Dos fundamentales experiencias de construcción de la Otra Economía y formas de vida comunitaria desde abajo
ENRIC DURAN GIRALT
Activista por el decrecimiento, promotor de proyectos de información y comunicación alternativos, y de actuaciones de desobediencia civil no violenta, es coordinador de la Cooperativa Integral Catalana.
¿Qué medidas puede tomar una persona a nivel individual para prepararse para el futuro?
Nosotros intentamos alentar a las personas a librarse de sus cadenas, dejar aparte sus
condicionantes, y abandonar trabajos que no les realizan, hipotecas impagables y ritmos de
vida insostenibles. Nos espera un futuro donde viviremos con menos a nivel material pero
donde tenemos la oportunidad de crecer constantemente como personas. Para poder
emprender este camino de crecimiento, lo primero necesario es que cortemos con una
manera de vivir que nos hace daño como seres humanos.
¿Qué puede hacer una persona en nuestro país que quiera cambiar cosas a nivel colectivo?
Se puede organizar con un grupo de personas que tengan una iniciativa o una manera de
pensar similar. Hay multitud de posibilidades de participar y organizarse. Nosotros
promovemos que sean colectivos asamblearios, sin jerarquías y que funcionen por consenso.
Colectivos que funcionen al margen del mercado y del estado, de manera que sean espacios de
libertad colectiva no mediada por el sistema dominante.
Usted es coordinador de la Cooperativa Integral Catalana. ¿Podría explicar a grandes rasgos
cómo funcionan este tipo de entidades?
Funcionamos de manera asamblearia y abierta, respetando al mismo tiempo la autonomía de
cada proceso local y de cada proyecto. La CIC tiene una jornada asamblearia mensual de un fin
de semana y una asamblea permanente quincenal, la cual sirve para hacer seguimiento de los
temas que van surgiendo. A partir de aquí el día a día se organiza a través de comisiones,
grupos de trabajo y servicios comunes. Al mismo que se promueve la creación de iniciativas
autónomas, ya sean proyectos cooperativos, comunidades de vida, o procesos de
autoorganización local. Dado que es un proceso organizativo complejo, para conocerlo con
más detalle recomiendo leerse la última versión de la Guía de la Cooperativa Integral Catalana:
https://cooperativa.ecoxarxes.cat/file/view/120654/guia-cic-v10-en-castellano-para-imprimir
¿Cuantos años hace que se puso en marcha la CIC? ¿Existen otras organizaciones similares en
nuestro entorno?
La CIC se constituyó en mayo de 2010. A partir del verano de 2011 se empezaron a poner en
marcha iniciativas similares en otros territorios de la península ibérica, las islas, y también en
otros lugares sobre los Pirineos. Sin embargo estas nuevas experiencias están en una fase
mucho más embrionaria que el proceso catalán.
¿Podría poner algún ejemplo de mejoras que ya se hayan alcanzado?
Actualmente hay unas 250 personas que ya han creado su puesto de trabajo y/o su modo de
vivir a través de la CIC. Se han puesto en marcha media docena de comunidades de vida.
Tenemos un proyecto de sistema de salud pública cooperativista, que nos ilusiona, y le siguen
otros avances en ámbitos como la educación, la alimentación y la vivienda. Sin embargo la
principal mejora es que estamos construyendo un modelo sistémico de transición hacia otra
sociedad. La Cooperativa Integral Catalana es hoy un referente para diferentes proyectos de
transformación social en el mundo, especialmente en las zonas más cercanas de la península
ibérica, las islas y Francia.
¿Podríamos afirmar que la CIC intenta construir un modelo de sociedad al margen del
sistema actual? ¿De qué manera pueden participar en ella aquellas personas que no pueden
o no quieren desvincularse del sistema?
Exacto, la CIC trabaja para construir un sistema social, económico y de relaciones humanas al
margen del capitalismo y del estado. Las personas que participan lo pueden hacer de muchas
maneras. No es un proyecto en el que se tenga que estar al 100%, por el contrario, se puede
participar dedicando a él tiempo libre, mientras se trabaja en el sistema; se puede participar
como socio de consumo, se puede usar de plataforma para poner en marcha un proyecto de
trabajo cooperativo, con el cual pagar la cuota de una hipoteca, se puede participar con los
ahorros generados como funcionario del estado, etc.
