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Guerra periférica y geopolítica regional. En torno a la guerra del pacífico (4)

Raul Prada Alcoreza :: 11.04.13

Siendo Prada asesor de las principales organizaciones indígenas en Bolivia, se explica que los chauvinismos salgan mal parados

Contra-geopolítica
Hacia una geografía emancipadora

No podemos caer, de ninguna manera, en la impresión de que la geografía está dominada por la geopolítica. Esto no es cierto, desde ningún punto de vista; ni desde la historia de la geografía, tampoco desde la perspectiva epistemológica de la geografía. La geopolítica es un caso particular, podríamos decir no solamente conservador de las teorías geográficas, sino hasta reaccionario. Por otra parte, los paradigmas usados por la geopolítica y las teorías en boga de esta disciplina son mas bien débiles y poco sustentables, tanto filosófica, teoría y científicamente. Mientras la geografía, epistemológica, teórica y metodológicamente, ha dado saltos importantes, la geopolítica se ha rezagado en presupuestos prejuiciosos y hasta raciales. En la historia de la geografía un paso significativo fue el desplazamiento dado en los términos de la geografía cuantitativa. Desde esta perspectiva epistemológica, el espacio ya no es algo dado sino mas bien un producto social, de las relaciones sociales, de los flujos y movimientos sociales, de los asentamientos humanos, de las trasformaciones producidas por los desplazamientos humanos, acciones y prácticas. La geografía cuantitativa es una ciencia matemática, por cuanto el manejo de los indicadores se hace indispensable y la conmensuración de los desplazamientos y transformaciones espaciales. Empero, esto no quiere decir que no esté afectada por una fuerte crítica y reflexión teórica, además de la incidencia multidisciplinaria e interdisciplinaria de otras ciencias, como la historia y las ciencias humanas, la sociología, la antropología, así como las ciencias económicas. A partir de esta ruptura y desplazamiento epistemológico la geografía se transforma; esta ciencia del espacio y de la tierra, se ocupa no solamente de un espacio como producto social, sino descubre múltiples espacios efectivos y posibles, que comprenden sus propias dinámicas de configuración. Así también como que la geografía se abre a distintas connotaciones espaciales, haciendo consideraciones sobre el lugar, el territorio, la región, los espaciamientos diferenciales. En este sentido se abre a considerar los espesores territoriales, que comprenden espesores culturales, afectivos, imaginarios, además de abrirse a los movimientos socio-territoriales, en tanto luchas transformadoras del hábitat y de los espacios. En esta perspectiva, no podemos dejar de considerar los espesores ecológicos.
Como se podrá ver, este desplazamiento epistemológico de la geografía deja atrás una perspectiva estática del espacio, sobre todo, deja en evidencia, hace visible, la limitaciones y estrechez de las teorías geopolíticas, sobre todo sus rudimentarios cuerpos teóricos. La geografía no solamente promueve investigaciones de las dinámicas espaciales, sociales y territoriales, en distintos tópicos y problemáticas, sino que se ha abierto a lecturas e interpretaciones emancipatorias. Así lo entendió Milton Santos, el geógrafo brasilero de la corriente crítica y de la complejidad espacial, así también comprendió David Harvey, el geógrafo y profesor marxista de la City University of New York. Ambos geógrafos encuentran en la geografía una poderosa herramienta crítica a las estructuras de poder, a las formas de dominación y al capitalismo, así como un saber emancipador que alumbra sobre las dinámicas y complejidades espaciales[24].
Milton Santos se propone identificar la naturaleza del espacio y encontrar las categorías de análisis que permitan estudiarlo[25]. El espacio como producto aparece en Milton Santos como interpenetración del sistema de objetos y el sistema de acciones. Pero, no ocurre, como en la teoría de sistemas autopoieticos, donde un sistema presta su propia complejidad al otro sistema para ser interpretado, sino que, en esta conjunción, aparecen categorías analíticas y sintéticas reveladoras de campos de relaciones y de espesores sociales y culturales. El paisaje, la territorialidad, la diferenciación territorial del trabajo, el espacio producido o productivo, las rugosidades y formas contenidas, son estas categorías. A partir de ellas se puede pasar a interpretar la región, el lugar, las redes, las escalas, el orden local y global. Esta perspectiva geográfica se abre a las dinámicas, que podríamos llamar, constitutivas del espacio; estos son los procesos: la técnica, la acción, los objetos, la norma y los acontecimientos, la universalidad y la temporalidad, la idealización y la objetivación, los símbolos y la ideología.
