Interesante tesis de estudiantes de sociología hablantes de lengua ch’ol
Autonomía y Autodeterminación
Darvelio Méndez Vázquez, Jaime Guzmán Díaz y Juan Miguel García Peñate.
(Alumnos hablantes de lengua ch´ol).
Correos:
jaimeguzman_374@hotmail.com
mendez_8358@hotmail.com
ez_8358@hotmail.com
6º y 5º de Sociología
INTRODUCCIÓN
En México han surgido diferentes movimientos sociales, desde la década de los ochenta y noventa, ésta reflexión tratará de estudiar la autonomía y la autodeterminación en Chiapas, debido a que este es el movimiento más interesante que ha impactado el pueblo de Chiapas, a partir del movimiento armado en Chiapas de 1994.Sabemos que hay diferentes posturas sobre la definición de la “autonomía” y la “autodeterminación”. Lo que es preciso decir, cuando hablamos de autonomía, es que se refiere a un pueblo de raíces e identidades propias. El problema de la autonomía está en que no se nos ha tomado en cuenta a nosotros como indígenas del pueblo de Chiapas en nuestra participación para la toma de decisiones. Los diferentes pensadores idealistas han justificado la democracia a partir de una nueva reforma electoral. Pero para nosotros votar, no es elegir, porque están impuestos los candidatos por la clase política. Lo que es indispensable decir, es que el pueblo de México debe resistir, manteniendo los intereses de la colectividad, buscando el bien común de la sociedad. Los obstáculos de la “autonomía” y la “autodeterminación” del pueblo chiapaneco son la democracia electorera que como usurera política, en Chiapas se ha venido manejando como parte de la guerra baja intensidad, para permitir la expansión del imperialismo ó la dominación del neoliberalismo; esto hace que el pueblo pierda de vista la identidad cultural y política. Para nosotros, no es posible pensar que para un verdadero cambio social para los indígenas, se pretenda una invasión territorial ni una imposición de un gobierno que justifique la democracia, mediando la intervención imperialista como el caso de Irak. Sino que es a través de un consenso y de mayor representatividad de los pueblos. La consecuencia de la colonización ha llevado la destrucción de la cultura mesoamericana; por lo tanto, la necesidad de abordar este tema acerca de la “Autonomía y la “Autodeterminación en Chiapas”, tiene el fin de defender el derecho de que el pueblo conozca y recupere su propia cultura.
OBJETIVO
.- Se pretende explicar el análisis sobre la autonomía y la autodeterminación en Chiapas a partir de los diferentes autores intelectuales, teorías, así como a partir de la reflexión de actores del movimiento social.
.- Se analizará las diferentes propuestas y las nuevas manifestaciones por parte de EZLN.
.- Se planteará y se relacionará, el uso de los conceptos en los diferentes campos que determinan a los pueblos Mayas en el contexto de Chiapas y de México.
HIPÓTESIS
.- La autonomía y la autodeterminación, están relacionadas con la movilización de los pueblos, para recuperar su forma de decisión sobre su territorio y organización.
.- La autonomía y la autodeterminación, es una forma de organizarse en las comunidades, y territorios ya sean indígenas o no indígenas locales, estatales, nacionales e internacionales.
METODOLOGÍA
La historia de la humanidad ha sido de gran relevancia, porque está anclada en una raíz profunda y difícil de desaparecer (BONFIL, 1998: 26). Por eso en la humanidad en México existió el sentido de pertenencia. Éramos autónomos antes de la colonización. La consecuencia de la colonización ha llevado la destrucción de la cultura mesoamericana; por lo tanto, la necesidad de abordar este tema sobre la autonomía y la autodeterminación en Chiapas, es con el fin de que el pueblo conozca y recupere su cultura.
¿Cómo entendemos la Autonomía y la Autodeterminación?
Nosotros entendemos que la autonomía es la facultad que los pueblos indígenas tenemos para decidir sobre los aspectos de nueva vida comunitaria, política, social, territorial, económica, cultural, religiosa. La autonomía es la condición básica y necesaria para la vida de una comunidad y un pueblo. Sin autonomía, ningún pueblo puede existir manteniendo su identidad. Sin autonomía los pueblos indígenas desapareceríamos.