Como hay muchas maneras de participar, tenemos una comisión de trabajo de acogida, que
ayuda a cada uno a encontrar su manera de hacerlo. Os podéis informar en la
web www.cooperativa.cat y a través del correo info@cooperativaintegral.cat
¿Qué tipo de apoyo pueden ofrecer a personas en situación de pobreza y marginalidad?
Depende de lo que las personas en esta situación estén dispuestas a hacer. La participación en
la CIC no necesita tener ninguna solvencia económica, pero si una apertura cultural hacia el
cambio que la CIC promueve. Quien esté dispuesto a cambiar de modo de vida, puede ser
acogido en un proyecto cooperativo rural donde puede aportar su trabajo a cambio de tener
las necesidades básicas cubiertas. Quien esté dispuesto a generarse una nueva forma de
trabajo y fuente de ingresos, puede tener el apoyo de la CIC para tirar su proyecto adelante.
No sólo personas individuales, sino familias enteras pueden encontrar nuevas opciones si
están dispuestas a hacer el cambio interior que esto significa.25
¿Cree que este modelo puede lograr cambios a gran escala?
Trabajamos para llegar cada vez a más gente, y para realizar cambios que sean replicables en
otras partes. Entendemos que si las personas aprendemos a autogestionar nuestra vida, a la
vez individual y colectivamente, dejando de depender del mercado capitalista y del estado,
nuestras posibilidades para cambiar la sociedad no tienen límites. Eso sí, es un cambio
progresivo, que no sabemos cuántos años puede llegar a necesitar.
En este sentido, ¿cree necesaria la colaboración o integración con otras organizaciones como
ONGs, Cáritas, iniciativas de transición, etc.?
Colaboramos con varias entidades que cumplan unos mínimos que nos permitan colaborar con
ellas, entre las cuales, ya que las comentas, las iniciativas de pueblos en transición, que no son
muchas en Catalunya, pero las que hay están en frecuente relación con nosotros. En cuanto a
ONGs humanitarias que forman parte estructural del sistema, podemos colaborar en ellas
puntualmente cuando nos lleguen personas que no podemos atender y ellos sí, pero no es una
estrategia prioritaria dentro de nuestro proyecto.
¿Cómo es la relación entre la CIC y los gobiernos locales? ¿Cree posible que organizaciones
como la CIC lleguen a ser tomados en cuenta por las instituciones centrales?
La CIC tiene contacto con algunos ayuntamientos pequeños, formados por candidaturas
vecinales independientes, y que desde su autonomía pueden compartir muchas de nuestras
visiones. La colaboración a nivel político es más difícil con los ayuntamientos que están en
manos de grandes partidos, porque es difícil que salgan de su disciplina de partido con unos
objetivos bastante incompatibles con los nuestros. Sin embargo, a nivel administrativo se
pueden tener relaciones cordiales si desde la institución se facilita.
Por otro lado, la CIC no tiene ningún interés en que las instituciones centrales del Estado la
tengan en consideración, porque su objetivo es hacerlas innecesarias e incapaces de controlar
la capacidad de autogestión del pueblo.
¿Todavía estamos a tiempo de empezar a hacer las cosas bien?
Nunca es demasiado tarde, pero si consideramos los problemas ecológicos del planeta, cada
vez tenemos menos tiempo. La creatividad humana y la capacidad que tenemos de cooperar y
compartir conocimientos están de nuestra parte, pero no será nada fácil.
JUAN DEL RÍO SAN PÍO
Licenciado en biología, máster en sostenibilidad por la UPC, formador oficial e impulsor de la Transition Network en el estado español, coordinador de Transición Sostenible.
¿Qué medidas puede tomar una persona a nivel individual para prepararse para el futuro?
