El hotel recuperado también ha sido eje de la creación de Facta, la Federación de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados
La cooperativa del Bauen cumplió 10 años de autogestión y lo festejó con un festival.
La celebración fue en la puerta del hotel. Los trabajadores agradecieron el apoyo social y que fue fundamental cada vez que estuvieron a punto de ser desalojados. En una década llegaron a generar 150 puestos de trabajo e invirtieron 15 millones de pesos en el edificio.
Un símbolo de las empresas recuperadas
Por Laura Vales
Indymedia Argentina
La cooperativa del Bauen cumplió diez años de autogestión y lo celebró con un festival. Desde un escenario montado frente al hotel, los trabajadores agradecieron el respaldo social que los protegió cada vez que estuvieron a punto de ser desalojados y celebraron el haber llegado a la década con 150 puestos de trabajo recuperados. “La historia del Bauen es de volver a empezar, pero sobre todo de entender que si no se les pone el pecho a las cosas, es imposible que la sociedad cambie”, dijeron desde el palco.
La recuperada pudo festejar con un respiro en su situación legal, y tal vez más que eso. Hasta diciembre la orden de desalojo del hotel era una amenaza latente; ahora, la situación dio un giro.
La Justicia federal comenzó a investigar si los antiguos dueños del Bauen –los empresarios Iurkovich, que reclaman la propiedad del edificio de Callao 360– defraudaron al Estado nacional en connivencia con la dictadura. La sospecha es que en el nacimiento del hotel, que fue construido para el Mundial ’78 con créditos oficiales del Banade, hubo una estafa al Estado, ya que los préstamos nunca fueron pagados. Se otorgaron a través del EAM (Ente Autárquico Mundial ’78), a cargo del vicealmirante Carlos Alberto Lacoste. El juzgado también debe establecer si hubo una venta simulada del inmueble.
La denuncia fue presentada el año pasado por los trabajadores del hotel, con el acompañamiento del entonces defensor general porteño Roberto Gallardo. “Habíamos reunido documentación dato por dato y con el apoyo de Gallardo pudimos darle forma y llevarla a la Justicia”, apuntó Federico Tonarelli, ex presidente de la cooperativa.
Tras recibir el escrito, la jueza en lo Comercial Paula Hualde, que había ordenado el desalojo del hotel, dispuso su suspensión y mandó el expediente a la Justicia federal para que se investigue. La causa recayó en el Juzgado Federal en lo Penal Nº 7, a cargo de Sebastián Casanello, y la fiscalía de Miguel Angel Osorio, que ya recibieron la ratificación de la denuncia por parte de los trabajadores y le dieron curso.
“Esto nos sacó de la situación de desalojo en puerta y abrió la vía penal sobre el origen del hotel. Lo que nosotros decimos es que el Bauen es de todos porque se pagó con fondos del Estado, que los Iurkovich nunca devolvieron”, agregó Tonarelli mientras en el palco sobre la avenida comenzaban a subir las bandas.
Abrió el festival la Babel Orkesta, un grupo que de los escenarios callejeros sabe saltar a otros menos franciscanos como el Hotel Faena; la militancia no quita el profesionalismo. Llegada desde Jujuy, también tocó La Yugular Reggae. Una bandera con la consigna “Bauen: lucha, trabajo, cultura” adornó el escenario. Abajo había trabajadores de otras recuperadas, como Zanon, la ex Aurora Grundig, Chilavert y Brukman.
“Nosotros iniciamos esta historia en un contexto muy salvaje, y más porque era muy difícil poner a producir empresas que fueron vaciadas, desguazadas”, recordó allí Diego Ruarte, ex empleado del Bauen y hoy integrante de la cooperativa. Lo más duro, contó, fue volver a entrar al hotel con la idea de reabrirlo y encontrarlo semidestruido. “Fue terrible, porque nosotros veníamos ansiosos por empezar a trabajar y también cagados de hambre. Pero los primeros tiempos tuvimos que salir a pedir monedas en el semáforo, pasaron dos años hasta que pudimos reabrirlo.”
Otro momento de crisis fuerte les tocó en el 2007, cuando les llegó la primera orden de desalojo y tuvieron que decidir si dejaban el hotel. En medio de la estampida de pasajeros en pánico por los anuncios de un inminente operativo policial, votaron defender su lugar, y el día del de-salojo hubo un festival en el que tocó León Gieco y cuatro mil personas ocuparon la calle. A partir de allí seguiría una etapa de crisis permanente, porque la Justicia en lo Comercial ratificó el de-salojo en Cámara y el caso llegó incluso a la Corte Suprema, que ratificó el fallo de primera instancia. En ese camino sin aparente salida, los trabajadores lograron finalmente la apertura de la investigación penal sobre los antiguos dueños del hotel.
En el haber, a los 150 puestos de trabajo recuperados la cooperativa del Bauen suma 15 millones de pesos invertidos en el edificio y el haberse convertido en una pieza clave de todo nuevo intento de recuperación de empresas. Cuando se cierra una fábrica o comercio, al primer lugar que van los trabajadores es al Bauen. El hotel también ha sido eje de la creación de Facta, la Federación de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados que impulsa políticas para el sector y ya reúne a 47 recuperadas con 1700 trabajadores sin patrón.