En Milton Santos la conformación de una geografía crítica pasa por cuatro momentos. El primer momento corresponde a una ontología del espacio, en la búsqueda de las nociones originarias. Se trata de la comprensión de múltiples relaciones geográficas que permita la interpretación de la forma cómo el territorio ha sido transformado con la presencia de la técnica. El segundo momento corresponde a la producción de las formas-contenido; aquí se retoma el espacio en tanto forma-contenido. Se trata de reconocer cómo el proceso de transformación de una totalidad va sufriendo modificaciones en su estructura a partir de las dinámicas sociales, de sus prácticas y acciones, de las propias configuraciones y reconfiguraciones materiales y territoriales del espacio, así como de las modificaciones de la división del trabajo. El tercer momento es el que corresponde a una geografía del presente. Cada periodo es portador de una constelación de sentidos compartidos, de una combinación de imaginarios, a partir de los cuales se interpreta la coyuntura como realización histórica de las promesas técnicas. El cuarto momento corresponde a la emergencia de las racionalidades convergentes frente a la racionalidad dominante. Las racionalidades convergentes descubren las posibilidades inherentes al espacio, develan las facetas no conocidas del espacio; el espacio aparece como nuevo. Confluyen también dialécticamente las redes del lugar y las redes globales, modificando los sitios de acuerdo a sus combinaciones y composiciones.
En el capitulo El territorio: un agregado de espacios banales, Milton santos propone el territorio como categoría primordial de análisis del espacio; hace notar que se trata del territorio usado, no del territorio pensado abstractamente y reducido a su conmensuración. El espacio banal es un conglomerado de espacios entrelazados; con esta perspectiva rompe con las visiones geográficas que separan los espacios; el espacio político, el espacio social, el espacio económico, el espacio cultural; además de comprender el espacio como complejidad y multiplicidad. El territorio es pensado a partir de la dinámica de movimientos de trueques, intercambios complementariedades. El territorio es considerado como identidad donde nos reconocemos en un espacio que comprendemos que es nuestro. La crítica de Milton Santos es a una geografía euro-céntrica que ha asimilado el territorio al Estado, ha estatalizado el territorio. También dice que el Estado-nación, el Estado territorial, es una identidad establecida normativa y administrativamente a través del reconocimiento de la ciudadanía y la cartografía de la geografía política. Por otra parte plantea que lo que se llama territorio nacional, que corresponde a una identidad establecida, está sometida a un campo multilateral de fuerzas. El territorio nacional forma parte de una economía internacional y se encuentra sometido a procesos de desterritorialización y reterritorialización.
Otras categorías de análisis del territorio son la horizontalidad y la verticalidad como ejes de composición espacial. Santos opone el eje de composición horizontal, que corresponde a las vecindades, a las continuidades, a la prevalencia de las regiones antiguas, a la composición vertical, que corresponde a la globalización; también podríamos decir a la estatalización. Se puede entonces comprender el territorio como un escenario de tensiones y contradicciones donde pugnan estas dos tendencias. Se puede también hablar de una historia territorial; un primer momento, correspondiente a la conformación del lugar y del grupo; un segundo momento correspondiente al establecimiento territorial por parte de los Estado-nación; un tercer momento, donde pasamos al control territorial de las empresas supranacionales. En este recorrido histórico los espacios banales, como conglomerados de espacios múltiples que interactúan, se entrelazan y se combinan, han sido afectados, tendiendo a ser sustituidos por el espacio homogéneo de la globalización, codificado monetariamente y reducido a los signos de la publicidad y del consumo.
Santos concibe una geografía que efectúa análisis dialectos de procesos constitutivos del espacio; éstos se dan como movimientos contradictorios entre territorio y mundo, lugar y mundo, lugar y territorio, territorio y formación social, lugar y espacio. Entonces estamos ante una geografía de las dinámicas territoriales, de los flujos y movimientos constitutivos, de los lugares, de los sitios, de los territorios, de las regiones, de los espacios. Hay que entender el espacio de un país como una confederación de territorios, al territorio como una confederación de lugares. En esta complementariedad de lugares y de territorios, la tarea es liberar las potencialidades espaciales oponiendo las relaciones horizontales contra las relaciones verticales. Las confederaciones de lugares y las confederaciones de territorios pueden conformar mundos heterogéneos frente al “mundo” impuesto por el capitalismo y la modernidad.
Con esta revisión rápida de algunas de las nuevas perspectivas epistemológicas de la geografía, queremos pasar a proponer el diseño de una contra-geopolítica.

