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El mercado social en Madrid

Diagonal :: 16.07.14

El Mercado Social de Madrid organiza su segunda Feria de la Economía Solidaria y Alternativa

II Feria del Mercado Social
Partamos de lo básico: juntarnos

El Mercado Social de Madrid organiza su segunda Feria de la Economía solidaria y alternativa para seguir proyectándose
Andrea Kropman, M. Domínguez
Comisión de difusión

La Feria es el espacio y el tiempo para encontrarnos y descubrir lo que hacemos en colectivo para generar formas de trabajo y remuneración sostenibles. Un evento promovido por el Mercado Social de Madrid y REAS (Red de Economía Alternativa y Solidaria) en el que esperamos encontrarnos por muchos años más.

Por lo importante que es hacer y construir algo de lo que nos beneficiamos todas y gracias a lo que salimos adelante dentro de un sistema que no permite la supervivencia ni la continuación. Participar es actuar, llevar a la acción algo que se ha reflexionado y meditado para alcanzar una meta.
Encontrarnos después de un año de trabajo, poner en común nuestros logros y llegar a más gente. Disfrutar de lo que la red es capaz de hacer lo conseguimos en la Feria; y mostrar a un público más amplio hasta dónde podemos llegar, también.

¿Qué queremos?

Nuestro objetivo es fortalecer y visibilizar la economía social y solidaria madrileña, una realidad en crecimiento que ofrece, a través de sus prácticas, respuestas reales a la crisis económica, financiera, ecológica y de cuidados del modelo actual, mediante modelos empresariales y proyectos sociales que basan su viabilidad en la sostenibilidad integral (económica, social y ambiental). Queremos llegar a todas aquellas redes, entidades o grupos que se sientan pertenecientes o afines a los principios y valores de la economía solidaria y que quieran comercializar, promover y difundir sus servicios, productos y actividades de acuerdo con dichos principios y valores. La intención es mostrar a su vez que en la economía solidaria hay mucho por descubrir y que la Feria no sólo se trata de un evento de muestra, sino también un lugar en el que aprender y conocer experiencias: contamos con un programa cultural, una diversidad de actos, charlas, talleres, teatro, cine, etc.

¿Qué hacemos?

La actividad en el entorno de la economía solidaria se basa en crear y producir de forma sostenible. La elaboración de productos y la realización de servicios están atravesados por los principios del Mercado Social. En el gran abanico de productos ofrecidos por las entidades que operan y comercializan dentro del Mercado Social se puede encontrar producción ecológica de alimentos, artesanía, ropa, mobiliario, cosmética, bebidas, restauración, productos de comercio justo, calzado, etc. Pero no sólo es una red donde se ofrezcan productos, también tenemos servicios para cubrir todos los frentes, como son: intervención social y participativa, estudios de mercado, creación y desarrollo de software, planificación de comunicación y social media, ocio y turismo, transporte sostenible, estudios de género, atención psicológica, gestión administrativa y contable, seguros, banca ética, diseño y gráfica, servicios de abastecimiento de energía sostenible y verde, producción de contenidos con licencias libres, serigrafía, formación, servicios de jardinería, traducción de idiomas, asesoría jurídica, etc.

¿Cómo funcionamos?

El Mercado, junto a REAS, su promotor, trabaja todo el año creando intercambios económicos en una red que se teje entre personas consumidoras, socias consumidoras y proveedoras de productos y servicios. La red fomenta la utilización de la moneda complementaria, el boniato, a través de su software de transacciones económicas, de forma virtual. Y, por otro lado, se promocionan los productos y servicios que se producen en la red para visibilizar y fortalecer las iniciativas que trabajan con los principios de la economía solidaria. Únicamente en la Feria las personas consumidoras podrán disfrutar de la experiencia de un intercambio con la moneda física, impresa sólo para los días que dura el evento. Además, en esta ocasión estrenaremos las tarjetas, con las que se podrá empezar a pagar con boniatos en los locales unidos a la red.

