El Sacre se organiza de forma asamblearia y toma todas sus decisiones por consenso
El Sacre: un proyecto cooperativo y autogestionario en Elx y alrededores
Viernes.17 de mayo de 2013
Explicación de lo que se está haciendo en este pequeño embrión que quiere caminar hacia la integralidad.
¿Qué somos?
Somos un grupo de mujeres y hombres, en su mayoría residentes en Elx y comarca, que hemos decidido unir nuestros esfuerzos en busca de una mejora de nuestras propias vidas y de la sociedad en general.
Para ello, desde principios de 2012, nos hemos organizado en forma asamblearia y estamos empezando a construir poco a poco vínculos que nos den cada vez mayor cohesión como grupo, y nos ayuden a acercarnos cada vez más a aquéllo que podríamos llamar “comunitario”.
Estamos en el esfuerzo de sentar las bases para dotarnos de elementos comunes que nos permitan subsistir lo más externamente posible al sistema económico capitalista. De ahí que estemos tratando de crear cooperativas de trabajo no asalariado y de autogestión.
Pero también damos importancia al crecimiento personal y grupal y a otro tipo de necesidades, como puedan ser las culturales o las de generar espacios de convivencialidad democrática. Para ello nuestro grupo trata de desarrollar herramientas que favorezcan el apoyo mutuo y el crecimiento hacia lo comunitario.
Además, lejos de querer instalarnos en nuestra propia burbuja, tenemos voluntad de desarrollar éstos y otros proyectos y confluir con otros grupos con deseos y necesidades parecidas, con los que tejer red e intentar conjuntamente la mayor transformación social posible.
Nuestro grupo es abierto y cualquier persona puede participar en él, siempre y cuando esté básicamente de acuerdo con nuestros planteamientos ideológicos y organizativos y se comprometa a unos mínimos exigibles de asumir tareas, responsabilidad y continuidad.
¿Cuales son nuestros objetivos generales?
En el Sacre estamos actualmente en un proceso asambleario para determinar con la mayor exactitud posible cuales serían los objetivos comunes tanto a corto como a largo plazo.
No obstante sí tenemos claro desde el comienzo que hacer el esfuerzo de encontrarnos con otras personas y de implicarnos con ellas en la construcción de proyectos alternativos, ya nos está construyendo como seres humanos y nos está ayudando a ser mejores personas, con un mayor grado de autorrealización.
Por otra parte la gran mayoría de gentes que nos hemos dado cita en este grupo tenemos el objetivo individual de poder ganar nuestro sustento (y en el futuro resolver otro tipo de necesidades) de forma cooperativa, desde El Sacre, todo lo fuera del capitalismo que nos sea posible.
Por último, también es inquietud de todas las personas que actualmente integramos El Sacre, la de contribuir de una forma u otra, desde la práctica de nuestro asamblearismo cooperativista y autogestionario, a una transformación social realista pero lo más ambiciosa que se pueda.
¿Cómo nos organizamos?
El Sacre se organiza de forma asamblearia y toma todas sus decisiones por consenso. Apostamos por tener una estructura abierta y dinámica, y en su caso se delegan determinados trabajos y responsabilidades en comisiones o personas concretas, las cuales siempre deben actuar en cumplimiento de los acuerdos de la asamblea general. Las responsabilidades, que siempre son revocables por la asamblea, se aceptan con libertad por parte de quienes las desempeñan, buscando siempre que se dé la mayor rotación posible en evitación de acumulaciones de poder, especializaciones excesivas y liderazgos indeseables.
Aunque embrionariamente ha llegado a darse algún otro, actualmente existen dos proyectos concretos en marcha dentro de El Sacre:
La Cooperativa Agrícola.
