Comunidades yaquis acordaron continuar los bloqueos a la carretera internacional
El EZLN y el Congreso Nacional Indígena responderán “en consecuencia ante cualquier intento” de reprimir a los yaquis
El EZLN y el CNI exigen “la cancelación inmediata de las órdenes de aprehensión y de la fabricación de delitos en contra de integrantes de la tribu yaqui”
DESINFORMÉMONOS
México. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y los pueblos indios que conforman el Congreso Nacional Indígena (CNI), se solidarizaron e hicieron suya la lucha que actualmente libra la tribu yaqui en defensa de su agua. “Responderemos en consecuencia ante cualquier intento de reprimir esta digna lucha o cualquier otra lucha”, señalaron en un comunicado conjunto.
La tribu yaqui mantiene desde hace 38 días un campamento de resistencia en la carretera internacional, a la altura de Vícam, Sonora, para impedir el robo de agua planeado a través del Acueducto Independencia, una obra anticonstitucional planeada por el gobierno de Guillermo Padrés para abastecer a Hermosillo.
En un comunicado firmado desde el Caracol de Oventik, a una hora de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, la Comandancia General zapatista y los pueblos, tribus, naciones y barrios que integran el CNI, saludaron “la movilización histórica de la tribu yaqui en la defensa de su existencia y de su territorio”.
“Su lucha, compañeros, es nuestra también, pues, al igual que ustedes, mantenemos la certeza de que la tierra es nuestra madre y el agua que corre por sus venas no se vende, pues de ella depende la vida que es un derecho y que no nos ha sido dado por los malos gobierno ni por los empresarios”, indicaron en el comunicado signado a poco más de un mes de que se lleve a cabo la Cátedra Tata Juan Chávez Alonso, reunión convocada por los zapatistas para fortalecer la red de pueblos indios de México.
Ante la represión que enfrentan los yaquis por defender el agua del río que el gobierno del estado pretende desviar a la capital de Sonora, el EZLN y el CNI exigen “la cancelación inmediata de las órdenes de aprehensión y de la fabricación de delitos en contra de integrantes de la tribu yaqui”, y condenan “la criminalización de su lucha, diciendo a los malos gobiernos emanados de los partidos políticos que el río Yaqui ha sido históricamente el portador de la continuidad ancestral de la cultura y territorio”.
El CNI se conformó en octubre de 1996, luego de la visita de la comandanta Ramona a la ciudad de México. A partir de ese momento establecieron un trabajo en red que los coloca como la organización indígena nacional más consolidada de México. Con altas y bajas en estos 17 años de organización, los próximos 17 y 18 de agosto volverán a reunirse en San Cristóbal de las Casas, al lado del EZLN, organización convocante.
En el comunicado dado a conocer la noche del 7 de julio, insisten en que “si nos tocan a unos nos tocan a todos, por lo que responderemos en consecuencia ante cualquier intento de reprimir esta digna lucha o cualquier otra lucha”.
Finalmente, los zapatistas y el resto de los pueblos indios que conforman el CNI, llamaron “a la comunidad internacional y a los hermanos y hermanas de la Sexta Internacional a permanecer atentos a los acontecimientos que se presenten en lo futuro en el territorio de la tribu Yaqui, sumándose a la solidaridad con la Tribu y a sus exigencias”.
A continuación el comunicado íntegro:
A la Tribu Yaqui,
Al Pueblo de México,
A la Sexta nacional e Internacional
A los gobiernos de México y del Mundo.
Desde las montañas del sureste mexicano en territorio rebelde zapatista emitimos nuestra palabra conjunta como Pueblos, Naciones y Tribus Indígenas que conformamos el Congreso Nacional Indígena, a través de la cual enviamos un saludo fraterno de fuerza y solidaridad a los miembros de la Tribu Yaqui, a su Gobierno y Guardia Tradicional, esperando que se encuentren todos con bien.
