos, mafias sindicales, medios de comunicación, escuelas,
etc.) que cumplen funciones hegemónicas moldeando el sentir y pensar de la población.
Asociada a este primer aprendizaje histórico, esta la equivocación que se deriva de una
lectura mecánica y economicista de las transformaciones, basado en la premisa de que la
existencia social determina la conciencia y en consecuencia, con un cambio en la base
material de existencia haría aparecer cambios en la conciencia social. Una de las
conclusiones de tal enfoque, es la priorización del desarrollo de las fuerzas productivas
con un enfoque tecnocrático, subestimando el papel de las relaciones de producción
(formas de propiedad, relaciones mercantiles, división del trabajo) y los valores y
costumbres, de los actores involucrados en el proceso. En este caso, esto es todo lo
contrario de las premisas teóricas del Buen Vivir.
Una segunda enseñanza, está referida a la aplicación en el proceso revolucionario de
fórmulas y modelos al margen de las condiciones histórico-concretas, lo que condujo a
ignorar las particularidades e idiosincrasia de los pueblos.
Un tercer aspecto, está relacionado con las concepciones evolucionistas y reformistas que
no aprecian correctamente el nexo entre reforma y revolución, el vínculo dialéctico entre la
acumulación gradual de fuerzas y el salto revolucionario. En tal sentido, es bastante
conocida las dos desviaciones que surgen cuando no se comprende la transición de un
desarrollo a otro: salto al vacío o crecimiento vegetativo.
Lo que nos parece que queda claro de estas tres enseñanzas, es que en su conjunto,
ellas nos indican un abandono en el esfuerzo por construir la subjetividad revolucionaria,
con su complejidad étnico-cultural.
Si alguna cosa hoy es hoy evidente, es que la lógica capitalista no sólo impera en
el proceso de trabajo, en la vida fabril, si no que abarca el conjunto de la vida
cotidiana:
“ El afán por aparentar, el esnobismo, el apego a las modas, el ocio
enajenante generados por las campañas consumistas de los medios de
comunicación, promueven una expectativa creciente que al no poder
satisfacerse hacen estrago en la existencia y la conciencia social. El
colorario lógico no es otro que las conductas evasivas, la drogadicción, la
violencia y la anomia.
Actitudes no solidarias ni cooperativas son otros de los rasgos destacados
de la cultura burguesa. En su lugar, se impulsa el darwinismo social y la
destrucción de la naturaleza, donde en medio de la competencia, sobreviven
los que poseen ventajas. Por otro lado, el tener se convierte en un valor
supremo, que no sólo conduce al afán de lucro, sino al desarrollo de la
inmoralidad, el cinismo y la falsedad también como valores .”
Por todo lo anterior, la constitución de los explotados y oprimidos como sujetos
históricos conlleva desterrar dichos valores y actitudes, superando tanto su trama
material como simbólica.
En tal sentido, se requiere desarrollar una estrategia global desde el punto de
vista de la formación en valores, donde lo educativo y comunicacional debe
contemplar:
• Considerar los contenidos de esta nueva subjetividad revolucionaria de un punto
de vista histórico, incorporando las tradiciones y luchas de explotados y oprimidos.
• De allí la importancia de reivindicar la diversidad étnica y la interculturalidad,
articulado a la concepción clasista de la sociedad.
• Combate ideológico en el terreno de la superestructura institucional: escuela,
fábrica, medios de comunicación..
• Particular importancia tiene la identificación y promoción de la resistencia e
insurgencia cultural.
En nuestra América encontramos un importante acervo cultural que puede ser
plataforma en el terreno de los valores para enfrentar el proceso capitalista
enajenador:
“- Valores y actitudes solidarias en comunidades campesinas e indígenas.
- Modalidades de trabajo cooperativo como la cayapa y el convite, como
expresión del apoyo mutuo.
- Gastronomía popular y patrones de consumo saludables y en
correspondencia con la producción local.
- Relación armónica con la naturaleza, que respeta el medio ambiente.
Cultura del ahorro y del trabajo creador, empleo de formas de intercambio
como el trueque.
- Formas de comunicación auténtica, centradas en la conversa y el valor de
la palabra.