Tesis contra-geopolítica
1. Los pueblos no tienen por qué estar en guerra, son los estados los que lo están, son sus clases dominantes las que lo están, en constante querella por el control territorial y del excedente.

2. La obsesión por el control territorial, de los recursos, de la población, de los mercados, convierte a la geopolítica en un saber conservador del espacio, que es un instrumento de dominación imperial, entonces global, que cuenta con mediaciones regionales, las que promueven una geopolítica regional.

3. Los pueblos no tienen por qué buscar el control territorial, sino, por el contrario, la complementariedad territorial, la confederación de territorios y de lugares complementarios y solidarios.

4. La contra-geopolítica se propone llevar a cabo, radicalizar, las consecuencias espaciales de una geografía emancipadora, una geografía de la complejidad, de la multiplicidad del conglomerado de espacios, buscando liberar las potencialidades de los lugares, de los territorios, de los espacios, armonizando comunidades humanas y ecosistemas.

5. La contra-geopolítica se opone a los monopolios, a los controles, a las dominaciones sobre los lugares, los territorios y los espacios; se opone al eje vertical del establecimiento de los espacios homogéneos. Opta por el eje horizontal de la composición espacial, por la proliferación de espacios múltiples de vecindades, de continuidades, de complementariedades, de tejidos territoriales solidarios.

6. Los bienes de la naturaleza no tienen por qué ser considerados como recursos naturales, como reservas, explotables, en beneficio de la acumulación de capital, sino, mas bien, como seres, que pueden ser incorporados a los ciclos vitales de las sociedades humanas, respetando los ciclos vitales de estos seres, biodiversos, orgánicos e “inorgánicos”.

7. La salida a la belicosidad de los estados, en su condición imperialista o de subalternos, es conformar una confederación de los pueblos del mundo, basada en profundos procesos de democratización, articulando complementariedades y conjugando composiciones espaciales, territoriales, de lugares, corporales y técnicas, que liberen la potencia social y la creatividad de las composiciones sociales en la heterogeneidad.

Conclusiones
La guerra del Pacífico fue una guerra periférica, desencadenada en el acomodo territorial de la geopolítica del sistema-mundo capitalista. Fue una guerra que corresponde a la geopolítica regional, mediadora de la geopolítica imperialista, en el ciclo del capitalismo de la revolución industrial. Sin embargo, hay que tener en cuenta otros procesos y estructuras desencadenantes del conflicto; la forma cómo se constituyen las repúblicas independientes, renunciando a la integración de la Patria Grande, las contradicciones que aparecen de proyectos de nación encontrados, entre el interior y la costa, entre un proyecto endógeno y un proyecto exógeno, las guerras civiles que se desatan, además de las guerras entre estados, que reproducen estas contradicciones, nos muestran otras condicionantes históricas y políticas de la guerra. Estamos ante formaciones sociales abigarradas, ante formaciones económico-sociales-culturales cuyos interiores geográficos, cuyas regiones íntimas, se resisten al moldeamiento del mercado internacional desde las costas. También se enfrentan proyectos inconclusos con el nuevo proyecto de adecuación a la geopolítica del sistema mundo capitalista en el ciclo de la revolución industrial. Esta es la razón por la que el proyecto de Diego Portales chocha con el proyecto de Andrés de Santa Cruz. La otra clave, entonces, de la guerra del Pacífico hay que encontrarla en la guerra confederada.
La geopolítica es un saber de la dominación imperialista; le corresponde como derivación, como mediación, en el juego geopolítico del sistema-mundo capitalista, la geopolítica regional, como mecanismo de “ordenamiento territorial” en la geografía de las periferias. Ahora bien, la geopolítica puede darse conscientemente, como proyecto estatal confeso, o de una manera rudimentaria, en elaboración, fragmentaria, emergiendo en la consciencia de la clase dominante a partir de la experiencia política, del incremento de poder y de las contingencias que se enfrenta. Se puede observar que la burguesía chilena no solamente contaba con una estrategia estatal sino también que fue configurando una geopolítica regional. Se puede notar en la historia del estado-nación de Chile, sobre todo a partir de la guerra del Pacífico, una adecuación eficiente entre Estado, control de recursos naturales, fuerzas armadas y economía. Podemos concluir que hay como una geopolítica regional elaborada.
En contraposición a la geopolítica, tanto global como regional, a los proyectos de dominación imperial y a los proyectos de control territorial de los entornos periféricos, de las burguesías, la alternativa de los pueblos es oponerles la contra-geopolítica, es decir, los saberes proliferantes, heterogéneos, horizontales, de la geografía emancipadora. Esto significa, que lejos de pensarse belicosamente sus relaciones, se valoran las capacidades de intercambio, de comunicación, de complementariedad, de composición solidaria entre los pueblos. Es posible pensar una confederación de los pueblos, en primer lugar a nivel continental, en segundo lugar y en proyección, a nivel mundial.