Saludamos la movilización histórica de la Tribu Yaqui en la defensa de su existencia y de su territorio, misma que en los últimos 38 días se ha manifestado en el establecimiento de un campamento en resistencia en torno a la Carretera Internacional en Vicam, Primera Cabecera de la Tribu Yaqui, ante el robo del agua que el mal gobierno pretende concretar a través del Acueducto Independencia, a pesar de haber recorrido los caminos legales necesarios, en los que han obtenido triunfos que el propio gobierno no ha respetado. Su lucha, compañeros es nuestra también, pues, al igual que ustedes, mantenemos la certeza de que la tierra es nuestra madre y el agua que corre por sus venas no se vende, pues de ella depende la vida que es un derecho y que no nos ha sido dado por los malos gobierno ni por los empresarios.
Exigimos la cancelación inmediata de las órdenes de aprehensión y de la fabricación de delitos en contra de integrantes de la Tribu Yaqui y condenamos la criminalización de su lucha, diciendo a los malos gobiernos emanados de los partidos políticos que el río Yaqui ha sido históricamente el portador de la continuidad ancestral de la cultura y territorio de la Tribu Yaqui y los que conformamos el Congreso Nacional Indígena, reiteramos que si nos tocan a unos nos tocan a todos, por lo que responderemos en consecuencia ante cualquier intento de reprimir esta digna lucha o cualquier otra lucha.
Finalmente, hacemos un llamado a la comunidad internacional y a los hermanos y hermanas de la Sexta Internacional a permanecer atentos a los acontecimientos que se presenten en lo futuro en el territorio de la tribu Yaqui, sumándose a la solidaridad con la Tribu y a sus exigencias.
Atentamente
A 7 de julio de 2013
Desde el Caracol Zapatista número II- Resistencia y Rebeldía por la Humanidad, de Oventic, Chiapas
Nunca más un México sin nosotros
Comité Clandestino Revolucionario Indígena- Comandancia General del EZLN
Congreso Nacional Indígena
Publicado el 08 de julio de 2013
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“Los yaquis llevamos 500 años luchando. El cansancio no está cerca”
Ante la estrategia de desgaste y difamación de las autoridades de Sonora, los yaquis reactivan su estructura tradicional de defensa y refuerzan los bloqueos carreteros en defensa de su agua.
GIOVANNI VELÁZQUEZ
Vícam, Sonora. El bloqueo carretero en Vícam, que realizan la tribu yaqui y la sociedad civil de siete municipios del sur de Sonora, representa la acción de protesta de mayor duración en la historia reciente del estado y un cambio en la estrategia de los yaquis, que movilizarán a habitantes de todos los pueblos. Los manifestantes, apostados desde el 28 de mayo, rechazan la operación del Acueducto Independencia, que ya extrae agua del río Yaqui.
Las violaciones que el gobierno de Sonora comete con la construcción del acueducto fueron denunciadas desde 2010, y ratificadas por órganos jurídicos. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el 27 de junio de 2013, notificó a las partes demandantes la resolución al amparo 461/2011. El amparo, ganado contra la autorización en materia de impacto ambiental emitida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para la construcción del acueducto, fue ratificado en el expediente 361/2012 el 8 de mayo del presente, con voto unánime de los cinco magistrados de la Primera Sala. En el documento se señala que se confirma la sentencia, que “la justicia de la Unión ampara y protege” y que “se requiere a la responsable por el cumplimiento”.
Sin importar los triunfos jurídicos y la confianza en la legalidad manifestada por la tribu yaqui, no se detuvo el robo del agua del río a través de dos bombas habilitadas por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). Tampoco la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) anunció la invalidación del Manifiesto de Impacto Ambiental, ni la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) giró instrucciones para clausurar el Acueducto Independencia. Aunque los hechos desilusionan al pueblo yaqui-yoeme, esperaba esta posibilidad basado en la impunidad de la que gozan las acciones del gobierno de Guillermo Padrés Elías.
Desde el inicio de los bloqueos realizados en el municipio de Cajeme y hasta su consolidación en la carretera internacional número 15 México-Nogales, a la altura del Pueblo de Vícam, la respuesta oficial de los gobiernos estatal y federal es nula. Ignoran a los manifestantes en espera de que la temperatura cercana a los 35 grados centígrados desgaste a una población cuya existencia en el desierto sonorense antecede a la noción de desarrollo exportada por los conquistadores yoris.