- Formas de ocio y de recreación donde se dignifica la naturaleza y la
persona humana.
- Valoración de lo público como espacio de encuentro ciudadano, como
suelen ser las plazas y otros patrimonios arquitectónicos de los pueblos.
- Sueños y esperanzas, animados por la religiosidad popular.
- Fibra patriótica que se enraíza en las gestas y luchas independentistas.”
En este contexto histórico-cultural, todos sus referentes son parte del
planteamiento del Buen Vivir.
3.2.- El buen vivir y el enfoque de desarrollo integral.
En otro ensayo, elaborado en el año 2010, con el título “Propuesta anticapitalista
y agroecología” , planteamos que en transición socialista tiene
que impulsarse otro modelo productivo, lo cual involucra la incorporación de otra
racionalidad y otros valores en la producción de bienes y servicios:
* Transformación en el proceso inmediato de producción
En el nuevo modelo productivo socialista, no se busca la apropiación privada del
trabajo excedente, el afán de lucro y la máxima ganancia como móvil, sino la
satisfacción de necesidades colectivas. Al superar esta lógica capitalista, en el
proceso de van dando una series de transformaciones, entre las que podemos
destacar:
• Primacía de los valores de uso sobre los valores de cambio, aquí se trata de
producir bienes y servicios no como mercancías dirigidas a la venta. En su
conjunto, todo esto implica abolir la vigencia de la Ley Valor-Trabajo, es decir,
superar las relaciones mercantiles y sus múltiples expresiones: dinero, precio,
ganancia, trabajo asalariado, en fin emancipar el trabajo del proceso enajenador,
Por lo tanto, la superación de la enajenación del trabajo, resolviendo la
contradicción entre trabajo abstracto-trabajo concreto, valor de uso – valor de
cambio (dicotomías que se materializan en el proceso de valorizaciónacumulación-
reproducción ampliada capitalista), es un objetivo estratégico de la
construcción socialista. En tal sentido el planteamiento de la EMANCIPACION
DEL TRABAJO en el proceso de transición rumbo al socialismo involucra poner en
discusión la valorización del capital centrada en la extorsión del trabajo,
demandado que el nuevo enfoque de desarrollo tenga como propósito la
humanización y dignificación del trabajo concreto .
Las anteriores premisas del enfoque de desarrollo integral, a nivel fabril implican
superar la racionalidad que gobierna el proceso de trabajo,:
– Incorporar otra visión de la productividad, que no persigue la obtención de
excedentes como un fin en sí mismo, sino el predominio del trabajo concreto y los
valores de uso en función de necesidades radicales.
· Redefinir los puestos de trabajo y la jornada en su conjunto.
· Superar el despotismo de fábrica y las jerarquías, rompiendo el monopolio
del saber. Sobre esta base aplicar el control obrero y elaborar el
presupuesto participativo.
· Democracia sindical, construcción de los Consejos de Fábrica y el Control
Obrero
· Reducción de la jornada de trabajo y cualificación del tiempo libre.
· Impulsar otro paradigma científico – técnico, fuera de la lógica de la
acumulación capitalista.
* Premisas del Consejo de Fábrica y del Control Obrero.
Como ya lo denunciamos , el proceso de trabajo en función de la valorización y su
apropiación privada es un trabajo enajenado o alienado, donde el trabajador se enfrenta a la
máquina, los productos y a sus propios compañeros como algo “extraño”
Por ello, cualquier intento de humanizar el trabajo y superar el proceso de valorización
capitalista centrada en la extorsión del trabajo va a chocar inevitablemente con la llamada “
organización científica del trabajo” heredada del taylorismo, el fordismo y el neo-fordismo,
por lo que hay que establecer las premisas de lo que va a ser el proceso de “reingeniería”
que impulsa la propuesta socialista para no reproducir la lógica enajenante que hemos
heredado en el proceso de trabajo. He aquí algunas de dichas premisas:
· El trabajador al supeditarse a los equipos y maquinarias, asume un conjunto de
tareas parceladas y empobrecedoras, las cuales debe repetir indefinidamente, como
parte de sus funciones y adscripción de cargo, regida por prácticas operativas,
legitimadas en normativas y en la propia contratación colectiva y en el tabulador.
