El Estado es una condición, una cierta relación entre seres humanos, una forma de comportamiento humano; que destruimos estableciendo otras relaciones, comportándonos de manera diferente, con uno y con el otro
Noviolencia y Poder
Sábado.14 de junio de 2014
Andreas Speck
Tortuga
»El Estado es una condición, una cierta relación entre seres humanos, una forma de comportamiento humano; que destruimos estableciendo otras relaciones, comportándonos de manera diferente, con uno y con el otro.«— Gustav Landauer1
Los movimientos o campañas noviolentas tienen como objetivo cambiar la sociedad – o incluso hasta la revolución. En su camino es muy probable que se enfrenten a las estructuras del poder que quieren prevenir el cambio. Un entendimiento del poder – de las distintas formas y expresiones del poder – es crucial para cualquier movimiento para un cambio social.
La mayor parte de la gente tiene unas determinadas suposiciones sobre el poder. El poder esta colocado en el gobierno (que puede ser elegido democráticamente o no), en las corporaciones grandes y multinacionales, en la prensa, en las instituciones internacionales, para mencionar solamente algunas. Todas estas respuestas incluyen algo de la verdad, pero ¿cómo se ejerce su poder? ¿De dónde viene?
Este articulo tiene como objetivo explorar un entendimiento noviolento del poder, de las formas del poder a las que se opone la noviolencia, pero también de las formas y expresiones del poder que quiere crear y promover. Porque el poder se necesita para un cambio social – un cambio revolucionario. La claridad sobre las formas del poder a las que nos oponemos y sobre las formas del poder que queremos, puede ayudarnos a evadir la “trampa del poder” de la recreación de estructuras de dominación después de la derribada de los poderes de hoy.
Una teoría noviolenta del poder
Cuando hablamos del poder, en la mayoría de los casos nos referimos a algo que se puede llamar poder-sobre, el poder de los gobiernos o de las corporaciones (o de otras estructuras de poder como el patriarcado o el heteronormatismo) para imponer sobre nosotros lo que consideran conveniente.
Pero el poder-sobre es solamente una forma del poder. Hay otras, y una categorización de otras formas del poder usada frecuentemente incluye poder-con, poder-en-relación-con (o poder-para), y poder-dentro2.
Poder-dentro: El poder dentro está relacionado con el sentimiento de una persona sobre su valor y su conocimiento propios. También, es la capacidad de imaginar y tener esperanza. Por un lado significa comprender la propia situación de adaptación, dependencia y opresión y querer salir de ella. También significa el convencimiento de que cada persona tiene la posibilidad de influenciar en su situación de vida y de cambiarla. Desarrollar y realizar su propio poder-dentro es una parte crucial de cualquier proceso del empoderamiento.
Poder-con está relacionado con encontrar una base común con otra gente y con la creación de una fuerza colectiva. Nace la conciencia de no ser la única persona afectada por una situación sino que también otrxs viven la misma experiencia. De esto se puede llegar al entendimiento que unx no tiene la culpa de su destino, sino que muchas veces es el efecto del modelo político o estructural. Ese entendimiento y la cooperación en el grupo, puede reforzar considerablemente el sentimiento de valor propio. Así, no cada quien sólo tiene que buscar caminos para manejar la situación, sino que se puede luchar juntxs para un cambio. El grupo da la opción de juntar capacidades y conocimientos y de apoyarse mutuamente. Las campañas y los movimientos pueden continuar aún cuando algunas personas se dediquen a otros asuntos.
Poder-con está relacionado con el poder de los numerosxs, el poder colectivo que creamos cuando nos juntamos con otrxs, cuando formamos organizaciones, redes y coaliciones.
Poder-en-relación-con (poder-para) se refiere a nuestros objetivos y a las relaciones con los poderes dominantes. Es el poder para lograr ciertos objetivos y abre la posibilidad de la acción colectiva para el cambio social3 Se trata de la pregunta: “¿Qué ventajas tiene un movimiento noviolento frente a las políticas inalterables y corporativas del poder institucional?”4
Cualquier movimiento noviolento tiene que crear procesos de empoderamiento que desarrollen y fortalezcan esas formas del poder para confrontar lo que se entiende normalmente cuando hablamos sobre poder: poder-sobre.
