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Nota y documentos en respuesta a las acusatorias por petición de “mandar al carajo a Maduro”

Roland Denis :: 20.04.14

Un poder de gobierno, de partido y en general de gestión de Estado que no se siente en ninguna obligación de transparencia frente a los millones que lo sostienen

Nota y documentos en respuesta a las acusatorias por petición de “mandar al carajo a Maduro”
Por: Roland Denis | Domingo, 20/04/2014
Aporrea

Quizás sea una pregunta completamente inútil o estúpida aquella que he hecho si se esta dispuesto a mandar al carajo a Nicolás Maduro. De hecho no tiene ningún valor resolutivo nada resuelve, menos si es pedida desde unas razones que solo atañen al compromiso real revolucionario y no desde la mirada de esa cantidad de seres que no buscan mandar a Nicolás, ni a nadie de gobierno pal carajo, simplemente ruegan por mandar al carajo la mismísima revolución que ya tiene 25 años en vida para luego negociar su victoriosa reentrada en el poder de Estado sostenida en unos acuerdos económicos que en efecto están logrando maravillosamente.

Será estúpida porque a la mente política mas avanzada no le cabe que en un gesto así de mandar al carajo a un presidente pueda despejar el camino. Y efectivamente nada resuelve todo lo complica, promueve un reto colectivo muy difícil de asumir después de 15 años de delegación prácticamente incondicional e incuestionable sobre los entornos que se han ubicado dentro de las cercanías de un poder personalizado en la figura de Chávez para luego convertirse en una maquinaria autocrática imposible de negar. Es decir, un poder de gobierno, de partido y en general de gestión de Estado que no se siente en ninguna obligación de transparencia frente a los millones que lo sostienen.

Existe una cultura política muy añeja entre nosotros donde el acto de revocar o al menos emplazar el mando elegido es totalmente pacaminoso y traidor. 500 años de colonización, una sociedad sostenida en el retismo petrolero y un estado beneficiario que hace de la sociedad pobre su cliente, contribuyen a ello sin duda, mas todo lo que se le pueda recriminar al despotismo capitalista. Revocar o emplazar abiertamente se entiende como actitud en el bando enemigo pero jamás frente al mando del ejército al cual se pertenece. Por ello, no ha habido un solo revocatorio chavista frente a nada que sea rojito, desde junta parroquial hasta gobernador o diputado, cuando las razones desbordan en infinidad de casos. Igual de esa manera los mandos existentes por las suertes tenidas en las múltiples ruletas políticas se sienten cómodos y divinos ya que el emplazamiento mucho menos la revocatoria es una prohibición de antemano. Acordémonos que hasta Chávez -inventor del principio refrendario- fue a referendum en el 2004 por una minoritaria pero muy fuerte presión del movimiento popular que lo obligó a aceptar el reto escuálido y luego renacer en él, tal y como pasó en efecto.

Es así que el mando queda comprimido sobre una asociación política privilegiada, heredera de las disposiciones de Chávez sobre la cual la critica silenciosa abunda por doquier rozando la desesperanza y el desespero, pero jamás es expandida directamente y públicamente por personas u organizaciones. Un ejemplo: aún sabiendo que Elías Jaua sea directamente responsable de acabar con todo el plan agrícola socialista y la producción nacional, todavía hoy es un personaje que puede presentarse como un héroe revolucionario siendo nada menos que canciller de este país; sería una traición imputarlo. Otro entre tantísimos: es increíble ver como un ladrón culpado por su propio hermano de ladrón, me refiero a Argenis Chávez, después de haber proseguido en uno tras otro cargo, termina haciendo el desastre en Corpoelec (previamente acabada Hipólito Izquierdo) , el hombre sigue recorriendo desempeños de dirección mostrándose a la altura de los santos revolucionarios empezando por su hermano, sin que nadie le diga cállate y te vas, tribunal para tí. Eso está prohibido al pueblo que se calla por una disciplina que se impone a sí mismo no por revolucionario -tal y como profesa Raul Bracho- sino por sumisión aprendida. Aquí quien pone, quita, imputa y critica es el propio mando autocrático; el excelentísimo poder constituido y sus personajes mayores. Pésima cultura política que el mismo Chávez cultivó aunque se cansó de confrontarla en la palabra, fue una de sus grandes contradicciones.

De allí igualmente que la crítica argumentada no tenga ni cabida o solo sirva como en efecto ha pasado de palabrería encontrada de páginas Web, ya que ella es una actitud cancelada y prohibitiva de difusión alguna, de lo contrario fuese imposible la practica autocrática. Ante esta marginación frente al monopolio comunicacional y la inmensa mayoría de los circuitos populares alternativos que parecen una copia al carbón de estos, la critica se comió la cola a sí misma quedando encerrada entre el reconocimiento obligado del mando y la critica propiamente, pero por lo general dentro de una palabra que no imputa, que no responsabiliza directa y personalmente nadie; de manera que aquí no hay responsables de nada (será el imperialismo, la burocracia, el sistema, pero al hombre de carne y hueso no, han sido contadísimos los que bajan esa imputación concreta y directa). Son muy pocos, mas allá de los círculos intelectuales o de militancia de la izquierda, quien la entiende en su mensaje; es para el pueblo masivo y real una especie de limón desabrido. También hay miedo claro, aquí sobran las amenazas, los chantajes y los crímenes perpetrados por enfrentamientos al poder a cualquier nivel y status sea público o privado, pero ese es el riesgo y las previsiones que tiene que tomar el revolucionario de lo contrario se seca.