En los últimos años, las comunidades y pueblos indígenas hemos sido progresivamente despojados de nuestros recursos y del control sobre nuestros gobiernos y territorios, y hemos perdido, además, nuestras facultades y nuestras competencias para controlar y decidir sobre nuestra vida política, económica, social y religiosa. Es decir, hemos sido despojados de nuestro autogobierno. De esas facultades y competencias se han apropiado otros; su transferencia ha significado la pérdida progresiva de nuestra autonomía. Cada despojo ha estado acompañado siempre de la imposición: la imposición de autoridades, de formas de organizarnos, de usar y labrar la tierra, de curarnos, de educarnos,…
Pese a que la autonomía de nuestra vida comunitaria, política, social, económica y religiosa, ha sido algo que los pueblos indígenas hemos practicado durante toda nuestra vida como comunidades y pueblos; sin embargo la realización de este derecho, ha sido siempre en una situación de permanente lucha y resistencia, en contra de quienes han querido aniquilarnos y desaparecernos. Esta permanente resistencia es la que nos ha permitido llegar al final del siglo XX. No obstante, el camino ha sido muy difícil, y ha estado plagado de cadáveres de otros pueblos indios hermanos, que habiendo perdido totalmente su autonomía, se quedaron en el camino y ahora ya no existen más.
La autonomía ha estado presente, y todavía está presente, en cada una de las prácticas indígenas de nuestras comunidades, municipios y regiones. Somos autónomos cuando ejercemos nuestros gobiernos propios, nuestras tradiciones y costumbres. Cada una de las luchas por defender nuestras autoridades comunales, municipales y regionales; nuestros territorios, aguas, bosques, recursos naturales y culturales, costumbres, leyes propias, etc., han sido acciones en ejercicio y en defensa de nuestra autonomía. Sin embargo, estas luchas se han realizado siempre con un alto costo en tiempo, recursos y vidas de nuestros hermanos, que han dado su sangre y la continúan dando para defender la poca autonomía que todavía ahora gozamos. De esta forma, para las comunidades y pueblos indígenas la autonomía no es práctica o una palabra nueva, ajena o una idea extraña traída de otros países o de otros regímenes políticos; o acaso es idea promovidas por personas de fuera. La autonomía la hemos tenido siempre en nuestras manos. La autonomía es la base de nuestro sistema de vida. Pero, como todos sabemos, esta autonomía ha sido siempre negada y crecientemente se nos ha despojado, al tiempo que se nos han impuesto otros intereses y sistemas de vida.
A partir de la invasión de los españoles en 1492, los pueblos indígenas perdimos nuestra libertad y quedamos desde entonces como esclavos; es decir, perdimos nuestro derecho que todo pueblo tiene a autogobernarse y a decidir sobre su vida presente u su vida futura. Como resultado de la invasión española se estableció sobre los pueblos indígenas un régimen colonial, que ha significado que nosotros, los pueblos indígenas, no tenemos derecho a elegir a nuestros propios gobernantes, a contralor nuestros territorios y tampoco a decidir sobre nuestra vida, sino que son otras personas (los españoles, criollos y mestizos, a través del indigenismo), los que han decidido por nosotros.
No obstante, la causa principal por la que los pueblos indios hemos perdido básicamente nuestra autonomía, es porque esta autonomía ha sido un derecho que históricamente se nos ha negado. Es un derecho todavía no reconocido por las leyes mexicanas.
Los pueblos indígenas hemos ejercido desde siempre nuestras prácticas autónomas fuera de la ley. Esto es así porque las leyes no nos han reconocido este derecho. Es decir, la autonomía ha sido hasta ahora un derecho que hemos ejercido en la resistencia y en la lucha de nuestros pueblos.
La situación indígena es una situación de hecho, que es histórica y que se remite al momento mismo de la invasión española; al momento mismo en que fuimos ubicados como pueblos diferentes, frente al otro, es decir, frente al opresor.
La práctica de la autonomía es algo inherente a la propia vida e identidad de nuestras comunidades y pueblos. Es algo que hemos tenido y vivido desde siempre, pero que ha existido de una manera clandestina, con resultado de una terrible mezcla entre resistencia y abandono de nuestros pueblos; como una síntesis dolorosa de una resistencia histórica, pero al mismo tiempo, de una marginación, despojo e imposición, también históricos.