Mario Luna, secretario de la autoridad tradicional de Vícam y portavoz de las resoluciones de las autoridades de la tribu presentes en el bloqueo, señala: “Puede que la estrategia del gobierno sea cansarnos para obligar a que abandonemos la lucha, pero quiero recordar que llevamos 500 años luchando. El cansancio no se ve muy cerca aquí”.
La tribu yaqui no sólo pelea contra el robo del agua y por el restablecimiento del Estado de Derecho violentado por Padrés Elías y la CONAGUA. También resiste en otro frente, diseñado por las autoridades para desacreditar las protestas, aunque en los bloqueos intermitentes sobresale la atención que las tropas yaquis dan a los viajeros. Los medios de comunicación, aunque están presentes diariamente, únicamente señalan las afectaciones a transportistas y viajeros generadas por el bloqueo. Desatienden la razón principal de la protestas, que cotidianamente se manifiesta en las asambleas al lado de a la carretera. A ellas asiste un gran número de integrantes de los ocho pueblos tradicionales, así como las tropas y autoridades tradicionales de Loma de Guamúchil, Loma de Bácum, Vícam, Pótam y Belén.
Mario Luna agrega que “molesta la campaña mediática tan discriminadora y burda, en la que enfrentan a los propios hermanos. Por eso, la Tribu Yaqui en conjunto decidió visitarse y darse la mano para abrir el diálogo interno. Al calor de la lucha se cometen errores y para evitarlo, la autoridad tradicional decidió sentar a las autoridades de cada pueblo en un diálogo frente a sus tropas”. El secretario informa que quienes están dispuestos a acatar las disposiciones asistieron, “y los que quieren seguir como comparsas del Estado, desafortunadamente no llegaron”.
A lo largo de la protesta se dan constantes visitas y diálogos e las autoridades tradicionales para resolver en conjunto el problema del robo de agua del río y combatir las diferencias y divisionismo producidos por el gobierno de Sonora y sus operadores yaquis, conocidos como torokoyoris (traidores). La función de estos operadores es ofrecer dinero y proyectos productivos a la población, pero las instancias gubernamentales no cumplieron estas promesas.
La labor del bloqueo es intensiva. Las 24 horas del día hay gente resguardando el lugar mientras que la tropa (llamada Wikot Yaura en yaqui) recorre la carretera y las brechas en constante vigilancia, ante las posibles represalias del gobierno estatal y federal. Se anunciaron órdenes de aprehensión contra los voceros Mario Luna y Tomás Rojo.
Las estrategias de acción y defensa se planean y ejecutan de manera colectiva. “Se refrenda la firme convicción de seguir en la lucha hasta no ver rescatadas cabalmente las aguas que le corresponden a la cuenca del río Yaqui, a la tribu y a todo el sur de Sonora”, afirma Luna. Para ello se reforzará toda la estructura tradicional de defensa, agrega, la cual “no se había activado hasta este momento”. El plan es movilizar a las tropas en el resto de pueblos yaquis para dar una señal de que no están dispuestos a permitir un despojo más “que nos condenará a la muerte”, anuncia el secretario.
Los yaquis indican que las constantes declaraciones, desplegados y notas en los medios locales en su contra solamente les confirman que esa estrategia no logra debilitarlos, y que para defender su derecho irán hasta las últimas consecuencias.
Publicado el 08 de julio de 2013
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La división, arma del gobierno contra los yaquis organizados
Las descalificaciones que promueven los “tradicionales” no proceden de los legítimos gobernadores de estos pueblos, sino de maestros bilingües que defienden sus propios intereses coludiéndose con el gobierno de Sonora.
ENRIQUETA LERMA
Dios le dio la tierra a todos los yaquis y no un cacho a cada uno
México. Las posiciones enfrentadas al interior de la tribu yaqui a causa del Acueducto Independencia muestran un problema añejo al interior de los pueblos que sólo favorece al gobierno estatal. Cada que el sector organizado de los yaquis -adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y miembro del Congreso Nacional Indígena (CNI)- pone en marcha acciones de resistencia para protestar contra el robo del agua del Río Yaqui, surgen voces de miembros de la etnia que descalifican las movilizaciones y respaldan al gobernador Guillermo Padrés.
