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Fagor ha muerto, ¡viva el cooperativismo!
Gara

La falta de financiación del plan que ha desarrollado Fagor ha hecho inevitable que presente un concurso de acreedores que aboca a la desaparición de todas las actividades de la empresa, de todos sus puestos de trabajo y sin solución de continuidad. No ha sido posible una reestructuración ordenada, ni factible la cesión de la actividad ni improvisar una nueva mejor posicionada. El Grupo Mondragon ha dicho basta, creyendo que aportar fondos pondría en peligro todo el sistema. Lakua no ha aportado más que buenas intenciones y palabras cargadas de afán propagandístico. Las medidas que se tomaron en su día, disminución del número de trabajadores en plantilla, bajada del 20% de los sueldos de los cooperativistas o la subscripción de «bonos solidarios» no han sido suficientes. El problema de negocio y del sector no se ha resuelto, al gigante de Arrasate se le ha atragantado su estrategia de crecimiento demostrando que ser más grande no es sinónimo de adaptarse mejor ni de tener más fuerza de supervivencia.
Fagor como proyecto empresarial ha muerto. El golpe es enorme para sus trabajadores, para la comarca de Debagoiena y el país. Un batacazo simbólico para el cooperativismo vasco y la experiencia cooperativa de Mondragon que derrumba mitos. Ni su estructura societaria ni el cooperativismo están al margen de las inclemencias del mercado ni garantizan por definición un empleo para toda la vida. Sobra la idealización y creer que el modelo protege por sí mismo frente a la contundencia de la crisis.
No es la primera vez que el cooperativismo se enfrenta a situaciones críticas. Los agoreros del desplome total del modelo cooperativo vasco deben saber que existen mecanismos de solidaridad para responder. Que hay experiencia y capacidad para plantear nuevos interrogantes. Que más allá de la mera maximización del capital hay otros modelos de empresa y de economía. El cooperativismo es una alternativa inacabada e imperfecta pero sabe cuestionarse e inventar soluciones concretas con talento y competencia, y dar respuestas de un alcance vital para el país.