· La subsunción del trabajo en el capital, está respaldada por una determinada manera
de entender y aplicar la ciencia y la tecnología, donde los paradigmas dominantes en
el terreno del conocimiento o los saberes técnicos excluyen como no científico las
habilidades y pericias del trabajador.
· De esta manera se puede hablar de una subsunción del saber, ya que la experiencia
del obrero y su “saber hacer” se hace rutinario y poco creativo, profundizando la
diferencia entre la actividad manual e intelectual.
· En el taylorismo, al disociar el saber de los trabajadores, aparece como obligado que
este sea asumido por la gerencia, separando la dirección de la ejecución.
· Este es un rasgo estructural de la enajenación del trabajo, porque el obrero ejecuta
un trabajo parcelario y embrutecedor, con una enorme carga física y psíquica, en
ambientes de alto riesgo y severidad, mientras una parte de la gerencia y de la
administración monopoliza la tareas de dirección en un ambiente diferenciado.
· El espacio donde se formula y se administra el proceso de trabajo es algo ajeno y
distante del obrero, justificado por supuesto en normas técnicas que nadie discute.
· Por ello, en la lucha contra la enajenación del trabajo es necesario no sólo cambiar
de enfoques y paradigmas técnicos, sino igualmente asumir la reestructuración
organizativa de nuestras empresas, dándole otro sentido a las diversas ingenierías, a
la planificación y la administración.
Esta caracterización de la sumisión del trabajo al capital, define la tarea transformadora en
el proceso inmediato de producción, es decir, lo que hay que cambiar en el proceso de
trabajo rumbo al socialismo, justificándose las siguientes preguntas dilemáticas:
¿Puede construirse el socialismo manteniendo la contradicción entre el proceso de trabajo y
la valorización o aceptando la primacía del valor de cambio por encima del valor de uso?
¿Puede construirse el socialismo sin poner en discusión la obtención de plusvalía, el pillaje
legalizado del plustrabajo, trabajo excedente o trabajo no pagado al obrero?
¿Puede construirse el socialismo aceptando los paradigmas industriales propios del
capitalismo, como son el taylorismo, el fordismo o el neofordismo?
¿Puede construirse el socialismo partiendo de la concepción de la productividad del trabajo
que se fundamenta en la parcelación del saber y de la tarea, es decir, en la profundización
de la separación entre el trabajo intelectual y el trabajo manual del obrero?
¿De qué socialismo estaríamos hablando si no se emancipa el trabajo, si no se promueve el
trabajo liberador ?
Partiendo de dichas interrogantes, en el Consejo de Fábrica se plantea concretar la lucha
contra la enajenación del trabajo colocando la economía al servicio del hombre, rompiendo
con la lógica mercantil,. De allí algunos de sus rasgos fundantes:
1.- El Consejo de Fábrica asume como tarea la superación del trabajo alienado que surge en
el régimen de producción capitalista, donde el trabajador está separado y enfrentado con los
medios de producción, pero también con sus productos convertidos en mercancías, tal como
acabamos de ver.
2.-En el Consejo de Fábrica, al dirigirse a superar las relaciones de producción capitalistas,
se plantea la abolición de la jerarquía y el despotismo de fábrica, colocando en cuestión a la
división social del trabajo, es decir, la separación entre el trabajo manual e intelectual, la
cual es una de las principales relaciones de dominación que se coloca en entredicho a través
del ejercicio de la democracia de los trabajadores:
· Crítica al monopolio y la jerarquía del saber, que se materializa en la expertocracia o
en las modalidades tecnocráticas.
· Cuestionamientos la fragmentación del saber que surge de la especialización.
· Darle dignidad teórica al trabajo manual, reivindicando el saber popular,
propugnando el diálogo de saberes.
· Asumir la democratización del saber y el pensar con cabeza propia, como requisitos
básicos de la democracia en la fábrica.
· Abolición de los secretos tecnológicos, apertura de los libros de contabilidad,
humanización de las jornadas y puestos de trabajo.
· Conocimiento de la relación salarial, la seguridad y la salud ocupacional
4.- La delegación y descentralización de la capacidad de decisión y de las funciones,
concretado en un nuevo modelo de gestión con planificación democrática y elaboración
participativa del presupuesto.