Se trata de un grupo de personas casi en su totalidad procedentes del ámbito urbano y sin apenas conocimientos previos de agricultura que ha optado por poner en marcha algunos cultivos en terrenos del Camp d’Elx. La cooperativa agrícola no dispone de terrenos propios en este momento y cultiva en espacios cedidos gratuitamente. Sus cultivos son ecológicos y con una apuesta por el cuidado de la tierra así como por la recuperación de semillas y productos autóctonos. Un objetivo inmediato es la construcción de un gallinero para disponer de huevos. El objetivo a medio plazo es lograr el autoabastecimiento alimentario, sin renunciar a otras metas que puedan ser posibles en un plazo mayor. Para acometer estas tareas las personas integrantes de la cooperativa agrícola están manteniendo un esfuerzo de formación y capacitación técnica, así como de autofinanciación y abaratamiento de costes. También se ha avanzado en el trabajo de cohesión grupal y de resolución de conflictos.
La Cooperativa de Servicios.
Partiendo del principio de que, mientras logramos ser autogestionarios en lo económico, momentáneamente hay que vivir de alguna manera, se plantea este proyecto que pretende ser un paso intermedio entre el trabajo dentro del sistema y la autogestión. La cooperativa de servicios agrupa a diferentes personas que ponen en común todas sus capacidades profesionales, sean cuales sean, y las ofrecen al mercado bajo la fórmula de una cooperativa multiservicios. La diferencia con respecto a otras iniciativas económicas existentes es que El Sacre Servicios pretende demostrar que, incluso dentro de este sistema, “otra forma de trabajar es posible”. Por ello se apuesta por una horizontalidad según la cual no hay cargos directivos y todo el mundo rota en las responsabilidades. También hay una socialización de los conocimientos y una apuesta por el aprendizaje permanente. El dinero obtenido se reparte en forma tendente a lo igualitario con una opción por establecer una igualdad en la remuneración interna de los diferentes trabajos sean estos manuales o intelectuales, especializados o no, o más o menos valorados en el mercado capitalista. También se intenta repartir de la forma más equitativa posible la carga de trabajo que hay. Por supuesto no existe el deseo de acumular o cualquier tipo de afán de lucro. A la hora de realizar el trabajo, el objetivo es buscar la calidad, la excelencia, la satisfacción plena de quien lo recibe. Pero también que cada persona trabajadora se realice haciendo su trabajo en las condiciones y ritmos más favorables posibles. Hay flexibilidad a la hora de participar pudiendo hacerse de forma parcial (de hecho, en la actual coyuntura de crisis económica, por desgracia no estamos logrando aún el hecho de que al menos algunas personas trabajen a tiempo completo). El Sacre Servicios, al igual que la cooperativa agrícola, también trabaja la cohesión humana y asamblearia de sus miembros.
Ver oferta de servicios actual de la cooperativa
Estas dos cooperativas funcionan con plena autonomía y son soberanas a la hora de decidir cualquier cuestión que solo a ellas competa.
El Sacre está abierto a que en su seno puedan existir más proyectos de tipo económico cooperativo o dedicados a otras cuestiones relacionadas con nuestras aspiraciones económicas, políticas etc.
Además de estos dos proyectos, existe la Asamblea General; la entidad que incluye a cada una de las dos cooperativas y los grupos que pudieran surgir en el futuro, y que es en la que todas las personas participantes somos ese grupo que quiere tender a la cohesión y a lo comunitario. En la asamblea o “Sacre General” nos encontramos como personas, vertebramos entre sí las diferentes inciativas en marcha, reflexionamos juntos y juntas para elaborar las bases ideológicas y objetivos del grupo, analizamos los problemas y peligros que podrían apartarnos del camino que nos vamos trazando y pensamos colectivamente en cómo desarrollar el proyecto para que pueda ofrecer una cantidad cada vez mayor de respuestas a nuestras necesidades y se vaya haciendo progresivamente más integral.
¿Cuales son nuestras principales apuestas?