La economía solidaria, creemos, es la economía posible después del tránsito por la última crisis. En ella las personas son el centro, y no los beneficios financieros. Crear productos y servicios con una mirada respetuosa al entorno. Buscar un camino de sostenibilidad entre lo que se da y lo que se recibe. En definitiva, porque queremos: “un consumo más responsable, un mercado más social, una economía más solidaria, porque el futuro es ahora”.

Algunos datos de la Feria 2013

10.0000 personas. Asistieron a la primera edición de la Feria de la Economía Social y Solidaria según las estimaciones que pudo realizar la comisión de la Feria celebrada en el Matadero de Madrid los días 1 y 2 de junio de 2013.

40.000 boniatos. Ésta fue la cifra de transacciones realizadas con la moneda social, esta cantidad se pudo obtener en base a los cálculos que realizó la comisión de moneda durante la primera edición de la Feria.

Mil personas. Participaron en los diferentes talleres, charlas, videoforums o actividades para niños y niñas que se desarrollaron en el marco de la primera Feria organizada por el Mercado Social de Madrid.
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Si quieres otra sociedad, consume diferente

El Mercado Social de Madrid organiza su II Feria de la Economía solidaria y alternativa para seguir proyectándose
Toño Hernández
Comisión de Moneda

“Los ciudadanos votan cada cuatro años (y no todos), los mercados cada día”. Ésta es una frase que sirve para justificar la supeditación de la política a la economía, y más concretamente a los mercados financieros especulativos. En la medida que, como consumidores y ahorradores, formamos parte del mercado, disponemos de cierta capacidad para favorecer unas u otras prácticas económicas según a quien “votemos” con nuestro acto de comprar. Es indudable que política y economía están muy entrelazadas, pero para que mande la primera sobre la segunda es necesario tener instrumentos que apuesten por la primacía de lo social.

El Mercado Social se configura como un proyecto político-económico de reagrupamiento de personas, empresas y organizaciones para disputar en mejores condiciones y de manera solidaria, la hegemonía al capitalismo en el terreno económico, en confluencia con otros movimientos sociales y políticos que rechazan la ideología dominante. En el nivel más básico, podemos decidir comprar en una gran superficie o en un pequeño comercio solidario; tener nuestros ahorros en la banca especulativa o en la banca ética y cooperativa; al contratar nuestra luz, podemos apostar por engordar a las grandes eléctricas o a comercializadoras cooperativas como Som Energía. Según lo que hagamos, estaremos concentrando el poder de decisión en los pocos de siempre o estaremos distribuyéndolo entre multitud de actores.

Pero el poder “disperso”, si no es consciente de sí mismo y de sus iguales, queda diluido y con escasa capacidad de incidencia. “La unión hace la fuerza”, y éste es el gran valor añadido del Mercado Social como lugar de encuentro. Además de la existencia de espacios de participación para que, en la medida de nuestras posibilidades, determinemos las prácticas y metodologías de otra forma de hacer economía. Tenemos asumida la necesidad de organizarnos para conseguir derechos, libertades y reivindicaciones, pero el capitalismo ha conseguido convencernos de que el mercado es un espacio perverso que lo “mancha” todo.

Las palabras “empresa”, “empresario” o “emprendedor” están tan asociadas (con mucha parte de razón) a prácticas de explotación y extracción de plusvalía, que apenas dedicamos tiempo ni damos opción a otros modelos de empresa basados en valores no capitalistas. Hemos terminado aceptando la dicotomía privado vs estatal, confundiendo esto último con público cuando apenas garantiza a los trabajadores la propiedad de los medios de producción. Y sin embargo cuestionamos permanentemente y de manera implacable modelos productivos que empoderan a las personas y miran mucho más por el bien común. Nos han hecho despreciar tanto la práctica económica, que creemos poco en su utilidad para la transformación social, y hemos dejado el campo libre a los de siempre para que acumulen e incrementen su poder, con nuestro “apoyo” incluido, haciendo una realidad incuestionable la frase del inicio de este artículo.

