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Comitiva presidencial es agredida por
pobladores arequipeños

Los actos por el 463 aniversario de la Ciudad Blanca se vieron empañados por las agresiones y desmanes de un grupo de pobladores contra la comitiva presidencial.

La herida no había cicatrizado. Un grupo de arequipeños le lanzó huevos, tomates, cáscaras de frutas y botellas de plástico vacías al presidente Alejandro Toledo durante su visita a la Ciudad Blanca para entregar el proyecto Majes Siguas.
Hombres y mujeres gritaban insistentemente ¡asesino!, pues responsabilizaban al mandatario por la muerte de dos personas que dejó el enfrentamiento de la población con efectivos policiales en la protesta de junio del año pasado contra la privatización de las empresas Egasa y Egesur.
Desde esa fecha Toledo había evitado participar de cualquier actividad en Arequipa. Y decidió ir justo en el día central de las festividades por el aniversario de ese departamento. En la época del friaje en el sur del país llevó víveres y frazadas para los damnificados, pero no abandonó la base aérea.
Las pifiaderas se escucharon a lo largo del recorrido desde el aeropuerto hasta la Catedral, donde se realizaron la Misa y el Té Deum.
Toledo ingresó a la catedral en medio de insultos proferidos por un grupo de arequipeños. Todos gritaban ¡asesino!, pero un grupo mayoritario de posibilistas, organizado por sectores sociales del gobierno, agitaba a su favor, contrarrestando la agresión.

MILITANTES SE ENFRENTAN
Toledo estaba tenso. Mientras se desarrollaba la ceremonia religiosa, en la Plaza de Armas se enfrentaban los peruposibilistas con el sector contrario, identificado con una pancarta que decía en letras grandes: Comité Cuatro Suyos.
Llegó refuerzo policial, pero se prefirió evitar la violencia para calmar a los manifestantes.
Al término de la ceremonia, un grupo de efectivos policiales se preparó para proteger la salida del mandatario: puso sus escudos en alto para evitar que huevos, botellas vacías, cáscaras de frutas lanzados por los embravecidos arequipeños. Los objetos hicieron impacto en los efectivos de seguridad del jefe del Estado.
Toledo utilizó su auto para trasladarse al Teatro Municipal, ubicado a una cuadra de la Plaza de Armas. Pero los manifestantes lo siguieron hasta el lugar. También hicieron lo mismo los peruposibilistas, quienes incluso ingresaron a la ceremonia.