Igualmente, será estúpida y probablemente traidora y meritoria de una acusación al revés -vete tu para el carajo, o a la grandísima mierda como lo sugiere Raul Bracho conmigo- precisamente porque todo lo complica en este caso no solo porque la pregunta emplaza radicalmente el mando mayor, sino porque frente al poder enemigo y el peligro que representa todo debe ser justificado o silenciado. Clásica maniobra de todo reformismo, lo cual se entiende; hay que enfriar al pueblo como sea para parar la revolución y la emergencia del peligro externo siempre es la excusa perfecta para ello. Solo que en este caso se suma la rumba de mafias que están metidas por todos lados y que necesitan a un pueblo en perfecta obediencia, complicidad y ceguera frente a sus intereses; ¡que desgracia no, que desgracia la cantidad de gente repitiendo a conciencia o a inocencia la operación de obediencia ciega!. Que la imputación al poder debilite la revolución es una contradicción en sí misma. Una revolución que en todo momento no solo critique sino que impute directamente todas las formas del poder constituido hasta liberarse cada vez más todas sus herencias opresivas, sencillamente muere en el intento sin que la burguesía ni ningún enemigo mueva un dedo; fue la tragedia final de la URSS, la manera en que se impuso la tiranía capitalista china en nombre del comunismo y tantos otros tristísimos ejemplos; lástima pero como que vamos en repitiendo el mismo guión político, aunque ya se manifiesten brotes irreverentes que nos dicen lo contrario.

Y aún más, es traición pura ya que pedir mandar al carajo a Maduro lo hacen solo una cuerda de saboteadores y quitacolumnas que nunca faltan dentro de una gloriosa revolución que necesita confrontarlos denunciando lo que son. Y hasta mucho peor en palabras todavía mas agudas y amenazantes que las de Bracho que no vale la pena repetir. Y se entiende porque, porque jugamos directamente al enemigo. Somos más peligrosos que Maria Corina o López. Sin embargo para su tranquilidad autoconcedida parece ser que nadie está dispuesto a mandar al carajo a Maduro. Sobre eso tengo muy malas noticias para los amigos acusadores: la respuesta, siempre dentro de los pequeños círculos de debate pero esta vez más allá, ha generado una polémica que ni yo mismo me esperaba. El brote irreverente de columnas n quintas sino emplazantes al poder que están hartas de ser burladas y utilizadas ya empezó y el rastrerismo militante se debilita, teniendo aún mucha fuerza por supuesto. Todo en la medida en que se hace evidente la torcedura del gobierno hacia un pacto que esta perfectamente claro no solo en los 150 puntos secretos de concesión a fedecámaras y demás propietarios monopólicos, sino en algo que precisamente una compañera me insistió mucho: la bendita comisión de la verdad, pomposamente montada junto a esta banda de reaccionarios con acentos de burguesitos de Caracas, Maracaibo y Valencia porque son su clase…¡coño -me decía ella- y porque no montan una así con los trabajadores de PDVSA, con los campesinos de Yaracuy y Apure, con los indígenas de la Sierra de Perijá, con los mineros de Guayana, con la base obrera de las empresas básicas, con las empresas nacionalizadas y luego expropiadas a los trabajadores, con los pescadores de Sucre, con las propias comunidades pobres del Táchira, con los economistas que saben muy bien de donde vino el desastre económico, el déficit fiscal, la robadera de miles de millones de dólares en Cadivi, con las comunidades de frontera para que digan quienes son los contrabandistas, mercaderes de la desgracia y propiciadores del paramilitarismo..etc, etc!. Imposible, y mucho menos en cadena como a sus majestades concedieron. El problema es que allí están las verdaderas verdades que son las que todo este país necesita saber incluidos muchos sectores medios que solo con ese gesto romperían de plano con cualquier invitación al odio fascista, así que no es un problema de la verdad y el diálogo entre chavistas. Es el pueblo todo imputando el poder, cual obligación de toda revolución verdadera.

Pero todas esas verdades están prohibidas en el conclave de las nuevas élites. De verdad sobre esto no tengo mucho mas que decir, y reitero en mi derecho como venezolano y bolivariano simple y común, que si es así que se vayan tod@s pal carajo…Simplemente agrego dos magníficos documentos con el permiso de sus escritores que se refieren a este asunto de mandar para el carajo a Maduro. Uno personal de Rafael Duran y otro del Movimiento Guevarista Revolucionario, por cierto nombrado por Bracho como ejemplo del verdadero compromiso militante y organizativo, así que están salvados por los jueces mayores de cualquier acusación de crimen a la revolución. Ellos mismos dirán mucho más que este servidor y militante.

Documento de Rafael Duran.

Estimados camaradas, discúlpame que les escriba. Es sobre los artículos relacionados si alguien se atreve a enviar al Presidente Maduro al carajo.

Realmente le ha sido difícil al proceso revolucionario luego de 15 años de duras batallas incrementar su nivel de entusiasmo en el pueblo. Este margen del 50-55% que se ha venido logrando en cada una de las elecciones a pesar de los inmensos recursos económicos, el cada vez mas solido control sobre los poderes públicos por parte del gobierno revolucionario y la continua concientizacion que el Comandante Supremo mantuvo durante su mandato no han sido suficientes para lograr una amplia mayoría de apoyo popular.

Las causas posiblemente todos las conocemos o casi seguro presumimos en conocerlas. La corrupción que el camarada Denis señala pero el camarada Raul pide las pruebas quizás son hartas conocidas. Solamente para recordar los casos de corrupción denunciados años atrás por el periodista Leocenis García, relacionados con la gestión del Ministro Rafael Ramirez y su entorno en PDVSA, pruebas contundentes que salieron dentro de la misma industria petrolera pero nunca fueron investigadas y solo se utilizo el control de los poderes públicos para silenciarlas. En aquel entonces los revolucionarios que de alguna manera nos relacionáramos con la industria petrolera no entendíamos como el propio Comandante Chavez mantenía el apoyo al Ministro Ramirez.