Los pocos territorios y autonomía que las comunidades, municipios y pueblos indígenas todavía tenemos en nuestras manos, es lo que nos ha permitido vivir y sobrevivir hasta ahora como pueblos diferentes.
El derecho a la libre determinación o “autodeterminación” es el derecho que todo pueblo tiene a autogobernarse, a tener su propia identidad como pueblo; a decidir sobre sus territorios y recursos y sobre su vida presente; en fin, sobre el futuro que desea heredar a sus hijos.
Según la reflexión de Darvelio Méndez.
El sentido de la autonomía parte del planteamiento de identidad, es decir, de reconocer la raíz histórica de la humanidad, porque la identidad siempre se encuentra en el ámbito comunitario y en regiones bien definidas.
La autonomía es la identidad que determina el pueblo porque hay entre los pueblos, “reciprocidad en el intercambio de bienes y de servicio” (UAM, 2001:122).En este sentido se entiende, que la autonomía determina al pueblo, porque se construye en la vida colectiva y con base en su identificación y membresía, con respecto a una comunidad. La diversidad étnica es connatural a todos los Estados Nacionales y la conflictividad en la convivencia plural aparece, cuando la diversidad étnica se toma como un elemento subordinado al ejercicio del poder en la lucha política. La idea de la autonomía se da en una lucha por los derechos humanos y las garantías individuales y sociales, colectivas. Se entiende que la autonomía, se debe analizar y reflexionar en la lucha, para que sean reconocidos nuestros derechos y obligaciones como ciudadanos mexicanos y chiapanecos que hablamos lenguas diferentes y tenemos cosmovisiones diversas. Algunos pronunciamientos de la autonomía desde la visión Zapatista. La demanda de la autonomía no es una demanda solamente para los indígenas, ya que nosotros reconocemos a los demás como parte de nosotros y nosotras, es como un todo federal republicano reconociendo, el derecho igualitario de autogobernarnos. Según la visión zapatista, los pueblos indígenas deben de tener el derecho y la libertad, cuando desean organizarse independientemente y esto nos permite a decidir lo que el pueblo exige, que no decidan otros conforme a sus intereses. “La autonomía de los pueblos indígenas y significa que cada pueblo hable su propia lengua, tenga derecho a gobernarse, a elegir sus propias autoridades y a que se respeten sus culturas” (Anzaldo, 1998: 56- 304).En este sentido se entiende que para defender nuestro territorio y las riquezas de nuestro país, es necesario tener conciencia y asumir las responsabilidades como pueblos en Chiapas y en México. Las mujeres indígenas han dejado claro que son parte de la lucha por la democracia y la autonomía. Es preciso decir que en la lucha por la autonomía, las mujeres también han demandado, que sean tomadas en cuenta, para que se pueda hablar de procesos democráticos en las estructuras tradicionales indígenas.
ALGUNOS ASPECTOS DE LA AUTONOMIA INDÍGENA RETOMADOS EN “LOS ACUERDOS DE SAN ANDRES”:
Los Acuerdos de San Andrés fueron firmados entre el Ejercito Zapatista Liberación Nacional (EZLN) y el gobierno Federal el 16 de febrero de 1996 en Chiapas, México, después de haber pasado por una serie de foros en los que participaron diferentes sectores de la sociedad, sobre todo, los pueblos indígenas. En el texto se dice que, “La autonomía, es la expresión concreta del ejercicio de derecho a la libre determinación, expresada como un marco que se conforma como parte del Estado Nacional (Acuerdos de San Andrés).La autonomía, es la forma de decidir, la forma de gobierno interno, y la forma de organización política, social, económica y cultural. La autonomía se plantea como el ejercicio de la libre determinación de los pueblos indígenas en cada uno de los ámbitos y niveles en que la hagan valer la identidad étnica. Por libre determinación, se entiende que no intervengan directamente los funcionarios públicos o