En general todo aquello que nos haga estar más preparados para el cambio, ser más flexibles y
capaces de adaptarnos a nuevas situaciones. Debemos dejar de lado la idea de que es sólo un
tema del futuro, vivimos en un mundo en continuo movimiento y desde luego no hace falta
más que pararse a ver lo que sucede a nuestro alrededor para darse cuenta de que ahora
mismo, mientras lees estas palabras, no paran de cambiar cosas. Por tanto es un tema de
futuro y de presente. La cuestión es: ¿qué cambio queremos?¿cómo ir hacia él? Bien, para
empezar debemos ser conscientes de que esta transición debe ser tanto individual como
colectiva y que no debemos esperar a que otra gente la haga por nosotros, debemos actuar ya.
Algunas ideas de cosas que podemos empezar a hacer hoy mismo:
- No perder el tiempo en discusiones y comenzar a participar en los proyectos para los que te
sientas más motivado. Uno podrá comenzar a hacer un huerto ecológico, otro a dar charlas, y
otro a hacer las casas más eficientes por ejemplo.
- Hacer partícipe de ello a tus amigos, vecinos, a todo el que te rodea y por supuesto usar las
redes sociales para ello.
- Consumir de manera consciente. Promoviendo la reutilización y reciclaje, el consumo
ecológico y local o de comercio justo, el uso del transporte público y la bicicleta, evitar coger el
avión, uso de monedas complementarias, etc. En definitiva un consumo crítico y coherente.
- Trabajar los aspectos personales y emocionales del cambio. Reconectar con la naturaleza, con
tu gente. Ser más generoso, cooperar, ralentizar nuestro modo de vida, tener momentos para
uno mismo, etc.
¿Qué puede hacer una persona en nuestro país que quiera cambiar cosas a nivel colectivo?
Es imprescindible organizarse colectivamente para diseñar y construir el futuro que queremos.
Debemos apostar por reconstruir comunidad, crear conexiones entre las personas y entre los
colectivos. Debemos dejar de ver las diferencias como distancias que separan sino como 27
diversidad y riqueza para cooperar y cocrear. Además la transición desde lo colectivo es mucho
más gratificante y porque no decirlo divertida.
Por un lado, trabajar para reconstruir comunidad. Conocer a tus vecinos, a la gente de tu
barrio o de tu trabajo, entablar nuevos lazos, construir confianza, empoderar a la gente.
Por otro lado ver qué iniciativas existen en tu barrio, pueblo o ciudad, que estén realizando
cosas que te interesen y conectar con ellas. Además, también puedes montar tu propio grupo.
Habla con tus amigos, familiares o conocidos sobre la idea y realiza un evento en el que puedas
conocer a gente interesada con la que comenzar. Es tan fácil como reunirse, empezar a
conocerse y ponerse manos a la obra. Los procesos colectivos no son siempre fáciles pero son
todo un reto y un necesario y gran aprendizaje.
Usted conoce el movimiento Pueblos en Transición muy de cerca, ¿podría explicar a grandes
rasgos cómo funcionan este tipo de iniciativas?
El movimiento de transición o Transition Towns es un gran experimento, un increíble proceso
colectivo y creativo. Pueblos, ciudades o barrios que frente al próximo e inevitable
decrecimiento en el consumo energético y de todo tipo de recursos, a los efectos de la actual
crisis económica y a la crisis climática, deciden organizarse para afrontar una transición hacia
un futuro más resiliente, local y autosuficiente, un futuro con mejor calidad de vida y que
reconozca los límites físicos de nuestro planeta.
Es importante entender que debido a su carácter experimental se trata de un movimiento en
continua evolución, donde cada iniciativa se adapta a su contexto local. Por ejemplo iniciativas
en un barrio de Londres, en un pueblecito de Girona o en una favela de Brasil buscaran
soluciones particulares a sus problemas pudiéndose centrar en ámbitos diferentes.
Se trata de grupos que actúan a nivel local y que por lo general tienen una estructura con un
grupo central y grupos de trabajo en diferentes aéreas: energía, alimentación, transporte,
transición personal, educación, etc. Su enfoque es práctico, inclusivo y positivo, y se busca
trabajar tanto la “cabeza” (la parte intelectual), como las “manos” (la acción) y el “corazón” (la
parte emocional). Otra característica es el uso de herramientas participativas como el “café del
mundo” o el “foro abierto” y la existencia de una metodología que a modo de ingredientes
ayuda a la creación y evolución de las iniciativas.