Nuestro país y el proceso revolucionario en su afán de ir imponiendo el modelo socialista, el cual aun no esta definido para nuestro país, aunque las señas nos indican que es el modelo impuesto en la Unión Soviética donde la burocracia del gobierno se imponía sobre las decisiones de los trabajadores organizados, presenta una debilidad en estos momentos. En la ciudad de Carora fue instalada una planta ensambladora de medidores de electricidad, como parte del Convenio Cuba Venezuela el cual arranco en el año 2010. Allí había un conglomerado de mas de 100 trabajadores que se organizaron para dirigir la empresa de tecnología china luego de su puesta en funcionamiento por los compañeros cubanos . Los trabajadores se organizaron en Consejo de Trabajadores creando diferentes equipos de trabajos y la visión que ellos diseñaron en asambleas y para los cuales se prepararon iba desde dirigir los destinos de la empresa, su independencia tecnológica, la creación de la cadena de suministros de la materia prima actualmente importada con nuevas plantas a ser instaladas en la zona , el fortalecimiento profesional de cada uno de los trabajadores con su inclusión en la Misión Sucre, la participación de la comuna que hacia vida en la zona en la dirección de la empresa y en los planes futuros de crecimiento industrial. Sin embargo desde ese año 2010 hasta este año 2014 la empresa nunca se le dio una figura jurídica que representara la legalidad de la empresa. Siempre fueron burlados pasando desde estar en manos de Corpoelec, luego a una cooperativa, posteriormente a Fundelec , organismo adscrito del Ministerio de Energía Eléctrica y luego recientemente a manos de Corpoelec. Nunca los trabajadores tuvieron el control administrativo de la planta y fueron marginados por el Poder Central. Esta es una prueba de la burocracia que galopa en este gobierno para beneficios de funcionarios oportunistas. De allí parte del descontento de muchos trabajadores y venezolanos en general. Así desde el gobierno se derroto a la clase trabajadora y le dio una puñalada a la meta que el Comandante Chavez anunciaba a cada momento como era el apoyo a las comunas para que se fueran haciendo mas independientes desde el punto de vista económico y organizativo.

Como ustedes recordaran el país vivió en el año 2002 el golpe petrolero que paralizo la industria petrolera hasta llevar la producción casi a cero barriles . Eso fue un golpe mortal para el país y para la revolución. Sin embargo desde el punto de vista de la industria petrolera fueron los trabajadores petroleros que permanecieron en sus funciones los que recuperaron la industria luego que la nomina mayor y un pequeño porcentaje de los trabajadores pararon la empresa. En esa oportunidad los trabajadores sin ningún tipo de organización para afrontar esta situación pero con la conciencia de clase y como factor importante que entendíamos nuestro rol en el proceso revolucionario que liderizaba el Comandante Chavez fuimos creando nuestra propia forma de organización, en cada una de las áreas de trabajo. Fueron sumándose conocimientos técnicos y estructuras organizativas que fueron dando resultados hasta que en el año 2005 la producción ya alcanzaba a los 3 millones doscientos mil barriles. La estructura organizativa desde arriba era muy primaria o simple, o la misma era muy precaria dadas las condiciones especiales del proceso que se estaba viviendo como tal, fue solo la organización por abajo que resulto en la recuperación de la empresa. Luego de recuperada la empresa caminaba hacia su estabilización operacional y económica. Pero fue a partir del año 2005 cuando la burocracia parasitaria del gobierno empezó a introducirse en el destino de la industria petrolera, en las formas organizativas y en el despojo de los liderazgos surgidos de la batalla petrolera y surgio la imposición de cuadros afectos a esta burocracia oportunista y corrupta, que solo entro a la industria para buscar los beneficios de los jugosos contratos petroleros fue que empezó la debacle en que hoy se encuentra la industria petrolera.

Como es posible que los inmensos ingresos que necesita la revolución para su sostenibilidad y los cuales para estos primeros años deberían provenir de la industria petrolera no ha sido posible y hoy en día es uno de los motivos de la escasez de divisas para mantener la economía para los miles de proyectos que se necesitan para ser desarrollados por el y para el pueblo. Desde el año 2005 cuando desde el gobierno se le dio la estocada de la muerte a PDVSA con los despojos de los liderazgos de sus puestos de trabajo la producción petrolera lejos de aumentar ha venido disminuyendo y hoy en día apenas llega a dos millones novecientos mil barriles, cuando todos los años a partir del 2005 el Ministro Rafael Ramirez dice que se va aumentar la producción a cinco millones de barriles. Ese año 2005 dijo que en el año 2012 ya tendríamos esos cinco millones. Que ha pasado? Yo diría quien manda pal carajo a Rafael Ramirez. Y lo peor de todo es que en el año 2005 solo un 30% de la producción de PDVSA provenían de las empresa mixtas y el resto el 70% orgullosamente era lo que se llamaba esfuerzo propio o solo por los venezolanos. Hoy en día la realidad es diferente, casi todo la industria petrolera ha pasado a empresas mixtas todo porque los ingresos han venido disminuyendo y una de las maneras de obtener ingresos ha sido la entrega a terceros de yacimientos lográndose con esto el pago de bonos que no se han convertidos en capital sino para el gasto corriente. Este es uno de los mayores casos de corrupción, incapacidad y diaria que traición a la patria.

