Clajadep :: Red de divulgación e intercambios sobre autonomía y poder popular

Imprimir

Colombia: Abstención activa

17.09.03

ELN - COLOMBIA
CORREO DEL MAGDALENA

EDITORIAL
EL “EMBRUJO” DEL MIEDO

El manejo virtual que el establecimiento le está dando al país, deliberadamente tiene “embrujada” a una mayoría desesperada por la inseguridad y la miseria, que no alcanza a considerar alternativas distintas pensando que la salida del callejón está a un paso, como se lo repiten los “uribistas”, cuando por el contrario se avanza hacia el despeñadero.

En el estilo propio y arrogante de vaquero texano, el Presidente enciende el conflicto con su intolerancia y autoritarismo, ahonda la crisis económica y miseria con más impuestos, reduce de los ingresos y recorta la inversión social, agudiza la crisis humanitaria cubriendo la estructura de guerra sucia del Estado, reduciendo las libertades democráticas e intimidando a los defensores de derechos humanos.

Y, lo más indigno y rechazable de su gobierno, entrega la soberanía nacional a cambio de que el imperio le ayude a ganar la guerra y le perdone los “pecados” anteriores relacionados con el narcotráfico.

Que tales fenómenos avancen sin que el país se entere o logre que los tolere y no haga conciencia del peligro que representan, además de preocupante, es gravísimo.

Claro que resulta esperanzador ver que el “encanto” pasa y son muchas las voces que empiezan a marcar distancia del “embrujo”, así les cueste ser incluidos en la lista de terroristas, como acaba de ocurrirle a las ochenta Ongs autoras del libro que no le gustó al presidente.

Merece destacarse el papel de la política de “seguridad democrática” concebida para encubrir el terrorismo de Estado, distraer la atención de los problemas centrales del país, canalizar recursos hacia una supuesta protección de las comunidades y afilar la espada contra la insurgencia. También deben destacarse los medios de comunicación que no le dicen la verdad al país y desfiguran los hechos para señalar a la insurgencia como la responsable de la crisis del país.

Los siete mil asesinatos políticos, entre ellos más de 150 sindicalistas, las miles de detenciones arbitrarias y de amenazados y los 500 mil desplazados en el último año, son un desmiente a la cacareada “seguridad democrática” y dejan en evidencia el fortalecimiento de la estructura de guerra sucia del Estado, más activa que antes y ensañada en los movimientos sociales, las barriadas populares, los sectores democráticos y opositores políticos.

Se está manipulando y engañando al país para que no se entienda lo que pasa o se entienda al revés.

Perversamente se maneja el miedo como estrategia para tensionar la población e imponer en ese estado de ánimo decisiones que no dejan otras alternativas para repensar el país. Con intimidación y mentiras se quiere llevar a los colombianos a adoptar el pensamiento único y aceptar un régimen autoritario y policivo que autorice al presidente ejercer el control total al mejor estilo de Bush, Videla y Pinochet.

Y por esta vía disponer, ordenar y terminar de implantar el neoliberalismo, eliminar lo diferente y los obstáculos, desactivar la protesta social y acabar con la oposición política, ajustar la ley a la medida de las transnacionales, allanar el camino en lo inmediato para suscribir el TLC como antesala al ALCA y regresar a la terrible noche del colonialismo, en pleno siglo XXI.

Con las reformas política, fiscal, del Estado, la ley de arbitramento y la pretendida reforma de más de 150 artículos de la constitución, junto a la militarización de la vida del país y la agresividad policiva contra la población civil y el pensamiento crítico, se está implantando la estrategia de poder total y la entrega de la soberanía nacional.

Está además el referendo, un embeleco más en la estrategia de dominación y expresión concreta de la corrupción y trampa en que se soporta la estructura de poder, es otra forma de hacer politiquería e invalidar la democracia real.

Un referendo que técnicamente no es sino un plebiscito camuflado de apoyo a Uribe y presentado como el brebaje “cura todo” de los males del país si se aprueba y la hecatombe si se niega.

Las 19 preguntas iniciales que la Corte Constitucional redujo a 15, versan sobre cuatro temas diferentes y cada pregunta sobre un asunto distinto. Con este diseño mañoso el gobierno está convocando a los ciudadanos para que voten el 25 de octubre diciendo SI o NO a cada pregunta. Antes del dictamen de la Corte pretendía que se votaran en bloque las preguntas, para confundir aún más.

Este gobierno tramposo e intimidatorio no es transparente, ni honrado y menos democrático, como se autocalifica. Y no se puede esperar más pues se nutre de la subcultura del narcotráfico, el paramilitarismo y la corrupción, así los medios callen la verdad y los gringos le laven la cara y lo tengan como un aliado confiable.

Las elecciones para cuerpos colegiados y autoridades regionales del próximo 26 de octubre, están pensadas con igual propósito y diseñadas para realizarse con la misma perversidad que las elecciones para el Congreso y las presidenciales del 2002. Los jefes paramilitares, que en ese entonces obligaron a votar por sus escogidos y eligieron presidente y un número considerable de parlamentarios, pretenden hacer lo mismo para apoderarse de las administraciones regionales y, con éstas, de todo el gobierno.

En municipios y departamentos, donde están aliados con la clase política y empresarial, impusieron un solo candidato. En los departamentos de Magdalena y Cesar el jefe paramilitar y lugarteniente de Carlos Castaño, Jorge 40, ya escogió los suyos y prohibió bajo amenazas la participación de otros. Los pobladores serán obligados a votar por los candidatos impuestos.

Pero esto no es todo. Están también los “barones electorales” dueños maquinarias de corrupción en las regiones que eligen a sus candidatos trasteando votos, comprando votos y cambiando votos. Esto es lo que llaman democracia, transparencia y honradez el presidente de Colombia y sus “halcones criollos”.

El ELN comparte la ABSTENCIÓN ACTIVA al referendo del 25 liderada desde los movimientos sociales, algunas organizaciones políticas y personalidades democráticas que se identifican en el pensamiento por un nuevo país y la salida política al conflicto interno.

Apoya la decisión de NO VOTAR y orienta a su militancia y simpatizantes que participen en la abstención activa.

En cuanto a las elecciones del 26, considera que las comunidades deben votar por candidatos que han surgido de ellas y que están comprometidos con programas de desarrollo y bienestar concertados en consultas populares y abstenerse de hacerlo por los candidatos impuestos por la alianza paramilitar empresarial.

El ELN se abstendrá de hacer operaciones militares tendientes a impedir el proceso electoral en una y otra elección.


https://clajadep.lahaine.org