La disputa se genera entre dos sectores yoeme, como se nombran a sí mismos los yaquis: los que se llaman representantes del gobierno tradicional de Vícam Pueblo y los gobernadores legítimos de Vícam Estación, ambos asentamientos separados por cinco kilómetros de distancia. Estos últimos son quienes se pronuncian en contra del Acueducto Independencia (megaobra con la que se pretende canalizar agua de la presa El Novillo a la capital de Hermosillo). Sin embargo, la resistencia es descalifica por algunos yaquis que a nombre de “los ocho pueblos” desconocen a los opositores como parte de la tribu y a Vícam Estación como un pueblo yaqui.
La división se remonta a fines de la década de los noventas y es resultado de un plan de desarrollo fallido en el que metieron mano los gobiernos estatal y federal. De 1992 a 1997 se implementó la segunda etapa del Plan Integral de Desarrollo de la Tribu Yaqui, financiado por la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) a través del Programa Nacional de Solidaridad. En él participaron “los ocho pueblos” yaquis: Loma de Guamúchil, Loma de Bácum, Tórim, Vícam (que sólo tenía un gobierno que incluía a Vícam Pueblo y a Vícam Estación), Pótam, Rahum, Huirivis y Belem. Sin embargo, dado que los financiamientos no fueron proveídos con eficiencia por la SEDESOL y hubo un gran oscurantismo sobre la distribución de los recursos, se generaron acusaciones de malversación de fondos entre los integrantes de los diferentes programas que se desarrollaron dentro del plan (48 programas y 20 proyectos). El más señalado fue el Proyecto de Asistencia Técnica Integral a las Cooperativas Yaquis (PATICY), pues en él participaron jóvenes yaquis profesionistas (después conocidos como los paticys) y se manejaron más recursos económicos, lo cual generó desconfianza en algunos gobernadores yoeme. Estos líderes, inconformes con los resultados, exigieron el cierre del fideicomiso, encargado de recibir el presupuesto, y exigieron la eliminación del Plan de Desarrollo, pero una parte de los gobernadores no estuvo de acuerdo con esas medidas pues eso significaba descapitalizar los proyectos productivos de la tribu. Para poder seguir recibiendo el financiamiento, los gobernadores que estaban a favor del PIDTY se organizaron en otras guardias tradicionales. De este modo se formaron la de Vícam Estación y la de Pótam Pinito y así se completaron los ocho pueblos que el fideicomiso exigía.
La mitología yaqui habla de ocho pueblos tradicionales, pero en la actualidad los gobiernos superan ese número sobre todo porque hay más asentamientos poblacionales que se formaron a fines del siglo XIX, durante el período de guerra entre la tribu y el gobierno federal. De no haberse formado -entre ellos principalmente Vícam Estación- habría sido imposible la reestructuración de los llamados “ocho pueblos” tradicionales, pues en él se resguardaron quienes después refundaron Loma de Guamúchil y Loma de Bacum. Vícam Estación fue el espacio de resistencia de la tribu durante el período más álgido de la guerra. Para 1940, en esa localidad vivieron mil 500 yaquis, mientras que en Vícam Pueblo sólo 500; Cócorit y Bacum fueron invadidos por los mestizos y Huirivis, Rahum y Belén desaparecieron por completo. Es decir, en esa época hubo sólo cuatro asentamientos con población mayoritaria yoeme: Vícam Estación, Vícam Pueblo, Pótam y Tórim.
Aunque no siempre hubieron ocho pueblos, ni siempre fueron los mismos, después de 1997, a causa de las reorganizaciones generados por el cierre del PIDTY, las divisiones en Vícam y Pótam (primera y segunda cabecera de los pueblos) fueron más evidentes. En Vícam Estación se organizaron los jóvenes asesores (los paticys) y en Vícam Pueblo los llamados “tradicionales” (o “traicionales”, pues se asume que por su posición se acabaron los proyectos productivos de la tribu). En Pótam se dividieron en dos guardias: Potam con los “tradicionales” y Pótam Pinito con los paticys. Sin embargo, algo paradójico pasó al correr de los años: los tradicionales, que cerraron el PIDTY, se quedaron con el último programa con financiamiento: el Proyecto Educativo de la Tribu Yaqui, mientras los paticys buscaron el desarrollo autonómico, se integraron al CNI y se adhirieron a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del EZLN.