Asimismo el problema eléctrico devino cuando este sector estaba bajo la dirección del Ministro de Energía y Petroleo Rafael Ramirez. Estaba en el mas rotundo abandono sin una planificación que evitara la declacle que tuvimos. Solo el liderazgo del Presidente Chavez, los inmensos recursos que se entregaron de emergencia para la compra masivas de plantas, el apoyo de los compañeros cubanos y la paciencia del pueblo venezolano hemos venido saliendo de este problema. Sin embargo es aquí donde se disparo uno de los puntos de corrupción con las compras de los equipos eléctricos, donde el precio reinante en el mercado para la generación de 1 MW (megavatio) era de alrededor de un dolar y los equipos fueron comprados entre dos y tres dolares por MW. Denuncia que hicieron algunos personeros y que fue silenciada.

Estas y otras han sido las razones que han golpeado el proceso revolucionario y que ha venido aprovechando la derecha fascista para poner a la defensiva al gobierno. El Presidente Maduro ha dicho que el Desarrollo Económico y la Seguridad hay que sacarlo de la politiquería, quizás aceptemos el problema de la Seguridad pero el Desarrollo Económico se podría entender que seria Fedecamaras y otras organizaciones empresariales las llamadas a darle la estocada final a la clase obrera? luego de que la burocracia corrupta del gobierno ha venido debilitando en estos años de revolución a nuestra clase obrera.

Sera que nos toca que quedarnos con los beneficios sociales que nos proporcionan las misiones cada día mas débiles y olvidarnos del rol protagonico del liderazgo económico y político del país que corresponde al pueblo trabajador.

Saludos, Rafael Duran

Documento del Movimiento Guevarista Revolucionario

Por la revolución, mandaremos al carajo a quien sea necesario

En días recién pasados el compañero y consecuente revolucionario, Roland Denis, formuló una quemante pregunta que estremeció por lo visto a más de alguno: ¿Quién está dispuesto a mandar al Carajo al presidente Maduro en vista del rumbo que ha tomado el proceso bolivariano?

No han sido pocos los pronunciamientos al respecto y al parecer el debate recién está comenzando dentro del campo de los revolucionarios y también dentro de una izquierda ya acomodada, en su imposibilidad de plantearse el real problema del Poder.

Recordemos que izquierda y revolucionarios, son cosas distintas y hasta contrapuestas si se quiere; los segundos luchan por cambiar de raíz el actual sistema de explotación capitalista mediante una revolución socialista, que pulverice el podrido Estado capitalista. Los primeros en cambio, buscan con desespero aferrarse a cualquier reformita pequeña, a cualquier medida populista, a cualquier discurso rimbombante y sin contenido real, a cualquier escenario electoralista para hacerlo aparecer como socialista y de esta manera, asegurarse que el podrido Estado capitalista siga funcionando y de esa forma, asegurar una suerte de migajas desprendidas del poder real que sustenta todo el andamiaje de explotación.

En orden a seguir contribuyendo con el debate y sin eludir la enorme responsabilidad que debemos tener en este escenario complejo que nos toca vivir, entregaremos nuestra respuesta sobre la pregunta que formula el compañero Roland Denis.

Lo primero será sobre la misma proposición que hace el compañero.

No creemos que sea a Nicolás Maduro a quien habría que mandar al carajo. Maduro para nosotros, solo representa la punta del iceberg que habría que desmontar.

En Venezuela y lo venimos diciendo desde hace siete años, se instaló una burocracia pequeño burguesa a la cabeza del proceso bolivariano, que contando con ilimitados recursos del Estado y mediante todo tipo de argucias, triquiñuelas, fraudes, desfalcos, estafas, pero también mediante la creación de empresas de pantalla, cooperativas que en realidad son empresas privadas, obtuvo del Estado contratos mil millonarios para hacerse de parte importante de los recursos del gasto social y con todo ello transformarse en un nuevo segmento burgués y alejarse de su primera condición de pequeña burguesía burocratizada.

También dijimos en su tiempo que el fulano socialismo del siglo XXI, no era más que un sucedáneo del socialismo y que no existían revoluciones a medias, como dramáticamente se demostró en los casos de Chile, Nicaragua y varios otros.

Pretender que exista una revolución socialista mientras la burguesía sigue manteniendo el poder real de la economía, no solo es un engaño, sino más grave aún, termina siendo un crimen que se comete contra la clase obrera y todos los sectores explotados de la ciudad y el campo que luchan por su liberación del yugo explotador del capitalismo.

También dijimos que el Poder Popular no pasa por denominar a las instituciones del Estado burgués con ese apellido, sino por la construcción real y desde fuera de ese Estado que se pretende destruir.

No nos equivocamos cuando señalamos que el socialismo no se compra mediante los altos precios del petróleo y se indemniza la burguesía ante cada nueva expropiación que realiza el viejo Estado a precios muy por encima de su valor real y muy por encima de la inversión en esos activos realizada por la burguesía, ya sea nacional o internacional (ver casos Sidor, Banco Santander entre otros).

Insistimos que era un error hablar de un mundo bipolar, cuando en la práctica el capitalismo se había globalizado y solo existía una disputa inter imperialista por los mercados, donde estaban incursos nuevos actores tanto a nivel global, como regional, como son los casos de China a nivel general y Brasil en el área regional.

Hablamos fuerte y claro cuando señalamos que un partido de composición pluriclasista, pero con una dirección burocratizada al máximo, sin teoría revolucionaria y que solo se expresa como maquinaria electoral de vez en cuando, no podía ser más que un aparato socialdemócrata, incapaz de realizar cambios revolucionarios y ni siquiera podía expresar la voz de su militancia. Toda vez que su real dirección emanada de su último congreso, ni siquiera se expresaba ni actuaba como tal, sino por intermedio de otros voceros.

Cuanto se nos criticó cuando dijimos que el Gran Polo Patriótico era una entelequia estéril y más que alianza política, era una reunión de viejos referentes, buscando algún pequeño espacio dentro del aparato del Estado y ser beneficiados de vez en cuando, con alguna alianza con el partido gobernante electoralmente.