Confrontando el poder-sobre
Poder-sobre – o simplemente poder – como entendido por la mayoría de los movimientos noviolentos no es nada estático. Un gobierno no tiene el poder solamente por qué es el gobierno – no importa si es una dictadura militar. La persona o grupos de personas en el poder – los gobiernos – no tienen mas poder en si mismo que cualquier otro ser humano. Si ese es el caso, el poder tiene que venir desde fuera de la persona (o grupo de personas), como explica Gene Sharp.5 Fuentes de poder
Si el poder no es intrínseco en las elites políticas, tiene que venir de otras fuentes externas. Estas fuentes externas incluyen la autoridad (la aceptación por parte de la gente del derecho de las elites a mandar), recursos humanos (lxs seguidores de la elite con sus conocimientos y habilidades), factores intangibles (como consideraciones psicológicas y acondicionamiento ideológico), recursos materiales y el tipo y el alcance de las sanciones disponibles a los poderes. Estas fuentes del poder en su turno dependen de la obediencia y cooperación de la gente. La relación entre el orden y la obediencia es interactiva y el poder-sobre solamente se puede ejercer con el cumplimiento pasivo o activo de lxs subordinadxs. O, como lo expresa Sharp: “Un análisis mas detallado de la fuentes del poder de lxs gobernantes indicaría que dependen íntimamente de la obediencia y cooperación de lxs súbditxs.”6
Sería demasiado simplicista decir que la gente obedece solamente por el miedo a las sanciones – sanciones legales como multas o condenas de prisión, la amenaza de violencia, o la muerte. Mientras el miedo podría ser la razón dominante en dictaduras extremamente violentas, generalmente otras razones son mas importantes para el cumplimiento. Costumbre (o tradición) posiblemente es una razón mucho mas importante – estamos acostumbrado a obedecer (generalmente) y, sin cuestionar nuestra obediencia, no vemos ninguna razón por qué no obedecer.
Una tercera razón la podemos llamar “obligación moral”: por los valores sociales o religiosos nos sentimos obligadxs moralmente (no necesariamente legalmente) a obedecer, para no desviar de las normas y vías aceptadas en la sociedad. Eso tiene mucho de ver con el “poder-invisible” (véase abajo).
Muchas veces cooperar con el poder podría ser en nuestrx interés propio. Hay algo que ganar de la cooperación – la reputación, beneficios monetarios, o la obtención de una pequeña cantidad de poder.
Posiblemente nos identificamos con lxs poderes, y por eso obedecemos, o no vemos la cosa como algo importante.
Y por fin posiblemente nos falta la confianza propia y nos sentimos impotentes (una falta de poder-dentro).
Esto no quiere decir que siempre sea fácil desobedecer. Somos parte de una red de relaciones y estructuras de poder que muchas veces – supuestamente – nos dejan pocas opciones excepto obedecer. ¿Cómo podemos desobedecer al capitalismo cuando tenemos que ganar dinero para satisfacer nuestras necesidades básicas? Mientras una desobediencia total muchas veces nos parece imposible, frecuentemente hay distintos niveles del cumplimiento con las demandas del poder-sobre, que podemos usar para crear resistencia.
Un movimiento social con el objetivo del cambio social – y no solamente de sustituir un gobierno por otro – tiene que tratar esos motivos del cumplimiento con el poder-sobre para retar las relaciones del poder y crear distintas formas de poder como movimiento social. Poder visible, oculto e invisible
Puede ser útil mirar al poder-sobre también desde otra perspectiva que es de una manera relacionada con las fuentes del poder. Podemos llamarlas las “dimensiones” o “niveles” del poder-sobre.
Poder visible
Poder-sobre puede ser muy visible. Incluye las normas formales (la constitución de un país o de una organización, leyes) que podrían establecer relaciones del poder-sobre, estructuras, etc. Además incluye la amenaza de sanciones, tanto de sanciones legales como amenazas conocidas, por ejemplo de detenciones arbitrarias, tortura, etc., que son diseñadas para prevenir que la gente pida sus derechos. Poder oculto
Poder-sobre también puede ser oculto en el sentido que no es necesario tomar decisiones que son obvias y visibles y que podrían exponer el poder. Un ejemplo es el poder de fijar la agenda: qué cosas son suficientemente importantes en una sociedad para ser debatidas en el lugar donde se toman decisiones. ¿Quién lo decide? Puede ser relacionado con el control de los medios de comunicación (que tienen un papel importante en fijar agendas), pero además con las decisiones sobre quién participará en la discusión sobre ciertas cosas y en la toma de decisiones formales. Mientras el proceso de la toma de decisiones puede aparecer democrático, el poder-sobre se ejerce a través de dejar ciertos temas fuera de la agenda o de excluir los grupos mas afectados de la participación en la toma de decisiones. Poder invisible
Poder-sobre también puede ser completamente invisible. Le mantienen fuera de la mente y de la conciencia incluso de los más afectados. Por influir como individuos piensan sobre su lugar en el mundo, este nivel del poder-sobre contribuye a moldear las creencias de la gente, su sentimiento de si mismos, la aceptación de su supuesta superioridad o inferioridad.7
De muchas maneras el poder-invisible está estrechamente relacionado con lo que Johan Galtung llama la “violencia cultural”8, que sirve como legitimación tanto de la violencia personal como de la violencia estructural o de la existencia del poder-sobre. Como explican VeneKlasen y Miller: “Los procesos de socialización, la cultura y la ideología perpetúan la exclusión y la desigualdad definiendo lo que es normal, aceptable y seguro.” Contribuye a lo que Sharp llama la “obligación moral” a obedecer (véase arriba).
