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Se desconocen las causas del accidente que costó la vida a José María Korta, fundador de la Universidad Indígena y luchador contra la burocracia que restringe los derechos de las comunidades
Fallece José María Korta, defensor de los indígenas
El misionero jesuita nacido en Donostia murió en accidente de tráfico en Venezuela, donde luchó en favor de la comunidad indígena
13.07.13 - 00:08 - IÑIGO PUERTA | SAN SEBASTIÁN.
Diario Vasco
José María Korta, uno de los más importantes garantes de los derechos indígenas en Venezuela, falleció ayer a los 85 años de edad en un accidente de carretera entre Maripa y Ciudad Bolívar.
En octubre de 2010 su nombre resonó en los medios de comunicación al iniciar una huelga de hambre indefinida frente a la Asamblea Nacional de Venezuela. A pesar de su avanzada edad, reclamó al entonces Gobierno de Chávez que acatara el mandato constitucional que facultaba a los indígenas a impartir justicia en sus propias comunidades y forzó negociaciones para avanzar en estos derechos.
Apodado Ajishama (la garza) por los makiritares, este donostiarra nacido en la calle Esterlines de la Parte Vieja era considerado un gran dinamizador social al servicio de las comunidades indígenas de la Amazonía venezolana y dedicó más de 50 años de su vida en ayudar, enseñar y protegerlas.
Impulsor de varias organizaciones de lucha por los derechos territoriales y culturales de los pueblos aborígenes y fundador en 2001 de la Univesidad Indígena de Venezuela (UIV) en Caño Tauca, comenzó como misionero jesuita, y su labor social, lejos de limitarse a predicar, cobró un valor incalculable.
A los treinta años viajó por primera vez a Venezuela junto a su amigo el escritor Juan Mari Irigoien. Allí descubrió su vocación y nacieron sus primeros proyectos de autogestión económica. Su labor desembocó incluso en los idiomas indígenas, que eran ágrafos, ayudando a desarrollar su propio alfabeto. Hoy en día imprimen libros de texto, dejan constancia de su historia y mitología y recogen las técnicas agrícolas aplicadas en su tierra. Los allegados a Korta dicen de él que «no era un cura común», y que su trabajo se basó en el «respeto al derecho ajeno».
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Correo del Caroní
Domingo, 14 de Julio de 2013
A1KORTAFoto Carlos León
Su inspiración y motor de vida eran los indígenas, a quienes dedicó su apostolado. Su otra familia, la Compañía de Jesús, también se congregó para despedir al hermano José María Korta, conocido como el hermano Ajishama. El velorio se celebró con una misa muy íntima y cálida en la capilla del Colegio Loyola Gumilla, de Puerto Ordaz.
Arturo Peraza, provincial de la Compañía de Jesús, describió a Korta como un “hombre libre”“El hecho de ser indígena y que el hermano Korta luchara por nosotros fue algo grande, así que vamos a seguir con este proyecto y entregarnos en cuerpo y alma”, resumió Ana Figueroa, una pemona de 34 años y voluntaria en la Universidad Católica Andrés Bello Guayana, lo que representó el sacerdote José María Korta en su vida.
Korta fue velado ayer entre hermanos: los indígenas y la Compañía de Jesús. Con una misa y muchos cantos, el hermano Ajishama -como también se lo conocía- fue despedido del mundo físico.
Tenía 84 años y en su bolso guardaba el evangelio de San Juan, así como documentos de la Universidad Indígena de Venezuela, luego renombrada como Universidad Nacional Experimental Indígena del Tauca.
Fue radical y pasó a la palestra pública cuando el 18 de octubre de 2010 empezó una huelga de hambre en el edificio administrativo de la Asamblea Nacional. Exigía la excarcelación del caique yukpa Sabino Romero y otros dos indígenas.
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Últimas Noticias, Caracas
El 18 de octubre de 2010 el Hno. Korta decidió declararse en huelga de hambre indefinida ante la sede de la Asamblea Nacional frente a nuestra iglesia de San Francisco, en protesta por la violación de los derechos indígenas, concretamente de la etnia Yukpa y su líder Sabino Romero, puesto en prisión.
Reclama el enjuiciamiento por miembros de su etnia y bajo sus leyes conforme a la Constitución Nacional y la demarcación de sus tierras ancestrales conforme a lo dispuesto en la misma Constitución. El día siguiente el P. Provincial de Venezuela escribía una carta en apoyo de las peticiones del Hno. Korta, que consideraba bien fundadas y solicitaba la atención de las autoridades.
También la Causa Amerindia Kiwxi hacía un llamamiento de solidaridad con la huelga del Hno. Korta, cuya vida no deseaban ver en riesgo irreversible.
Su salud demasiado trabajada se resiente. Ello motiva una carta de 31 marzo 2012 en la que se opone a un tratamiento hospitalario: ‘No quiero que se me ponga en una sala de cuidados intensivos en caso de una falla o accidente en mi salud. Quiero morir con dignidad, sabiendo y creyendo que la muerte es un paso necesario para el encuentro con el Padre de la vida.’ Y lo motiva severamente en la mercantilización del sistema de salud en Venezuela.
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