La educación por fuera de las escuelas es una opción de los padres del niño o niña
Chile: Hacia la educación libre
Por el Profesor J
La educación por fuera de las escuelas es una opción de los padres del niño o niña, que junto a la distancia de las iglesias, ideologías, partidos, logias, sectas, grupos espiritualistas, colectivos de afinidad y todos aquellos que buscan gente para amoldarla y atraerla a sus filas mediante la adopción de una visión de mundo que es la correcta porque el que la enseña cree sinceramente o no muy sinceramente que se trata de la «verdad», en tanto las demás son las malas, son maneras de asegurar la libertad de opciones de vida cuando ese niño o niña decida conocer u optar lo que va a ser o hacer con su vida.
Dentro de esa opción, de libertad plena, hay muchas maneras de hacerlo, unas más conocidas y practicadas, otras menos conocidas, en diferentes lugares del mundo, algunas se han constituido como «escuelas» o «métodos» o «corrientes»
y se ofrecen como alternativas, otras son iniciativas individuales o grupales.
En un diálogo con madres que han escogido esta vía, la primera reflexión fue si después el regalón o la regalona va a dar las pruebas oficiales o no lo va a hacer. Se hace mención a la presión institucional del «empleo» o «cargos» que requieren prueba documental de haber aprobado educación básica o media, sin embargo también se menciona que existen cada vez menos empleos formales y aumenta grandemente la economía informal. Sin embargo el tema deberá profundizarse en este y otros espacios y por ahora hay consenso en estas mamás de que será una opción del propio niño, por lo que la prudencia indica que el desarrollo de estas dinámicas libres deben contemplar lo uno y lo otro, ya que no es posible retirar de golpe y porrazo -ni habría que intentarlo-, la institucionalización como destino. Más que combatirla, habrá de mostrar y demostrar que la autogestión y la Otra Economía son posibles.
La segunda reflexión dice con los objetivos, qué se espera o qué se desea con esta educación libre. Es obvio que hubieron varias respuestas acordes con las motivaciones de las propias madres, algunas de las cuales podrían denotar cierta direccionalidad contradictoria con el carácter «libre» de esta educación, sin embargo el contexto es dialógico, es decir, nadie manifestó contar con la verdad ni ganas de defender su postura, todas se escucharon unas a las otras y por sus caras parecía que todas eran correctas, cuando en realidad se expresaba respeto por las posturas otras (para no decir «ajenas»). Las que más llegaron a la sensibilidad de quien escribe esta nota fueron una que dijo que quería que su hijo «fuera feliz», nada más, así de simple, de sencillo y de grandioso. Dijo y miró de frente sin arrogancia ninguna. Sabemos que la felicidad es compleja y más aún cuando nos dicen que no se alcanza en la tierra, sino después de la muerte, por lo que esa esperanza y deseo ha definido claramente que la escuela no es el camino de la felicidad, muy por el contrario, ese hijo sólo podrá ser feliz si no llega a caer en las redes institucionales y vive el intento de hacer lo otro. El diálogo permanente y las actividades conjuntas de estas madres asegura un espacio ad hoc para seguir profundizando estas sensaciones y reflexiones.
La segunda madre quiere que de esa manera su hijo contribuya a hacer para todos una vida mejor. No fue posible resistir la tentación de sintetizar mediante una pregunta: ¿Algo así como cambiar el mundo a su manera? Y el brillo de su cara fue la mejor respuesta, aunque también verbalizó diciendo: «exactamente». Quiere que su hijo sea artífice, creador, pero no de una obra, sino de la vida. Y no al modo de ella, sino que pueda descubrir el modo. La autonomía no es una orientación conceptual para ellas, sino simplemente la práctica distante de la heteronomía, la ruptura de las reglas para emerger y desarrollarse la potencia, el instinto.
La sensación que se percibe es que los caminos los van a descubrir entre los propios niños, que a diferencia de los dogmáticos o paradigmáticos que enseñan lo suyo al hijo, fortaleciendo así la reproducción cultural que dicen combatir, ellos prácticamente serán sus maestros, los sembradores y macheteros que desbrozan la maleza. Nadie parece necesitar un «camino», todos entienden que hay que hacerlo. Nadie, de 150 personas que dialogan e intercambian, parece descartar las ideas de los otros. Algunos poco o nada opinan, pero están ahí, leen y escuchan, se escriben en facebook y se reúnen cada cierto tiempo en diferentes lugares y experiencias haciendo cosas con las manos. la última vez una trajo una fuente de galletas hechas por ella misma, pero galletas sanas, no porquerías de chatarra. Me pidieron que las asesorara, pero creo que más voy a aprender yo de ellas que ellas de mis preocupaciones por cambiar el mundo desde abajo, desde la cotidianeidad, pues ellas ya lo están haciendo.
Lo que se puede hacer es multiplicar el ejemplo sin hacer la matemática de «sumar» que hacen los sociólogos de la política de administración unidimensional vertical del poder. Para ello sirve el ejemplo del aprendizaje de geografía a través del cuerpo («¿Hace frío o calor?») y del diálogo; Hace frío, la lana es buena, la mejor es la de Chiloé, etc, para luego jugar con tierra o lluvia, hacer figuras con las nubes y los perfiles de cerros y montañas adentrándonos corporalmente en el fenómeno geográfico sin intermediaciones interpretativas o ideológicas y finalmente decir que en otro barrio se está haciendo lo mismo y va a ser muy interesante conocer las conclusiones a que llegan. Así se trabaja con la idea de que cada sujeto local comunitario produce su propia subjetividad y cosmovisión.
Ese podemos hacer, generar otro espacio de padres y madres que puedan dialogar y conocer del tema con autonomía, juntarnos y aprender mil cosas, para lo que contamos con espacio.
Luego podemos intercambiar con el grupo anterior, juntarnos y hacer cosas con los hijos, que irán aprendiendo que esperamos de ellos la arquitectura de otro mundo, de otras relaciones, de otra economía, sin estado y sin mercado.
Papás y mamás interesados en participar en estas reflexiones y actividades conjuntas, pueden comunicarse en el correo electrónico educacionlibre2@gmail.com
Reciban un abrazo afectuoso de
Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)
Talleres Transhumantes de la Universidad Libre