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Desuniversidad - Boletín 19.- Enseñar es autoritario y el espacio privado es una prisión. Boletín No. 20.- Espacios, diversidad y autonomía

Desuniversidad :: 14.05.13

Dos boletines en una entrega

Desuniversidad - Boletín 19.- Enseñar es autoritario y el espacio privado es una prisión

Para indisciplinar las disciplinas y traerlas de vuelta a los ritmos de la madre tierra, es necesario poner fin a la vieja practica de enseñar, de transmitir el saber mediante la verticalidad del iluminismo y reasumir la práctica de aprender todos juntos en comunidad transformando el mundo en y desde la cotidianeidad, asegurando la reproducción cultural identitaria mediante la experiencia común intergeneracional, donde las funciones radican en el seno comunitario en forma de especialidades integradas e integrantes, por ejemplo la machi va a recurrir al entorno común para la restitución del equilibrio perdido.

El saber desde la ruptura de la comunidad y el establecimiento de la sociedad de relaciones individualistas de la propiedad, el patriarcado y el poder, es instrumentalizado en lo que se denomina saber-poder. La formación de la individualidad en lo que se llama el proceso de individuación donde circula de cuerpo a cuerpo la transindividualidad, puede darse en dos contextos, el individualista y el común. La sociedad individualista modela fragmentos de sujeto condicionados a considerarse a si mismos «sujetos». De esa manera el sujeto epistemológico común, generador y productor de subjetividad -la cosmovisión- al ser fragmentado y disparadas sus partes en todas direcciones para chocar unas con las otras como en una explosión atómica, para evitar la autoconciencia de dicha fragmentación, requiere por parte de ese saber-poder la instalación en la cultura y en el ejercicio de la biopolítica la convicción de que el eje es el hombre, lo humano como agregado o amontonamiento organizado de mil maneras diferentes de individualidades girando, chocando y ajustándose las unas a las otras, según el modelo organizativo e ideológico de la sociedad, en redes disciplinarias que aparecen como acuerdo o consenso mediante el subterfugio de la democracia vertical y representativa que, sorprendentemente, hace creer a esos fragmentos de sujeto autoconvencidos de que son «sujetos», que la división del mundo de la vida en espacios públicos y privados es condición del ser, así somos. La mayoría se lo cree de verdad, no es que «acepten» con el futuro premio del cielo, sino que se han adaptado como el roedor que corre en la rueda dentro de la jaula y lo miramos lleno de ternura sin rasguñarnos el hecho de que esta fuera de su entorno y sometido a nuestros caprichos, como un dios cualquiera. Pareciera que tener mascotas es una especie de acto divino, donde seres aparentemente inferiores dependen de nuestro celo y responsabilidad para alimentarse, ya que al ser prisioneros no pueden hacerlo por si mismos. Dicho sea de paso el mercado ya llegó a elaborar una sabrosa salsa que se le pone encima a la comida de perros o de gatos, que estarán muy felices con la marca aquella.

Esas mascotas son sustitutos de la compañía del común perdido, permiten disfrazar los espacios privados, reemplazar los recuerdos del instinto y aparecer solamente como guardianes, cancerberos de la propiedad privada del espacio obtenido en el reparto de las migajas. Al pobre una casa y a algunos de sus hijos un titulo de estudios superiores disciplinarios forjadores de nuevos gendarmes para cada una de las áreas del saber-poder.

Buñuel en su inolvidable película «El fantasma de la libertad», había mostrado la insurgencia de los individuos «libres» que abrían las puertas de las jaulas del zoológico para dejar salir a los animales y meterse ellos al grito reiterado de «vivan las cadenas» en medio de las bombas lacrimógenas y sirenas ominosas de la represión desencadenada encima de los que querian salirse de la fila. En esa misma película muestra a los comensales defecando juntos en medio de los sonidos intestinales en tazas ad hoc alrededor de una mesa donde todos conversan entre si y esta prohibido hablar de «comer», acto que debe hacerse en privado en un cuarto cerrado donde el pollo es destrozado a dentelladas y gruñidos, para luego limpiarse la boca con papel higiénico y regresar a la mesa sin olor a comida. Lo publico y lo privado son descuartizados por Buñuel como conceptos.