En este punto salvo honrosas excepciones que es necesario precisar más adelante con nombre y apellido, nos gustaría preguntar: ¿Cuándo fue la última vez que el GPP apoyo públicamente y con movilización una huelga de trabajadores por sus justas demandas? O ¿presionó desde la calle por la libertad de auténticos revolucionarios internacionalistas encarcelados en Venezuela? O ¿exigió también con movilización de sus militantes o seguidores por el esclarecimiento urgente de la muerte de casi 400 dirigentes y militantes campesinos y obreros, todos líderes populares, la mayoría asesinados a manos del sicariato terrateniente? Eso por nombrar algunos de los casos en que pudo y debió intervenir pero que prefirió no hacerlo. ¿Por qué?

Es bueno hacer memoria hoy recordamos en forma fresca cuando advertimos del clientelismo de muchas organizaciones y como se captaba a la juventud para sumirla en las instituciones burocráticas, alejarla de la militancia real y finalmente ganarla para seguir manteniendo el mismo sistema contra el que se luchaba.

¿Cuantos farsantes se lucraron de este gran esfuerzo de la clase obrera y el pueblo bolivariano en todos estos años? O ¿acaso no están frescas en la memoria las poses de Miquelena y demás farsantes de ese tiempo?

¿Es acaso un misterio la actuación del ministro Riveros al frente del ministerio del trabajo? Y de tantos ministros que acompañaron este proceso, así como alcaldes, gobernadores y tránsfugas que hoy son brillantes empresarios.

No es solo Isea y su combo, o ¿ya nos olvidamos de Andrade y toda la putrefacta corrupción en Bandes? No queremos eludir nombres ni nada parecido. Solo que este escrito no queremos que sea una lista de corruptos, farsantes y tránsfugas porque teclear cada nombre, cada situación, duele en lo más profundo, en lo más humano, en lo más guevarista que nos da razón de ser y de existir como fuerza política.

Pero hacer memoria y decir la verdad es un ejercicio sano. Hasta hace unas horas muchos personajes desde la izquierda nos decían no es conveniente decir nada porque la derecha lo va aprovechar. ¿Qué más se puede aprovechar la derecha de este proceso? O ¿no fue provecho la fuga de capitales en pleno control de cambio? ¿Comprar durante años el dólar a precio regalado y venderlo en el mercado negro no fue provecho? O ¿la amnistía que les permitió rearmarse para atacar a la clase obrera y al pueblo pobre y explotado de la ciudad y el campo no fue provechosa?

Pero es que la falta de memoria de esta izquierda es enfermiza. Ya nadie se acuerda de la compra de los bancos bolivarianos y su posterior intervención por fraude. ¿Que será del hermano de Jesse Chacón? Claro dirán muchos su hermano nada sabía, porque no se hablaban ni se veían y el entonces y ahora ministro, no poseía información de aquellas oscuras operaciones que hasta Chávez denunció públicamente.

La lista sería larga pero la tentación es grande y la indignación mayor al recordar todo aquello que creemos condensan muy bien los después mencionados por al camarada Roland Denis en su escrito. Pero diferimos del camarada en cuanto solo personifica el problema. El problema para nosotros no puede ser Maduro solamente.

Es todo un sistema mentiroso y perverso que nos engaña y nos miente en forma habitual y hasta con nuestra complacencia. No es solamente ahora es que la burguesía ataca y trata de desmontar el proceso bolivariano y no solo es un segmento de ella, catalogada como la burguesía tradicional.

El nuevo segmento burgués enquistado en el gobierno, defiende su nueva condición y nos trata de convencer que existe una nueva burguesía buena y esto cuenta con el aplauso estridente de quien hace del marxismo, una letra muerta y amarillenta y nos venden su discurso que solo busca justificarse a sí misma, como segmento nuevo de la burguesía y se presentan como la solución, pero para ello es fundamental mantener el capitalismo.

El gobierno habla de una burguesía patriota, honesta, que quiere producir ¿cuál es la burguesía mala y conspiradora entonces? ¿No se encargaría la burguesía buena, patriota y honesta de ocupar el mercado que abandona la burguesía apátrida, traidora y deshonesta al acaparar o disminuir la producción? Dado el carácter importador de la misma, esto no debería ser un gran problema, si se compara con el de la industrialización. Falsos y justicadores del capitalismo.

Así ataca la nueva burguesía que es gobierno desde dentro en el plano de la confusión teórica-ideológica a la clase obrera y al pueblo bolivariano, pero no se limitan a eso, también lo hacen en forma práctica y por lo demás pública.

En aporrea apareció un artículo que bien refleja la situación antes apuntada donde el autor, Deivis Battes, también se plantea este problema cuando dice: Para el proceso de entrega de dólares intervienen principalmente la banca pública y privada, el gobierno y la burguesía (como dato adicional, se debe mencionar que las importaciones públicas representaron para el 2012 aproximadamente el 44% de las importaciones totales). En 2012 se señala una pérdida de 20 mil millones de dólares ¿quién conspiró? ¿Cómo se conspira sin la complicidad de todos los entes, entre los cuáles se encuentran algunos agentes o instituciones del sector público? ¿Cómo es que hasta hoy en día no se tiene la lista de tales empresas o los principales responsables en pleno sistema de control cambiario? O ¿es que esto, no influye en la escasez y los altos niveles inflación del año 2013, por lo que entonces no merece ser catalogado como parte de la guerra económica? ¿Acaso la fuga de capitales por vía fraudulenta que se viene dando desde el año 2003 que para el 2012 alcanza los 110 mil millones de dólares (se desconoce cuánto puede estar en los paraísos fiscales) también es guerra económica conspirativa? ¿Si esto se viene desarrollando desde el 2003, por qué ahora es que se convierte en guerra económica? ¿No se trata sólo de un proceso de acumulación de capital dadas las características en que se da la transferencia de renta en Venezuela?…

Entonces camarada Roland Denis, comprendemos que el problema deja de ser Maduro, es todo el sistema que sostiene al viejo y podrido Estado capitalista al que hay que mandar al carajo para usar su acertada palabra y desmontar uno a uno, todos estos diques de contención de la real necesidad del pueblo por avanzar en su propia revolución, sin tutores ni mediatizadores de oficio.