El patriarcado en las sociedades en las que éste no se cuestiona y en las que es aceptado mayoritariamente, se puede ver como una forma del poder-invisible. El heteronormatismo o el sistema binario del género son otros ejemplos del poder-invisible. Empoderamiento social – promover el poder que queremos
“La forma mas común en que a la gente se le quita su poder es pensar no tenerlo.” Alice Walker
Como movimientos sociales para un cambio social, que son distintos de los partidos políticos (que posiblemente quieren entrar en el gobierno) no nos interesa adquirir poder-sobre, más bien queremos limitarlo. En primer lugar tenemos que desarrollar el poder-dentro de cada unx de nosotrxs a través del empoderamiento. Es un prerrequisito para desarrollar el poder-con y poder-en-relación-con o poder-para.
Estas tres formas del poder se influyen y se fortalecen mutuamente. El deseo de lograr ciertos objetivos (poder-en-relación-con) puede fomentar el poder a actuar y juntarse con otrxs (poder-con). El grupo pasa el poder al individuo (poder-dentro) – y al revés.
Para desarrollar estas formas del poder tenemos que asegurar que nuestro trabajo o activismo facilitará procesos del empoderamiento. Estos procesos muchas veces empiezan desde una experiencia de una crisis, de un cambio de las circunstancias personales, que puede contribuir al entendimiento de que unx tiene que asumir la responsabilidad por su propia vida, el deseo de un cambio. A juntarse con otrxs en una situación similar o con intereses similares las personas empiezan a sentir que no están solas y actuando con otrxs obtienen más confianza. Con la acumulación de experiencias desarrollan un entendimiento mejor de las causas estructurales de sus problemas, pero también empiezan a retar sus posiciones asignadas tanto en su vida personal como en el grupo.
Por fin, pueden llegar a un nivel que Wolfgang Stark llama “paciencia ardiente”9, parafraseando un poema de Arthur Rimbaud: “Al alba, armados de una ardiente paciencia, entraremos en las espléndidas ciudades”. Este nivel se caracteriza por una conciencia del propio poder de cambiar el mundo (juntos con otrxs) y un deseo ardiente de hacerlo, pero en combinación con un entendimiento del tiempo necesario para los procesos del empoderamiento y, más generalmente, para un cambio social y la paciencia necesaria para facilitar y promover procesos del empoderamiento en otras personas. Los niveles no se pueden ver como lineales, más bien como entrelazados y que pueden ocurrir paralelamente.
Una cultura del grupo que facilita el empoderamiento se caracteriza por la posibilidad de obtener nuevas habilidades, la facilitación de relaciones sociales, comportamiento de competencias y de la toma de decisiones (por ejemplo por consenso) y una estructura abierta del liderazgo10. Nuestros grupos y organizaciones tienen que ser al mismo tiempo organizaciones empoderando – significa organizaciones que facilitan y promueven los procesos del empoderamiento de sus miembros – y organizaciones empoderadas, que se centran el en uso de su poder-en-relación-con para lograr los objetivos de sus campañas.
Notas:
1En: Martin Buber, Caminos de Utopía. Fondo de Cultura Económica, México, 1991
2Véase, por ejemplo: Lisa VeneKlasen con Valerie Miller: Un Nuevo Tejido del Poder, los Pueblos y la Política. Guía de Acción para la Incidencia y la Participación Ciudadana. World Neighbours & Asia Foundation, 2002
3Véase: Julia Kraft y Andreas Speck: Noviolencia y Empoderamiento Social. 2001, http://andreasspeck.info/es/conteni…
4Howard Clark: More power than we know. Peace News No 2422, February 1998
5Gene Sharp: Social Power and Political Freedom, Porter Sargent Publishers, Boston, 1980
6Gene Sharp: The Politics of Nonviolent Action, Part One: Power & Struggle, Porter Sargent Publishers, Boston, 1973
7Lisa VeneKlasen con Valerie Miller: Un Nuevo Tejido del Poder, los Pueblos y la Política. Guía de Acción para la Incidencia y la Participación Ciudadana. World Neighbours & Asia Foundation, 2002
8Johan Galtung, “Cultural Violence,” Journal of Peace Research 27 (1990): 291–305.
9Wolfgang Stark: Empowerment – neue Handlungskompetenzen in der psychosozialen Praxis. Freiburg, 1996
10Véase: Julia Kraft y Andreas Speck: Noviolencia y Empoderamiento Social. 2001, http://andreasspeck.info/es/conteni…
Fuente: https://andreasspeck.info/es/conten…
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