parte del gobierno para decidir el destino de los pueblos, sino que más bien, los pueblos deben mandar y el gobierno debe obedecer todas las demandas y propuestas de los propios pueblos indígenas y no indígenas. Cuando se implemente la autonomía, los pueblos indígenas contribuirán en la construcción de la democracia nacional y así, se fortalecerá la soberanía del país. La autonomía, implica que debe ser el pueblo quien decida, la forma de dirigir la política de nuestro país, partiendo de abajo hacia arriba; porque la política limitada ha llevado a que en nuestro país siempre los de la clase política, que ha pretendido hegemonizar mediante su punto de vista, permita la destrucción de la soberanía. Cuando hay legitimidad por parte del pueblo, hay verdadera democracia y libertad. Todas las instituciones deben de respetar las prácticas políticas, económicas, sociales y culturales de los indígenas, y se debe se considerar y contemplar la autonomía en el marco Constitucional, para que se asegure la unidad nacional. La libre determinación busca la vigencia de los sistemas normativos internos de los pueblos y sus instituciones comunitarias; los grados de relación intercomunitaria, intermunicipal y estatal; la presencia y relación entre indígenas y no indígenas. Los Acuerdos de San Andrés, proponen la creación de un nuevo marco jurídico, que establezca una relación entre los pueblos indígenas y el Estado con base en el reconocimiento al derecho a la libre determinación y de los derechos jurídicos, políticos, sociales, económicos, culturales y religiosos, que lo determinen en el territorio de cada grupo étnico. Estos acuerdos demandan que el gobierno respete la pluriculturalidad, los criterios de sustentabilidad, es decir, que se respete la forma de explorar los recursos naturales de acuerdo a las prácticas tradicionales de los pueblos. La sustentabilidad contemplada en Los Acuerdos de San Andrés, señala que se debe de respetar los medios ambientes como la biodiversidad de la sociedad.
RELACIÓN ENTRE DERECHOS HUMANOS, LA AUTODETERMINACION Y RESISTENCIA DE LOS PUEBLOS.
El concepto de la intregralidad, manejado en el pronunciamiento conjunto entre el EZLN y el gobierno, se planteaba en que los pueblos son quienes deben de tomar las decisiones referente a los gastos públicos y así, también fomentar la participación en las acciones que se realizan. Además, que el Estado, debe favorecer y respetar las formas de organización interna de cada municipio indígena, respetándoles el derecho a ser ellos. Los propios actores de su desarrollo. Esto en un marco en el que tanto los indígenas como no indígenas, tengan la libre determinación, con respecto de sus territorios. Esto implica que se respetará sus diversas identidades culturales y formas de organización social es un determinado municipio y así también en los diferentes niveles de gobierno del Estado Mexicano.
Bajo esta visión, el Estado – Nación es concebido como una asociación de individuos que se unen libremente. Se entiende que los derechos y la autodeterminación, parten de considerar su propia voluntad, en un marco de igualdad ante la ley, bajo el respeto a individuos iguales entre sí, pero sometidos a una relación dentro en un determinado colectivo. Raymundo Sánchez Barraza, define a la autonomía como el movimiento para la solución de los problemas postelectorales; para que sean reconocidos como un gobierno de transición democrática que en Chiapas que se propone de la siguiente manera:
La lucha en resistencia es hacer un llamado y movimiento para la liberación nacional, esto es la transición democrática del pueblo. La transición democrática no es la creación de la nueva ley electoral, más bien, es la creación de nuevas propuestas en sentido amplio de oposición a los partidos políticos, debido a que los partidos políticos crean división y la ambición del pueblo, simplemente son los aparatos ideológicos para el control social.