Las descalificaciones que actualmente promueven los “tradicionales”, sin embargo, no proceden de los legítimos gobernadores de estos pueblos ni de sus gobernados (la tropa), sino de maestros bilingües que sostienen el Proyecto Educativo y que defienden sus propios intereses coludiéndose con el gobierno de Sonora. Basta señalar que el líder del proyecto, Jesús Moroyoqui, habitante de Loma de Guamúchil, fue desconocido por la guardia tradicional de su pueblo, pues sus gobernadores no reconocen sus declaraciones ni la representatividad que dice tener frente a los medios de comunicación. Moroyoqui recibe apoyo económico del gobierno estatal por tres vías: como maestro bilingüe (aunque no imparte clases), como asesor técnico y por el financiamiento que corresponde a una cooperativa ganadera que él mismo dirige. Francisco Delgado Romo (compinche de Moroyoqui) fue gobernador tradicional de Vícam Pueblo, pero fue desconocido por la tropa el 6 de enero por no respetar las decisiones de la asamblea. Delgado es quien acusó a los voceros de la resistencia yaqui, Mario Luna y Tomás Rojo, de secuestro, cuando en realidad fue retenido para cumplir el castigo que el derecho consuetudinario le impuso por haber intentado atropellar, en estado de ebriedad, a manifestantes yaquis que participaron en el cierre contra el acueducto sobre la carretera.
En entrevista, Mario Luna señaló que la división tan exacerbada por los medios de comunicación es falsa, pues en las últimas semanas las tropas de los “ocho pueblos” se unieron al paro en oposición al acueducto, aún en contra de las posiciones políticas de sus gobernadores. No obstante, Guillermo Padrés concedió el calificativo de los “Ocho Consagrados” a los que considera los pueblos que están de su lado.
La ideología dominante ha explotado el concepto de Ocho pueblos tradicionales porque fortalece su proceder y permite manipular las divisiones internas yaquis a su favor. Bajo esa lógica, el gobierno de Sonora siempre buscará completar ocho firmas que avalen sus políticas en detrimento del bienestar de la tribu. Y en ese juego caerán quienes busquen su propio provecho.
Publicado el 08 de julio de 2013
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Continuarán yaquis bloqueos carreterros
DE LA CORRESPONSALÍA
Periódico La Jornada
Domingo 7 de julio de 2013, p. 31
Vícam, Son., 6 de julio.
Integrantes de la etnia yaqui acordaron continuar los bloqueos a la carretera internacional 15 México-Nogales, pese a que ayer participaron con integrantes del Movimiento Ciudadano por el Agua (MCA) en un primer encuentro con representantes del gobierno federal para discutir el trasvase de agua de la presa El Novillo a la capital sonorense.
Sin embargo, no dejaremos de cuestionar por qué se tardó tanto el gobierno federal en tener ese acercamiento, señaló el vocero de la tribu, Tomás Rojo Valencia, durante la reunión para determinar cómo continuarán los bloqueos a la carretera internacional 15 México-Nogales.
Mencionó que la Secretaría de Medio Ambiente y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente ya fueron notificadas sobre la sentencia que giró la Suprema Corte de que la obra hidráulica no cuenta con estudios de impacto ambiental.
Juan Leyva Mendívil, integrante del MCA, desmintió que su visita a la ciudad de México haya sido para sostener un encuentro con el gobernador de Sonora, Guillermo Padres Elías, y en realidad fue para acercarse con funcionarios de Comunicaciones y Transportes y de Agricultura.
Celebramos el primer encuentro y que haya opciones, no puedo dar detalles, se trató nuestra posición (sobre el acueducto Independencia) y el tema que valora la Corte, mencionó.