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El rechazo al falso censo llevado adelante por el gobiernoi
La Paz quedó paralizada por bloqueo de juntas vecinales
Erbol
Desde muy temprano, grupos de vecinos que cargaban piedras, ladrillos, ramas de árboles y llantas viejas se apostaron en diversas esquinas de la urbe paceña para cerrar el paso a motorizados. En algunas vías aparecieron promontorios de tierra.
Las juntas vecinales de las laderas y principalmente en la zona Sur paralizaron La Paz.
En algunas zonas, familias enteras llevaron a sus hijos a bloquear las principales vías. Después improvisaron campos deportivos en vías públicas para practicar fútbol, voley y otras disciplinas con balones y cáscaras de fruta. En toda la urbe se establecieron puntos de bloqueo controlados por vecinos.
El paro cívico fue convocado por la Asamblea de la Paceñidad en rechazo a los resultados del censo 2012, que disminuirán los ingresos anuales en Bs 55 millones a partir de 2014. Planteó al Gobierno mecanismos de compensación de recursos.
En la autopista, el bloqueo de los vecinos fue dispersado una y otra vez por las fuerzas del orden con uso de gases lacrimógenos y agua para mantener la vía expedita, con el fin de permitir el paso del transporte público, que decidió no acatar el paro. En cambio, la protesta fue apoyada por algunos gremiales y mercados.
Los vecinos de Ciudadela Ferroviaria y Plan Autopista resistieron la intervención policial al bloquear una y otra vez, y prendieron fuego a los pastizales secos para contrarrestar los efectos de gases lacrimógenos y continuar la protesta.
Pese a ello, en el centro paceño funcionaron los bancos, oficinas públicas y se observaron unos pocos vehículos.
“Estamos sufriendo el atropello de la Policía pero nosotros estamos todavía aquí para defender los recursos de La Paz, a cada rato el Gobierno nos está haciendo dispersar, pero seguimos luchando. El carro Neptuno nos echó agua tanto en el carril de bajada como en el carril de subida de la autopista”, dijo una de las bloqueadoras a la red ERBOL.
En otros puntos, como El Prado, los bloqueadores fueron dispersados sin violencia por efectivos de la Policía, lo que garantizó el paso de los pocos vehículos. Cerca del mediodía, sólo algunos bloqueadores se quedaron en la plaza del Estudiante, frente a un contingente de al menos 25 uniformados y detrás de ellos pilas de afiches con la leyenda: “Todos contamos, todos valemos”, y protestas contra el INE.
En algunos puntos de bloqueo, como la avenida Montes, cerca de la Terminal de Buses, la plaza San Francisco o San Miguel, las comideras de los mercados, que se encontraban cerrados, instalaron sus puestos en los que se ofrecía rellenos, choripanes, patitas y otros platillos que los transeúntes disfrutaban al mediodía, ante la imposibilidad de llegar a sus hogares.
“Cuando el hambre llega no hay más que hacer, a comer”, comentó Rosa Vílchez, secretaria que no pudo llegar para el almuerzo que lo esperaba en casa.
Hacia las 15:00 el tráfico hacia la zona Sur se normalizó paulatinamente, con algunos puntos de bloqueo en Obrajes y La Florida. En la avenida Ballivián y en San Miguel la ruta fue limpiada y se permitió el paso de vehículos.
En el centro, la circulación de vehículos se normalizó completamente desde las 17:00, cuando los últimos puntos de bloqueo fueron levantados por los vecinos, mientras que en algunas villas los bloqueos continuaron hasta las 19:00. La gente comentaba en los minibuses que lo más duró se vivió en la autopista.