Su análisis parte del estudio de la coyuntura de 1995, cuando el Ejército Zapatista envió la Tercera Declaración de la Selva Lacandona, percibiendo lo que se ha entendido como una transición a la democracia. “Se propusieron cinco puntos que son indiscutiblemente de agenda nacional, expresados además con una simplicidad, así como se mira desde las letras que están ahí, que dicen, primero, separación PRI-gobierno; segundo, nueva ley electoral; tercero, Constituyente, nueva Constitución; cuarto, regiones autónomas; y quinto- que se había hecho imprescindible por la crisis económica-, una revisión del modelo general de desarrollo que tome en cuenta los sectores más empobrecidos, particularmente a los campesinos y obreros. Cinco puntos de agenda nacional y una propuesta política que asume una visión crítica de lo que ha sido el proceso de conformación de la Convención Nacional Democrática; es decir, se hace un llamado a un movimiento para la Liberación Nacional, se convoca a la CND para los sin partido, se hace un llamado al ingeniero Cuahuhtémoc Cárdenas Solórzano y a las fuerzas políticas independientes para la creación de un frente amplio de oposición que pudiese aglutinar a lo que los partidos políticos ya no aglutinan, porque en ese momento se encontraban enfrascados en esa negociación que se llamó en un principio Diálogo Nacional y después acabó en el Acuerdo Político Nacional, con su perno, su elemento central, que es el compromiso de resolución de los problemas postelectorales de Tabasco, Veracruz y Chiapas, y sobre todo una nueva ley electoral seguramente con procesos y estructuras definitivas.” (Sánchez Barraza: 1995, 94)
Por otra parte, el artículo de Consuelo Sánchez sobre la autonomía, publicado en la misma antología sobre la Autonomía y la Democracia del CIHMECH, nos pareció muy sobresaliente, porque señala que a partir del concepto de “autonomía”, podemos entender la necesidad de reconocer cómo las comunidades indígenas también podrían elegir su propio gobierno autónomo. Ya que busca asegurar la igualdad de derechos y oportunidades de todos los mexicanos avecindados en las respectivas regiones, mediante la creación de instituciones y causes para la representación y participación de todos sus integrantes. Aunque proponía que cada una de las regiones tuviera un gobierno propio, que recuperara las bases de la organización política y administrativa interna las comunidades y de los Municipios Autónomos. Porque a través de estos gobiernos o Municipios Autónomos, se tienen las bases para promulgar o gestionar cualquier acuerdo con el principio pluriétnico, donde se logre la igualdad de quienes estén integrados. ¿Realmente las partes están cumpliendo Los Acuerdos de San Andrés, donde se acordaron las bases necesarias para la participación de las comunidades indígenas? Porque la comunidad indígena tiene derecho a la libre expresión que ellos manifiesten con respecto de sus inconformidades ante el sistema capitalista y los gobiernos federales. Estas propuestas del EZLN han sido fundamentales y han generado grandes beneficios para la comunidad indígena, ya que a partir de ellas, se da lugar a que cada uno de los integrantes de los pueblos indígenas alcance plena libertad, porque efectivamente la autonomía es la demanda central que resume el espíritu que rige todas las propuestas que se han presentado. Además ha servido como un instrumento estratégico que permita la expresión concreta de nuestro derecho a la libre determinación. Esto implica el reconocimiento político, jurídico y practicó de la existencia misma de los pueblos indígenas. Desde el punto de vista jurídico, la autotomía implica una distribución de competencias entre distintos ámbitos de gobierno, que van desde lo comunal, municipal y regional, hasta lo nacional, y debe ser concebido como una diversidad de modelos y niveles de acuerdo, en relación a las necesidades y condiciones de cada pueblo, integrando el derecho a la territorialidad, al autogobierno, al ejercicio pleno de nuestros sistemas jurídicos, al desarrollo económico, social y cultural y al control de nuestra seguridad interna. Ante los acuerdos y compromisos de San Andrés, también vemos la parte de los zapatistas que testifican el grado de la demanda de autonomía y que ellos habían alcanzado como parte integrante del movimiento indígena nacional y donde se puso en evidencia que hay carencias de diplomacia política, de la parte gubernamental, en tanto no ha respetado los acuerdos que firmó. Ante esto vemos también que las comunidades podrán concertar la unión de esfuerzos y coordinación de sus acciones para la optimización de sus recursos, con el impulso de proyectos de desarrollo regional. Así como unirse para coordinar acciones regionales de carácter autogestivo. Hoy en día, los Municipios Autónomos han ejercidos su propia fuerza de gobierno regional y comunal para la distribución de los bienes y servicios en beneficio de la población autónoma, porque los Municipios Autónomos son los que han generado diversas formas de cómo apoyar a la sociedad mexicana en general.
Tratamos de entender la diferenciación entre Los Acuerdos de San Andrés y la Iniciativa sobre los Derechos Indígenas, presentada por la Cocopa. En este último escrito, se dejaron abiertas las posibilidades para que los indígenas puedan reconstituirse como pueblos verdaderamente autónomos. Sin embargo, Los Acuerdos de San Andrés no se crean en un régimen de autonomía con sus componentes y la propuesta de la Cocopa adolece de las mismas carencias y limitaciones.