[1] René Zavaleta Mercado: La querella del excedente. En Lo nacional-popular en Bolivia. Plural 2008; La Paz; Pág. 20.
[2] Ibídem: Pág. 21.
[3] Ibídem: Pág. 23.
[4] Ibídem: Pág. 23.
[5] Ibídem: Pág. 27.
[6] Ibídem: Pág. 29.
[7] Roberto Querejazu Calvo: La guerra del Pacífico. Síntesis histórica de sus antecedentes, desarrollo y consecuencias. Librería Editorial G.U.M 2010; La Paz. Pág. 9.
[8] Ibídem: Pág. 10.
[9] Ibídem: Pág. 10.
[10] Ibídem: Pág. 11.
[11] Ibídem: Pág. 11.
[12] Ibídem: Pág. 15.
[13] Roberto Querejazu Calvo: La guerra del Pacífico. Síntesis histórica de sus antecedentes, desarrollo y consecuencias. Librería Editorial G.U.M 2010; La Paz. Pág. 18.
[14] René Zavaleta Mercado: La querella del excedente. En Lo nacional-popular en Bolivia. Plural 2008; La Paz; Pág. 43.
[15] Ibídem: Pág. 43.
[16] Ver de René Zavaleta Mercado: La revolución boliviana y la cuestión del poder; La Paz; Dirección General de Informaciones 1961. Bolivia: crecimiento de la idea nacional; La Habana; Cuadernos de la revista Casa de las Américas 1967. El Che en Churo; en Marcha 1969; Montevideo, 8 de octubre. El poder dual; México; Siglo XXI 1974. La fuerza de la masa; Cuadernos de Marcha 1979; segunda época; número 3; México, septiembre-octubre. Cuatro conceptos de la democracia; en Dialéctica 1982, número 11; UAP. Determinación dependiente y forma primordial; Investigación Económica 1983; número 163; México, enero-marzo. También Movimiento obrero y ciencia social, así como Algunos problemas acerca de la democracia.
[17] Ver de Raúl Prada Alcoreza La concepción mercantil de la política; Bolpress 2012; La Paz.
[18] Se puede consultar la siguiente bibliografía: Ahumada Moreno, Pascual (1892). Guerra del Pacífico: recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias y demás publicaciones referentes a la guerra, que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos de importancia. Valparaíso: Imprenta del Progreso. 8 volúmenes. Arosemena Garland, Geraldo (1946). Gran Almirante Miguel Grau. Lima. Barros Arana, Diego (1890). Don José Francisco Vergara: discursos y escritos políticos y parlamentarios. Santiago de Chile: Imprenta Gutemberg. Basadre Grohmann, Jorge (2005). Historia de la República del Perú. Lima: Diario La República. Octava edición, (Obra completa). Bisama Cuevas, Antonio (1909). Álbum Gráfico Militar de Chile. Campaña del Pacífico: 1879-1884. Santiago de Chile: Imprenta Universo. Bulnes, Gonzalo (1911). Guera del Pacífico. Valparaíso: Sociedad Imprenta Litografía Universo. Casaretto Alvarado, Fernando (2003). Alma Mater: historia y evolución de la Escuela Naval del Perú. Lima: Imprenta de la Marina de Guerra del Perú. Comisión Permanente de Historia del Ejército del Perú (1983). La Guerra del Pacífico 1879-1883. Lima: Ministerio de Guerra. Comisión Permanente de Historia del Ejército del Perú (1983). La resistencia de la Breña. Lima: Ministerio de Guerra. Comisión Permanente de Historia del Ejército del Perú (1983). Huamachuco en el alma nacional (1882-1884). Lima: Ministerio de Guerra. Lecaros, Fernando (1979). La Guerra con Chile en sus documentos. Lima: Editorial Rikchay Perú. Tercera edición. Paz Soldán, Mariano (1904). Narración histórica de la Guerra de Chile contra el Perú y Bolivia. Buenos Aires: Librería e Imprenta de Mayo. Ravest Mora, Manuel (1983). La compañía salitrera y la ocupación de Antofagasta 1878-1879. Santiago de Chile: Editorial Andrés Bello. VV.AA. (1979). Miguel Grau. Lima: Centro Naval del Perú. Varigny, Charles (1974). La guerra del Pacífico. Santiago de Chile: Editorial del Pacífico S.A. Vial Correa, Gonzalo (1995). Arturo Prat. Santiago de Chile: Editorial Andrés Bello. Vicuña Mackenna, Benjamín (1883). El álbum de la gloria de Chile. Santiago de Chile: Imprenta Cervantes. (2000). Chile y Perú, la historia que nos une y nos separa. Santiago de Chile: Editorial Universitaria. También revisar de Wikipedia, la enciclopedia libre, Guerra del Pacífico.

