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Cancun, 10 de septiembre. La voz y presencia de los críticos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) sonó potente en la ceremonia inaugural de la quinta reunión ministerial en el Centro de Convenciones de Cancún. Ciertamente la protesta era ‘’esperada'’, pues las organizaciones no gubernamentales (ONG) tienen derecho a contar con un representante en la sede de la reunión, pero eso no la hizo menos eficaz. ‘’¡Shame!'’ (vergüenza) ‘’¡change!'’ (cambio) fueron las consignas que se escucharon en el amplio salón.
Sin siglas o logotipos propios, los militantes altermundistas comenzaron con una silenciosa protesta con pequeños carteles, justo cuando estaba por concluir el discurso de Supachai Panitchpakdi, director general de la OMC, y se volvió más elocuente durante la intervención del secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, presidente de esta cumbre.
La protesta había sido organizada por la red Our world is not on sale (Nuestro mundo no está en venta) y ese era uno de los distintivos que mostraban todos, junto a otro en el que se leía: Stop Corporate Globalization (Alto a la globalización corporativa). Estuvieron representantes 62 ONG.
Al comienzo muchos habían cubierto su boca con cinta negra. Portaban cartulinas que decían: OMC vs Desarrollo; WTO underdemocratic (antidemocrática); WTO antidevelopment (antidesarrollo); WTO obsolete (obsoleta).
El simbolismo de la protesta rebasó el calculado efecto previsto por los organizadores de la cumbre y los propios anfitriones, que ya esperaban algo así, pues entre los personajes que encabezaban la singular manifestación se encontraban algunos de la talla de Lori Wallach, de Public Citizen; Walden Bello, del Foro Internacional sobre la Globalización, y Arundata Matal, de Food First.
Durante 15 minutos destacó la presencia de las ONG. Era apenas el preámbulo de la protesta que tendría lugar horas más tarde, sobre el bulevar Kukulkán, y suficientes para dejar constancia de su objetivo. Lori Wallach lo definió así: ‘’la sociedad organizada del mundo va a hacer todo lo posible para impedir que sea lanzada una nueva ronda de negociación comercial. Aquí estamos representantes de todo el mundo, que denunciamos que la OMC no escucha la voz de los pueblos'’.
A su vez, Arundata Matal dijo: ‘’Es una vergüenza lo que aquí está ocurriendo. La OMC causa pobreza y están aquí reunidos sin escuchar la voz de la gente. Hablan aquí mucho de temas comerciales, pero nadie se acuerda de las necesidades de los más pobres'’.
Melba Pría, enlace entre la cancillería y las ONG, luego de la protesta declaraba con semblante tranquilo: ‘’No fue algo pactado, pero sabíamos que lo iban a hacer'’. Lo decía porque, en efecto, cuando llegó el turno del presidente Vicente Fox al micrófono, ya dentro del auditorio no permanecía ninguno de los protagonistas de la protesta.