LAS DIFERENTES POSICIONES SOBRE LA DEFINICION DE LA AUTONOMIA.
“Para Araceli Burguette, el término conduce al apoderamiento y acuden al proceso de descolonización y reconquista; la autonomía significa recuperar la reindianización demográfica, la conquista territorial, la reindianización del poder regional y recampesinización con la distribución de tierras en una región.”, (UAM; 2001, 124).
Para Rodolfo Stavehagen, existen diversas modalidades del ejercicio autonómico ya sea como parte de una concepción al nivel general, o en determinado pueblo o región.“ Hilario Molina, destaca que la memoria histórica del pueblo en la defensa de su territorio, lleva a procesos que se han construido en el núcleo de su identidad étnica. La identidad son las formas mediante las que un pueblo se distingue a partir de su lengua, tradición, raza, y sistemas de creencias.” (Molina; 2000, 125).Para Degyues, la autonomía significa reconocer una base territorial con autogobierno, en donde todos participan, todos los sectores existentes, indios y mestizos campesinos y empresarios. Entonces sería un gobierno popular; los sectores organizados y explotados son los que orientan el desarrollo y regional” ( Degyues; 2000; 123).El análisis de Gustavo Esteva sobre la autonomía, “consiste en que se limita el monopolio de la política; es decir, arrebata el control que está en las manos de los partidos políticos y los medios de comunicación, para que se pueda practicar en forma no partidaria” (Esteva, 2000; 15).Los cambios indispensables para la transición a la reforma política, parte de la democratización posible para el cambio social de los pueblos. La autonomía es resistir para imponer nuestras libertades y democratización; porque cuando el pueblo ejerce su libertad, está practicando lo que considera el bien común; pero si el aparato del Estado reprime, está violando los derechos y las libertades. Sabemos que la libertad es el proceso para el cambio y el reconocimiento de las propuestas de todos los ciudadanos, cuyo impacto responda a las exigencias para su desarrollo como pueblo. Esteva “también analiza la democratización fiscal, es decir, habla sobre los impuestos que pagamos todos los mexicanos; el gobierno se ha convertido en recaudador de las rentas. Los burócratas y los funcionarios públicos se han beneficiado por los impuestos que pagamos.” (Esteva, 2000; 14). Y no se han preocupado para mejorar las condiciones de vida del pueblo, porque el impuesto que pagamos sirve para asignar los recursos públicos, a educación, salud y vivienda; pero se destinan al proceso electoral como una forma para justificar la democracia, pero el impuesto debe de financiar el desarrollo del pueblo. La reestructuración del ejercicio gubernamental parte de las propuestas que nos permiten anclar el marco de la Constitución actual en los estados de la federación; así pudiéndose disfrutar de un amplio margen de autonomía y ejerciendo la soberanía popular de la Nación Mexicana y no la soberanía de los funcionarios del Estado mexicano. Por esta razón reclamamos como pueblo. Para que nuestra voz y voto sean escuchados ante el gobierno. Que no se viole el derecho en Chiapas y que permanezca el estado de gobernabilidad, manteniendo el ejercicio de la democracia. El planteamiento de la autonomía de los pueblos indígenas en Chiapas, no quiere decir que están en contra de la Constitución Política que existe, sino que se exige como una nueva planeación e iniciativa de ley que dependa de lo que el pueblo exige y no los partidos políticos ni los grupos de interés, quieren. Se entiende que para que seamos autogobernados por nosotros, es necesario que sean destituidos los partidos políticos, porque actúan en beneficios de sus grupos. Y para que se lleve a cabo la nueva reestructuración en la forma de gobernar, será determinada por los movimientos sociales y políticos concretos, a partir con sus experiencias y capacidades intelectuales. Por eso, algunos actores han hablado de la crisis del sistema de partidos, de nuevas propuestas ante esta nueva transición hacia las formas de convivencia armónica entre los pueblos, de autonomía que se logrará a través de una experiencia de transformación de nuestras percepciones, que nos permitan tomar