[19] Roberto Querejazu Calvo; Ob. Cit.; Págs. 46-47.
[20] Víctor Giudice Baca: Teorías geopolíticas. Gestión en el Tercer Milenio, Rev. de Investigación de la Fac. de Ciencias Administrativas, UNMSM (Vol. 8, Nº 15, Lima, Julio 2005). Victor Giudece Baca es profesor principal de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Gestión en el Tercer Milenio, Rev. de Investigación de la Fac. de Ciencias Administrativas, UNMSM (Vol. 8, Nº 15, Lima, Julio 2005).
[21] Dr. Rudolf Kjellen, (1864-1922), nacido en Suecia. Fue politólogo e historiador, profesor de las universidades de Upsala y Gotemburgo. Se puede decir que es responsable del uso del término geopolítica. La hipótesis de trabajo de Kjellen es la que supone la identidad entre el Estado y los organismos vivientes. Estahipótesis fue desarrollada en El estado como forma de vida. Ver de Gustavo Rosales Ariza: Geopolítica y geoestratégica liderazgo y poder. Universidad Militar Nueva Granada 2005. Gustavo Rosales Ariza es Director del Instituto de Estudios Geoestratégicos (IEG).
[22] Friedrich Ratzel (1844-1904), profesor de geografía y antropología. Es conocido por sus investigaciones publicadas en Antropogeografia, también por su libro Geografía política. En este último trabajo se comprende al Estado como un organismo territorial.

[23] Nicolás John Spykman es, de nacimiento, holandés, nacionalizado después estadounidense. Es especialista en Artes de la Universidad de California, obtuvo después su PHD. Como profesor universitario se inicia en Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad de California (1923-1925); después es profesor asistente en Relaciones Internacionales, en la Universidad de Yale (1925-1928). Más tarde es nombrado decano del departamento de Estudios Internacionales (1935-1940). Es miembro de la Academia Americana de Política y Ciencias Sociales, de la Sociedad Americana de Geografía, de la Asociación Americana de Ciencias Políticas y del Consejo de Relaciones Exteriores. Entre sus obras conocidas se puede citar la Teoría Social de Georges Simmel (1925), también Estados Unidos frente al Mundo (1942), además de Las dos Américas.
[24] Ver de Milton Santos La naturaleza del espacio. Particularmente el capítulo El territorio: un agregado de espacios banales. Revisar de David Harvey Justice, Nature and the Geography of Diference. También Spaces of Capital.
[25] Ver de Cecilia Hernández Diego Reseña de “La naturaleza del espacio” de Santos, Milton. Economía, sociedad y territorio. Julio-diciembre, Vol. III, número 10. El Colegio Mexiquense, A. C. Toluca-México; Págs. 379-385.

Raul Prada Alcoreza es escritor, docente-investigador de la Universidad Mayor de San Andrés. Demógrafo. Miembro de Comuna, colectivo vinculado a los movimientos sociales antisistémicos y a los movimientos descolonizadores de las naciones y pueblos indígenas. Ex-constituyente y ex-viceministro de planificación estratégica del gobierno nacional-populista de Evo Morales. Asesor de las organizaciones indígenas del CONAMAQ y del CIDOB. Sus últimas publicaciones fueron: Largo Octubre, Horizontes de la Asamblea Constituyente y Subversiones indígenas. Su última publicación colectiva con Comuna es Estado: Campo de batalla.

Recomendamos leer otros materiales de Prada en los 62 artículos suyos publicado en nuestra base de datos desde 10 años atrás, donde el lector podrá apreciar una secuencia creciente, con más de 40 de ellos solamente en el último año, debido a la contingencia del populismo evista y sus agresiones contra la madre tierra y las comunidades originarias, clicando en http://clajadep.lahaine.org/index.php?s=Raul+Prada&Image.x=0&Image.y=0


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