En esa dirección, el cambio gerencial, forma parte de la profilaxis antiburocrática, la cual
está signada por:
· La democratización del saber y el diálogo permanente
· La transparencia informativa y libre acceso a los documentos restringidos
· El trabajo en equipo y colegiación de las decisiones
· La delegación de funciones para aplanar las estructuras gerenciales.
· La simplificación de trámites y combate a la cultura del papeleo.
5.-Como práctica democrática en el Consejo de Fábrica, se elabora el presupuesto
participativo, donde se materializa los diversos puntos de vista sobre los problemas a
resolver, iniciativas de cambio, aportes e innovaciones del colectivo:
a.- El presupuesto participativo es otra manera de entender la distribución de los recursos
públicos, tradicionalmente en manos de algunas élites, especialistas o expertos. Ahora se
trata de que los trabajadores, participen en los debates y consultas sobre ingresos y
gastos, naturaleza de las inversiones y áreas prioritarias en la empresa.
b.- El presupuesto participativo promueve el combate de la burocracia, ya que permite
evaluar la maquinaria administrativa, ubicando sus principales fallas: papeleo, recaudos
inútiles, pasos innecesarios. El presupuesto participativo, favorece también el combate a la
corrupción, ya que la participación del conjunto de los obreros y empleados de nuestra
empresa, neutraliza el clientelismo, el tráfico de influencia en los cupos, licitaciones,
compras o inversiones.
c.- El presupuesto participativo, genera condiciones propicias para el seguimiento y control
de gestión, ya que el colectivo puede evaluar en forma permanente la ejecución de
loacordado, vigilar los recursos empleados.
d.-El presupuesto participativo, permite combatir la parcelación y fragmentación
delconocimiento, ya que muchas veces “vemos los árboles pero sin mirar el bosque”, es
decir, no vemos más allá del estrecho marco de nuestro campo de trabajo sin comprender
las múltiples conexiones en el proceso político-social, sin valorar adecuadamente la
complementación y reciprocidad que debe existir entre las diversas iniciativas, planes y
programas, sin desarrollar la cooperación y la solidaridad entre todos.
e.- Finalmente, podemos indicar que el presupuesto participativo, por todo lo anterior,
puede facilitar la superación de un conjunto de errores y fallas que tradicionalmente están
presentes en la formulación y planificación del presupuesto: falta de sinergia, escasa
coordinación, poca articulación y pertinencia social de la gestión pública.
6.- En el marco de las nuevas relaciones de producción, donde se inscribe el Consejo de
Fábrica, como ya señalamos, la producción no se rige por el mercado, sino que es regulada
conscientemente por los trabajadores, en función de necesidades colectivas. Esta regulación
consciente, involucra un proceso de planificación, pero no necesariamente con el carácter
burocrático y vertical de los planes estatales que hemos conocido. El ejercicio de la
democracia participativa y protagónica, los mecanismos de contraloría social, exigen
también de una PLANIFICACIÓN PARTICIPATIVA en el proceso económico-social.
7.- Reparto equitativo de los excedentes de la producción como esfuerzo colectivo. Las
formas de distribución del excedente, que no persigue la apropiación individual del trabajo
ajeno o la acumulación de capital, se guían por principios de solidaridad, equidad y
cooperación. En tal sentido, en el Consejo de Fábrica los excedentes se reparten en una
serie de fondos:
· Un fondo de carácter social, dirigido a devolverle a la sociedad en su conjunto, parte
de los resultados de la producción, de la riqueza generada por el trabajo colectivo.
Con estos aportes se apoyan a las comunas, asociaciones productivas, EPS,
Cooperativas, igualmente las misiones educativas, planes de vivienda y desarrollo
territorial
· Otro fondo dirigido a cubrir gastos asociados a deudas, compras de equipos y
materias prima.
· Un tercer fondo para la seguridad social y la remuneración básica de los
trabajadores.
· Y finalmente, un fondo rotatorio para las contingencias.