una conciencia general” (Esteva; 2000, 16).Es preciso decir que la conciencia es la que nos permitirá reconocer la identidad de percepciones y de profundidad de los cambios que nos sirven a retomar las ideas claras para el bien común. Es como decía Luis Villoro: la política, es algo que se puede percibir y discernir en los ámbitos para las acciones de hechos, (Villoro; 2000; 72). Así que la política esta determinada por el saber para “hacer la política”, no como “arte de gobernar” mejor, en atención al bien común. En una sociedad colectiva, el hombre no puede vivir aislado sino que necesita de los demás. Según Margarito Ruiz, nosotros somos el pueblo no grupos étnicos. Y está reforzando así una explicación concreta y bien definida sobre la autonomía, “porque cuando hablamos de grupos étnicos, es ignorarnos y despreciar que somos pueblos que tenemos raíces” (Ruiz; 2000, 46).A lo largo de la historia desde los españoles, quisieron que se desaparecieran los pueblos físicos y culturalmente hablando, porque nos consideraban, incapaces, salvajes, pero no fue posible que eliminaran nuestras lenguas y culturas, porque somos pueblos definidos y organizados. Algunos han desconocido nuestra presencia y nuestro espacio; y los que se dan cuenta de que existimos nos han usado para sus intereses económicos y culturales. En este sentido los pueblos mayas persistimos, porque la identidad, es lo más importante de nuestros pueblos. Por eso estamos de acuerdo con Guillermo Bonfil, cuando dice con respecto a nuestros pueblos que, “lo que ahora se ha escrito sobre esas historias es ante todo un discurso del poder a partir de la visión del colonizador para justificar su dominación y racionalizarla” (BONFIL; 1998: 299). En este sentido se explica que aún la historia no existido después de la llegada de los españoles; porque la cultura mesoamericana, cada uno de los pueblos tenían una cultura bien definida. Los colonizadores justifican a los indios como salvajes, bárbaros, que no son inteligentes ni civilizados, y así fueron dominados los pueblos a través de la religión católica: porque para lo españoles, la religión de los indios eran idolatría y pecado; pero esta explicación es una falacia. La cultura mesoamericana, principalmente la civilización Maya, tenía profundas raíces en la historia de la humanidad. Como ha escrito Guillermo Rodríguez Guaján, “La civilización Maya ha dejado registros y escritos de conocimiento científico de su pasado” (Rodríguez; 1992:11). Los pueblos Mayas han tenido gran relevancia, porque tenían conocimientos de los movimientos de los astros, del sol y de las estrellas, crearon el numero cero; numerosos calendarios y fenómenos de eclipses solar y lunar. (Guaján: 1992)Sin embargo este análisis nos lleva a una reflexión y entonces diremos que: “la lucha de la resistencia sigue para que sean reconocidos como pueblos. La guerra comenzó en 1492 y no ha terminado” (Ruíz; 2000:46). Se entiende que antes de la colonización de México, la autonomía había existido en sentido de pertenencia, porque desde la cultura mesoamericana ha existido el pueblo Maya dentro del país que se llamó México y en los demás países de Centroamérica: Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. Y los reclamos de los pueblos indígenas no solamente se han escuchado en Chiapas, sino al nivel mundial. Porque los que han luchado por los derechos humanos son hombres y quienes provocan dominación, también. Es preciso que el hombre solamente pueda lograr la paz y la equidad con justicia, bajo el reconocimiento de la pluriculturalidad. Ser autónomo no quiere que estamos fuera de la ley, sino que no nos han tomado en cuenta, siempre ha decidido la política del Estado, una minoría“. En la participación política, no somos apolíticos ni apartidarios, somos pueblos que exigimos democracia” (Ruíz; 2000: 50). Se entiende que la autonomía no es una cuestión de la política para elegir a nuestros gobernantes, porque en ello se analiza que estamos en desacuerdo con la forma en cómo se llevan a cabo los procesos electorales, en donde la minoría ha participado. El planteamiento de la autonomía es implementar el Estado Mexicano, para que todos los pueblos indios sean tomados en cuenta.
LA AUTONOMIA EN CHIAPAS.