Los proyectos que se realizan son muy variados, desde huertos urbanos o bosques comestibles
a monedas complementarias, sensibilización, planes de descenso energético o proyectos
educativos para reaprender habilidades, etc.
¿Cuántos años hace que se puso en marcha el primer Transition Town en Reino Unido?
¿Cuantos municipios hay involucrados a día de hoy?
Hace apenas 6 años, en Totnes, en el suroeste de Inglaterra. Desde entonces el movimiento se
ha expandido de manera viral, habiendo actualmente unas 2000 iniciativas en más de 30
países. Reino Unido, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Alemania, Brasil, India, Francia, Japón,
Filipinas son solo algunos ejemplos. En el Estado Español existen aproximadamente 30 grupos, 28
de los cuales alrededor de 10 se encuentran en Catalunya. Además en estos momentos se está
construyendo la red de transición del estado español para dar apoyo a las iniciativas.
¿Podría poner algún ejemplo de mejoras que ya se hayan alcanzado?
Se están produciendo mejoras tanto cuantitativas como cualitativas.
Hablamos de descenso en el consumo energético, por tanto en las emisiones de CO2 y en las
facturas domésticas, de jardines públicos comestibles y de huertos urbanos que proporcionan
comida a la gente, de sistemas de intercambio o monedas complementarias que fortalecen la
economía local, o de gente que recupera habilidades perdidas.
Hablamos de vecinos que se conocen y empiezan a compartir y ayudarse, de grupos de
personas que aprenden a trabajar colectivamente y se reúnen para diseñar el barrio en el que
quieren vivir, de gente empoderada, de celebraciones y gente pasándoselo bien, de nuevos
empleos y pequeñas empresas sociales. De redes, de gobiernos locales que conectan con las
iniciativas y colaboran, de ciudades más verdes y humanas.
Todo esto ya está pasando alrededor del mundo y no ha hecho más que comenzar.
¿Cree que este modelo se puede trasladar a nuestro país? ¿Conoce alguna comunidad aquí
que ya esté trabajando en ello?
Sí, ya está pasando. El movimiento de transición se está adaptando a contextos muy
diferentes. Empezó en los países anglosajones llegando después a otros “países del norte”, y lo
está haciendo poco a poco en “países del sur”. Las primeras iniciativas en el estado español,
como Barcelona en Transició, comenzaron hace 3 años tomando el modelo original y
experimentando, mezclando el pragmatismo inglés con la vertiente más política y el carácter
más social. En un contexto cambiante y difícil, como es el de la actual crisis económica, nuevas
iniciativas están emergiendo para buscar soluciones a los problemas más acuciantes y el
movimiento de transición tiene mucho que aportar.
Algunos ejemplos de grupos de transición son: el barrio de Sant Martí y la Verneda, en
Barcelona, con su plan energético participativo, Vilanova i la Geltrú con la Turuta, su moneda
local, Zarzalejo, en Madrid, con su plan de agricultura comunitario, Coín en Málaga con su
mercado de intercambio, la Universidad de Santiago de Compostela, etc.
La gente a menudo plantea que difícilmente podremos trabajar para el futuro si ya es
suficientemente complicado sobrevivir al presente. ¿Cómo se trata este problema en las
iniciativas de transición?
Un tema clave en el movimiento de transición es crear un nuevo imaginario con historias sobre
un futuro rico en relaciones, salud, felicidad, naturaleza, etc. Un futuro alternativo al
apocalíptico e hipertecnológico que nos vende Hollywood. Además, las iniciativas visionan cual
es el futuro que quieren por ejemplo a 20 años vista, para después retroceder al momento
actual y ver qué pasos se deben seguir para llegar allí. Este ejercicio se llama backcasting y 29
sirve para ver qué debemos hacer en el presente teniendo siempre en cuenta el objetivo a
largo plazo.
Otro de los conceptos importantes es huir de la visión negativista. La transición no puede
hacerse sin diversión. Hay que celebrar tanto los éxitos como los fracasos, y justamente ese es
uno de sus mayores éxitos, ya que se crea comunidad y nos hace entender que el proceso de
cambio, aunque no sea fácil, es un gran reto, es enriquecedor y muchas veces divertido.