De todas formas, no queremos eludir el problema planteado. Estamos en presencia de una nueva situación inédita en este proceso, que no es otra que la liquidación del mismo, con la puesta en escena de un nuevo pacto de punto fijo hoy llamado el Pacto de Miraflores.

Cuando nos referimos a este pacto, no nos estamos refiriendo al show grotesco y vulgar de ver sentados en Miraflores a los mismos asesinos y golpistas del 11 de Abril, tratados ahora eufemísticamente como la oposición democrática. No.

Nos estamos refiriendo al real, al auténtico y que no empezó ni con mucho después del 12 de Febrero sino mucho antes. O ¿acaso nos olvidamos de las reuniones de Merentes y del equipo económico con más de 6 mil empresarios en el marco de la anterior crisis de precios, que culmino con el señor Lorenzo Mendoza en Miraflores? ¿Olvidamos aquellas peticiones de la burguesía en ese entonces? O ¿es que la actual Mesa de Paz Económica no es solo el reflejo y consecuencia de aquellos primeros acercamientos?

¿Ya nos olvidamos del cierre de los programas de opinión de un conjunto de compañeros que se mostraban críticos de la actual conducción y la verdadera ofensiva que desato el gobierno, contra quien no acataba del todo su nueva orientación centrista y abandonaba la postura de golpe de timón diseñada por el presidente Chávez?

El verdadero pacto de Miraflores, se comienza a realizar ya en ese momento y se empieza materializar con los 56 acuerdos con los empresarios, que el gobierno se empeña en mantener en secreto y a espaldas del pueblo. Pero ya se empiezan a sentir en el bolsillo de los más pobres, por mucho que se anuncien por separado y espaciados en el tiempo esos acuerdos, para que no tengan el impacto que causarían de hacerlos públicos y visibles.

Pero no solo son 56 acuerdos en materia económica. El mismo gobierno ha anunciado que se espera arribar a más de dos mil acuerdos en las distintas mesas de negociación a nivel central y de regiones. Por lo pronto, ya se empiezan a despachar los primeros 600 acuerdos regionales y aunque el gobierno se empeña en mantenerlos en secreto, la porfiada realidad va mostrando cual es el camino a recorrer cuando el presidente de Fedecamaras, Jorge Roig, dice El gobierno empieza a tomar el camino correcto.

Estamos en presencia del desmontaje de toda la esencia del proceso bolivariano y aunque no se le podía llamar socialista, representaba un avance en relación a la situación anterior de la clase obrera y el pueblo pobre y explotado de la ciudad y el campo.

La mesa política de negociación instalada con la MUD en estos días, no es sino reflejo tardío, de la anterior situación descrita con los empresarios. La burguesía económica se representó a sí misma en estos diálogos, mientras la derecha política presionaba desde la calle por hacer más profunda la entrega del proceso bolivariano.

Se trata en definitiva de una nueva repartición de la renta entre los distintos segmentos de la burguesía (boliburguesia y burguesía tradicional) en un contexto de crisis sistémica del capitalismo rentístico.

La actual crisis es producto de que aún se depende, para el andar relativamente normal de la economía, de la renta petrolera; pero dado que los precios del barril de petróleo cayeron en 34% en el valor anual promedio para el año 2009, para luego recuperarse hasta el año 2011 cuando el barril llega a un valor cercano a los 100 $, para luego estancarse durante el 2012, 2013 y lo que va de 2014 en este precio; aunado al hecho de que el consumo interno de gasolina sigue creciendo y la producción de petróleo no se incrementa; deviene en un estancamiento o reducción de los ingresos petroleros o los también denominados petrodólares.

En otras palabras: no hay ingreso de dólares suficientes para mantener el ritmo de acumulación de capital que se viene desarrollando; o lo que es lo mismo: no hay entrada de dólares suficientes que permitan mantener los incrementos de las ganancias capitalistas, sin que se golpee de una forma más aguda y marcada al poder adquisitivo de la clase obrera y el pueblo pobre y explotado. No hay tal guerra económica: se trata como siempre de la crisis sistémica del capitalismo en general y del capitalismo rentístico en particular.

Como puede ver el camarada Roland Denis, no se trata solo de mandar al carajo a Maduro y aún a algunos de sus ministros o colaboradores cercanos, sino de terminar para siempre con el maldito capitalismo y su beneficiaria única: La burguesía.

Claro que entendemos que los pactos y los acuerdos los llevan adelante personas concretas y en situaciones concretas. Pero ya en Abril del 2009 advertíamos: Aquí no hablamos de neoliberalismo por varias razones que pasamos a explicar. Cuando se habla de neoliberalismo, se trata de divorciar este concepto del capitalismo, como si existiera un capitalismo bueno (keynesiano), y uno malo (neoliberalismo), cuando en realidad son dos variantes de una misma moneda. Pero además existe otro detalle de mucha importancia.