Los antecedentes de la lucha indígena por la vía legislativa, se inician a partir en la década de los ochenta y noventa; en donde reclamaban la elaboración de reglamentos internacionales sobre los derechos de las minorías de los pueblos indígenas y la discusión sobre los derechos colectivos, parten reconocimiento del Convenio 126 de la OIT, firmado por el gobierno federal, pero poco reconocido en el marco jurídico constitucional. Niveles de ejercicio autonómico, de jurisdicción, de territorialidad y formas de autogobierno autónomo, han sido reconocidos por diversos movimientos sociales en México, incluso EZLN. Esta demanda sobre la autonomía no es para un grupo de interés, ni exclusiva para algún género, más bien tiene un sentido global que incluye hombres y mujeres en un determinado espacio territorio y lengua.
LOS OBSTACULOS DE LA AUTONOMIA
Los obstáculos que impiden la autonomía de, los pueblos Mayas han sidos planteados por los aparatos ideológicos dominantes de la clase política que no reconoce la identidad colectiva de los pueblos indígenas y plantea a la sociedad nacional como predominantemente mestiza, retomando sus ideas y de acuerdo a sus intereses políticos, económicos, sociales, culturales y religiosos.
LA AUTONOMÍA COMO PROPUESTA PARA EL FUTURO DE LA HUMANIDAD
Es necesario recuperar el derecho a conducir el propio destino del pueblo, mantener la identidad como pueblo organizado. Tener la conciencia historia crítica y analítica: así recuperando el archivo de la historia oral y escrita, porque la historia oral, es como una memoria historiográfica. Debemos de tener el privilegio de sentirnos como pueblos indígenas formando parte del pueblo mexicano. No somos extranjeros.
CONCLUSIÓN
Es importante que los pueblos indígenas de Chiapas nos mantengamos siempre en lucha. Los indios, no debemos volver a permitir ser gobernados por personas que nosotros no hemos designado, por leyes que nosotros no hemos elaborado y en las que tampoco se nos ha tomado en cuenta. Ningún gobierno de los últimos que han sido gobernados, ha respetado nuestra dignidad. Los pueblos indígenas queremos, deseamos integrarnos plenamente a México. Queremos ser parte de la nación, pero sin el temor y el miedo de que esta integración o pertenencia signifique integracionismo o asimilación, o una mayor pérdida de nuestra autonomía. Para evitar que así sea, para poner los candidatos necesarios que lo eviten, es fundamental y urgente, que este derecho a nuestra Autonomía quede constitucionalmente conferido. Para que así sea, es necesario que la Constitución defina con claridad el reconocimiento a la autonomía de nuestras comunidades, municipios y regiones. Y que se haga una Ley o Estatuto de autonomía, en donde se establezca claramente cuáles son las facultades, competencias y prerrogativas de las regiones autónomas. Así, el derecho a la autonomía Indígena no es la creación de un derecho nuevo, sino el reconocimiento de algo que desde siempre ha existido, pero que ha sido negado por la indiferencia y los intereses de las clases políticas y gobernantes de este país, que han construido a la nación y al Estado mexicano a su imagen y semejanza, excluyendo a los pueblos indígenas. Las comunidades y pueblos indígenas queremos gobernarnos por nosotros mismos, sin que nos impongan autoridades. Queremos decidir por nosotros mismos la vida de nuestros pueblos, así como nuestro futuro. Hoy en día, las personas, municipios quieren participar plenamente en la vida nacional, en la toma de decisiones y representar todos los poderes tanto el ejecutivo, como el legislativo y el judicial que integran el aparato político en México.
BIBLIOGRAFÍA
ANZALDO, Meneses Juan, Nunca más un México sin nosotros, México, DF, 1998.
BONFIL, Batalla, “Historias que no son todavía historia” en: Carlos Pereyra et. al. Historia ¿para qué?, México, siglo XXI.1998.
BURGUETE, Araceli, en Anuario Antropológico, Universidad Autónoma de Metropolitana, Departamento de Antropología; México 2000.
GONZALEZ, Casanova Henríquez, Pablo y Lomelí González Arturo, Coordinadores. Etnicidad, democracia y autonomía.
Sánchez Barraza, Raymundo, Democracia y autonomía, CIHMECH, San Cristóbal de las Casas, 1995.
RODRÍGUEZ, Guaján Demetrio, Cultura Maya y Políticas de desarrollo, COCADI, Guatemala, 1992.