La ruptura de los espacios privados es condición sine qua non para avanzar desde el individualismo al común. Si la familia fue el instrumento de reordenamiento de los fragmentos del sujeto común, hoy día puede ser el punto de partida para su expansión hacia los vecinos del barrio o localidad, ya que su desmembramiento avanza a paso de carga, así como avanza también a paso de carga el cerco sistémico para impedir el quiebre de su célula madre de reproducción bio-cultural. Veamos con mayor detalles ese territorio social:

La precariedad del trabajo ha generado la crisis existencial del rol de genero masculino de proveedor del hogar, por lo que la mujer ha tenido que salir por su cuenta a gestionar los dineros para acceder al mercado donde están los productos que necesita. Hay un campo nuevo de expansión de la mujer que puede significar el quiebre del rol de subordinada y dependiente, por lo que el sistema bloquea dicha expansión y autonomía mediante la persecución del macho para que pague los dineros del rol y mediante la sustitución de machos por hembras en espacios tradicionales como la política. La paridad de hombres y mujeres en cargos y candidaturas electorales es una de las medidas de re-culturización que acompañada del matrimonio gay, aparentan mayor «democracia» pero solo a condición de estar dentro de la dinámica de reproducción cultural-material de los espacios privados. Reconocemos la pareja gay, pero a condición de que se unan en matrimonio, lo que es un absurdo, puesto que ahí no esta el papel subordinado de la mater destinada a producir hijos dentro del espacio vertical y autoritario del patriarcado. Por eso los católicos y algunas otras iglesias cuestionan el matrimonio gay, puesto que la institución «sagrada» de la familia está destinada a criar y «educar» a las siguientes generaciones, con lo que el aborto también es perseguido «moralmente» por la ideología religiosa.

El matrimonio, el divorcio, hijos y pensiones ha sido tema clave desde el surgimiento del patriarcado, por ejemplo en la Ley de las 12 Tablas, primer texto normativo del derecho romano, tiene pena de muerte la mujer casada que tenga coito con otro hombre. O el Deuteronomio ( nomio: normas, deute: diez, los 10 mandamientos de la ideología de los adoradores de Jehová, sustentadores de Moisés y su monoteismo patriarcal) que sostiene la necesidad de honrar padre y madre, así como no desear la mujer del prójimo. Sin embargo ha sido con el advenimiento del neoliberalismo, la globalización del capital, el libre mercado y la crisis de los estados con la emergencia de identidades, nacionalidades y comunidades en todo el planeta, donde ha ido surgiendo como corolario la crisis de los roles de genero.

Esta crisis de los roles de género, resultado de la precariedad del trabajo, y la enormemente creciente marginalidad social a nivel planetario derivada de la modificación de la composición orgánica del capital y la destrucción de la madre tierra, ha generado otro plexo vivencial para los humanos, otro mundo de la vida que puede rearmarse de otra manera tejiendo nuevas relaciones de tres modos diferentes:

El primer modo se refiere al punto de partida, ya no más la lógica racional de los acuerdos y convenciones, sino desde los corazones, los cuerpos, las emociones y la sensibilidad. Ya no más desde el globo, lo macro, la teoría y las ideologías, sino en los barrios y localidades, donde la gente puede verse, sentirse, mirarse y espejarse. Las personas no más como partes de una estrategia, sino como punto de partida para la expansión de la potencia.

El segundo modo se refiere al abandono de la política y de la disputa del poder como eje de las relaciones públicas y abandono del mercado como metodología de acceso a los alimentos y productos necesarios para la subsistencia y hacer de la Otra Economía el eje principal de las relaciones humanas y de los humanos con la naturaleza.

El tercer modo se refiere a la modificación del contexto-modelo global individualista de personas separadas y en competencia, por contextos-modelos específicos locales de personas compartiendo mediante el establecimiento de formas de vida comunitaria donde la cotidianeidad de lo privado vaya siendo sustituida por el entrecruzamiento de las diferentes dinámicas y actividades entre varios vecinos, como los comités de comprando juntos o los comités autónomos de salud barrial.

Este último viene siendo el nuevo espacio educativo de producción de nuevos saberes, ya que los actos cognitivos vía transmisión de la enseñanza general, independientemente de los contenidos que circulan, en medio de la sociedad individualista, sólo fortalecen y reproducen el modelo que criticamos, además de reforzar la idea de que la conciencia determina el ser, o sea, creemos que sumando una conciencia tras la otra podemos cambiar el mundo, que ha sido el disparador que gatilla los actos de concientización por parte de los que disputan el control del poder central. Cuando en realidad es al revés, es el ser que determina la conciencia, por eso las nuevas relaciones al retirar la práctica de las relaciones anteriores en cada barrio o localidad, son generadoras de autoconciencia de ese ser, de ese nuevo sistema relacional. En el caso de la URSS no hubieron nuevas relaciones, sino las viejas relaciones capitalistas de la cotidianeidad de personas separadas. Sólo podía concluir como concluyó: sin pena ni gloria.

Para profundizar sobre este tema tenemos el Taller de Antipedagogía.
Infórmese en unlibre@gmail.com
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Desuniversidad - Boletín No. 20.- Espacios, diversidad y autonomía

Hola a todos los que acompañan este boletín. Un saludo cordial, en especial para aquellos que colaboran circulando la info de esta experiencia, llena de baches, inconvenientes y errores, como debe ser toda experiencia que se precie de tal. Lo positivo va a poder verse después, ya que lo negativo hay que pillarlo de inmediato para rectificar a tiempo. La ventaja que tenemos es que para tomar decisiones hay vecinos participando. Muy pocos, como corresponde a un germen, brote o semilla, que al comienzo es pequeñín comparado con el árbol que fue su abuelo, pero va crecer por si mismo sin un perfil que nos diga anticipadamente como va a salir el mono, cuya figura saldrá del concierto de las manos creando sin partitura ni cartografía.