Como todo proyecto colectivo, el Mercado Social es un espacio de aprendizaje y reflexión sobre las dificultades de relacionarnos unas con otras y de vivir las contradicciones de sociedades con intereses diversos en las que no hay recetas mágicas para resolver los conflictos ni existen las personas “perfectas”. A la vez, el Mercado Social nos ofrece la posibilidad de experimentar con otro tipo de relaciones no basadas en el egoísmo, el individualismo o el consumismo, para ejercer prácticas personales y colectivas que hagan más satisfactoria nuestra vida cotidiana mientras nos vamos impregnando de mayor coherencia. Sólo así seremos más creíbles, tanto como personas como proyectos alternativos.

Por tanto, “no dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy”. El tiempo urge: el desmantelamiento de los derechos sociales y políticos, junto al agravamiento de una crisis ecológica que augura un futuro con mucha menos disponibilidad de recursos, pueden ser caldo de cultivo para discursos y prácticas insolidarias y violentas. Si quieres una sociedad diferente basada en la equidad, la justicia y la solidaridad, construye herramientas diferentes, cambia tus hábitos y consume diferente. Participa, aunque sólo sea como consumidora responsable, en el Mercado Social o iniciativas parecidas; y ayúdanos a convencer a otras personas, empresas y organizaciones de que también se puede (y se debe) ir haciendo otra economía. No queremos magnificar la capacidad de espacios como estos para “tumbar” el sistema, pero tampoco hay que minusvalorar su potencialidad. El futuro no está escrito y lo podemos hacer nosotras y nosotros; con cada uno de nuestros actos expresamos una voluntad y una apuesta concreta, abrimos o cerramos posibilidades.
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Conectar lo local, escalar el impacto
Fernando Sabin
Comisión Gestora

Nace la Asociación de Redes de Mercado Social

El pasado mes de febrero se constituyó en Zaragoza la Asociación Estatal de Redes de Mercados Sociales. Un espacio de trabajo promovido desde la Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) que agrupa a cuatro mercados sociales territoriales (Euskadi, Navarra, Aragón y Madrid), entidades sociales referentes en consumo responsable y economía solidaria (Ecologistas en Acción, periódico Diagonal y el Centro de Infor­mación e Investigación en Consumo - Revista Options), y las principales cooperativas estatales de servicios en sectores estratégicos de consumo, como la banca o la energía (Fia­re, Coop57, Som Energia y Se­guros CAES).

Los mercados sociales se constituyen en lo local como un instrumento fundamental que favorece la consolidación de un tejido empresarial que desde la práctica debe ser el referente de un nuevo modelo productivo democrático, sostenible, ético, etc. Para que el instrumento funcione se necesita la existencia de una masa crítica creciente de personas, unidades familiares y empresas que cotidianamente consuman de forma responsable y a través de su demanda incentiven la diversificación de los diferentes productos o ramas de actividad donde ahora mismo la economía solidaria no se encuentra.

Esta asociación nace del convencimiento de que es imprescindible articularse en diferentes escalas territoriales para multiplicar el impacto del trabajo que desarrolla. En lo concreto son cuatro los retos que se plantean: 1) hacer más accesible y sencillo ejercer desde las empresas, la administración pública o la ciudadanía un consumo responsable y diferenciado en valores y principios al de la economía capitalista; 2) posicionar la marca Mercado Social como un referente ciudadano de consumo responsable implantando un sistema común de certificación y balance social para todas las empresas de los diferentes mercados sociales; 3) consolidar las herramientas de dinamización del con­sumo y la intercooperación, las monedas sociales, las Ferias o el catálogo de bienes y servicios. y 4) ayudar en la creación nuevas empresas sectoriales de ámbito estatal.


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