8.- La contraloría social es ejercida por los trabajadores a través de organismos específicos
creados para tales fines. Se trata de una práctica para realizar la contraloría social en el
manejo de los recursos asignados a la empresa, así como sobre los programas y proyectos de
inversión pública presupuestada. La contraloría social tiene como objetivo:
a.- Dar seguimiento al funcionamiento del Consejo de Fábrica en su conjunto.
b.- Promover una práctica permanente de vigilancia y control de la administración en la
empresa.
c.- Ejercer el control en la ejecución del plan estratégico de la empresa y los diversos
programas y proyectos.
* Cambios en la distribución y el consumo
Uno de los aspectos donde se presentan conflictos en la transición socialista, tiene
que ver con el reparto de los excedentes de la producción, producto del esfuerzo
colectivo.
De allí que sea necesario no sólo modificar el modo de producción, sino también
las formas de distribución y consumo.
En el caso de las formas de distribución del excedente, que no persigue la
apropiación individual del trabajo ajeno o la acumulación de capital, se guía por
principios de solidaridad, equidad y cooperación.
Un eslabón clave en el desarrollo de propuestas alternativas está relacionado con
los canales de distribución, donde es vital promover el desarrollo de infraestructura
como los sistemas de transporte, centros de acopio, cadenas de frío y
experiencias de intercambio como los mercados populares, bodegas comunitarias
puntos de ventas, ferias de consumo:
§ Lograr abastecimiento a bajo costo / precio
§ Debilitar las roscas de abastecimiento y comercialización de los productos del
rubro de alimentos.
§ Fortalecer las redes de productores autogestionarios y de economía comunal6
en las áreas de producción de alimentos y en los procesos de almacenamiento,
transporte, abastecimiento, consumo y servicio.
§ Aportar a la diversificación de la producción y consumo de productos
alternativos en los rubros de alimentos.
El combate a la lógica del capital en la esfera de la circulación y distribución de
alimentos implica reconocer en profundidad el papel de los supermercados y
carteles en el agronegocio que logran imponer las reglas del juego en el consumo,
siendo muchas veces intangible su papel en la reproducción de la crisis
alimentaria, por lo que hay que precisar:
· ¿ Cómo estos supermercados fortalecen patrones de consumo ajeno y
estandarizado ?
· ¿ Cómo dominan a los pequeños productores, comprando barato y
vendiendo caro.?
· ¿ Cómo refuerzan las asimetrías en la ocupación territorial, ya que están en
las grandes urbes en la parte norte-costera de Venezuela mientras la
agricultura está en espacios lejanos ?
· ¿No produce tal situación el fenómeno de los “alimentos viajeros” los cuales
pierden calidad, generan problemas de contaminación, desgastes en el
parque automotor, saturación de carreteras y autopistas ?.
· ¿Cómo esta “deslocalización alimentaria”, ( donde los alimentos recorren
cientos de kilómetros antes de llegar al consumidor ) niega el desarrollo
endógeno y la agricultura sustentable ?
· ¿Cómo generan los supermercados un cuello de botella, donde el agricultor
bajo el control de estas cadenas de comercialización no llega directamente
al consumidor y este no puede contactar directamente al productor ?
· ¿Cómo existen miles de agricultores y consumidores, controlados por unas
pocas cadenas como las señaladas ?
Puntualizamos esta realidad con preguntas directrices porque los patrones de
consumo forman parte de las relaciones de producción capitalistas y no se
pueden separar de la crisis alimentaria y en la coyuntura tenemos que realizar
no sólo una labor de denuncia, sino impulsar planes formativos para el
consumo alternativo, sustituyendo productos, rescatando la gastronomía
popular .