Reconociendo nuestras limitaciones como seres humanos y nuestras imperfecciones como realidad colectiva, ante todo hay que decir que nuestras apuestas no son tanto realidades que se estén dando ya en forma plena, como líneas de trabajo, direcciones hacia las que apuntamos y para cuya consecución establecemos una serie de medios. Estas apuestas son de carácter interno -definen cómo queremos que sea nuestro proyecto- y también son propuestas hacia el exterior que explican desde los hechos cómo desearíamos que fuese la sociedad.
El asamblearismo. Que como ya quedó más o menos explicado, es la garantía del funcionamiento horizontal y democrático del proyecto. Máxime cuando las decisiones importantes no se toman nunca por mayoría, sino por consenso. Practicarlo supone una apuesta de confianza en la capacidad de las personas para asumir y desempeñar responsabilidades, y para tomar decisiones en pie de igualdad con sus semejantes.
La libertad. En gran relación con lo anterior. Si bien en El Sacre exigimos unos mínimos de compromiso, acuerdo ideológico, asumir tareas y continuidad para formar parte del grupo, también entendemos que se ha de garantizar el valor de libertad de cada persona a la hora de asumir o no responsabilidades concretas, y para disentir constructivamente de acuerdos prácticos e ideológicos que no sean básicos.
La autogestión. Uno de los principales objetivos de El Sacre es que las personas que lo conforman recuperen la autonomía, el poder decidir sobre sus propias vidas, así como la capacidad de gestión y decisión respecto a una serie de servicios que se precisan para satisfacer nuestras necesidades básicas (alimentación, vivienda, energía, vestimenta, sanidad, educación, atención a personas dependientes…). Dicho de una forma más simple, lo que pretendemos es la organización desde la base de todos los servicios necesarios.
La alternativa económica. Nos oponemos a realidades existentes como el trabajo asalariado, el consumismo, la acumulación de riqueza, las relaciones laborales jerárquicas, la desconsideración hacia el medio ambiente a la hora de producir, o los mecanismos de expolio Norte-Sur. Por ello pretendemos que nuestros proyectos económicos se fundamenten en valores como la horizontalidad, el cooperativismo, la austeridad, la sostenibilidad medioambiental, la justicia social y distributiva, la autoproducción y el autoabastecimiento.
Lo comunitario. Creemos en el apoyo mutuo, la convencialidad y la implicación vital de unas personas con otras. Opinamos que conviene inciar cuanto antes el viaje que nos lleve desde el individualismo a ultranza que se inculca en la sociedad actual hacia otro modelo en el que una gran cantidad de medios materiales e inmateriales necesarios para la subsistencia y para el desarrollo personal sean de propiedad común y uso compartido.
El cuidado de lo humano y relacional. Entendemos las relaciones humanas y lo convivencial como una realidad a la que dar la máxima importancia. Conscientes de que la mayoría de proyectos cooperativos y comunitarios fracasan debido a los conflictos y a la incapacidad de relacionarse de forma sana y madura, tratamos de sentar las bases para un correcto funcionamiento relacional así como una adecuada prevención, regulación y resolución de los conflictos que van surgiendo. No hacemos estas cosas por solo una cuestión utilitarista, sino que damos un valor a la persona en sí y entendemos que todas y todos debemos sentirnos implicados en la realización y felicidad de los demás. Para ello, yendo más allá de las circunstancias cotidianas de contacto personal en el trabajo, creamos espacios de encuentro, de formación, de ocio, de conocimiento mutuo, de regulación de conflictos etc.