Nunca el capitalismo aplica modelos “puros”, y nunca son exclusivamente una sola cosa. Habitualmente se dan combinaciones de medidas con énfasis en una o en otra, pero las dos recetas representan la continuidad del capital y la aplicación de una de ellas en un momento determinado, solo prepara la siguiente etapa donde se expresará en forma principal su contra parte. Una vez agotada la vía keynesiana (mayor gasto social en el caso de Venezuela amparados en los altos precios del petróleo), se pasara necesariamente a aplicar la vía liberal y ahí estaremos en presencia de la liquidación de buena parte del proceso bolivariano sustentado en la renta petrolera y en su alto ingreso de dólares. No se trata por lo tanto de cambiar personas, sino acabar de una vez con el sistema capitalista antes que sea demasiado tarde porque la etapa de bonanza de los petrodólares, ya terminó…

Con todo lo anterior, no negamos los grandes avances de todos estos años conseguidos al calor de las luchas de las masas populares y su necesaria defensa. Todo lo contario. Afirmamos que la única salida revolucionaria a la actual crisis, es con la profundización de la ruptura con la burguesía parasita, incapaz totalmente de solucionar las necesidades del pueblo de Venezuela. Ponemos eso si el énfasis en que no se trata de personas ni del modelo, se trata de todo el sistema en su conjunto.

Volviendo al tema central del emplazamiento hecho por Roland Denis, debemos decir que sin desconocer todo el inmenso avance que significó el proceso bolivariano, en la propia esencia de este proceso podemos encontrar las causas de la actual situación y que escapan a la responsabilidad personal de un personaje menor como es Nicolás Maduro.

La falta de una organización revolucionaria, madura y pertrechada teóricamente con un proyecto de pulverización del Estado capitalista y de construcción de la nueva sociedad socialista, es una de las causas estructurales de la actual situación. No podemos pasar por alto las primeras definiciones teóricas del presidente Chávez cercanas a la tercera vía propuesta por el criminal de guerra, Tony Blair, y en eso Maduro no tiene responsabilidad más allá de su propia formación teórica y de su desarrollo.

Negar a estas alturas del partido que el proyecto bolivariano no era ni podía ser socialista, de acuerdo a su composición de fuerzas, sobre todo y principalmente en sus estructuras dirigentes, sería equivalente a no ver el sol en un día despejado y de amplio dominio del astro rey y nos colocaría en un debate sin sentido.

Más necesario nos parece señalar otra de las causas estructurales que nos condujeron a esta situación actual. La inmensa capacidad económica y de recursos de todo tipo con que contó una dirigencia centrista para domesticar e inmovilizar a un inmenso movimiento social que se había desatado mucho antes de Chávez, pero que fue canalizado por el líder y por su tenaz trabajo en todas direcciones.

Cuando decimos centrista, estamos tomando las palabras de José Vicente Rangel, apenas nombrado por Chávez como futuro ministro luego de ser electo presidente, cuando afirmó que el objetivo del nuevo gobierno era aplicar la política de un gobierno centrista que se preocupara de reformar el Estado y perfeccionarlo. Como ven no es un invento nuestro ni mucho menos.

Sabemos que la lucha de clases agudizó las contradicciones y el presidente fue cambiando en la medida que avanzaba el proceso y profundizaba su propio conocimiento y estudio de las realidades políticas, pero de lo que se trata es analizar las causas que nos trajeron aquí.

La existencia de una dirigencia alejada de la teoría revolucionaria, posibilitó que cuando existieron condiciones para terminar de profundizar efectivamente el proceso en Abril del 2002 y en Enero del 2003 en adelante, se abandonara esta posibilidad y se buscara siempre el pacto, aunque fuera menor, con la excusa de la construcción de nuevas y mejores condiciones sobre todo en la arena internacional, con la construcción de instrumentos jurídicos-políticos que posibilitaran la integración de una zona económica y el cambio en la correlación de fuerzas a nivel internacional.

La sola mención de un momento donde toda la Asamblea Nacional era Chavista, bastaría para demostrar que se propició una estrategia distinta a profundizar la revolución. Son los años del surgimiento y acción de los nuevos ricos, hijos legítimos del proceso y de toda una maraña increíble de negocios y corrupción desenfrenada.

Si no se profundizó la revolución en ese entonces, con bonanza económica y todo, hoy con crisis generalizada en lo político, social y económico, tampoco se hará y todo lo demás es ilusión; buenos deseos y palabras sin contenido para el aplauso fácil de una audiencia cautiva.

La correlación de fuerzas actual distinta al año 2002 cuando el pueblo movilizado, en fulminante ofensiva, mando al carajo a la burguesía golpista y retomo el poder sin que fuera ni convocado para ello. En ese entonces, estábamos en presencia de un golpe de Estado, con participación de un sector importante de las fuerzas armadas, con el fascismo haciendo de las suyas en Miraflores y en todas partes, pero sin embargo, el pueblo los puso en su lugar e instaló de nuevo a Hugo Chávez en Miraflores.

Hoy surgieron algunas barricadas, algunos hechos de violencia fascista propiciados por paramilitares y con la complicidad necesaria de la derecha tanto económica, como política, pero también con la complicidad de grupos al interior del gobierno y de las fuerzas armadas y de seguridad. Y ¿qué se hace al respecto? ¿Se convoca al pueblo a defender el proceso en las calles? No.

Se llama a la paz y a la negociación, se firman acuerdos secretos y se instalan en Miraflores, los asesinos de pueblo que tanto conocemos en un show mediático envolvente y todo eso se presenta como un éxito ante los ojos de las masas.