* Consumo alternativo y gastronomía popular
En el marco de las nuevas formas de distribuir y consumir los bienes y servicios en
la transición socialista, es importante atacar el consumismo que se ha impuesto
siguiendo los patrones importados, que son reproducidos en nuestra sociedad por
las capas que poseen alto poder adquisitivo, predilectos clientes de la comida
chatarra como Mc Donald’s, Pepsi-cola . En este caso hay que librar una
verdadera batalla cultural para modificar esta demanda alienante, la cual implica
también un proceso de sustitución de productos en la dieta diaria (como un
ejemplo en ese camino, podemos reivindicar el planteamiento realizado en el
Proyecto Educativo Nacional, donde se asume la impugnación de la cultura de la
pepsi-cola y su sustitución por el guarapo de papelón con limón o frente al modelo
Mc Donald’s, impulsar la cultura del maíz, lo que implica el desarrollo de las
cachaperas donde se puede generalizar la elaboración de diversos productos
derivados: mazorcas sancochadas o asadas, cachapas, hallacas, mazamorra,
caratos, etc.) El enfrentamiento en el terreno de los valores y el gusto
gastronómico, está asociado íntimamente a la viabilización de las cadenas
productivas. En el caso de las cachaperas, es indispensable fomentar el apoyo
crediticio a las empresas asociativas o cooperativas, apoyar las cadenas
productivas entre conuqueros que cultivan maíz, la red de transporte, los centros
de acopio, los puntos de venta y los locales de elaboración de los derivados de
este producto. De igual forma, es indispensable mejorar la higiene y la atención a
los consumidores, acelerar la permisología sanitaria y de comercio. Del mismo
modo, se requiere una estrategia comunicativa que permita hacer del
conocimiento público las propiedades del producto como valor de uso (sus
ventajas para la salud, componentes nutricionales, múltiples derivados, etc).
3.3. El Buen Vivir y la depredación de la naturaleza.
* Crisis orgánica del capital y degradación ambiental
El proceso de valorización-acumulación capitalista intrínsecamente es destructivo,
ya que posee contradicciones orgánicas que periódicamente se expresan en las
crisis: sobreproducción de bienes ya que la producción no se dirige a satisfacer
necesidades sino al mercado, subconsumo porque la capacidad adquisitiva de la
población impide comprar los bienes producidos anárquicamente, desproporción
sectorial porque no hay relación armónica entre la agricultura y la industria,
separación entre la campo y la ciudad, sobreacumulación de capital que
conduce a la abundancia del capital ocioso , obsolescencia programada , donde
los productos se dañan prematuramente y sobrediversificación de bienes donde
se producen pequeñas series y las mercancía cambian de fachada o de
apariencia ( empaquetados, etiquetas ) por razones de mercadeo. Todo lo
anterior, en su conjunto conduce al despilfarro y al deterioro ambiental, ya que ese
proceso implica una alta dosis de irracionalidad y de ausencia de dirección
consciente de la producción.
La lógica expoliadora que subyace en la valorización del capital ( hay que recordar
la diversidades de subsunciones ) puede enmarcarse en dos ejes de degradación
de la naturaleza:
– Destruye y despilfarra como “materia prima” todo tipo de recursos, renovables y
no renovables, donde se incluyen los ríos, mares, bosques, flora y fauna, incluida
la biodiversidad.
– Por otro lado, contamina el ambiente: incremento de desechos tóxicos,
desertificación, gases de invernadero, recalentamiento del planeta.
* Socialismo agrario y agricultura sustentable
La valorización del capital, la búsqueda de la máxima ganancia en el agronegocio,
ha conducido históricamente a un deterioro progresivo del campo, la cual forma
parte de la herencia que nos dejo la IV Republica en la agricultura de Venezuela:
· Semillas con problemas de calidad y de adaptación a las condiciones del
suelo y a la adversidad del clima.
· Fallas en el control de insectos y enfermedades
· Inexistencia de sistemas de riego adecuado.
· Alta erosión y pérdida de fertilidad del suelo.
· Limitaciones en la transferencia, adaptación e innovación tecnológica.
· Monocultivo e importación indiscriminada.
· Aplicación de tecnologías inadecuadas, abuso en el empleo de
agroquímicos que dañan el ambiente.
· Monopolio de las aguas y concentración de la propiedad en los suelos más
fértiles y productivos.
· Roscas en los canales de procesamiento y comercialización de la
producción agrícola.
· Alto nivel de desocupación y pobreza crítica.
· Envilecimiento de los precios. Los pequeños productores o conuqueros
venden muy barato a los diversos Intermediarios, pero al final de la cadena
de intermediación el valor de los productos agrícolas resultan caros.
· No han existido centros de acopio ni cadena de frío que le sirvan a la
mayoría de los productores. Por ello, estos han sido cuellos de botellas
para construir nuevas cadenas de distribución y comercialización.