¿Cree que este modelo puede lograr cambios a gran escala? En este sentido, ¿cree necesaria
la colaboración o integración con otras organizaciones como ONGs, Cáritas, cooperativas,
etc.?
Sin lugar a duda. Que en solo 6 años existan 2.000 iniciativas, (pueblos, ciudades, barrios,
universidades, islas, etc.) actuando a nivel local por todo el mundo es muestra de su gran
potencial. Sin embargo no se trata solo de un movimiento sino de una transición social “sensu
lato”, un cambio que necesita actuaciones a diferentes escalas y en diferentes sentidos (de
abajo a arriba y de arriba a abajo). Una transición que ya está sucediendo.
Hablamos de diferentes movimientos sociales como el de ecoaldeas, el decrecimiento, el
movimiento slow, las cooperativas integrales, el 15M o el movimiento de transición, entre
muchos otros. Hablamos de centros de investigación como el Stockholm Resilience Center o el
Drift, o de iniciativas implementadas desde arriba como Resilient Cities, la iniciativa del
gobierno ecuatoriano de incluir a la Pachama en su constitución o el Happy Index como
alternativa al PIB introducido por el gobierno de Bhutan.
Uno de los grandes retos de la actualidad es conseguir crear puentes entre todas estas islas,
conectar estas diferentes propuestas y darse cuenta de su complementariedad y de lo
necesaria que es la cooperación y colaboración para conseguir construir una alternativa a gran
escala. Y en este sentido, el movimiento de transición por su carácter inclusivo está ejerciendo
un importante papel de conector.
¿Cómo es la relación entre las iniciativas de transición y los gobiernos locales? ¿Cree posible
que movimientos como el de Pueblos en Transición lleguen a ser tomados en cuenta por las
instituciones centrales?
La relación con los gobiernos locales es un aspecto importante para el movimiento de
transición dado su potencial papel facilitador. Hablamos de un cambio global que nos afecta a
todos y las instituciones locales deben participar de ello, como ya está sucediendo en muchos
casos. Son estructuras muy rígidas que deben sufrir una gran transformación, su propia
transición. Su manera de actuar tiende a ser reactiva, por lo que están esperando de
soluciones y propuestas, estas deben ser promovidas desde las iniciativas locales y las
instituciones facilitar recursos, generalmente no económicos dada la situación actual.
Debemos recordar la juventud del movimiento y de que estas relaciones se están
construyendo. 30
La influencia del movimiento de transición a nivel de instituciones centrales es pequeña pero
está creciendo y seguro que irá en aumento. Cada vez tiene más peso a nivel internacional,
empezándose a considerar en Bruselas en planes a nivel europeo, y en políticas
internacionales contra cambio climático. En países como el Reino Unido su gran expansión está
haciendo que se le comience a tener en cuenta a nivel de instituciones centrales. En el estado
Español la influencia es inexistente, a nivel catalán se reduce de momento a la participación en
la agenda XXI de Barcelona.
¿Todavía estamos a tiempo de empezar a hacer las cosas bien?
Definitivamente sí. Pero ojo, no todo lo que hacemos ahora está mal. Debemos analizar bien
nuestros errores y aciertos, aprender de ellos, organizarnos y actuar. Vivimos en una época
increíble, momentos de cambio y de emergencia de nuevas ideas, donde las crisis son
inmensas oportunidades de diseñar un mundo diferente. La transición esta ya sucediendo,
miles de proyectos están implementándose a nuestros alrededor y debemos participar
activamente de ello. La situación es urgente, emocionante, no debemos esperar, tenemos que
pasar de la idea a la acción.
Del Río, J. (2009) “De la idea a la acción: aprendiendo del movimiento TransitionTowns”,
Máster en Sostenibilidad de la Universidad Politécnica de Catalunya.
Se puede descargar en:
http://movimientotransicion.pbworks.com/f/De+la+idea+a+la+acci%C3%B3n%3B+Aprendiend
o+del+Movimiento+Transition+Towns+-+Juan+Del+R%C3%ADo.pdf