Su slogan, “We are the 99%”, llegó al corazón de la crisis económica que devasta a los Estados Unidos
Occupy persiste, involucrado en una amplia gama de cuestiones y en una variedad de ciudades estadounidenses. Sin estar tan visibles, y sin amontonarse en espacios al aire libre, siguen en oposición al status quo. Ellos están buscando un camino, es verdad; pero lo bueno de eso es que siguen buscando.
MUMIA ABU JAMAL
TRADUCCIÓN: BRISA ARAUJO
Desinformémonos
Mis amigos; ¿cómo van?
Recientemente hice un experimento mental con Rosa Luxemburgo y le di un rol de consejera para los jóvenes activistas.
No lo volveré a hacer.
Empero, su espíritu de severa resistencia al Imperialismo y defensa de la revolución en detrimento de la reforma, nos hace quererla, e informa a los jóvenes activistas involucrados en la lucha contra el Imperio estadounidense.
Mientras el Movimiento Occupy sigue con nosotros y encuentra nuevas maneras de intentar vivir vidas consistentes con el espíritu de Ocuppy, pensamos en ellos como el amanecer del nuevo año, e intentamos dibujar lecciones para los movimientos activos hoy, y para aquellos que surgirán.
Inicialmente, necesitamos observar que Occupy es un fenómeno estadounidense, pero hay expresiones similares en otras partes del mundo, como los Indignados en España; la Primavera Árabe en el norte de África; el Movimiento Sin Tierra en Brasil, y otros.
Todos esos movimientos comparten algo fundamental: el disgusto del status quo y un profundo deseo de transformación.
Cada uno de ellos sabe que el status quo es insostenible; que el Estado es un instrumento para los ricos; y que el actual sistema económico es ávido para usar su poder a fin de proteger a los adinerados.
A Rosa Luxemburgo le hubiera encantado estar por aquí los días de hoy, no solamente para ver los efectos de la crisis, también para dar lecciones de organización y de gestación de revolución.
Y, aunque sería prematuro llamar a algunos de esos movimientos “revolucionarios”, ellos son seguramente radicales en cuestionar los sistemas bajo los cuales viven, incluyendo el capitalismo.
En Estados Unidos, el Movimiento Occupy causó gran conmoción hablando simplemente de la rígida división en la sociedad estadounidense, entre el 1 por ciento y el 99 por ciento.
Su slogan, “We are the 99%”, llegó al corazón de la crisis económica que devasta a los Estados Unidos, los desempleados, los cortes de presupuesto del gobierno, y el peso monstruoso del complejo penitenciario industrial para muchos estados – el sistema más grande del planeta.
Crises similares están forzando su camino en varios Estados europeos, como Grecia, Italia y Portugal, para empezar.
Lo que estamos viendo es el apetito sin límites del capital por más capital, especialmente con las secuelas de la caída de la Unión Soviética.
Esas rupturas económicas tienen efectos políticos, como lo demuestra la ascensión de agrupamientos anticapitalistas que desafían el status quo. Mientras las contradicciones de la sociedad se vuelven más pronunciadas, más personas son atraídas por esos movimientos, a fin de reorientar la decadencia social a preocupaciones más productivas y sociales.
El Imperio Contra-ataca
Noticias nacionales han mostrado una campaña de represión contra los miembros de Occupy que va desde operaciones policíacas, golpizas, detenciones en masa y propaganda mediática anti-Occupy.
Primero, los medios los ignoraron; después, cuando eso ya no era posible, los calumniaron.
Los medios defienden las corporaciones transmitiendo informaciones incorrectas sobre esos anti-1%, representándolos como personas tontas e insignificantes. La policía los infiltró en todos los niveles.
Aun así, Occupy persiste, involucrado en una amplia gama de cuestiones y en una variedad de ciudades estadounidenses. Sin estar tan visibles, y sin amontonarse en espacios al aire libre, siguen en oposición al status quo. Ellos están buscando un camino, es verdad; pero lo bueno de eso es que siguen buscando.
Siguen organizándose.
Siguen intentando construir un sistema que sirva a las necesidades humanas, en vez de las de las grandes corporaciones.
Siguen intentando.
Rosa Luxemburgo estaría muy orgullosa de ellos.
Muchas Gracias,
Aquí habla Mumia Abu-Jamal.
Texto escrito el 23 de diciembre de 2012.
Publicado el 14 de enero de 2013