Resolver los anteriores cuellos de botellas o insuficiencias estructurales que
heredamos de la IV República, implica promover otro enfoque sobre desarrollo
agrario sustentable en una perspectiva no capitalista, implica impulsar otra política
en el campo:
· Confrontación con las relaciones de producción capitalistas: apropiación
privada del excedente, relaciones mercantiles, división social del trabajo.
· Superación del agronegocio que convierte los alimentos en mercancías,
como dijimos anteriormente, en el socialismo agrario hay que producir bajo
la tutela de los valores de uso y no de los valores de cambio, producir para
satisfacer necesidades colectiva y no para lucrarse a costilla del hambre de
los demás.
Esta promoción y desarrollo de la agricultura sustentable como base estratégica
del desarrollo rural integral, cuyo propósito básico es garantizar la seguridad y
soberanía alimentaria de la población a través de una alimentación SANA,
SEGURA, SOBERANA Y SABROSA,
Se debe buscar el aprovechamiento de las tierras ociosas, el agua, y la mano de
obra desocupada en la pequeña y mediana producción del campo, vinculando el
conocimiento científico-técnico con los saberes populares en la tradición
conuquera.
* La agroecología como opción en la producción de una alimentación sana,
segura, soberana y sabrosa.
Existen diversas corrientes y experiencias en el ámbito de la agroecología, por lo
que queremos puntualizar nuestra mirada sobre la misma, siendo explícitos en el
enfoque que orienta nuestra praxis.
Como corriente ideológica impulsamos la agroecología política que vincula la
“armonía y el equilibrio con la naturaleza” a las relaciones de
producción, a la correlación de fuerzas entre actores oponentes, a
los contextos socio- históricos específicos y a determinados
valores culturales, donde se incluye el gusto y la gastronomía .
Queremos indicar con ello que los principios agroecológicos no están al margen
de la producción, distribución y consumo de los bienes alimentarios. De la misma
forma no están separados de determinados conflictos entre sujetos sociales que
pugnan por el reparto de esos bienes ( clases sociales, naciones, etnias,
géneros ). Y finalmente, tal conflicto de interés no está desterritorializados, sino
que ocurre en un lugar, en un determinado contexto: zonas templadas, trópico,
valles, cordilleras, costa. Con todo esto queremos enfatizar que en nuestra
sociedad, los “ecosistemas” están condicionados no solo por
aspectos “naturales”, sino que en el régimen de producción
capitalista la valorización o extorsión del trabajo, la acumulación y
reproducción del capital, definen la relación con la naturaleza. Por
ello, el comportamiento de la tasa de ganancia determina las prioridades de la
inversión y el consumo. Por ejemplo, si la tasa de ganancia es más baja en la
agricultura que en la intermediación bancaria, el flujo de capital se dirigirá a
aprovecharse de la tasa de interés. Igual ocurre con los rubros banderas, las
técnicas y la aplicación de la ciencia, la imposición de determinados patrones de
consumo. Para la lógica del capital poco importa la preservación del ambiente o la
salud pública. Esta precisión teórico-ideológica nos permite conjurar los peligros
del dogmatismo y del reduccionismo, sea de tipo ecologista o cientista como la
asume la tecnocracia en el campo.
En este caso, planteamos vincular los cambios en las relaciones de producción
capitalista con las transformaciones de la agricultura agrotóxica aplicando
principios agroecológicos en el marco del desarrollo endógeno y sustentable,
como soporte teórico-práctico de la soberanía alimentaria:
a.- Recuperación y preservación de la biodiversidad.
b.- Manejo integral de suelo y agua.
c.- Recuperación de variedad de semillas autóctonas y construcción de semilleros
comunitarios.
d.- Empleo de abonos orgánicos y biofertilizantes.
e.- Reciclaje de nutrientes.
f.- Manejo ecológico de insectos y enfermedades.
g.- Asociación y rotación de cultivos.