El trabajo como dimensión humana. El trabajo es, o debería ser, aquella actividad física o intelectual gracias a la cual obtenemos nuestro sustento. Lejos de verlo como una especie de castigo, queremos comprenderlo como una oportunidad para la autorrealización (y además como una herramienta útil para la transformación social). Partiendo de una valoración igualitaria del trabajo manual frente al intelectual, apostamos por un trabajo siempre digno y dignificador, adecuado a las capacidades de cada cual y a sus motivaciones. Un trabajo realizado siempre en condiciones óptimas en cuanto a horarios, ritmos, seguridad, condiciones ambientales y del cual se obtenga un producto justo. Apostamos por el trabajo cooperativo frente a cualquier otro y nos negamos rotundamente a explotar o extraer beneficios económicos del esfuerzo de terceras personas. Tratamos de que todo lo que hacemos tenga utilidad social. Por ello nos negamos a la realización de trabajos evidentemente nocivos y, en la medida de lo posible, evitamos trabajos que consideramos que no aportan ningún tipo de beneficio salvo su remuneración económica.
La integralidad. Queremos que el nuestro sea un proyecto amplio que paulatinamente pueda ser capaz de responder a la mayoría o a todas nuestras necesidades: alimento, vivienda, educación, salud, transporte, cultura y un largo etc. Para ello será necesario interactuar y vincularse a otras personas y proyectos partiendo siempre desde lo más local e inmediato pero sin ponernos límite alguno.
El compromiso con la naturaleza. Nuestra opción es por la conservación y recuperación de la naturaleza. Por minimizar el impacto de huella ecológica que puedan suponer nuestras actividades, por el uso de materiales y energías limpias, la defensa activa de los valores naturales de nuestro territorio etc. También por la soberanía alimentaria, la agricultura ecológica, las actividades tradicionales sostenibles y por la concienciación anticonsumista. Por otra parte somos sensibles a la importancia de los valores de la ruralidad frente a la actual prevalencia de la forma de vida urbana.
La transformación social. Nuestro proyecto no se circunscribe únicamente a dar respuestas a las necesidades de las personas que estamos en El Sacre. Como quedó dicho arriba, estas personas deseamos también participar en la transformación de la sociedad en la que vivimos. Entendemos que la plasmación en nuestro propio funcionamiento cotidiano de todos los valores que estamos enumerando, sin renunciar a otro tipo de activismos que pudieran darse, es ya una forma de estar cambiando la sociedad por lo que representa de plasmación sobre el terreno de una alternativa visible y de invitación a otras personas a sumarse a ella o a imitarla. Deseamos que nuestra propuesta alternativa, en la medida en que se pueda, no caiga en rigideces y dogmatismos, y por ello entendemos que hemos de estar en permanente análisis y diálogo con la realidad. También con otras personas y proyectos afines con los cuales nos será más fácil ir construyendo una alternativa integral que abarque, entre otros campos, lo estructural, lo económico, lo político, lo laboral, lo educativo, lo cultural o las relaciones personales.
¿Se puede participar?
Claro que sí. Nuestro grupo es abierto y cualquier persona puede participar en él, en cualquiera de sus dos proyectos en marcha y en los que vayan surgiendo, siempre y cuando comparta nuestros deseos de transformar esta sociedad en profundidad, y esté dispuesta a comprometerse. Por nuestra parte encantadas y encantados de recibir nuevos miembros. Cuanta más gente seamos, más cosas podremos hacer.
¿Cómo se puede apoyar El Sacre?
Si tus circunstancias personales te impiden la participación directa, puedes colaborar con nuestro proyecto echando una mano en su difusión. Especialmente en lo que se refiere a extender los principios ideológicos transformadores que son nuestra principal razón de ser.
También nos puedes apoyar materialmente recurriendo a aquéllos de los servicios que ofrecemos que te puedan hacer falta: clases de repaso de diferentes materias, asesoría socio-económica, mantenimiendo de ordenadores, reformas y reparaciones de todo tipo a domicilio, atención integral a personas con discapacidad, ancianos, niños, labores domésticas, traslado de objetos etc. En la página web http://servicios.elsacre.com/ puedes hallar información detallada de todos los servicios que ofrece la cooperativa así como de los principios ideológicos que la animan.
¿Cómo contactar?
Nos encontrarás en la dirección de correo electrónico servicios@elsacre.com y en el teléfono 653 47 49 70.