Uno de los principales inconvenientes es el espacio para funcionar, que esperábamos fuese en varios locales, pero hemos tenido que tomar distancias por diferentes razones, ya que uno de ellos, por ejemplo, es dirigido por un miembro activo de un partido y la población circundante sabe que allí no hay puntada sin hilo. Y aunque no lo supieran, basta que nosotros estemos al tanto de que tarde o temprano asomará la cola del diablo y el brillo del filo bajo el poncho, que cuando asome la cabeza, la gente pensará que estamos en el ajo. Si no es por un lado es por el otro. Estamos invadidos y rodeados de corrientes políticas, ideológicas y religiosas por todas partes, algunas abiertamente ilegales, otra claramente sometidas al sistema.

Nuestra actividad no es un espacio de confraternización, intercambio o choques de corrientes, sino un espacio de personas, pero algunos insisten en vernos como clientes o futuros clientes, como seguidores o futuros seguidores, como colaboradores o futuros colaboradores, en fin, más que mirarnos como un brote de algo que no se sabe como va a ser, algunos nos miran con el apetito de extraer algún beneficio. Solamente el TallerSol ha tenido la disposición de tendernos la mano sin pedir nada a cambio y un par de otros espacios. Sin embargo se atenta contra el objetivo de amplitud y diversidad el permanecer sólo en un lugar. Nosotros no podemos caer en ese ritmo, te doy y me das, el mercadeo de los favores y el tejido de los intereses, lo que nos lleva a tener que iniciar una ofensiva de relaciones públicas, contactos y diálogos hacia otros espacios y vecinos individuales junto a una reflexión abierta al respecto, a la que invitamos a todos a colocar ideas y profundizar juntos

Las actividades de la Desuniversidad y el proceso de indisciplinamiento de las disciplinas para traerlas de vuelta a los ritmos y necesidades de la madre tierra es todo ello completamente autónomo de cualquiera otra actividad, entidad, persona, grupo o experiencia y así lo entendió el TallerSol, así lo entendieron esas dos otras experiencias que anotamos y no lo entendieron en otros lados.

Por otra parte, algunos talleres ya amenazan con exceder el espacio, como el de teatro, el de yoga que saldrá anunciado estos días y el de tango que estamos analizando con la persona que conoce algo. Los días de calor no habrá inconveniente de funcionar en el parque, pero los de frío y lluvia requieren espacios protegidos.

Así podemos analizar el asunto: Convivimos con las instituciones o no convivimos, o simplemente las ignoramos y las evitamos. Hay colectivos que hacen ciertas actividades e intentan vivir nuevas formas que superen las relaciones mercantiles e institucionales, que normalmente tienen un espacio «propio» sea ocupado o facilitado. Sus actividades políticas pueden pasar por el acto de ocupar y la realización de otras actividades, como debates y acciones conjuntas con dinámicas similares. Para nosotros esas nuevas relaciones y formas de vivir no quedan radicadas en el espacio privado de la casa ocupa, por más que «se abra” e «invite” a las actividades en lo que esperan que sea una manera de atraer simpatizantes a la corriente ideológica, sino que las nuevas relaciones no necesitan primeramente ser patrimonio de una vanguardia iluminada, es decir, los conscientes, sino que constituyen un espacio público construido entre vecinos. Al reconocer que se trata de una experiencia «primero entre ellos» están diciendo que se trata de un colectivo de afinidad, que se colocan de acuerdo entre ellos antes de acercarse a los vecinos, además van a encuentros con otros y así, o sea, son «sujetos» o mejor «sujetos políticos», que tejen con otros sujetos políticos redes de sujetos políticos.

Que son honestos, que hacen actividades, en fin, eso nadie lo discute, pero levantar la autonomía de vecinos autoorganizados en su cotidianeidad requiere distanciarse de las prácticas políticas, de las orgánicas, de los colectivos de afinidad y de las formas de lucha. Por ejemplo el Primero de Mayo, muchos vecinos no van ni están interesados en el tema. Alguno podrá asistir a los actos conmemorativos por disposición personal, pero el tema no puede trabajarse al interior de las actividades autónomas ni «educar» para ello, ya que divide. Será el proceso de autoconstrucción de sujeto local el que irá definiendo los perfiles y contenidos de la producción de subjetividad y autoconciencia de su ser y estar en el mundo, que no será el resultado de una hegemonía o supremacía ideológica a favor o en contra del Primero de Mayo, sino que será una mirada emanada del común que hará su propio análisis del acontecimiento, así como de otros.

Para comunicarse con nosotros y enviarle los talleres, días y horarios: unlibre@gmail.com


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