El conjunto de razones que hemos esbozado anteriormente, definen la perspectiva
estratégica donde inscribimos el Programa Todas las Manos a la Siembra (PTMS),
por lo que hemos sostenido que no sólo se trata de sembrar unos determinados
rubros, sino también sembrar valores, sembrar un nuevo modo de vida, que no
sólo aspira a la armonía entre los seres humanos sino igualmente con la
naturaleza. En esa perspectiva se inscriben los siguientes lineamientos:
1.- Asumir con toda su carga ideológica y técnico-productiva, la concepción en
torno a una ALIMENTACIÓN SANA, SEGURA, SOBERANA Y SABROSA.
2.- Impulsar la producción de bienes alimenticios bajo la perspectiva de los valores
de uso y no como mercancía.
3.- Promover el cambio en los hábitos alimenticios y en los patrones de consumo,
tomando en cuenta la experiencia previa del MENU BOLIVARIANO propuesto a
raíz del paro petrolero del 2002 donde se sustituyeron más de 30 productos
asociados a la dieta diaria. Coordinación con el INN y el MPPA para enfrentar la
enajenación consumista y la comida chatarra, desarrollando propuestas de
CONSUMO ALTERNATIVO. Esta situación queda patentizada en los actuales
patrones alimenticios que concentran los requerimientos nutricionales y
energéticos en harinas precocidas de maíz, pasta, azúcar. Aquí no sólo se trata de
un problema de salud pública, sino también de una demanda que se combina con
el control monopólico de la producción en manos de los carteles del agronegocio.
4.- Plantear la transformación curricular en todo el sistema educativo,
incorporando el enfoque agroecológico a los contenidos y prácticas pedagógicas,
esto va desde la educación inicial, básica, secundaria, universitaria, hasta las
diversas modalidades de educación popular donde se incluyen los Consejos
Comunales.
5.- Incentivar la cultura de la siembra no sólo en función didáctico-pedagógica,
sino también productiva, dirigida inicialmente a la subsistencia en lo local y en
segundo término a la distribución de los excedentes, esto implica sembrar todos
los espacios disponibles, desde el cultivo en envases pequeños, unidades
productivas escolares y familiares, patios, conucos, parcelas demostrativas,
unidades de producción.
6.-Desarrollo de iniciativas de “Ensemillamiento Nacional” a través de jornadas de
trabajo para recuperar, preservar y socializar semillas criollas o mejoradas en las
escuelas y hogares.
7.- Fomentar la auto construcción de los agrosoportes del nuevo paradigma
agrícola: semilleros comunitarios, laboratorios de bioinsumos, sistema de riego
adecuado, galpones y centros de acopio.
8.-Empleo de tecnología apropiada y apropiable en el proceso de transformación y
de agregación de valor a la producción agrícola, combinando los saberes
ancestrales y tradicionales con los adelantos científicos que se adapten al
enfoque.
9.- Apoyo a los canales de distribución que permita enfrentar el “alimento viajero”,
la especulación y el acaparamiento, lo cual demanda la planificación intersectorial
y la constitución de redes productivas socialistas, que puedan trabajar con cupos y
pedidos. Aquí es clave la articulación con Mercal, Pdval, el PAE, casas de la
alimentación, comedores universitarios y populares.
* Ciencia con conciencia, tecnología con pertinencia
Otro tópico de la transición socialista está referido a la plataforma tecnológica que
demanda nuestro desarrollo. Por ello debemos Impulsar líneas de investigación,
diseñar y fabricar prototipos de máquinas, equipos, productos y procesos
destinados a la solución de problemas tecnológicos comunes del conjunto de
empresas o unidades productoras de bienes y servicios que conforman las
cadenas productivas, operando como red, son tareas fundamentales para
eslabonar la producción-distribución-consumo en la perspectiva del desarrollo
endógeno y sustentable. Hemos heredado un conjunto de máquinas-herramientas
que responden a un determinado patrón tecnológico que no tiene correspondencia
con nuestra necesidad de desarrollarnos armónicamente, sino que están
íntimamente vinculadas a las deformaciones estructurales que hemos descrito, de
igual forma están asociadas a un determinado esquema de rentabilidad, que
persigue la máxima ganancia apropiada individualmente. Por ello podemos decir,
que nuestros parques industriales poseen una tecnología heterogénea que
responde a las tendencias que el capital transnacional impuso a nuestra
economía. En conse


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