Con seguridad para el Primero de Mayo anunciaran por todo lo alto un aumento pírrico de los sueldos y salarios, muy debajo de la inflación real acumulada y los escribidores de oficio gritaran felices así, así es que se gobierna. Hipócritas justificadores de la explotación capitalista

Existen compañeros que con un rastrerismo increíble, asumen el discurso de la derecha y justifican esta macabra jugada con la pueril excusa de que no se trata de enfrentar pueblo contra pueblo, porque existen dos mitades en el país. Este argumento lo hemos escuchado en nombre del realismo político y muchos otros vacíos de todo contenido, utilizando el mismo lenguaje de la derecha y de la más servil socialdemocracia burguesa.

La dirigencia del proceso, basándose en un místico mensaje, se asumen como únicos depositarios del pensamiento y figura de Hugo Chávez, se presentan como sus hijos políticos, en un intento de traspasar el liderazgo del presidente muerto hacia ellos mismos y así afirmarse en eso, para justificar los pactos y la entrada del proceso en una fase de establecer un nuevo pacto social inter burgués. De tal forma que falsifican y tergiversan el verdadero legado del presidente Chávez, que con todos sus errores y vacíos teóricos iniciales supo al final de su vida comprender que se había equivocado y trataba de reorientar el rumbo profundizando el proceso y transformarlo en una verdadera revolución socialista. No otra cosa se desprende del Golpe de Timón anunciado y que no pudo desarrollar porque lo sorprendió una muerte prematura y muy sospechosa por lo demás.

Con todo lo anterior, la pregunta que surge como ya se la formulara el gran Lenin en su tiempo ¿Qué hacer? Y la respuesta desde el guevarismo militante y revolucionario:

No mentirle a la clase obrera ni al pueblo explotado y pobre de la cuidad y el campo.

No ilusionarlo con una salida pactada con la derecha económica y política.

Desenmascarar el carácter burgués de la nueva dirección que asume el desarme del proceso bolivariano.

Organizar para el combate de clases a la propia clase obrera y a los pobres y explotados.

Construir junto a otras fuerzas revolucionarias el nuevo sujeto político y social de la revolución socialista verdadera.

Organizar el Poder Popular real desde la base, desde fuera del podrido Estado burgués y en permanente lucha contra él.

Educar teóricamente a la vanguardia que necesariamente será compartida y complementaria sobre tres principios básicos: independencia de clase, lucha por el poder real y combinación de las formas de lucha.

Sumergirnos en los sectores populares, crear organización social militante y combativa.

Oponernos con todo a la entrega del proceso bolivariano, denunciar los pactos y crear una nueva cultura revolucionaria.

Combatir al fascismo en todas sus expresiones, no perder de vista el enemigo principal que es la burguesía, ya que ella es el representante local del imperialismo. No hay forma de ser anti imperialista sin ser a la vez anti burgués lo demás es falacia pura y dura para mantener el régimen de explotación y en definitiva servirse de él.

Copar los espacios sociales y públicos con la voz de los explotados, de la clase obrera en lucha.

Construir nuevos organismos de la clase obrera alejados del clientelismo, de las mafias sindicales, de los grupos de poder, de los compromisos con los patronos.

Dar la batalla teórica a la burguesía, a la tradicional y a la surgida en estos años al amparo de ser gobierno.

Preparar estratégicamente nuestras fuerzas, controlar espacios y territorios con el Poder Popular construido sobre la base de la lucha y su propia autogestión.

Construir un nuevo sujeto mediático popular con miles de cabezas ojos y bocas en todas partes pero, que respondan a los intereses de la clase obrera y de los pobres y explotados de la ciudad y el campo.

No renunciar a ninguna forma de lucha pero integradas todas en un plan estratégico de acumulación de fuerzas.

Impulsar la movilización de la clase obrera y de los sectores populares por sus derechos, la defensa de sus conquistas, alcanzar nuevas y ambiciosas metas que nos acerquen al objetivo estratégico de la revolución socialista.

Quebrar el nuevo pacto social que pretenden construir los segmentos de la burguesía desde el gobierno y la oposición, e irrumpir en el escenario con el nuevo sujeto político social de la revolución.

Enterrar para siempre a la vieja izquierda capitalista justificadora de todo pacto con la burguesía, para conservar un pobre rinconcito en los altares del poder.

Como se puede apreciar, para los Guevaristas no es solo a Nicolás Maduro al que hay que mandar para el carajo. Él ya eligió de qué lado de la historia quería estar y la forma en que quería entrar en ella.

Nosotros, Guevaristas Revolucionarios, miembros de una pequeña fuerza pero en desarrollo, asumimos sin complejos el desafío y mandaremos al carajo a quien sea necesario incluido Nicolás Maduro por la revolución y el socialismo.

La historia es nuestra y la hacen los pueblos, millones de mujeres y hombres que levantan sus sueños con audacia y valentía, marchan hacia el futuro sin importarles los escollos o desafíos que tendrán que enfrentar en esta lucha contra la muerte y el esclavismo capitalista. Nada ni nadie los podrá detener porque forman parte de lo mejor de la humanidad y finalmente conquistaran su libertad por medio de la revolución socialista.

Que se escuche en todas partes nuestro grito de amor y de combate.

Contra el fascismo y el reformismo entreguista, todo el poder para el pueblo.

No al pacto de Miraflores inter burgués por una nueva repartición de la renta.

No se engañen los burgueses y traidores, mientras la clase obrera y el pueblo vivan, la lucha sigue hasta el socialismo.

Ni perdón ni olvido contra los asesinos y traidores de la clase obrera y el pueblo pobre y explotado.

Honor y gloria a los que luchan y resisten la ofensiva del capital y la burguesía.

Ni un segundo de descanso toda una vida de combate por la revolución y el socialismo.

Aún tenemos patria y pueblo rebelde para rato.

¡Adelante, adelante con todas las fuerzas de la historia!

Dirección Nacional,

Movimiento Guevarista Revolucionario


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